Capítulo 5

MYLA POV

          Con un demonio. ¿Es que no va a parar de mirarme así? Esa mirada hace que moje mis bragas, y no me quiero imaginar si estuviera de pie.... creo que se me caerían. Por Dios, ¿pero que pensamientos son esos? Le he huido a todos los hombres que se me acercan y no sé por qué a cada segundo que pasa quiero tener a este más cerca. ¿Qué diablos me pasa? La realidad es que es un hombre de ensueños, es precioso y muy varonil. Y esa mirada es hipnotizadora. Su voz es tan autoritaria que me hace obedecer de una manera instantánea. Pero este hombre debe tener a todas las mujeres a sus pies, no debe ser para nada puritano. Debe tener a una mujer distinta cada noche. No es bueno para mí. No debo ilusionarme. Ni siquiera lo conozco. Es un hombre con mucho control y seguridad. Por lo menos así lo veo. Lo más que me incomoda es que me intimida al extremo, pero extrañamente me hace sentir segura. Esto no está bien. Sólo espero que Liz llegue muy pronto para poder irme con ella lo antes posible.

          –¿Te encuentras bien? –me mira intensamente.

          –Umm...sí –mi voz es apenas un susurro.

          –Lamento informarte que nuestros amigos no llegarán ésta noche, cariño –¿Cariño? ¿Qué carajos? ¿Cómo que no llegan?

          –¿Y eso por qué? –pregunto sin poder ocultar el espanto que siento en estos momentos.

          –No han podido resolver la situación todavía. Puede que lleguen mañana.

          –¿Puede?¿Mañana?

          –Sí, así es. Pero tranquila, Alexie me ha encargado que te cuide. Así que te quedarás conmigo, en mi piso –dice como si nada. Pero a la misma vez veo un brillo triunfal en sus ojos.

          –P...pero es que yo...no... –suspiro profundamente nerviosa–. Gracias, pero prefiero quedarme en un hotel, no quiero molestar –su expresión se vuelve dura. Parece muy molesto.

          –Me pidieron que me hiciera cargo de tí, que te cuidara, que no te dejara sola y es eso precisamente lo que voy a hacer. Sin discusión –ahh no, este es un hijo de perra arrogante. Me enciende la rabia.

          –¿Disculpa? Creo que es mi decisión si quiero o no quedarme contigo. No puedes obligarme de ninguna manera.

          –Cielo...puedo obligarte y lo haré de ser necesario. En realidad no sabes todo lo que sería capaz de hacer en estos momentos –¿Cielo? Se ríe de manera burlona y entre cierra sus ojos. Sus pupilas están totalmente dilatadas y es entonces cuando comprendo que este hombre es puro sexo andante. ¡Jesucristo!

          Definitivamente no estoy segura con este hombre. ¡Es un puto! Siento un escalofrío tremendo por toda mi columna vertebral. Me siento mareada. Siempre he deseado encontrar un hombre que me quiera y acepte como soy. Que me ame incondicionalmente y me cuide como si fuera un tesoro. Pero también muero por un hombre que me libere de la pesadilla en la que sigo viviendo, aún después de casi siete años. Un hombre con quién pueda hacer el amor sin inseguridades.

–Reacciona, Myla. Respira –caigo en tiempo al oírlo y me doy cuenta de que estaba aguantando la respiración–. No te preocupes, no te voy a morder. A menos que tú así lo quieras, claro está –la p**a madre. Creo que moje mis pantys. Siento una punzada horrible en mi coño y se me acelera el pulso. Sigo sin responder–. ¿Necesitas que te lleve de compras?

          –¿Perdón? –estoy perdida.

          –Bueno, no tienes tu equipaje. Necesitarás algo de ropa. Aunque creo que te verás preciosa vestida sólo con una de mis camisetas y boxer –mierda, ¿qué fue eso? Ni siquiera lo pensó un segundo antes de decirlo. Se me queda viendo intensamente. Oh, oh.

          –No lo creo –digo muy seria–. Prefiero, si no es mucha molestia, comprar algo de ropa.

          –Por supuesto. No es ninguna molestia. En cuanto terminemos aquí, iremos.

          –Bien. Voy al baño y nos vamos –él sólo asiente con la cabeza.

          Mi Dios, lo que me espera.

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KHRIS POV

          La veo levantarse y la sigo con la mirada. Ahora sí quedé frito. Tiene el trasero más redondo y perfecto que jamás hayan visto mis ojos. Hasta tiene forma de corazón. ¡Pero qué mariconadas estoy diciendo! He estado con varias mujeres, pero ninguna con una silueta tan voluminosa como la de ella. Nunca presté mucha atención a las demás mujeres. No tenían que ser necesariamente perfectas, sólo atractivas, pues eran sólo diversión, un ligue de un rato nada más. Pero con ella no pienso de igual manera. No puedo. No quiero. Y eso me asombra y preocupa a la vez.

          ¿Quizás sea ella lo que estoy buscando? Tengo que hablar muy a fondo con Alexie. Sacarle información sobre ésta mujer. No sé nada de ella. Ni siquiera si tiene novio. Qué estúpido soy. Por supuesto que debe tener. Una mujer así de hermosa debe tener a alguien. Pero si lo tiene, ¿por qué se mudo con ellos ella sola?¿Se reunirá con ella más adelante? No lo sé, esto es muy confuso. Pero se lo preguntaré a Alexie tan pronto pueda hablar con él otra vez.

          Esto es desesperante. Nunca había sentido una atracción tan fuerte por una mujer y menos por una que no conozco ni el más mínimo detalle. Sólo sé su nombre completo, que es amiga de Liz y Alexie desde la infancia y que por algún motivo es especial y muy importante para ellos.

Pero mientras tanto trataré de sacarle algo de información a ella, si es que puedo. Es muy reservada, pero haré el intento. Tengo que encontrar cualquier pedazo de información de esta mujer tan misteriosa ya que ni siquiera mi mejor jefe de informática pudo encontrar algo. Veré si por lo menos yo podré tener éxito.

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MYLA POV

          Me levanto y me dirijo al baño. Necesito unos minutos a solas o terminaré abofeteándolo. Es un imbécil, uno más del montón. "Te verás preciosa vestida sólo con una de mis camisetas y boxer". No puedo siquiera imaginar la larga lista compuesta por todas las mujeres a las que le habrá dicho lo mismo.

          Ya en el baño, me tranquilizo, me retoco un poco y me sereno. "Piensa Myla, piensa. Tienes que ubicar tu mente. Viniste para hacer una nueva vida y no es conveniente que él esté en ella. Es un engreído, arrogante y muy posiblemente un maldito mujeriego de m****a" –me digo repetidas veces.

          Respiro profundo varias veces y lo decido. Lo mantendré a raya de mí. Él no me conviene y no voy a permitir que ningún maldito hombre me utilice o me haga sufrir. Jamás. Nunca. Más. Los únicos hombres que son buenos y valiosos para mí lo son mi padre, hermanos y Alexie. Son los únicos que no me han hecho daño.

          Me miro al espejo y decido que adoptaré de nuevo mi armadura. Una carente de emociones o sentimientos. Esa armadura que me permite disfrazarme de manera tal que nadie puede descifrar nada respecto a mí. Nadie podría descifrar ningún tipo de emoción en mis ojos. Esa que he utilizado durante todo este tiempo para engañar a mi familia. Sí, eso es lo mejor y decido que lo haré inmediatamente salga de este baño. Salgo y me dirijo hacia donde está éste hombre sentado. Llego y posa su mirada en mí algo consternado, como si tratara de leer mi expresión y no pudiera. Bien. Significa que mi armadura está bien puesta.

          –Bien. Ya estoy lista.

          –Perfecto. Ya pagué la cuenta  –acto seguido se levanta tomando mi abrigo y lo abre para mí. En vez de eso, se lo quito de las manos y me lo pongo yo sola.

          –Gracias –se me queda viendo un tanto pasmado.

          –Bueno , vamos –me señala la salida con la mano. Me adelanto y abro la puerta y salgo deprisa antes de que vuelva a posar su mano en mi espalda al igual que cuando entramos al local.

          –¿Te encuentras bien? –me pregunta cuando llegamos a la camioneta.

          –Sí, estoy bien –le contesto sin expresión alguna en mi rostro. Me examina por un momento y luego asiente y me abre la puerta para que entre. El da la vuelta y entra también.

          –¿Vamos de compras entonces?

          –Sí, por favor –digo mirando por el cristal tintado.

          –Lo que quieras nena –¿ehhh? Eso me impactó pero ni siquiera volteé a mirarlo. ¿Qué carajos le pasa?

          El trayecto a las tiendas duró unos veinte minutos. No sé cómo le hizo para cruzar por éste tráfico infernal de ésta cuidad, pero lo hizo. Entramos a una de las tiendas y ésta era de lencería muy chic. El me sigue muy de cerca a cada paso que doy por la tienda. Hubiera preferido que me esperara afuera. Necesito un conjunto de bragas y sostén y algún camisón sencillo para dormir, dudo que aquí pueda conseguir una pijama. Sigo mirando las hermosas piezas de lencería y me enfoco en un conjunto con tanga negro de encaje. Lo tomo en mis manos y lo examino. Me encanta.

          –Le provocarías un infarto masivo a cualquiera que tuviera el privilegio de verte ese conjunto puesto –dice Khris a mis espaldas.

          –¡No lo puedo creer! ¡Khris Becker comprando lencería con una mujer! Esto es increíble. ¿Quién es tu polvo de esta noche? –me volteo para ver a una rubia patética. Pura niña mantenida de papá a simple vista. Me mira de arriba a abajo y entrecierra los ojos.

          –Stupida bionda –digo en italiano y decido ignorarlos y me alejo concentrada en mi tarea.

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