Capítulo 5

Narrador omnisciente

Lizz jamás había corrido tan rápido en su vida. Dejar a su hermana fue una decisión difícil, ya que sabía peligro que estaba corriendo. Ni siquiera le importaba que ella tenga que volver a casa sola, no era demasiado lejos, pero Alexia se encontraba en medio del bosque con una humana, que encima estaba herida. No había forma de hacerle entender que deberían volver.

Encontró a su hermano a punto de salir de su casa y él le dio una mirada dura, notando como la chica entraba desde el exterior.

—¿A dónde estabas, Lizz? ¿Papá no te dijo que no salgas sola?

—No importa, necesito tu ayuda. De la ayuda de todos en la manada, en realidad. Alexia está en peligro.

—¿Alexia? ¿Dónde está ella?

—Estábamos aquí y de repente se volvió loca y quiso salir. Dijo que su mate estaba cerca y terminamos en el medio del bosque. Nos encontramos con un par de brujas, ellas están llevando una niña. No sé por qué, pero Alexia dijo que debía rescatarla y por eso volví.

—¿Brujas? —toma el cabello frenéticamente— ¿Dejaste a Alexa solo con las brujas? ¿O qué pasó? —pregunta preocupado

—No. Nos deshicimos de ellas y Alexia se quedó con la chica. La bruja dijo que probablemente la estarían buscando. No sé quién diablos es esa chica, pero tenemos que traer nuestra hermana de vuelta.

—Papá está reunido con los demás, no vamos a llegar a tiempo. Espérame un momento, voy a buscar a nuestros primos. ¿Qué tan lejos está?

—A unos pocos km, cerca del lago.

—No salgas en la casa, Lizz. Dame solamente unos minutos, que voy a buscar a los chicos y vuelvo. Por favor espérame, no salgas sola.

Patrick comienza a correr hacia las casas vecinas, sus primos vivían cerca y lo bueno era que todavía no se habían ido a la reunión, por lo que los encontró rápidamente. Ellos lo miran extrañado por la exaltación del chico.

—Alexa está en peligro —le dice agitado—. Debemos ir a buscarla, está en el medio del bosque y la están asechando las brujas. No sé exactamente lo que está pasando, pero tenemos que salir ahora. Avísale a los demás, no tenemos mucho tiempo.

Los seis primos se reunieron rápido, sabían que el asunto con las brujas no era algo liviano. Comenzaron a correr hacia la casa principal, esperando que la pequeña Lizz aún continuara allí. Logran verla sentada en el pasto, la chica está tapando su rostro, sin embargo, cuando ve a los chicos se pone de pie.

—Quédate en casa —dice Patrick—. Nosotros nos encargaremos, no te preocupes. Mantente a salvo.

—No me voy a quedar, quiero ir con ustedes. Además, no saben en dónde se encuentran, podrían tardar más.

—Lizz, no es un tema de discusión. Quédate aquí, es muy peligroso. Y más se trata sobre las brujas, esta noche no hay posibilidades de que te deje ir. Si papá o alguien de la manada viene y tardo más de media hora, dile lo que pasó.

—Por favor, quiero acompañarlos —le suplica

—Quédate en la casa, yo me ocuparé —le dice mirándola a los ojos—. Te lo prometo, voy a traer nuestra hermana de vuelta.

—¿Porque está en el bosque? —pregunta Robert mientras comienzan a salir

—Lizz me supo decir que estaba buscando a su mate. No tengo idea de cómo se le ocurre a esa niña salir un día como este. Sin embargo, tenemos que encontrarla. Hay que ir hacia el lago y comenzar a buscar su rostro. Estén atentos, lo más seguro es que haya brujas por allí, no se alejen. Vamos a hacer un grupo de tres.

Sus ojos brillan y su pelaje se hace notar bajo la luz de la luna, los lobos comenzaron a correr con rapidez hacia donde les había indicado su hermana pequeña. Ellos sabían exactamente de peligro que estaban corriendo, pero bajo ninguna circunstancia dejarían a Alexia allí sola.

No sabían si era bueno o malo que no haya rastros de ninguna bruja por ahora. Suponen que sería bueno, pero si supuestamente ella está buscando a su hermana deberían estar cerca, por lo que todos estarían en alerta de todos modos.

Cerca del lago comienzan a reconocer el olor de su hermana, por lo que los seis comenzaron a rastrear su camino. Cada vez se alejan más y más del lago, dándose cuenta de que comenzaron a sentir el aroma de las brujas. Cuando llegaron hacia el centro del bosque vieron que había dos cuerpos sin vida.

El lugar repleto de sangre, las brujas totalmente destrozadas y su hermana no estaba por ningún lado.

—Ella tuvo que haber partido de aquí, sí rastreamos su aroma desde el lago quiere decir que fueron hacia allí. Lizz dijo que se enfrentaron con dos brujas, la última vez que la vio tuvo que ser en este sitio.

—Después de que Lizz se haya ido seguramente fueron para el lago. Así que hay que tratar de encontrarla. Hicimos el camino al revés, sin embargo, ahora sabemos desde dónde partir —le dice Patrick a su primo

Los lobos comenzaron a temer por la vida de Alexia, no era normal que su rastro se haya perdido luego de llegar al lago. Habían podido ver un pequeño charco de sangre en el camino, aunque eso no era de su prima, era de un humano. Y era grave, porque un humano no podría protegerla en esas circunstancias.

—No puedo oler Alexia. Hay restos de lodo por aquí. —dice Simón mientras mira el suelo

—Hay dos opciones. O se la llevaron o se cubrieron de lodo para ocultarse. Lo más probable es que se hayan encontrado con brujas, así que quiero pensar qué es lo segundo.

—¿No consigues seguirla después del lago? —le pregunta Patrick a su primo

—Hay lodo en el árbol, por aquí. De hecho, parece que es demasiado, quizás eran dos personas, no lo sé. —ellos comenzaron a observar— ¿Ves esto? Es sangre —el corazón de Patrick se detiene—. Es sangre humana.

—Entonces ellas continúan juntas, así que si no sigues encontrando a Alexia, es mejor que sigas la sangre de la humana.

—Hay pequeñas gotas de sangre, quizás pueda hacer algo.

Comienza a poner en alerta sus sentidos, intenta rastrear esa mínima pista de sangre. Los demás primos comienzan a seguirlo detrás, fijándose sí alrededor no hay alguien más que estuviera esperando o algo parecido.

—Se fueron hacia allá —comienzo un camino recto. Síganme.

Patrick comienza a pensar posibilidades de dónde habrá ido su hermana, porque si la humana aún continúa caminando por el bosque quiere decir que está en su compañía. Si las brujas la tenían a ella, entonces no sé llevarían simplemente a su Alexia. Había una pequeña esperanza dentro de su corazón.

—Puedo sentir el olor —anuncia Simón, olfateando el aire

—También puedo sentirlo —responde Patrick

—La cabaña de Alexia está por aquí cerca —dice Robert mirándolo

—¿Cabaña? ¿Alexia tiene una cabaña? —pregunta sin entender

—Es algo secreto. Lo supe porque una vez la seguí mientras estábamos haciendo bromas. Ella tiene un lugar secreto donde dibuja y esas cosas, lo más probable es que se hayan escondido allí.

—Deberías haberle dicho antes, tonto. ¿Dónde está la cabaña?

—Estaba a unos pocos metros. Síganme.

Comienzan a correr, esperando que Alexia realmente estuviera allí. Empiezan a sentir su aroma, eso quiere decir que está cerca.

Paran en seco con cuando ven la situación. La cabaña está destrozada, la puerta principal ya no estaba y por una de las ventanas salía un humo asqueroso.

Los tres comenzaron a vigilar el perímetro y cuando se dieron cuenta de que no había nadie, entonces entraron a la casa, encontrándose con el lugar completamente vacío y lleno de sangre.

—Brujas —murmura Patrick

—Siento algo —Simón comienza a rastrear caminando hacia el baño del lugar.

Drix abre las ventanas, intentando que el humo salga. Si hay alguna posibilidad de que ya se hayan ido, tenían que sentirla sin todo ese olor asqueroso.

—Es sangre de Alexia —grita Simón desde el baño

—Hay sangre humana también —completa Robert

—Eso quiere decir que las brujas se la llevaron—. Patrick muestra los dientes—. Es una jodida m****a.

—No podemos con estos solos. Si las brujas se llevaron a tu hermana tenemos que ir por la manada.

—Las brujas iban a hacer una reunión esta noche, así que lo más seguro es que estén todas allí —Simón mira los ojos de su primo y nota el temor

—Debemos ir por el tío. Tenemos que estar listos y atacar ahora antes de que...

—Ni quiera lo digas —lo corta Patrick—. Es mejor correr, no nos queda mucho tiempo.

—Si las brujas están esperando el eclipse rojo solo tenemos unos pocos minutos para llegar y pensar en algo —lo anima Drix

—¿El tío dijo que estaría con la manada? —pregunta Simón

—Están todos reunidos. Tenemos una sola oportunidad de salvar a Alexia, y eso es estando juntos.

Patrick estaba aterrado de solo pensar que su hermana podría estar sufriendo ahora. Sí bien salían discutir todo el tiempo no iba más allá de una relación de hermanos. Ellos se amaban y se cuidaban, ante todo, aunque a veces no compartían ideas, él estaba dispuesto a dar su vida y hoy lo iba a demostrar.

POV LAUREN

El sonido escalofriante de las risas que venían desde atrás me erizó la piel y aceleró mi pulso a puntos de los que nunca había alcanzado antes.

Ni siquiera pude gritar, me había quedado completamente sin aliento. Podía notar como mí cuerpo estaba en el aire, pero no podía abrir los ojos. Estaba en un modo de suspensión, como si pudiera percibir a mí alrededor, pero sin moverme, ni hablar, ni abrir los ojos.

—Normani estará feliz, pensaba que no la encontraríamos para antes del eclipse —dice una de ellas, con diversión

—No entiendo por qué esa loba ha decidido protegerla. En cuanto Troye se entere, vendrá por nosotras.

—Cállate. Después de esta noche ni siquiera ese mal nacido podrá con las brujas.

—Acabemos con esto.

Siento como mí cuerpo es llevado con más velocidad, pero ni siquiera respondo. Solo pienso en Alexia, espero que ella esté bien.

Pienso en la posibilidad de que su hermana pequeña haya llegado a tiempo para buscar ayuda, que puedan hacer algo por ella antes de que termine desangrándose en aquel baño. La idea solo me causa escalofríos, y eso que no estoy en grandes posibilidades tampoco.

Otra vez pierdo la consciencia y ya no las puedo siquiera escuchar. Veo todo a mí alrededor negro, lo único que siento es dolor de cabeza y mi nombre una y otra vez.

Esa es Alexia, puedo reconocer su voz. No sé dónde se encuentra, pero intento hablar con ella, grito dentro de mí mente para que sepa que estoy bien.

¿Ella lo está?

¿O es que ya me volví loca y la droga que me dieron terminaron por nublarme el cerebro?

—¿Alexia? ¿Eres tú? ¿Dónde estás? —grito en mí mente—. Estoy aquí, aún estoy bien. ¿Puedes oírme?

—¿Luna?

Una gran cantidad de agua es arrojada en mí rostro y no puedo oírla más. Abro mis ojos y me encuentro con el rostro de la bruja mirándome atentamente. Ella me da una gran sonrisa cuando parpadeo y puedo notar lo que está pasando.

—Hola pequeña bruja —su voz salía en tono de burla—. Levántate de una jodida vez, no tenemos todo el día para comenzar el puto ritual —escupe

—¿Bruja? —pregunté con terror

—Oh, no me digas que no sabes lo que eres —su sonrisa retumbó en mis oídos— ¿Tú padre no te dijo lo que eras?

—¿Que? ¿Mi padre?

—Ahora entiendo —sonrió mostrando su dentadura amarilla.

—No entiendo nada —aún me siento mareada. Froto mis ojos y escucho su voz horrenda de nuevo

—Tu madre era una tremenda hija de puta, que ha matado a mi hermana hace años. Ella era una bruja blanca, a comparación con el estúpido de tu padre, que era un ordinario humano.

—No sabes cuánto disfruté matar a tu madre —ella se ríe y me causa escalofríos—. Y lo mismo haré contigo.

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