Lizbeth mordía sus labios tratando de no alzar mucho la voz, sujetaba las sábanas y se estremecía en la cama. Mientras Lukyan abría sus piernas y seguía saboreando su piel, ella intentaba impedir que continuará subiendo pero era inútil él disfrutaba su sabor, la lamía y besaba apasionadamente toda su piel.

Ella sentía más y más placer al ser sometida por él, pues Lukyan no le daba ni un respiro y la dominaba a su antojo. Lizbeth sentía la saliva de él escurrir por su entrepierna y ansiosa tomó el cabello del Alfa para pedir que parará pues creía no poder soportar más pero Lukyan con una sola mano quitó las de ella y continúo.

Ella dejo de pensar y lo dejó hacerle lo que él quisiera, después de escucharla jadear muy agitada él continúo recorriendo su cuerpo con besos en el vientre, lo que le dió oportunidad de respirar más pero no sé detenía.

Llegó a sus pechos y Lizbeth sintió como Lukyan la marcaba con sus labios, dejando marcas rojas y volvía a usar la lengua para saborearla. Él dis