Su Origen

Llevaban media hora caminado en completo silencio y sin rumbo fijo, simplemente disfrutando la compañia del otro. 

Si dos semanas atrás le hubieran dicho que estaría disfrutando de un paseo con una señorita, estaba seguro que desterraria a la persona que dijo semejante barbaridad. En ese entonces solo tenía en mente una cosa, convencer a su padre de comprometerlo con la hija de su enemigo; no obstante ahora creía que una persona no podía vivir solo planeando una venganza sin disfrutar de los placeres de la vida y en especial si esa persona era hombre.

Mientras Sa Hi contemplaba al príncipe sumido en sus pensamientos, recordó el verdadero propósito de su tan deseado escape, visitar a su madre y decidió no retrasar más su objetivo. 

" mi señor, lamento haberle importunado con mi favor y le agradezco muchísimo su ayuda pero ahora debo irme, no tengo mucho tiempo y debo regresar antes del anochecer al palacio" 

Destruyó Sa Hi así el placentero paseo y saco al príncipe de su ensoñación. 

" mis disculpas señorita, no era mi intención quitarle de su tiempo, y no tiene nada que agradecer. ¿Podría saber hacia donde se dirige? O si prefiere la puedo acompañar" Aclaro el príncipe. 

" no será necesario, no está muy lejos del palacio y en cuanto a su primera pregunta, solo voy a ver a mi madre" respondió la joven con verdadero agradecimiento. 

" bien, nos despedimos aquí entonces, fue un placer haberle acompañado, espero verle pronto " se depidio el príncipe con pocas ganas de separse de ella. 

De pronto recordó no conocer la familia de Sa Hi y se dispuso a seguirla para saber sus orígenes, ya que estaba seguro de que era de familia noble por sus modales y vestidura, pero no comprendía del todo porque llevaba el apellido de su enemigo si.... de pronto una corriente helada recorrió el cuerpo del príncipe de pies a cabeza ¿ y si ella era la hija de su enemigo? No podia ser, nadie le había notificado de su llegada al palacio. 

Joon necesitaba asegurarse de que sus pensamientos le estaban jugando una mala pasada, ahora deseaba con cada fibra de su ser estar equivocado pero solo lo conseguiría confirmando a que casa pertenecía Sa Hi. 

Concentrado en no perderla de vista joon no se dio cuenta de que lo seguian hasta que fue interceptado por su eunuco y su guardia personal, impidiéndole El paso y obstaculizando su vista.

"Jeoha, ¿dónde estaba? No sabe lo preocupado que nos tenia" exclamó el eunuco jadeando por el cansancio. 

"Así es, no es seguro que ande por las calles sin protección y más aún cuando nadie del palacio sabe que esta usted fuera" secundo el guardia.

"¿ cuál es su escándalo? Por todos los cielos! Me encuentro en una sola pieza y no tengo ningún rasguño, cualquiera creería que estoy siendo acechado" alegó el príncipe en su defensa. 

"De igual manera no es apropiado para un príncipe salir sin protección" contraataco el eunuco intentando hacerle ver su error.

"Hablas como si yo no fuera el mejor espadachín de todo el reino" contestó el príncipe mantenido su posición. 

"Ni el mejor espadachín del mundo podría salvar su vida si le tiende una trampa" respondió con expresión sombría el guardia.

Joon quería desprender la cabeza de ambos de sus cuerpos y exhibirlas en la plaza por haberlo hecho perder de vista a Sa Hi, idiotas, no podían haberlo detenido en otro momento, pero ya nada de eso importaba, había perdido el rastro de la joven y no podía culpar del todo a sus sirvientes ya que ciertamente en parte era culpa de él y aquellos dos inoportunos no hacían más que su trabajo. 

Viere como viera la situación todo se habia echado a perder y no le quedaba más remedio que volver al palacio, ya encontraría la manera de negar o confirmar sus sospechas y cuando eso sucediera el destino de Sa Hi estaría sellado y nadie, absolutamente nadie podría ayudarla a escapar.

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