NUDOS

Capitulo 4

Las dos sonreímos, estábamos en el mismo canal, ella tenía un plan desde antes que el mío pero yo no pensaba ser ficha de ajedrez yo tenía que ser la ajedrecista

  - ¿Porque? Cuál es le motivo que tienes para odiar a esa mujer - bebi un vaso de agua mientras la miraba fijamente esperando saber si era parte de mi plan.

  - No te lo puedo decir pero motivos son tan válidos como los tuyos , quiero que te des cuenta que esa mujer no va ser fácil de derrotar - fruncio el ceño.

Las dos decidimos citarnos esa noche en mi habitación para hablar del tema, María conocía más a esa mujer de lo que yo esperaba, además hablaba de ella con cierta rabia.

  - ¿que sabes de ella?- pregunté mientras cerraba la puerta con llave.

  - Su clínica atiende a varios narcotraficantes, podría jurar que ella lava dinero pero no he encontrado nada en su computadora - me explico mientras encendía un cigarrillo.

  - Ella no quiso que atender a mi hermana, al parecer por no tener el dinero para entrar en su hospital, quiero destruirla pero no sé si estoy eligiendo el camino adecuado - suspire mientras miraba al suelo, lo que me estaba pasando con Tomás iba más allá de la venganza, me gustaba que me tocará, que me besara, el me había hecho sentir el primer orgasmo de mi vida y quise entregarle mi virginidad sin pensar un segundo en las consecuencias.

  - Es el mejor camino, sus hijos son su debilidad, su esposo es su kriptonita, ella tiene la posición social que alardea por el, gracias a él muchas fundaciones han dejado a su cargo sus fondos, no se si lo ama pero definitivamente es muy importante, si se lo quitas le quitas una parte de su vida perfecta - María hablaba con odió de ella, era la primera vez que veía esa faceta en ella había dejado de ser la niña tímida de pueblo para volverse aun mas malvada.

  - ¿Que quieres? ¿Porque la odias?- le pregunté tomando su mano.

  - ¿no vas a juzgar?- me preguntó alzando la ceja, mientras tomaba aire pero negué con mi cabeza era la menos indicada para juzgar estaba metiéndome en una casa para destruir una familia.

  - Mi hermana fue la mujer que trabajo aquí meses atrás, ella fue amante de Martha de Harrison - me explico intentando evitar que su voz se quebrara.

  - ¿Que? ¿Ella es...?- no me dejo terminar y sacar mis conclusiones que iba al lado equivocado.

  - esa mujer tiene un amante, estoy segura que Tomas lo sabe, ese hombre le exige ciertas cosas y una de ellas fue hacer un trío, ella se dió cuenta que mi hermana era lesbiana la sedujo y enamoro solo para entregársela a ese idiota, cuando ya no le gusto la dejo y ella se suicido porque se había enamorado de ella - suspiró - He querido buscar a ese hombre pero no lo encuentro, he morado en muchas partes y sencillamente ese idiota no existe en la vida de Martha, lo único que tengo de prueba es la carta de mi hermana dónde cuenta todo - María estaba desolada, sufría por su hermana como sufría por la mía.

La abrace y lloramos recordandolas, esa mujer iba a pagar todo lo que me había hecho, estaba segura de eso.

...................

Los días siguientes transcurrieron con relativa calma, pero empecé a bajar mi promedio en la universidad, no podía concentrarme sabiendo que mi vida era un caos total.

Mi cabeza noe dejaba pensar con claridad, había regresado atrás en el tiempo aquella época dónde por llorar a mi hermana me desconcentre de mis estudios, tenía que enfocarme o perdería la beca.

  - Sacaste 2, tienes que esforzarte - me pidió la profesora de anatomía.

Carlos se enteró de lo que estaba pasando -¿Es el trabajo?- me preguntó intentando ayudarme - Sabes que no soy le mejor pero te puedo ayudar -.

Negué con la cabeza - Ya te dije que entre los dos tiene que existir distancia, no quiero perder el trabajo y tu mamá fue muy clara, además conocí a alguien más y estoy intentando tener algo con el -.

La cara de Carlos cambio de inmediato, me jalo del brazo en un ataque de rabia -¿Quien es? Pensé que entre nosotros había algo especial, yo estoy enamorado de ti -.

Agache la mirada y puse mi cara de víctima, quería que el culpara a su mamá de mi decisión - No somos iguales, yo soy la niñera de tus hermanas - le dejé en claro.

  - todo esto es por mi mamá ¿Verdad?- le dió un puño a la pared - No sabes cómo empece a odiarla porque me quita de tu lado -.

  - No le digas nada, voy a perder mi trabajo y ese dinero es importante, tu nunca has pasado necesidades pero yo si - le suplique así no seria la culpable del rechazo que el sentía por su mamá, el acepto pero me pidió tiempo para encontrar una solución que nos permitiera estar juntos.

Carlos era un buen chico y no debería hacerle esto pero el y su familia era la única herramienta que tenia para hacerle daño a esa mujer, a la misma que me destruyó la vida.

Esa tarde era mi día libre y lo primero que hice fue ir a casa con el dinero que había ganado pague algunas deudas y le dejé algo de despensa a mi mamá, ella estaba desesperada pues Max no le dió dinero para el alcohol - Po favor hija - me pidió arrodillándose delante de mi pero negué con la cabeza, no podía dejarla caer más en ese vicio estaba desesperada por una gota de trago.

Hizo un escándalo pero no la dejaría hundir más la agarre de los brazos -¡Mi hermana esta muerta acéptalo!- le grite como nunca haciéndo que la realidad llegara a su vida, se quedó en silencio me miró con lágrimas en los ojos y lloramos juntas.

Esa verdad que le dolía aceptar nos estaba matando el dolor pero era el primer paso para que ella reaccionara, se quedó dormida después de un largo llanto, estaba esperando que después de nuestra charla asumiera el rumbo de su vida pero al parecer las cosas serían aún mas difíciles, busque a Max para agradecer lo que había hecho por mi mamá y darle algo de dinero para los gastos de la Semana, mi salario no era muy alto pero si era excelente y ayudaría con los gastos de mamá.

El me abrazó al verme - No quiero que hagas una locura, se que esa mujer tiene que pagar pero no debes hacerlo tú - tomo mis manos mientras me miraba a los ojos.

  - Solo quiero justicia, esa sed nadie me la va a quitar hasta que esa mujer este tras las rejas como debió ser desde hace mucho - le expliqué pero el no quería entender.

Caminamos un rato hasta el muelle, el quería que le contará cuál era mi plan pero si le decía sería descabellado para el y me obligaría a dejar todo cuando estaba en marcha, Carlos era un titere de mis deseos y Tomás estaba perdido en mis besos solo me faltaba Kevin para que los hombres en su vida la odiaran, no quería jugar con los sentimientos de ellos pero en ese momento era la única arma en contra de ella además una qué yo podía usar a través de mi belleza.

- Yo le prometí a tu hermana que las iba a cuidar hasta el último día de mi vida ¿Ahora como la visito? Ella no está feliz con lo que estás haciendo, te estas matando lentamente y jugando un juego que no te corresponde -.

El me miró fijamente mientras yo derramaba lágrimas me hacía dudar de lo que estaba haciendo, no quería cometer una estupidez pero la rabia era la que actuaba por mi, las limpio con sus manos.

  - Yo tengo que hacerle pagar a esa mujer, se que no me vas a apoyar pero seguiré adelante hasta que encuentre la manera de destruirla - suspire para controlar mis emociones está situación iba más allá de mis fuerzas pero no me podía dejar derrotar cuando ya tenía todo tan cerca.

Max me tomo del mentón me dió un suave beso, mi corazón sintió un fuego en su interior, pero no podía responder de esta manera , el era sagrado el novio de mi hermana, me solté de su agarre y le di una cachetada -¿Que pasa contigo?- le dije con los nervios de punta.

  - Me enamore de ti, llevo meses pensando en pedirte que seas mi novia pero....  - Max agacho la mirada, sabia que esto estaba mal.

  - entre los dos solo puede existir una amistad, nada más - le dejé en claro mientras me iba corriendo de allí, Max había estado en mis momentos más difíciles y si debo aceptar que de niña me gustaba muchísimo hasta tenía envidia de mi hermana porque se iba a casar con el galan que todas querían, pero las cosas ahora eran muy distintas, era como un hermano o un amigo jamás un hombre.

Mientras corría escuché un automóvil hacer sonar el clapson llamándome, gire y Vi a Tomás en el auto, su rostro estaba rojo y de inmediato me recriminó -¿Es tu novio?-.

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