Capítulo 3.

Capitulo 3.

La he dejado en mi habitación he mandado a uno de los guardias para que recoja sus cosas. Me dirijo a hablar con Connor necesito transporte y que preparen mi casa para mi vuelta.

Hace cien años que me fui de allí, aquella vez partia solo, abatido y cansado de vivir, ahora vuelvo y no lo hago solo.

Está dañada, se que tiene miedo y precisamente no soy el más indicado para dar cariño.

He olvidado lo que es amar y lo que es ser amado. No tengo modales, no tengo formas. Solo espero no ser rechazado, tenga paciencia conmigo.

Por fin la diosa Luna me la concedió!! Pero tengo serías dudas de que todo sea tan fácil, así derrepente.

Nos vamos de aquí no soporto tanto bullicio, solo espero que en la Manada pueda estar más tranquilo. Si hay algún problema o si la guerra se adelanta estaré más cerca. También tengo que preparar mi ejército.

Lleva una pequeña bolsa entre sus manos, camina con la cabeza agachada.

- Estás son tus cosas? Le pregunto

- Si. responde ella.

- No trajiste nada más?. Vuelvo a preguntar

- No, esto es todo lo que tengo. Responde de nuevo.

Le abro la puerta del Jeep que me ha conseguido Connor lo pongo en marcha, mientras pongo rumbo hacia mi casa. No esa no es mi casa, lo sé solo es temporal.

El viaje transcurre en silencio, estoy nervioso, solo tengo ganas de tocarla, marcarla y hacerla mía. Mi lobo interior se revuelve por la desesperación. Hace un rato pare para ir al baño y comprar unos refrescos.

Quería despertarla, pero cuando toque su piel, inmediatamente me tuve que retirar. No hubiera podido contenerme, tengo que ser fuerte.

Quiero que se enamore de mi, que me ame,que me cuide, que ría y llore conmigo. No quiero solo una compañera de cama.

Veo como abre sus ojos y estira sus brazos. Es la visión más bonita del mundo.

- Compré unos refrescos, los tienes en la guantera, no recuerdo tu nombre..

Claro que lo recuerdo, solo quiero escuchar su dulce voz.

- Gracias, Briana dice bajito y el tuyo?

- Uzziel, cuántos años tienes Briana? Cada vez que digo su nombre mi cuerpo entra en calor.

- veinte, y tú? Se ve que es tímida o me tiene miedo pero ahora mismo creo que más bien las dos.

- Sabes quién soy? Le digo haciendo me el tímido aún aunque no sé si lo he logrado.

Ella niega con la cabeza.

- Mi edad te la dire más adelante, ahora mismo tenemos cosas más importantes en las que pensar.

Ella está confundida,lo puedo ver en sus ojos pero no quiero que se asuste al saber mi edad. Yo mismo le contaré mi historia, pero no ahora, cuando estemos en casa, quiero que tenga confianza no miedo.

- Sabes lo que somos? Pregunto impaciente, esperaba a preguntarle en casa pero no me he podido contener.

- Si, creo que sí. Somos compañeros, eres mi maté, mamá me explico algo antes de marcharse... No sigue hablando veo como lágrimas caen por sus ojos,he debido de traer a su mente un capítulo doloroso de su vida.

- Estamos llegando, dentro de unos minutos estaremos en casa. Le digo sonríendo, ella solo mira por la ventana.

Tengo que ser paciente, debe de haber pasado por mucho, tengo que darle tiempo. Y por primera vez en mucho tiempo, tengo que pensar en alguien que no sea yo.

El pueblo, apenas se parece al de mis recuerdos, ha crecido bastante, espero nos perderme aquí han construido calles nuevas.

La veo ahí está mi casa en la parte más alta del pueblo, sigue rodeada de árboles. Está si está tal y como la recordaba.

Bajamos del coche, ella siempre va unos pasos por detras y con su cabeza agachada, no se si es lo que le han enseñado o simplemente es tímida.

A la puerta sale a recibirnos un chico joven. Se le ve entusiasmado.

- Bienvenido Alfa, la casa está preparada, hemos echo todo lo que hemos podido para el poco tiempo que teníamos, espero que todo esté a su gusto. Si hay algún problema no dude en avisar. Mi nombre es Tom.

Yo solo asiento con la cabeza, apenas si me he enterado de lo que me decía, hablaba tan rápido y sin pausas que me costaba seguirle.

Han cambiado los muebles por unos más modernos, la cocina también es nueva. Reviso el resto de la casa y compruebo que todo está bien.

Briana sigue en la puerta parada, creo que está esperando alguna orden. Pero eso va a cambiar su vida ya no va a ser así, nunca más.

- Briana ven, tenemos que hablar, siéntate por favor. Le indico que se acerque.

Ella obece y sentía en el sillón que hay frente a mi.

- Sabes que el vínculo que tenemos, se puede romper. No tienes porqué aceptar pasar el resto de tu vida a mi lado siendo mi amante, mi compañera, mi vida, mi todo...

Soy idiota, le he puesto el rechazó en bandeja de plata.

- No voy a rechazarte, me gusta tu aroma y me haces sentir bien. Si tú quieres acepto ser tu mate. Dice sin levantar la mirada del suelo.

Mi corazón está desbocado, no sabe lo que esas palabras han despertado en mi. Me levanto rapidamente y me posicióno a su lado, levanto su cabeza para que poder ver mejor sus ojos.

- Claro que te acepto, no te imaginas por cuánto tiempo he esperado encontrarte.

Sin pensarlo intento besarla pero ella esquiva mi beso.

- Yo.. yo lo siento no he podido evitarlo por un momento es como si el quisiera besarme otra vez.

Esas palabras me enfurecen, cuanto daño le habrá causado ese desgraciado.

No voy a negar que sentirme rechazado no me ha dolido. Pero puedo esperar ahora que la he encontrado.

Tengo que ser paciente, lo primero es curar sus heridas y se que tardarán porque las heridas del alma son las que más tardan en sanar. 

Donde tanto llevo esperando que importa un poco más.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo