No la soporto

Pov Angie

Dejé mi laptop a un lado del sofá y decidí ir a ver cómo iba Samanta, abrí la puerta con cuidado y vi que estaba escribiendo en su teléfono lo que me causó molestia.

- ¿Viniste a trabajar o a chatear? — Le dije causando que se sobresaltara y pusiera su mano en el pecho.

- a trabajar, solo respondía un mensaje y yo creí que las puertas se tocaban antes de entrar — Me dijo con un tono de sarcasmo.

- veo que si le enseñaron modales en su colegio niñita ¡Felicidades! — Le dije aplaudiendo y con mi semblante serio.

Samanta me observó y decidió ignorarme, la verdad me sorprendía mucho lo buena que era, ya casi había ordenado la mitad de todo el desastre que tenía en mi despacho, me quedé observando como leía unos documentos y se veía muy linda concentrada, seguí su cuerpo con la mirada y se veía ¡Muy bien! Su cuerpo era un imán para mis ojos.

- ¿A qué hora será mi salida del trabajo? — Sami me preguntó haciéndome despertar de mis pensamientos.

- a las 5 de la tarde, después que organices todo esto, te quedarás a cargo de otras cosas que necesito ver desde casa, como campañas publicitarias hechas, cuales han tenido éxito y cuáles no, y nuevas técnicas de Marketing que necesito implementar a la empresa — Le dije y ella asintió y vio la hora en su teléfono.

- Está bien jefa, de nuevo ¡Gracias por el empleo! Ya son las cinco debo irme a realizar mis tareas y ayudar a mamá — Sami me dijo levantándose de la silla del escritorio.

- ¡Eres la niña nerd entonces! — Le dije burlándome de ella.

- en primer lugar ¡No soy una niña! Y en segundo es mi deber que mis papás se sientan orgullosos por mis notas y por mí comportamiento— Me dijo acercándose a mí y quedando frente a frente.

- ¿Y tomas tu biberón a las ocho? — Le dije burlándome de ella y ella tomó su bolso y me paso empujando.

- si yo soy una niña tu eres una ¡Vieja amargada! ¡Feliz tarde! — Sami me dijo azotando la puerta del despacho y saliendo de mi casa.

¡Nunca en mi vida! Me había atraído una chica menor que y yo y menos con 10 años de diferencia, pero Sami es tan madura para su edad y en parte es tan inocente, una inocencia de la cual me quisiera apoderar, Sami me atrae muchísimos sexualmente, y me parece todo un reto, pero lo que Angie Arenas quiere lo tiene, y Sami no será la ¡Excepción! Ya veré la manera de que Sami este conmigo y poderla hacer mía las veces que ¡Yo quiera! Y dónde quiera.

Pase la yema de mis dedos sobre el escritorio y un pensamiento pervertido me vino a mi mente, me imaginé a Sami sobre este escritorio siendo mía, y de tal pensamiento una erección se hizo presente sobre mis pantalones, deseaba a Sami y quería tenerla, pero también quiero que Sami acepte por su propia voluntad estar conmigo, porque yo no haré nada que ella no quiera, salí del despacho y decidí llamar a una "amiga" para divertirme un rato.

Pov Samanta

¡Estúpida Angie! ¿Que se cree? Es tan arrogante y prepotente, ¡Se cree la reina de universo! Y es un grano en el trasero, pero no me queda de otra que aguantarla, porque necesito el empleo para poder pagar mi curso y además para ayudar a mi familia con los gastos de la casa.

Me subí en el Uber y empecé a observar lo finas que eran las casas en este vecindario, y también comprobé mi teoría que las personas mientras más dinero tienes más se creen las reinas del universo y que mejoré prueba que ¡Angie Arenas! Y a pesar de todo me da cólera, que me haya gustado ¿Y cómo no? Si es una mujer hermosa, y sus ojos en el momento que los vi ¡Agg! ¡No pienses tonterías Sami!, Me si cuenta que el conductor me veía raro y me di cuenta de que iba hablando sola en el Uber, sentí que me había puesto roja de la pena.

Le pagué al conductor y caminé hacia mi casa y cuando entré mi mamá me había cocinado una tartaleta de piña ¡Mi favorita!

- ¡Hija! ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo? — Mi mamá me dijo cortando una rebanada de la tartaleta y sirviéndomela con una malteada de fresa.

- Me fue bien mamá, el único detalle es que mi jefa es ¡Insoportable! Y no la aguanto ni un minuto, no podemos estar en paz 30 segundos, porque me provoca con sus comentarios arrogantes — le dije a mi mamá mientras insertaba con fuerza el tenedor en la tartaleta.

- ¡Hija no asesines a la comida! Ella no tiene la culpa jaja, y pues los jefes siempre son así hija, ya te acostumbras a tratar con ella, lo único que tienes que hacer es ignorarla y no prestarle atención — Mi mamá me dijo calmándome ¡Cómo siempre! Y agradecía por tener a la mejor mamá del mundo.

- mamá ¿Y Ximena? — Le pregunté por mi querida hermana, porque a pesar de que parecíamos perros y gatos no puedo vivir sin ella.

- Tu hermana está castigada — mi mamá me dijo frunciendo el ceño.

- ¿Por qué? ¿Qué fue lo que hizo mamá? — Le pregunté mientras comía de mi tartaleta.

- Hoy entre a su habitación por la ropa sucia, y me encontré un condón usado en su cesto de b****a ¿Lo puedes creer? — negué con la cabeza muy asombrada — No entiendo porque tú hermana es así, se supone que ella es la mayor y que te tiene que dar un buen ejemplo, pero me salió ¡Tan rebelde! Ella debería aprender a ser como tú, tan inocente y buena — mi mamá me dijo dándome un beso en la frente y levantándose de la mesa.

Me quedé asombrada por lo que me dijo mi mamá, me causaba horror pensar que alguien podría tener sexo sin ser novios o estar casados aún, sacudí mi cabeza y levante mi plato y me fui a la habitación de Ximena.

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