Cap 7

Anastasia.

Todo este tiempo se me ha hecho largo y un poco tedioso en verdad, ya tengo el mes. Estoy comiendo de nuevo sola con Sebastián es rara la vez que su hijo come con nosotros hoy es mi dia de descanso el señor Sebastián llama mi atención.

-¿Dígame señorita Anastasia qué va hacer esta tarde?

-No mucho señor creo que leeré un libro oh mirare una película.

-No le parece un poco aburrido que le parece si sale a pasear conmigo.

Es extraño el señor Sebastián es educado pero nunca me había invitado a salir algún lado, sonrío la sola idea me gusta.

-Señor me parece bien.

-Después de comer nos iremos le parece bien.

-Me pareció espléndido señor.

-Por favor no me llames señor me hace sentir más viejo llámame Sebastian.

-Está bien en ese caso solo llámame Anastasia.

-Así lo haré.

Después de la comida nos levantamos y nos dirigimos los dos a la puerta al abrirla como siempre estaba alguien de seguridad parado, parecer que Sebastián le da indicaciones en ruso claro, no entiendo ni un comino debo de empezar a aprender a hablar ruso o me perderé de mucho, el voltea y me da una calidad sonrisa.

-Está todo arreglado nos iremos en el auto.

-Ah ok a dónde nos llevarán.

-No Anastasia yo manejaré y usted será mi acompañante solo seremos nosotros dos.

-Estara bien no sé molestara su hijo.

-Estara bien vamos.

Me ofrece su brazo y yo lo tomo agradamente me abre la puerta del auto yo subo el cierra y de la vuelta y sube.

-Y a dónde me planea llevar señor digo Sebastián.

-Bueno que te parecer a pasear a la plaza roja.

Esa idea me emociono demasiado junte mis manos enfrente de mí y creo que puse cara de niña pequeña ya que el se rio.

-Hoy eso sería grandioso por favor.

-Entonces la plaza roja será.

El conduce tranquilamente, llegamos a la plaza roja y paseamos un rato miramos varias tiendas, entramos a una librería cada quien compro 2 libros y seguimos paseando hasta que se metió el sol, subimos de nuevo al auto pero no condujo a casa se detuvo un par de calles antes.

-Qué lugar es este Sebastián.

-Bueno quiero celebrar que ha durado bastante en el trabajo vamos le invito un trago.

Lo pienso durante un rato no sé si esté bien beber con el padre de mi jefe aunque supongo que es de mala educación rechazar un trago.

-Está bien.

Me bajó no muy convencida y entramos al local, cuando entró un hombre me mira y se ríe de mí y dice algo supongo que algún insulto ya que el señor Sebastián lo ve feo, pone una de sus mano en mi espalda y caminamos hacia una mesa, el destiede una mano y pide una botella de vodka, la traen con dos vasos me sirve mi un poco y él se sirve bastante.

-A tu salud querida.

-A su salud Sebastian.

El se tomó su trago de un golpe y se sirve más yo apenas pruebo el mío, no me quiero emborrachar, me descuido un poco y el señor se acaba la botella empieza hablar barrido y en ruso, no le entiendo mucho, la ago una señal al mesero y él viene.

-Disculpe no sé si me entiende pero podría traer la cuenta.

El mesero solo nos miran extrañado y le hago la seña de que haga la cuenta el me entiende y me muestra el papel, 100 € pues que la botella era de oro, doy un suspiro saco dinero de mi cartera y pago. Ayudó a Sebastián a pararse de la silla esto es algo demasiado difícil ya que el pesa lo triple que yo según los informes que  he leído mide 1,98 es una una tarea bastante difícil y para el colmo siento como pone su mano en mi trasero, lo que me faltaba, cómo puedo lo arrastró, al salir del lugar está de nuevo ese tipo el que estaba dentro del bar se dirigen y  empeza hablar, no entiendo pero creo que sigue burlando de mí.

-Disculpe señor déjenos pasar.

Al oírme hablar el pone cara de sorpresa se aclara la garganta.

-Querida cosita tu papá se embriago mucho si quieres yo te ayudo linda chiquita.

Se acerca demasiado a mí y yo lo rempujó.

-Hay maldita chaparra no me empujes.

Ok estás aguantando que me toquen el trasero un borracho y ahora otro no. Por Dios al diablo mi paciencia se aserca a mi yo solo sueldo a Sebastián, lo tiro por un lado agarró impulso y lo pateó en la entrepierna, el caí de rodillas y su cara queda exactamente a mi altura con todas mis fuerzas le doy un puñetazo y caí al suelo inconsciente, miro a Sebastián todavía tengo un poco de ira así que le doy una patada en las costillas, se queja.

Voy al auto y abro la puerta a cómo puedo lo subo al auto, le pongo cinturón y me pongo a manejar, tengo que hacer el siento todo al frente apenas alcanzó a ver, malditos autos grandes, llego a casa y para mi mala suerte no hay ningún guardia en la puerta han de estar haciendo alguna ronda, cómo puedo bajó a Sebastian y con mucha lucha lo subo a su habitación, lo abrazo para subirlo a su cama pero pierdo el equilibrio y cae arriba de mí lo muevo un poco.

-Sebastian quítate está demasiado pesado no me deja moverme.

Solo oigo incoherencia de su parte estoy cansada, estresada y no he dormido bien miro el techo durante algunos minutos, los ojos me pesan no debo de dormirme aquí pero su cama es suave y el está calientito solo serán 5 minutos.

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