Cap 5

Anastasia.

Me despierta la alarma de mi celular, me retuerzo entre las cobijas de mi cama son tan suaves y calientitas, es cuando abro los ojos me siento en la cama y pongo mis manos en mi cabeza, aguarden a qué horas subí a mi habitación no recuerdo haber subido. Hay dios espero que no me haga encontrado el señor Iván si de por sí me odia y ahora con eso doy un suspiro, me tallo mis ojos y me estiró un poco, decido levantarme y hacer mi rutina diaria.

Al salir de mi habitación un delicioso aroma a comida hace que mi estómago ruja así que decidió bajar las escaleras para entrar al comedor, me encuentro con el señor Sebastián leyendo un periódico y a Natacha en la estufa cocinando, llegó me siento y saludo amablemente.

-Buenos días señor Sebastian.

El baja el periódico lo dobla y lo pone en la mesa.

-Buenos días señorita Anastasia.

Natasha pone un plato en frente de mí, se mira realmente delicioso el desayuno, voltei hacia ella y le sonrío.

-Muchas gracias Natacha.

Ella solo sonríe y se va.

-No sé esfuerce ella no habla español.

Volteo y miro al señor Sebastian.

-Debería de aprender un poco de ruso.

-Creo que tiene razón.

Mira mi comida y empiezo a desayunar.

-Señorita Anastasia me permitiría darle un consejo.

Dejó de desayunar y volteo a ver al señor Sebastian a los ojos.

-Claro señor.

-No se duerma en el suelo de su oficina es malo para su espalda.

Al escuchar esas palabras siento mi cara arder de vergüenza, no puedo creer que el señor Sebastián haya sido el que me encontró y me haya llevado a mi habitación.

-Descuide es bastante ligera y tienes el sueño un poco pesado verdad.

De la vergüenza que siento me tapó la cara con ambas manos lo escucho reír ligeramente de mí.

-Por favor no le diga al señor Iván.

Se sigue riendo yo destapó mi cara y lo miro un poco molesta.

-Descuide no le diré a mi hijo.

-El es un poco estricto con ciertas cosas verdad.

-Es de familia.

-Le puedo hacer una pregunta señor Sebastián.

-Claro señorita adelante.

-¿Que le hice al señor Iván porque está molesto conmigo?

-Tú no hiciste nada malo, es solo que no le gusta que lo ayuden a hacer su trabajo el cre que puede hacer todo el solo.

Bueno eso me tranquilizó un poco, comenzamos a desayunar los dos juntos, escucho que alguien baja las escaleras y es el señor Iván se sienta y empieza a desayunar cuando termina se levanta y me voltea a ver.

-Anastasia saldré, tengo algunas juntas de negocios que hacer, si alguien me llama o  necesita algo aquí está el celular que le dije  está cargado y tiene programado mi número personal, si necesita algo llámeme.

-Gracias señor que disfrute su día.

-Que disfruten su desayuno y que pasen un excelente día.

Mire cómo salió me dejó solo con su padre yo termine de desayunar y me levanto de la mesa.

-Bueno señor Sebastián si me disculpa tengo mucho trabajo que hacer.

El voltea y me sonríe.

-Le deseo suerte señorita.

-Gracias.

Me despido y me dirijo a mi oficina al entrar miro la gran pila de papeles en el escritorio, doy un suspiro de frustración esto será divertido y entretenido, me dirijo y me siento en la silla del escritorio, saco mi celular y mis auriculares pongo un poco de música para que el trabajo se me haga más ameno y agradable.

Sebastián.

Estoy en la biblioteca cuando escucho una hermosa voz, al parecer alguien está cantando. Me levanto y salgo de la biblioteca me dirijo a la oficina de Anastasia, abro la puerta y la miro está cantando, parecer que esta idea en su mundo, así que me acerco a su escritorio y doy un par de golpes en el, da un brinco y un grito un poco fuerte, se tapa rápidamente la boca se quitó los audiculares y me mira a los ojos.

-Señor Sebastián qué susto me ha dado.

-Cantas realmente hermoso pero recuerda a mi hijo no le gusta mucho la música así que intenta mantener la puerta cerrada y cantar un poco más bajo ya que su oficina está enfrente de la tuya y cómo te va con el trabajo.

-Muy bien ya tengo algunos documentos traducidos y firmados y algunos que le faltan unos sellos, que supongo que están en la oficina de su hijo y lo hará cuando él llegue.

-Disculpe traducidos entiende el ruso.

-La verdad no pero es que baje una aplicación en el celular que me ayuda mucho.

Miro como me enseña el aparato.

-Bueno yo la verdad nunca ha entendido mucho esas cosas, Iván me dio uno pero solo lo uso para llamada a mis otros hijos.

-No tiene redes sociales.

-No en verdad no.

-Son muy fáciles de utilizar y así se puede mantener más comunicado con sus seres queridos, si quiere le puedo enseñar a usarlas y le ago un perfil.

-No gracias señorita.

-Sí está bien.

-Pero lo tomaré en cuenta.

Me sonríe cálidamente.

-Bueno la dejaré seguir con su trabajo si necesitas algo avísame.

-Gracias señor.

Me levanto y salgo de la oficina, al parecer está jovencita no se dará tan fácil por vencida como pensó mi hijo.

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