Capítulo 4

Esto es una m****a, pero pura m****a asquerosa y podrida.

      Seis meses han pasado desde que le dije a Eros adiós y el muy hijo de puta lo que ha hecho es exhibirse ha salido en; los periódicos, revista y pura porquería más, besándose, riéndose y para mi desgracia fue él mismo quien cuido a la maldita Laura durante las últimas dos semanas.

     Lance el periódico a piso, estaba en mi cama, mordiendo la almohada con unas inmensas ganas de llorar… jamás me arrepiento de nada, y creo que es la primera vez que dudo de una de las decisiones que he tomado.

     Mi padre me ha dicho que he tomado la mejor decisión tras ver varias fotos de Eros, aunque siempre eran mujeres, nada de exceso de alcohol, ni droga, su empresa ha sido catalogada como unas de las mejores a la hora de ofrecer seguridad a; cantantes, famosos, políticos.

Siento que lo hace apropósito para que yo me moleste.

     Nunca pensé que me podía sentir de esta manera, por una parte, había terminado con él por orgullosa tenía mucha rabia, pero lo extrañaba como a nadie, ni una llamada ni un mensaje, ni siquiera un cambio de turno con unos de sus gorilas nada, cada vez que tenía que hablar con mi padre lo hacía en su oficina estábamos a tres días de las elecciones habían cambiado las fechas, alargado tres meses más de lo previsto y esto para mí era una agonía todo estaba tenso.

Yo sabía quién iba a ganar, pero teníamos que hacer el protocolo ustedes saben los eternos rivales los que se odian, puras mentiras.

 En estos meses que he estado más en casa me he enterado que en realidad mi padre y el de Laura pertenecen a la misma alcantarilla de los podridos y asqueroso que son.

Necesitaba respirar un poco y dejar de pensar en todo lo que está pasando.

Lo extrañaba sí, lo extrañaba demasiado. extraño esa sensacion que causaba en mi cuerpo.

Por lo menos antes podía escribirle como amigo, siempre estaba para mí para hacerme reír cuando mi día estaba gris y creo que eso es lo que más extraño de Eros, que sea mi amigo gay. Porque todo lo tenemos que arruinar siempre.

Salí de mi habitación con el pijama puesto no tenía gana de ponerme otra cosa, mi casa era enorme y las escaleras a veces eran un poco molestosa pero el jardín era lo más bello tenía muchas flores, girasoles hermosos y unas orquídeas en el centro encerrada en un invernadero de cristal a mi madre le encantaba, todo estaba tranquilo la luna enorme y las estrellas adornando cada rincón del cielo.

Podía aguantar tres días más sin explotar y seguir con toda esta falsa creo que sí.

 Tres días para agarrar a la puta de Laura y estrangularla con mis manos, seguramente ella sabía todo lo del padre y no le importaba, aunque he notado que, en cada fiesta, sale un poco alejada y su mirada está apagada.

Agarro mi teléfono y empiezo a ver las fotos publicadas de los ultimo seis meses para ser una persona tan activa en I*******m solo tiene cuatro publicaciones una de cada evento asistido.

Lo extraño que es una de las personas que publicaba hasta que jabón de ducha utiliza cuando se iba a bañar, esas fotos son casi impuesta por que se ven muy perfectas, tomadas con fotógrafos profesionales vamos que somos muy bonitas, pero por lo general tomamos fotos de nuestros teléfonos y lo primero que se nos atraviese.

El teléfono me vibro, y era una notificación de I*******m, y ahí estaba mi tormento en un bonito esmoquin con una copa de champan en las manos.

¿Porque soy tan agresiva y no me puedo controlar?

O seguir las normas de mi padre a la perfección.

-Nena – me llama mi padre.

-Hola – salude apagando el teléfono para que no observe lo que estoy viendo.

-¿Lo extrañas verdad? - es un zorro, sabe perfectamente lo que hago y lo que me pasa. Sabe cazar su presa perfectamente.

-Eso no importa. Hice lo que tenía que hacer- respondo con el mentor arriba, no dejare que me vea débil, ni mucho menos que encuentre una de mis debilidades.

-Eres demasiado impulsiva Valentina. - está en modo papá, ha hecho muchas cosas malas, pero lo quiero.

-Él no me ha hablado con la verdad, así que se puede ir al maldito infierno.

-¡Valentina! - regaño mi padre- ese mal carácter tuyo te puede complicar la vida.

No sé si está aprobando mi relación con Eros, o simplemente dándome un consejo.

-¡Papá! - me queje- no quiero hablar con él, de nada.

El orgullo a veces no es bueno y los dos son tal para cual, tu terminaste con el así que tú lo tiene que buscarlo, si eso es lo que realmente deseas.

No estoy seguro de esto, creo que lo está aprobando.

-El orgullo no es bueno, las personas orgullosas no son fáciles de manipular- me da un beso en la frente – búscalo y pídele disculpa si es lo que verdad de deseas.

Se perfectamente lo que tengo que hacer, pero no quiero a alguien que yo pueda manipular quiero a alguien que me rete y que se sienta feliz estando conmigo.

Y creo que Eros es perfecto para mí.

Tomo el teléfono y marco su número. Como me dijo mi papá.

Tres tonos y él no responde, mala idea Valentina muy mala idea, corta la puta llamada córtala por favor.

-Fotsis- contesto cortante, como si mi número no lo conociera.

Me quede en silencio, no sabía que decirle, así tipo hola mira fue una broma no quiero terminar contigo, era un berrinche y cuidar la reputación de mi padre por lo impulsiva que soy.

Solté un gemido por lo frustrada que estaba, total el si se lo pasaba en grande y a mí me había ignorado.

-¿Estás bien Valentinas?

Si – fue casi un susurro. Me estaba mordiendo los labios para no emitir ningún sonido.

-¿Para qué me llamas?

-Eros yo…

-Suelta el teléfono preciosa- menciono alguien detrás de mí.

 Sentí el hierro frio en mi nuca. Y automáticamente todo mi cuerpo tembló. El corazón latió con fuerza. Si esto es una broma juro que matare a uno de los guardaespaldas.

-Que suelte el maldito teléfono. - volvió a gritar, esa voz rasposa que trataba de imitar.

-¿Qué pasa Valentina?, ¿quién está contigo? - Eros habla alterado. Esta no era la idea, quería hablar con él, de lo que fuera, no quería contactarme y que alguien me matara.

-Tú y yo preciosa vamos a dar un lindo paseo…

-¿Quién eres?, ¿cómo has entrado? - pegunto ganando un poco de tiempo para Eros. Se perfectamente que él puede rastrear cualquier, sonido, objeto, olor y mínima descripción.

Al voltear lo vi. ¡Dios mío! un hombre inmenso, era demasiado musculoso, llevaba la cara tapada y me apuntaba con un arma directamente a la cabeza y para variar con una inmensa cicatriz en el cuello.

-Valentina, tranquilízate, necesito detalles- que detalle si hablaba ese hombre me mataba, Eros era loco o que mosca le picaba- florecita sé que estas asustada, él te va a llevar con él, solo necesito que grites cuanto mide, marca, tatuaje por favor - tenía miedo, mucho.

bueno y este me pide lo que meno puedo estar yo, TRANQUILA.

-Suéltalo- me apuntaba directamente a la cara.

Salte por el jardín con el teléfono en la mano, corriendo para tratar de huir, pero otro hombre me intersecto, habla Valentina descríbelo…

-Maldición – chille- son dos uno es gigante y otro pequeño.

-No le dispare- grito el pequeño al gigante.

Salte de nuevo por los arbustos tratando de controlar mi cuerpo.

Tatuaje; el pequeño tiene un sol en el cuello y una luna, el gigante tiene, pero no sé qué es.

-¿Qué más? - se escucha del otro lado como si estuviera corriendo.

-No lo sé, altura 1,90m y el otro 1,70 más o menos, gordo, delgado.

-Auhhs – chille de dolor cuando me halaron por los pelos. - suéltame imbécil.

Me removí buscando huir, mire por la puerta para ver si veía a mis guardaespaldas o a mi padre y para mi sorpresa deje de luchar cuando vi la silueta de mi padre reflejada en el vidrio, que está pasando, porque no llama a seguridad, está ahí parado viendo lo que pasa.

Observo como se da la vuelta y se va. Creo que me estoy volviendo loca no puede ser él no dejaría que nada me pasara, estoy alterada y seguramente estoy viendo mal.

-Cállate – colocaron un pañuelo en mi nariz y el olor quemaba mi garganta, mi cuerpo cedía me removía bruscamente. Y le vi el tatuaje con todas mis fuerzas grité

-Gigante, Luna y estrella. - chille conteniendo la respiración.

-Agárrala bien. - hablo el hombre inmenso.

-Que hago cabrón – contesto el más pequeño.

Contuve la respiración todo que pude hasta que el más pequeño se me acerco para obligarme a inhalar ese olor y en arrebato le quité el pasamontaña, pero inútilmente no lo vi mi cuerpo cedió.

***

-Tenemos a tu chica – hablo el hijo de puta.

-Te voy a encontrar cabron.- lo amenace, cuando lo tenga en mis manos lo matare.

Corrí desesperado dando órdenes por señas y grabando la conversación de Valentina.

-Me daré un gustazo con ella pedazo de m****a- esa risa nunca se me olvidara, lo va a lamentar el muy maldito.

-Te matare – le gruñí.

Y el finalizo la llamada

Los localizadores indicaban que estaban aún en su casa, a medida que pasa el tiempo el rastreador perdía señal y yo me estaba volviendo loco. Se la llevaron y no llegue a tiempo le quitaron el rastreador.

Entre en la mansión de los Dumón, y he rezado que solo fuera una broma de mal gusto de Valentina. De verdad lo estoy desenado.

Distingo a Sebastián riendo de algo que le está contando Peter.

Como cojones se pudieron llevar a Valentina con estos dos. Cuando me ven se ponen rígidos como siempre he inmediatamente me saludan.

-¿Señor que hace aquí? - preguntaron sorprendido.

-¿En dónde está Valentina? - mi tono de voz era fuerte pero no me importaba.

Que sea una broma, ¡que lo sea! Maldita sea… que la loca de Valentina se desquitara de mí, ¡por cabrón!

-La señorita Dumón debe estar en su habitación – contesto Peter.

Y sin esperárselo le di con todas mis fuerzas haciendo que perdiera el equilibro, y se tambaleara.

Maldita sea se la llevaron es sus maldita narices y ni cuenta se dieron…

Si le pasa algo a Valentina, si le hacen daño no me lo voy a poder perdonar. Por ponerle de seguridad a dos ineptos.

     Me dirigí al jardín con la esperanza que se estuviera riendo de mí. Pero ver a Selene ahí tendida, en el jardín inconsciente todas mis esperanzas de que fuera una broma desapareció.

-Selene, Selene despierta- la zarandee un poco.

Pero estaba inconsciente, era inútil.

-¿Pero qué paso? - pregunto Sebastián.

Lo mismo me estoy preguntando yo, ¿en dónde demonios estaban ustedes malditos ineptos? cuando se llevaron a Valentina.

-¿Cómo? - preguntaron los imbéciles esos.

Entre en la casa por el jardín y corrí a su habitación y al abrirla no estaba… y sin importarme nada entre en la habitación de su padre.

-Eros- se sorprendió la mamá de Valentina.

Se la llevaron Mariana.

-¿A quién Eros? -se levantaron los dos

-Se llevaron a Valentina. - le comunique. A sus padres.

El padre de Valentina se levantó de la cama y se pasó varias veces las manos por la cara. Pensativo, no emitió ningún tipo de sonido, solo respiro varias veces con fuerza.

En cambio, la madre era un mar de lágrimas y minutos después se desmayó.

-¿Tú puedes encontrar a Valentina?- pregunto el padre 

y yo afirme con la cabeza.

En mi despacho hay unos archivos en el encontraras muchos documentos, son confidenciales solo úsalo para encontrar a Valentina.

En este momento no me importa nada, ni la ley ni la justicia, nada. Solo quiero y necesito encontrarla y para eso debo calmarme para pensar con la cabeza fría.

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