Estaban los tres en la cocina empezando tranquilamente a comer el puré y el pollo frito que ella había preparado, cuando él se enfadó y empezó a armar una escena como hacía muchas veces.
—Es que no puedes hacer nada bien —le gritó el oso a la mujer mientras esta lloraba y se tapaba la cara asustada por lo que el oso pudiera hacer.
—Lo siento —balbuceó ella con la voz rota de tanto llorar— volveré a hacerlo, por favo
ASESINOEstoy en mi casa, en el sofá junto a una persona que he conocido hace poco, viendo la televisión, exactamente la serie “Crímenes imperfectos” cuando me pongo a pensar sobre mis crímenes. Por ahora todos y cada uno de ellos han sido perfectos pues la policía no tiene ninguna pista de quién soy.De pronto me entra el hambre. Voy al frigorífico, el cual está muy bien abastecido y saco una sopa en un tupper, la caliento y vuelvo al sofá donde sigo viendo la serie que tan embelesado me tiene.—Yo no soportaría ser poli —me dice mi acompañante— tiene que ser muy estresante.—Por lo que he visto en la tele lo es… —le respondo sin querer hablar mucho más.
HENRYEs lunes y llego bastante pronto al trabajo debido a lo cual me dirijo directamente hacia la sala del café cuando me encuentro con Rafa.—Se te ve descansado —me dice con una sonrisa picarona.—Lo estoy —le respondo bajando la voz— me he pasado todo el fin de semana con Samantha, es una fiera en la cama.—Tuviste suerte —me garantiza golpeándome el hombro con el brazo— yo intente quedar con Alexandra pero me dijo que no estaba interesada.—Lo siento amigo —me río por su mala suerte.—Señor —nos interrumpe la voz de Monroe a nuestra espalda.Mierda
ASESINOEs la última vez que juego a los diez negritos por lo que quiero que todo sea perfecto. Después de hacer una ruleta para elegir a los siguientes jugadores, que deben sentirse honrados por cerrar el juego, enumero sus nombres junto con su edad y características físicas en una lista: -Pablo Estebez. Dieciocho años. Moreno de ojos marrones y 1.79 cm. -Ainhoa Flores. Veintidós años. Rubia de ojos azules y 1.59 cm. -Hugo Martínez. Cincuenta y cuatro años. Moreno con canas de ojos verdes y 1.72 cm. -Cristian Fuentetaja. Treinta y dos. Rubio de ojos verdes y 1.64 cm.
HENRY—Inspector —me llama un policía de a pie, a quien identifique como Unanue de un caso anterior en el que trabajé con él— un señor ha venido a denunciar la desaparición de su hija y he pensado que como estaba investigando los secuestros y las muertes sería interesante que hablase con él.—Gracias por decírmelo —le sonrío, por fin algún policía que pensaba con la cabeza— ¿puedes llevarle a mi despacho, por favor?—Claro inspector.—Gracias.Voy en busca de Monroe, pero no la encuentro por ninguna parte, no está en su cubículo, los policías en la sala le han visto, pero no sabían dó
Le empujaron al suelo mientras se reían de su ropa, de su aspecto… de todo él en general.—No eres nadie —le aseguró uno de ellos mientras le escupía en la cara.Quería defenderse, pero sabía que sería en vano, eran demasiados. No le querían allí, lo sabía, pero no podía cambiarse de colegio por mucho que lo deseara. Sus padres no podían permitirse un colegio privado y este era el único público de la zona.Por ende, deseó con todas sus fuerzas que la situación cambiase, o por lo menos que eligieran otro blanco aunque sabía que
ASESINOAsiento en el primer cuarto los cuerpos inconscientes de Emily Brent (Lucía), Edward Armstrong (David) y John MacArthur (Cristian). En el segundo cuarto, tumbados todos en el suelo, coloco a Ethel Rogers (Ainhoa), William Blove (Hugo), Philip Lombard (Josep), Anthony Marston (Pablo) y Thomas Rogers (Lucas). Por último, pero no menos importante, pongo a Vera Claythorne (Ane) en la cama y me tumbo junto a ella a esperar a que todos se levanten y empiece el juego.Tengo que esperar media hora hasta escuchar el primer grito, pero este es magnífico, ha sido tan alto que despierta a la señorita Vera de manera que me hago el dormido. Cuando siento que Vera se levanta de la cama me incorporo y finjo un dolor de cabeza horrible, como si me hubieran sedado.—¿Dónde estoy? —pregunto en v
HENRY—¿Habéis sacado algo en claro de las cámaras? —pregunto esperanzado.—No señor —niega el policía que estaba inspeccionándolas— está sola en todo momento.—Mierda —maldigo rascandome la nuca exasperado— quizá la atrapo en un momento en el que no había cámaras. Sigue revisando por si acaso.—Sí, señor.Después de que el señor Gago se ha marchado nos ponemos en contacto con el dueño para corroborar lo que ha dicho, así mismo nos ponemos en contacto con su madre, ya que el señor Gago nos había indicado que están divorciados, y la madre nos dice que no ha visto a
HENRYLos libros son la mejor fuente de inspiración dice la nota “El mal nunca queda sin castigo, pero a veces el castigo es secreto”.Saco el móvil y busco la frase en Google, es una frase de la célebre escritora Agatha Christie.—Cómo no nos hemos dado cuenta —me enfado pegándome un golpe en la cabeza— Agatha Christie.—Señor, no lo entiendo —me dice Monroe.—La frase es de la autora Agatha Christie de modo que se estará basándose en algún libro suyo.—¿Cual podrá ser? —pregunta mientras sacaba el móvil y se pon&ia