4. Sergey

La pastelería es acogedora, era la única pastelería que vendía postres y dulces rusos, por lo que definitivamente se había vuelto de mis favoritas desde hace unos años, incluso los había contratado para mi boda, o bueno, Nadine lo había hecho porque sabía lo mucho que me gustaban sus postres, por lo que realmente nunca había hablado con la dueña, más que por teléfono.

El pastel que había ordenado para mi hermana era de biscocho de vainilla, decorado con flores y chuches que sabía que le encantaban,  y tenía uno de esos lindos letreros de feliz cumpleaños, le doy las gracias a la chica de la caja y añado a i pedido un poco de Pastila, mi dulce favorito, era el único lugar en toda la ciudad que vendía la versión original, en rusia solía comerlos todo el tiempo.

— No creí que volvería a verte por aquí — dice la chica en caja, Kathia, recuerdo haberla visto la noche anterior, y de nuevo hace unas semanas, cuando terminé con una resaca de m****a en casa de uno de mis amigos, con quien ella había dormido un par de veces.

— Realmente no vengo seguido — digo frunciendo el ceño, la chica me evaluó detenidamente, y supuse que lo hacía debido a Amara, quien, para mi sorpresa, había accedido a acompañarme a la fiesta y hacerse pasar por mi novia, lo que sinceramente, me ponía nervioso.

Especialmente luego de haber discutido con mi madre, la mujer me hacía la vida imposible, recordándome como Nadine ahora tenía una vida sin mi, y era más feliz de lo que nunca fue conmigo en todos esos años.

Me siento en una de las mesas mientras espero a Amara, hago una nota para  comprarle un vestido para remplazar el que había roto, mientras, llamo a mi madre, que contesta casi de inmediato.

— ¿Decidiste apiadarte de tu madre y hablar? — pongo lo ojos en blanco, como si todas las discusiones fueran mi culpa.

— Llevaré a Amara a la fiesta — digo, y casi puedo imaginarla dando palmaditas contenta — Pero, no quiero comentarios, no llevamos mucho tiempo juntos y definitivamente no quería presentarla y formar un drama

— Para dramas estás tu ¿Recuerdas que le arrojaste una silla al pastel durante tu boda? Sin contar que te rompiste la mano por capricho — añade con malicia, por lo que suspiro, intentando mantener la calma.

— Si comentas algo al respecto, no volveré a asistir a estas cosas — me quejo, mi madre suspira dramáticamente antes de responder

— De acuerdo, de acuerdo — asegura — Estoy feliz por ti, me alegra saber que finalmente encontraste a alguien

— Bien, solo…evita decirle algo a papá, realmente no quiero poner a Amara bajo la lupa — mamá se ríe

— Por favor, tu padre nunca aprobó a Nadine de todas formas — Sí, mi padre había sido el único que notó que Amara no me amaba — Amara no parece tan presuntuosa, si me preguntas

— Voy a colgar, no quiero una sola palabra juzgándola — me quejo, antes de colgar, Amara no tenía que hacer esto por mi, por lo que no podía someterla injustamente que mi familia hiciera sus comentarios ridículos, si fuera mi pareja realmente, tampoco lo permitiría, pero el hecho de que es una completa extraña haciéndome un favor, evidentemente no tiene por qué soportar las estupideces de mi familia.

Estoy comiendo un trozo de pastila cuando Amara aparece finalmente, la miro confundido, luce completamente diferente, la Amara con la que desperté tenía el cabello rubio, ondulado y por encima de sus hombros, no demasiado abundante, pero sedoso y delgado, y un vestido que definitivamente le ajustaba mejor que el de Anna, llegaba por encima de sus rodillas y tenía un par de tirantes que sostenían en lindo escote plano.

— Me gusta más el rubio, pero el castaño te sienta bien — digo acariciando su mejilla, ella sonríe y toma mi mano

— Espera a verme pelirroja, dicen que parece casi natural — asegura — entonces ¿Debería llamarte cariño?

— ¿Te gustan los motes cariñosos? — pregunto tomando el pastel y siguiéndola hacia el coche, ella parece pensarlo por un momento

— No lo sé, realmente nunca he tenido uno — dice, pensándolo por un momento — Creo que cariño está bien.

— Creo que te que te diré Gorky — me mofo, ella arruga la nariz

— No me vas a decir “Amargo” — se queja haciendo una mueca— tuve suficiente amargura en mi ida para que sea un apodo — su comentario me hace reír, pero caigo en cuenta de algo

—¿Cómo supiste lo que significaba? — pregunto, ella se encoge de hombros

— Amara y Amargo — señala, en ruso, suenan diferentes pero el significado es el mismo en latín, por lo que realmente me impresiona la rápida deducción

— Touché — una vez en el coche, me pongo nervioso, realmente no tenía demasiadas ganas de enfrentar a mi ex mujer, miro a Amara y ella me sonríe algo tensa — Aún te puedes arrepentir, no me conoces, no tienes que hacer esto por mi

 — No — concuerda — Pero nunca dije que lo haría gratis — suspiro, realmente debí verlo venir, no sería la primera mujer que me busca por dinero, si estuvo un tiempo sola en mi habitación, era evidente que había visto los premios y fotos en conciertos, no puedo evitar sentirme decepcionado

— ¿Cuánto quieres? — pregunto, ella me mira confundida y luego sacude la cabeza

— No, no, no — dice, enrojeciendo — no me refería a eso — Insiste — Dios, no —levanto las cejas, y ella se gira hacia mi — Me refería a sexo, Dios, se supone que fuera coqueta, no interesada, te lo juro, me refería a sexo — insiste, llevando sus manos al rostro, escondiéndose tras ellas, me mira por entre sus dedos, yo intento procesar la veracidad de sus palabras — ¿Fingiría una relación conmigo a cambio de sexo? Eso sería…de una forma u otra una relación.

— ¿Por qué pedirías sexo a cabio de fingir ser mi pareja? — pregunto, con genuina curiosidad, ella cierra los ojos y suspira temblorosamente

— Yo solo…me gustaría disfrutar de…buen sexo — carraspea, acomodando el cabello tras sus orejas, sus mejillas se han enrojecido y su respiración estaba agitada — No es como si hubiera tenido demasiado de eso antes — admite

— ¿Eres consciente de que este trato involucraría de hecho estar en una relación? — pregunto, encendiendo el coche, realmente no quería involucrarme emocionalmente, pero definitivamente podría ahorrarme los coqueteos constantes y un par de resacas.

— No te pido que me ames o algo por el estilo, no nos conocemos — concuerda — podemos ser…amigos con beneficios, así tu familia te dejaría en paz, y no tendríamos que hacer las cosas extrañas

— De acuerdo — acepto finalmente, luego tendríamos tiempo de establecer los detalles, pero si era solo por sexo, era algo que definitivamente podía hacer, durante los últimos años, he disfrutado bastante de mi vida sexual, pero empezaba a volverse aburrido, concentrarme en mi carrera era algo que se me volvía a la mente de vez en cuando, de no haber arruinado mis manos

— Enserio no quiero tu dinero, no me interesa — asegura, lo que me hace reír — Dios, que vergüenza — se queja y luego frunce el ceño, mirándome — ¿Enserio estabas dispuesto a pagar? Parecías algo molesto pero serio al respecto

— Más bien decepcionado — admito, empezando a acojonarme a medida que nos acercamos al edificio de mi hermana — Me caes bien, no esperaría que me utilizaras — añado, poniendo una mano en su muslo y dando un ligero apretón — Aunque debo admitir que me gusta aún más tu oferta

— Solo tengo una condición — dice luego de un momento, luciendo incomoda mientras acaricia mi antebrazo — No quiero que me veas…completamente desnuda

— ¿Te refieres a tener sexo a oscuras siempre? — pregunto, ligeramente incomodo, realmente si era lo que ella quería, no podía negarme, aunque entendía que no quería que viera sus cicatrices (que ya había visto y sentido) no quería hacerla asentir incómoda al traer el tema

— Bueno, puede ser… con una camisa, pero, yo… NO me siento cómoda con mi abdomen y pechos, solo…no — murmura, yo asiento.

— Comprendo — aseguro — mi condición…— empiezo, ella me mira, expectante — No quiero una relación, no realmente, podemos fingir frente a mi familia, tener sexo cuando queramos, pero lo demás — niego — Podemos ser amigos, claro, pero románticamente, apreciaría la distancia.

— Hecho— dice tranquilamente.

Llegamos a la casa de Anna a tiempo, le fiesta no empezaba hasta más tarde, pero le había prometido asistir a su almuerzo, miro a Amara

— Bien, te daré algo de contexto — dijo, sintiéndome nervioso — Mi ex prometida me engañó, fui miserable, y mi familia ha estado obsesionada con mi vida amorosa desde entonces, especialmente mis padres y la prensa, así que…¿Te incomoda pretender que estás loca y perdidamente enamorada de mí?

— Creo que puedo con eso, será divertido — asegura, asintiendo, y luego me mira — ¿Qué hay de ti? Porque el punto es que se preocupan por tus sentimientos ¿no?

— Nunca fui demasiado afectivo en frente de mi familia — digo incómodo — No estamos demasiado acostumbrados a eso

Amara parece pensarlo, y finalmente sonría

— Pues te tocará fingir, terroncito — su comentario me hace sonreír. Salimos del coche y mientras yo llevo el pastel, ella toma la bolsa con los dulces — me quedaré con el crédito de los dulces, pasé toda una mañana haciéndolos.

Sacudiendo la cabeza y preparándome psicológicamente para enfrentar los comentaros de mi hermana y probablemente mi madre, voy con Amara hasta el edificio, tomando su mano, me do cuenta que es realmente delicada, un poco delgada y con una pigera cicatriz sobre una de sus venas, como si hubiera tenido un catéter demasiado tiempo, frunciendo el ceño, recuerdo sus cicatrices, y su cometario sobre no haber disfrutado demasiado de la vida, pero antes de que pueda realmente formular alguna pregunta, llegamos al apartamento y antes de que podamos siquiera tocar, mi hermana abre la puerta, con una sonrisa en los labios.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo