Capítulo 4

Maxine

Lo escucho llamarme, e incluso tomar mi mano, pero la sacudo para seguir corriendo, abro la puerta a la calle principal del bar y sigo corriendo sin detenerme, quiero envolverme en las sábanas y seguir llorando, recuerdo esos días dónde mamá llegaba con moretones en el cuello, recuerdo esos llantos desgarradores mientras odiaba la vida que llevaba y que no podía cambiar

Subo las escaleras del pequeño y viejo edificio y noto que deje mis cosas en el bar, así que me tiró de espaldas sobre la puerta y acunó mi cara en mis manos para seguir llorando, ¿Que hice? ¿Por qué lo hice?

La cabeza me pesa y los ojos también por qué no se que tenía en mente para aceptar lo que me ofreciera, la puerta se abre y unos pequeños brazos me rodean

—Tia, ¿De nuevo tienes pesadillas? — es mi pequeño sobrino de 7 años, es increíble que sepa de ellas, respiro quitando las lágrimas

—Si, una real... Una muy dolorosa— entro con el a la casa y después de hacerlo dormir, me voy a mí habitación a sacar lo que me pasa por la mente

Estoy bajo las sábanas, que alguien aparta a las malas, es Keyla, tiene un gesto irritado, y a mí los ojos se me vuelven a llenar de lágrimas

—Ay mi pequeña — deja el sobre que tiene en la mano sobre la pequeña mesa de noche y se mete en la cama conmigo, me acurrucó en su pecho — cuéntame qué pasó

—yo... Yo lo quería... No sé cómo expresarlo, pero yo lo quería... Pero de repente me siento sucia, me siento como lo peor, creo que quebré mis principios, las leyes que tenía sobre nunca tener sexo por dinero, mamá no quería que nos dedicamos a ello, y pues...

— creo que te entiendo... ¿Te hizo algún daño?

—no, el me cuido, uso protección y me preparo para ello, creo, no se mucho de eso, pero de la nada el peso de lo que hice cayó sobre mi, y no pude aceptar el dinero, no pude, porque no sabía que pensar 

—¿Lo disfrutaste?— asiento, porque si, me gustó mucho fue muy liberador y joder jamás había sentido algo parecido

—Si, claro que lo hice — susurro 

—¿entonces? 

— se me vino a la mente mama, las noches de llanto y las ganas de abandonar todo, no quiero eso,  pero ya es tarde porque di el primer paso, y vendi mi virginidad 

—Bueno el chico te mando ahi en ese sobre, una cantidad demasiado grande de dinero ademas de otras cosas — enarco una ceja y ella me entrega el sobre,  de verdad que es mucho dinero, joder, ¿es mafioso o algo por el estilo? 

—¿esto que es?— pregunto al sacar el tubo plateado que esta junto al dinero 

—Dice que eso le sirvio a su hermana cuando paso aquello — hace una mueca y menos la entiendo, — cuando perdio la virgunidad, Maxine, — rueda los ojos — y tambien esta su numero y dirección  

—¿Por que dejo todas estas cosas? La crema sin duda es un buen detalle, pero no quiero recibirlo el dinero ni si quiera se si quiero volver a verlo 

— No se, deberias llamarlo — se tira de espaldas y me lleva a su pecho — Y Eshan se enojo ayer, cuando te fuiste dejando el trabajo a medias— miro su cara y sacudo la cabeza 

—Joder, lo olvide, Eshan 

* * * 

Estoy en el bar son las tres de la tarde, la crema si que fue efectiva y me encanto el alivio que sintio mi entrepierna, "gracias holandes que no pienso volver a ver en mi vida", pienso mientras camino al pequeño cubiculo que es la oficina del dueño del bar, es italiano o algo por el estilo, sus faccilnes son definidas, es un hermoso rostro para la horrible persona que es 

Hago un mueca cuando escucho el adelante, despues de tocar la puerta, entro a la oficina, tiene papeles sobre el escritorio, su cabello negro cae sobre su frente, y sus ojos cafe me devoran a cada paso, muerdo el interior de mi mejilla y me paro frente a el, con las manos juntas, pues estoy nerviosa por lo que sea que me vaya a decir 

—Maxine, mi Diosa dorada — su acento me asusta y mas la forma en que lo utiliza — Me puedes explicar, ¿por que te fuiste ayer sin avisar? ¿Dejando el trabajo a la mitad? 

Pues porque tuve una crisis, pero no le pienso decir eso 

—Creo saber porque fue — saca un cigarro grueso de uno de los cajones del escritorio, y lo enciende para levantarse y sentarse en el borde del escritorio frente a mi — y espero que los rumores que escuche sean mentira

—¿que escuchaste? — pregunto en un susurro 

—Te revolcaste como una puta con alguien en el baño — sisea, doy un paso atras pero el agarra mi muñeca llevandome hasta el, sin soltar el cigarro amarra mi cabello en su muñeca obligándome a ladear la cabeza me quejo y reafirma el agarre, —¿hiciste eso, Diosa?

Quiero negar, pero es imposible que lo haga, el sabe la verdad 

—El que calla otorga — nuestras frentes se juntan por el agarre sobre mi cabello — Sabias que eso debia probarlo primero yo — maldice en italiano, y me tira sobre el escritorio, mi frente se golpea con el vidrio que no se quiebra pero si se fractura

—Sueltame, esto no estaba en ese contrato, yo solo debo bailar — me quejo llorando 

—para lo que tu me debes, hace falta mas que un baile, o olvodas quien pago el funeral de tu mami — se burla mientras va razgando mi pantalon

—Tengo el dinero, Eshan, sueltame — suplico

—¿quien lo diria? Solo basto algunos meses para que fueras puta igual que ella, las mamadas de tu madre eran increibles, espero que tu las hagas mejor 

—Sueltame, no te debo nada, sueltame, quiero renunciar — sollozo

—No puedes hacerlo, me debes mucho

—Creo que escuche que ella dijo que debia detenerse — la voz hace que se quede quieto sobre mi, y le agradezco a la desconocida por interrumpir — La violación es un delito grave

—¿que quieres perra?— sisea Eshan sin quitarse de mi 

—Primero que todo, que se quite de la señorita, y segundo hablar de términos legales, lo segundo que clausulas esta incumpliendo señor Eshan, para con la joven 

—Largate Este no es tu asunto — gruñe Eshan 

—Si lo fue desde que decidió que violar a Maxine haría que pagara sus deudas — dice con sorna — mi nombre es Charlotte Lazcano además de Abogada penalista 

* * *

Arjen

Veo esas piernas seguir corriendo y no puedo seguir tras ella, porque todos los ojos del bar están sobre mi, regreso a la mesa y hago una llamada a mí chófer (bueno nuestro)

—Arji, ¿Que m****a paso?— susurra Samuel colocándose a mí lado, pero ni yo sé contestar esa pregunta

—Traeme ese medicamento que le diste a mí hermana — le digo al teléfono — y un sobre con lo otro

Ignoro las miradas desaprobatorias de la mesa y espero que me traigan lo que pedí, me lo entregan casi a los 5 minutos, y alguien me golpea

—¿Que m****a le hiciste a mí hermana?— gruñe con rabia la chica que estaba con Maxine, de hecho no parecen hermanas, ella es pálida, y con el cabello casi rubio

—Genial, a ti es quien necesito — la jalo conmigo hasta poder apoyarme el el techo del auto, y anotar lo que requiero — no se que le hice... Hasta donde se ella no me detuvo, le pregunté muchas veces si quería que parara pero ella negaba, de hecho tuvo un buen orgasmo.... Así que no se que paso

—¿Tuvo sexo contigo...?— pregunta y asiento enarcando una ceja — pero... Ella... Ella era virgen

—Si, así me dijo — paso las manos por mi cabello  frustrado — esto es más de lo que le prometí, pero de verdad quiero reponer lo que sea que haya hecho, allí está mi número de teléfono personal, y la casa donde vivo, también hay un medicamento que le sirvió mucho a mi hermano pues cuando eso paso

Respiro

—que se comunique conmigo y que no se me diga que hice mal y si le hice alguna clase de daño

—eso es demasiado dinero... — sacudo la cabeza — no... No puedo aceptarlo

—y yo no voy a recibirlo, si no lo acepta, enviame la dirección, trataré de... No sé tratar de componer lo que sea que haya hecho

—Esta bien... — mira el nombre anotado en el borde del sobre — Arjen

Ella se marcha sin decir más nada y mi familia sale del lugar aún tienen esa cara de preocupación, no estoy para nadie, subimos a las camionetas y salimos del bar, joder, ¿Que hice mal?

Enciendo un cigarro y veo por la ventanilla para perderme en el paisaje

—Dejame en el cementerio — pido al conductor quien da un asentamiento de cabeza, y toma el desvío para llegar allí, llamo a mí hermana, porque no se lo que siento y odio que mi mente no sepa lo que pasa por el resto de mi cuerpo

Sigo fumando cuando camino a la tumba de mi hermano, no es la primera vez que le quitó la virginidad a alguien, pero nunca he tenido esa reacción, lleno mis pulmones de aire y siento unos brazos rodearme

—Cuentame que te pasa — dice mi hermana

— deberías saberlo, creía que teníamos esa conexión especial — comento con sarcasmo

—Ah si, verdad, dame dos minutos — me rodea hasta quedar frente a mí, coloca la mano en su barbilla pensando, es como si leyera a traves de mi — es por la bailarina de piel canela — asiento sonriendo — ¿Te rechazo?

—no, lo hicimos en el baño de ese horrible lugar, no la obligue a nada — levanto los brazos y ella se ríe — lo juro, pero cuando terminamos se fue corriendo, sin darme alguna explicación

—algo no me estás diciendo

—Era virgen — me encojo de hombros— pero fui cuidadoso, la prepare para ello

— ¿Perdió su virginidad en un baño de mala muerte con una persona que no conocía? — asiento — creo que puedo ayudarte

* * *

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