Capítulo 2

Arjen

Saboreo el Ginebra mientras nuevo el vaso en mi mano, y vuelvo la vista al frente admirando la belleza que está sobre el escenario, las caderas se mueven a la par de la música y me imagino dónde más pueden moverse así de bien, alguien carraspea a mí lado sacando mi mente de dónde sea que la tengo

Giro la cabeza solo un momento para ver esos ojos rojos tan puros y únicos como los de mi abuelo mirarme sonriente, a su lado su hermano el tiene los ojos más claros, brillantes y amarillos como los recuerdo de mi abuela

Gabriel y Gastón mis primos, a un lado una mirada avellana parecida a la mía quien me ve de medio lado con una sonrisa de burla, me ha acompañado estás noches porque así somos

—¿Se puede saber que hacemos aquí?— murmura un malhumorado Jonah, el con unos años más que nosotros quien se dejó arrastrar de Fabián quien está su lado riendo, y un poco más en la esquina los mellizos, Aria y Samuel, ambos de ojos naranja igual a mamá, castaños como todo Hoffman y claro el cabello castaño lo acompañamos con la seriedad y frialdad

—Arjen está acosando a una bailarina — vuelvo la vista al frente sonriendo por lo bajo para seguir la rutina de esas manos sobre cada curva de su cuerpo, su mirada inocente se encuentra con la mía, se que es inocente aunque baile tan sensual, se le nota, soy experto en eso, escucho a lo lejos la voz de mi hermana, la que es mi media mitad, bueno un tercio de mi

La otra parte de ese tercio se encuentra desde hace más de 20 años en una tumba cerca al mar, apartó el recuerdo perdiendome en el final de la canción, de su baile y sonrió de medio lado imaginando lo que podríamos hacer

Sale del escenario dedicándome esa última mirada y joder siento que algo de mí se acaba de despertar, no puedo evitarlo, es jodidamente hermosa y sus curvas deberían ser ilegales

—Arjen — alguien tose trayendome a la realidad y me fijo en mis primos y hermanos que están casi riendo, la única que falta es Grecia, pero Gastón y Gabriel son tan sobreprotectores para dejarla entrar a un lugar de estos, no lo culpo mi prima solo está en sus 18 y los menores que están aquí serían los gemelos.

Aunque no los juzgo con Samuel hacemos lo mismo con Aria, cuidarla y sobreprotegerla después de todo es nuestra hermana menor

Charlotte en cambio hace lo que se le da la puta gana y pues no puedo hacer nada, desde que nacimos estamos juntos, y relativamente hacemos todos juntos, con los años empezamos a ser más independientes pero no quita que debemos funcionar los dos, porque cuando faltó uno debimos acoplarnos a eso

—Tierra llamando a Arjen — murmura Charlotte de nuevo —Arjen Hoffman Lazcano — me dan un golpe en el brazo y reacciono viendo esos ojos avellana como los míos, bueno creo que los míos son un poco más claros

—Mierda Charlotte — gruño y se ríe la miro mal antes de ver al resto de mis primos —¿Que?

— ¿Estás acosando a una bailarina? — pregunta Jonah, el siendo el mayor de todos los que estamos en esta mesa, tiene ese maldito encanto holandés parecido al mío, después de Charlotte y papá es el que siempre descubre que carajos pasa por mi cabeza, a mamá la saco de ese grupo (porque bueno mamá siempre sabe lo que estoy pensando,) y apesar que llegó a nuestra familia a los 16 años se acoplo de la mejor manera y pues es como mi hermano mayor

—Puede ser — es lo que respondo, Charlotte suelta una risita

—Eso es un si, querido hermano — le dice Charlotte poniendo la mano sobre sus hombros

—Entiendo que tú clara obsesión por no dejar de jugar este pasando a varios niveles que no creería convencionales — resopla tomando la mano de mi hermana y enrollandola a la suya — pero, ¿Que m****a hacemos nosotros aquí?— señala a los demás — Charlotte siempre irá contigo, eso lo entiendo

—La verdad no sé — contesto porque de verdad no sé, Fabián suelta una risilla que nos hace girar la cabeza hacia el

—Queriamos comprobar porque no te has ido a Holanda —murmura — y estás tan metido en tu mundo hermano, que quería arrastrarte a divertirte un rato — ruedo los ojos viendo a Jonah que hace lo mismo, le dedica una mirada a mi hermana

—Estan todos bien— confirma — ya me largo, ¿Vienes conmigo o te quedarás a ver a tu hermano cazar a su nueva presa?— le pregunta a mi hermana, no suelta su mano mientras se levanta, ella me mira diciendo un lo siento con la mirada y casi me sentiría ofendido si no supiera lo que pasa por esa cabeza pelirroja

—lo siento Arji, ya te he visto acosar a la pobre chica lo suficiente, — comenta sonriendo, divertida— Jonah y yo debemos ponernos al día, desde que se mudo a Mónaco nos alejamos bastante —me abraza efusivamente y se termina de despedir de todos saliendo con el castaño

—Eso debió doler — se burla Gastón a mi lado — ¿No hacían todo juntos? —le lanzó una mirada de amenaza que solo hace que se burle más— ¿Irás a hablarle a la chica por la que estamos aquí o te irás como las últimas noches?— rueda los ojos dándole un sorbo a su cerveza

—El se cree tan seguro de lo que tiene que no hace falta que vaya a hablar con ella, Gastón deberías saberlo — dice su gemelo

—No creo que sea tan bueno como asegura — murmura Fabián encendiendo un cigarro — Apuesto 10 mil euros a qué no la llevas al baño de mala muerte como el resto de este bar y la follas sobre el lavado

—¿Que m****a?— enarco mis cejas ante ese reto — ¿En serio quieres retarme así? —pregunto con una sonrisa de arrogancia

—Le sumo 10 más a lo que dice Fabián — asegura Samuel

—Traidor — se encoge de hombros riendo, miro a mi otra hermana y saca su tarjeta para ponerla sobre las manos de Fabián, y así también lo hacen los gemelos —¿Entonces van a perder 50 mil euros por algo que va a pasar?

Se rien sacudiendo la cabeza

—Bien pero no quiero unos miseros 10 mil euros de cada uno — Fabián me pasa el cigarro e inhaló el humo con una sonrisa —quiero tu penthouse en Manchester, amo ese condominio y sabes que quiero mudarme —lo señaló —tu Ferrari dorado, que te puedo decir es mi color favorito — digo con fingida inocencia, señalando a Gastón, — ya de ustedes me acordaré luego de lo que me gusta — señaló al resto

—Bien pero quiero ese hermoso porshe rojo como la sangre que tienes afuera — murmura Fabián, asiento, juntando nuestras manos, cerrando el trato

—Antes de irme — me levanto sacudiendo la camisa azul que tengo puesta —no vine preparado para el momento y el de emergencias ya fue utilizado, quien de los caballeros presentes "responsables" —sonrió — me pasa alguno —se rien y es Samuel quien saca su billetera y Con disimulo me pasa el condón — gracias hermanito, regresaré al rato por mis premios

Camino con una sonrisa hasta quedar casi a su espalda, su piel brilla por alguna cosa que me hace quedar admirandola, la chica a su lado traga en seco y le da un codazo trayendo su atención a mi, sus ojos café brillan con la noche y puedo notar un leve sonrojo en sus mejillas, esto será más sencillo de lo que pensé

Tiene el cabello castaño, pero no tan claro como el mío, y rizado que cae a cada lado de su cara, sus pestañas chocan con sus ojos cuando parpadea sin creer que estoy frente a ella, sus iris brillan con aún más intensidad cuando doy dos pasos mas, sus labios están rojos y sus dientes le dan un leve mordisco inconsientemente, su nariz pequeña, sus cejas se amolda a sus perfectos ojos café, y no me creo que sea tan hermosa

Eso me cautivó desde que la vi hace varias semanas, esa pequeña nariz y esos labios rellenos, tiene dos pendientes en las orejas, y lamo mi labio superior imaginado como cumplir cada cosa que quiero hacerle

—Señorita... — hablo y la chica a su lado hace que reaccione, ella parpadea varias veces y carraspea

—Maxine — su voz parece la de un ángel y me imagino escuchando mi nombre salir de sus labios en un susurró mientras la pen...— Maxine Calleight

—Arjen Hoffman — beso el dorso de su mano adentrandola en un juego que empezamos a jugar

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