Capitulo 3

Samantha

«Louis Parker».

Pienso mientras veo la clase de Matemáticas, no es su nombre lo que se me hace familiar, es todo de él, no lo sé, sigue habiendo algo en él, qué aún sin hablar con él, sé que no me gusta.

La clase de literatura  transcurrió normal, hasta que ocurrió la segunda desgracia del día.

Tendrán 2 semanas para realizar un trabajo sobre el otro en parejas. Con su compañero de asiento, serán dos semanas ni antes ni después. Si es necesario se pueden ver fuera del instituto. Todo esto para que consigan reponer sus notas para quienes lo necesitan

—Genial. — bufé, el estúpido soltó una risa.

¿Por qué ríe? ¿Qué le divierte? De verdad me está estresando. Quisiera saber de dónde lo conozco, pero no preguntaré.

Las horas pasaron sin más desgracias, llegó la última clase y la agonía terminó.

Tomé mis cosas listas para salir. La verdad, me quería ir cuánto antes de que fuese peor.

— Así que, ¿Madison no? — me mira divertido.

No ha parado de tratar de sacarme conversación, y claramente, no se la pongo fácil.  ¿Para qué?

— Si. — respondí lo más cortante.

¿Lo más seco en persona? Soy yo. No me interesa socializar con él, no me interesa nada de él. Mejor aún, no quiero nada del mundo.

Bastante jodido está el universo para que yo venga a fingir la amistad e importancia para alguien cuando no es así.

Estar solos es lo mejor que todos alguna vez pudimos tener. Paz, tranquilidad, sin explicaciones, sin ser juzgados. Es cómo, cuándo te quedas sin internet para no asistir a una clase. No hay más nada que hacer a nuestro entorno. Solo te quedas muy sumido en eso qué más te gusta o no hacer nada.

Y está vez, no era la excepción. Louis es el internet y yo quiero que se vaya.

— ¿Entonces cuando empezamos? — su cara de risa, se cambió por una de seriedad.

— ¿Empezar el qué? — Me desconcentre un poco.

— El trabajo Madison —voltea los ojos — ¿Que pasa por tu cabeza? —Me sonríe.

Punzada en la cabeza.

—No es de tu problema. — renuevo mi cabello, en movimiento de impaciencia. — Está tarde empezamos.

— No puedo está tarde, la verdad ninguna —Le miré con cara que si eso me importará — Tengo entrenamiento, ¿está noche? — Finalizó.

— Está bien, dame tu teléfono— Me miro con cara rara, pero pícara—. Oh no, sin ilusiones. Te daré mi número y nos pondremos de acuerdo, simplemente es eso.

Esté es un sin escrúpulos, ¿En serio creyó que saldría con él? Dios no soy una fácil no lo soy.

«Somos todo lo que el mundo quiere que seamos, y en el fondo, ni una persona normal somos».

—Seguro— me dio su celular anoté mi número y se lo regresé —. Hasta luego entonces .

Se acerco para besar mi mejilla y lo paré en seco antes que algo más sucediera.

—Nos vemos luego, Parker— dije y tomé mis cosas y salí.

(....)

Ya en mi casa, estoy en mi habitación haciendo unos ejercicios de matemáticas.  Se lo que piensas. ¡Qué divertido!

No lo es.

Siento mi celular vibrar lo cojo. Sonrío ante el nombre

Cam es la mejor<3

Ella se agendo así.

— Hola Samy, ¿lista para hoy? — No la puedo ver, pero sé que sonríe.

— M****a —murmullo.

M****a, m****a, lo olvidé.

— ¿Qué pasa, Samantha? —se enojó, lo sé por su tono de voz.

— Yo... olvidé lo de hoy —dije en acto de nerviosismo.

Yo no me pongo nerviosa en absolutamente nada, pero a Camile Blake, oh, ella es el diablo cuando de enoja. No todos han visto lo qué sucede cuando se enoja. Pero yo sí, y bueno, no es lindo.

Continuo. —: Es que llegó un chico nuevo, no me gusta, por cierto. Y ahora es mi compañero de asiento y la profesora mando a realizar un trabajo sobre el otro,  quedamos en vernos hoy..., en la noche. —Le expliqué todo, no quería que me odiara por eso.

«Porque tiene práctica en la tarde. Ni si quiera sé por qué, acepte — Cam no respondió, pensé que había colgado —. ¿Aló?

Cam suspiró profundamente, y dijo—: Está bien, es rara vez que me fallas y esta vez lo pasaré y sólo porqué me indicaron el mismo trabajo. —finalizó y sentí alivió que no se hubiese enojado—. Pero lo haces otra vez y no te hablo más. — Amenazó.

No creo que suceda.

— Si, está bien. Prometo no hacerlo. Sabes qué no tengo más amigos, sólo tú y Jay. Así que no hay forma que saliera con alguien más. — Bromeé.

Aunque es cierto, no tengo más amigos. Debes pensar que asocial, pero no. Mientras más cerrado en mi grupo social. Menos me duele el irme. Además, ya lo expliqué, yo soy la chica y todos ellos son el internet.

Y solo pensar en eso me duele, no quiero dejar a Cam.

— Si lo sé, me tengo que ir ¿ok? Hablamos mañana y me cuentas quien es ese, compañero misterioso— se ríe.

— Okey, Camy. Me tengo que ir. Vendrá por mi dentro de poco.

— ¿¡Que irá por ti?!— gritó y con eso basto para que colgará, ya que vendrían más preguntas, debido que no le dije que vendría por mí.

Y la verdad ya era tarde quedamos en a las 7:00 y son las 6:40.

— Oh no, es tarde. — dije viendo mi celular

¿Ven porque todo lo hago una hora antes? Por esto.

«Estas nerviosa»

No, imposible.

«Si»

No, claro que no.

Me bañe, luego de aproximadamente cinco minutos de probar y tirar ropa el suelo.  Opte por un vestido de verano con flores, un poco más alto de mis rodillas. Mis tenis blancos y alise un poco mi cabello.

Bajé  y en la sala estaba mamá, picando unas verduras. Genial Papá aún no llegó, no me extraña la verdad, creo que es mejor así, antes que empiece con su paranoia.

Quisiera poder salir y no dar explicaciones, pero no puedo, a pesar de todo ella está aquí, y no puedo hacer eso.

— Voy a salir a realizar un trabajo...— no me dejó terminar.

— Si, Samy sabes que si — Sonríe tan feliz, de verdad que ella es extraña con este tema de los chicos —. Pero antes de las doce aquí. — me señalo con el cuchillo.

— Oh vamos, no empieces con tu prólogo de mamá genial porque sabes que no te queda y no lo soporto . — recalque, esa última palabra. — Así que no tardaré tanto ok, llegó a las diez.

Ella suspiro. —. Sólo quiero que…

—No, no quieras nada que yo tampoco quiero nada de ti, déjame tranquila.

Bufé y ella no respondió, sólo evitó mi mirada, salí de ahí la hora en mi celular son las 6:58. Revisé que estuviese todo en mi mochila. Y entre en mis redes.

Lo primero que vi en I*******m, fue una foto de Theo, abrazando a una chica sonriendo. Un pinchazo, se hizo presente en mi pecho.

Theo James, era mi ex, bueno, si así se le puede llamar.  Salimos por tres meses, durante mi estadía en California. Creí que todo estaba bien, lo estaba si.

«Theo, tenemos que hablar. Papá fue transferido, Oklahoma. Me voy en dos sema... — no me dejó terminar, cuando ya estaba súper enojado.

— M****a Samantha, por esto no quería liarme contigo, sabía que cuando te fueras me dolería. Pero no, me enamoré de ti, de tu sonrisa de tu personalidad. Ya es demasiado tarde para retractarme. — paró y tomó una bocanada de aire y continúo —Solo, déjame. Tengo que pensar

—Theo, pero...— se fue dejándome sola en el pasillo.

Luego de varios días, traté de hablar con él, pero no lo logré, simplemente me ignoró. Me dolió desde el inicio hasta el final.

Si tan solo, me hubiese dejado terminar de hablar. Papá me dijo, que era mi decisión quedarnos o irnos. Todo para que yo fuera feliz.

¿Feliz?, Yo ya no tengo un lugar feliz.

Debido a lo que sucedió, decidí irnos, no me quedaría allí viendo cómo era ignorada por la persona que amaba.

Días después, cuando estuve a punto de subir al avión. Theo llegó, exasperado, venía corriendo.

— No te vayas, Samili— dijo jadeando — Por favor.

Samili, solo él me decía así.

No puedo, no puedo quedarme, decidí irme. No podía retractarme, aunque quisiera, no lo haría. Me lastimo mucho.

Solo lo miré con cara de lastima, ya era demasiado tarde. Y subí al avión»

Mi error fue apoyarme tanto en él que cuando me alejé, todo se vino abajo.

Por eso, no me lío con nadie, no salgo con nadie, no tengo muchas ganas de hacer amistades. Cuando llegamos a Oklahoma, me cerré una misma rutina. Instituto, la casa. La casa al instituto. No salía, no hablaba, nada.

Por eso papá consiguió un traslado rápido. Pensaron que era Oklahoma, pero luego de dos o tres ciudades. Me repuse, o eso creo.

Hago amistades, pero no salgo con nadie. Tal vez, por eso ella es muy insistente con eso. Aunque ella no sabe que paso con Theo. Y no lo diré. Lo estoy superando creo. Tampoco es cómo si un chico fuese a borrar mis problemas.

El timbre de la casa sonó, por tercera vez. Pensar en todo eso me saco del mundo. Me levanté tome mi mochila y abrí.  Allí estaba el atorrante de Louis Parker. Con unos jeans desgastados, una playera blanca y tenis azules.

Sonrío cuando me vio: — Hola, Mads.

— Hola, Parker. ¿Nos vamos? — dije cerrando la puerta de casa cortando toda conversación.

— Claro — subimos a su auto, y arrancó en todo el camino estuvo en silencio lo cual decidí romper.

— Así que, ¿entrenamiento? — pregunté viendo su sonrisa ladeada de reojo.

El silencio estaba demasiado extenso, y no me gustaba. Tal vez era porque me ponía nerviosa.

Solo río, su risa me estaba hartando.

— Oh, eso. Hay muchas cosas que no sabes de mí. —me guiñó el ojo.

Saqué mi libreta y anoté algo.

— ¿Que anotaste? Aún no empezamos.

— Oh, eso. Hay muchas cosas que no sabes de mí — lo copié y él río. Está vez reímos los dos. Si él iba a ser misterioso. Yo averiguaría que oculta.

«No olvides que tú también tienes un gran secreto»

Louis Parker

Le encanta reír, sobre todo.

Es un poco, irritante. (Misterioso)

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo