Sus rizos marrón oscuros caen por los costados de su cara, sus ojos color verde esmeralda me envuelven en un trance profundo, sus labios delgados y perfectamente delineados se entreabren ligeramente cuando nuestras miradas se cruzan.

Nos quedamos así, quietos, sin movernos, sin decir una sola palabra mientras que todo a nuestro alrededor se disuelve. Y me siento muy indefensa, muy impotente al no saber cómo defenderme ante esta atracción tan fuerte, algo que no soy capaz de reconocer atraviesa la mirada del chico frente a mí, pero se va tan pronto como llega.

Mi corazón late tan fuerte que temo que pueda escucharlo, después de un tiempo <<no se cuanto en realidad>> mi padre carraspea con la garganta para llamar nuestra atención y sólo entonces nuestras miradas se desvían.

—Hija— comienza a hablar mi padre con una sonrisa divertida pintada en sus labios —él es Harry Styles, será tu nuevo guardaespaldas— dice para mi antes de dirigirse al chico —Harry ella es mi hija de la que te estuve hablando hace unos minutos.

El chico de ojos color esmeralda extiende su mano hacia mi, yo dudo unos segundos antes de estrechar mi mano con la suya.

—Hola Harry, soy Liza Mills— me toma todo de mi hablar con claridad.

Su ceño se frunce ligeramente cuando se da cuenta de que llevo guantes, pero no hace ningún comentario al respecto y se limita a asentir con la cabeza.

—Mucho gusto señorita Elizabeth.

Un suspiro cansino brota de mis labios.

—Debí suponer que mi padre ya te habría dicho mi nombre— mi mirada se desvía y se clava en el hombre con traje, de cabello corto y de aspecto impecable, quien me dedica una sonrisa de disculpa —pero no es necesario que me llames así, solo dime Liza— hablo dirigiendo mi mirada nuevamente al chico de los rizos.

—Lo siento, señorita Elizabeth, pero no sería correcto— una punzada de coraje me recorre el cuerpo, sólo porque estoy casi segura de que éste chico lo hace con la intención de molestarme, mi mirada viaja hasta mi padre quien esta a punto de soltarse a reír pero se resiste.

—Bien, como gustes entonces Styles— puedo ver como una leve sonrisa torcida aparece en los labios de Harry y de no haber sido por el hoyuelo que se pinto en su mejilla hubiese dudado de haberla visto.

<< Lo está disfrutando>> Me susurra mi subconsciente.

—Bueno hija, te esperamos abajo, tenemos que hablar y explicarle a Harry cuál será su trabajo— dice mi padre regodeandose de diversión.

—En un momento los alcanzó entonces— pronuncio las palabras mientras que asiento con la cabeza.

Los dos hombres frente a mi me devuelven el gesto y caminan hacia el pasillo que da a las escaleras, primero Harry seguido de mi padre y cuando estoy a punto de cerrar la puerta mi padre asoma su cabeza para tener una visión de él.

—¿No es adorable?— dice en un susurro para que sólo yo pueda escucharlo y entonces se va.

Sé que lo hizo a propósito, eligió a un joven, encantador, agradable, y muy simpático chico de ojos verdes con la intención de... no se con que intención lo hizo pero sé que esto es planeado. Respiro profundo y me dirijo a la planta baja para buscar a esos dos.

—Bien Harry, tu trabajo será cuidar de Elizabeth— el primero en hablar es mi padre y yo ruedo los ojos ante sus palabras —la llevarás y traeras de la universidad y de cualquier lugar a donde te diga que quiere ir. Te necesito aquí las veinticuatro horas del día, excepto del Domingo que será tu día de descanso, por lo que tendrás una habitación aquí y será la del fondo del pasillo en la planta alta— Harry se remueve en su lugar haciéndose ver incómodo —¿hay algo que no sea de tu agrado?

—Lo siento señor Mills, pero ¿esta usted seguro que quiere dejarme una habitación allá arriba? Es decir me imagino que tienen habitaciones para los empleados ¿no es así?— mi padre asiente con la cabeza pero no le da oportunidad de hablar —¿no es eso poco profesional? 

—Si Harry tenemos habitaciones para los empleados y sí, también estoy seguro de dejarte una de las habitaciones de la planta alta, entre mas cerca estés de mi hija más tranquilo estaré— mi padre explica mientras que el chico que se encuentra sentado a su lado asiente con la cabeza mas confiado con la orden de mi padre —no te dejo la de al lado porque Elizabeth es sonámbula, se levanta a media noche, se mete a las habitaciones más cercanas y asusta a los que se encuentran ahí.

Mi padre bromea y sin poder evitarlo río un poco, mientras que mi padre hace lo mismo, Harry se ríe pero su sonrisa es mas discreta, aunque es más que la casi sonrisa de hace un rato, ahora enseña sus perfectos dientes blancos.

—¡Padre! No lo asustes o se irá en su primer día— suelto, sintiéndome sonrojada.

—No suelo asustarme muy fácil señorita Elizabeth, así que no se preocupe, aunque fuese eso cierto yo no me iría. Necesitaría mucho más que eso para deshacerse de mí— sus ojos se clavan en los míos y siento como la conexión de hace unos minutos me hace no querer despegar mi vista de la suya.

—Bien— habla mi padre para deshacer nuestro contacto visual —en realidad Harry no te dejo la habitación de al lado porque eres un joven muy atractivo, con buenos modales e irresistible para cualquier chica y bueno, Elizabeth...— se queda en silencio unos segundos y su mirada cae en mi—ella es encantadora, es hermosa, graciosa y muy inteligente— siento como el rubor se instala en mis mejillas —¿no lo crees así Harry?

Mi padre desvía la mirada hacia el chico que me mira con profundidad —si señor Mills, así es. Con todo el respeto para la señorita— dice después de inspeccionar cada facción de mi cara.

—Padre— suelto avergonzada— ya basta— trato de no sonar nerviosa pero creo que he fallado— disculpa Styles, puedes dejar de sentirte comprometido a responder así.

—Lo siento señorita Elizabeth, pero no me gusta mentir, ni siquiera para quedar bien con mi jefe— un atisbo de sonrisa aparece en sus labios.

Nuevamente siento como el calor me recorre el cuerpo y me reprimo a mi misma por permitir que este joven me intimide —Harry puedes vestir normal mientras estén dentro de casa, y puedes andar con libertad aquí a excepción de la habitación de mi hija y mi oficina, podrás entrar sólo si se te pide que lo hagas— continúa con las instrucciones mi padre y Harry asiente con la cabeza —los permisos personales se te darán sólo si es realmente necesario. De hoy en adelante tú serás quien cuide y proteja mi más grande tesoro, te convertirás en la sombra de Elizabeth si es necesario pero quiero que la mantengas segura.

—La cuidaré como si fuera mi propia vida señor— las palabras salen de los labios del joven y mi pecho se calienta con una sensación agradable.

<<ese es su trabajo Liza>> me reprimo mentalmente una vez más.

—Entonces— me levanto de donde me encuentro sentada mientras hablo — si no me necesitan más, si me disculpan, tengo que regresar a estudiar.

Harry imita mi acto, para después  extender su mano hacia mi —señorita Elizabeth.

—Styles— suelto antes de estrechar mi mano con la suya y por primera vez en mi vida desearía tanto no traer estos estúpidos guantes, desearía tanto saber como se siente tocar su piel.

Suelto su mano y me marcho a mi habitación, con la incertidumbre impregnada en mi cuerpo, aún sabiendo que el tocar su piel es algo que no sucederá.