Capítulo 2

– Toma asiento y ponte cómoda, tenemos al menos hora y media para estar aquí – el hombre se desprendió los botones del traje y se sentó en una silla no muy alejada de donde estuvo trabajando ella 

– Estuve ausente cuando filmaron el contrato y jamás pensé que tu serías el mismo Holt que compró esto 

– Yo jamás imagine que estabas trabajando aquí, tu sueño era ir a Nueva York, además tenías mucho potencial cómo para terminar siendo una simple secretaria de – él consideró que ella no necesitaba saber la verdad todavía 

– Las cosas cambian Alexander, las personas cambian al igual que sus prioridades – le molesta la mención del pasada y se le nota en la cara 

– Pero algo no cambió aparentemente – se recuesta hacia atrás en la silla – Siempre quisiste un marido y una casa llena de hijos – maldijo a Lennox en su mente

– Preferiría hablar de temas laborales 

– Antes no querías hablar de otra cosa –Alexander volví a maldecir, no pensaba evadir el tema como ella lo estaba haciendo, para nadie era un secreto su relación con el Vicepresidente de la empresa

– Pero no lo hacía con el jefe de mi jefe, dime la tarea que quieres que haga en este tiempo y luego puedes irte porque el horario de la oficina ya terminó y no tienes que quedarte 

– Creí que conocías mi adicción al trabajo Sam – se levantó y fue hacía la puerta – Enseguida vuelvo con unos archivos que necesito organices 

Fuera de la sala Alexander apretaba los puños para contenerse y no hacer lo que tanto deseaba hacer mientras que detrás de la puerta Samantha trataba de tranquilizar a su acelerado corazón que latía de forma frenética desde que vio a su ex novio frente a ella

El magnate regreso a los pocos minutos con dos computadoras portátiles 

– Aquí están todos los informes que no fueron entregados a tiempo, ya sea porque una secretaria llegó tarde a trabajar – le dijo mientras prende una de las maquinas y la deja frente a ella sobre la mensa – Ó por la ineptitud del jefe de área, de todas formas debes hacer una presentación resumiendo fortalezas y debilidades de cada sector y enviármela antes de que termine ésta hora y media 

– Pero... – lo interrumpe tratando de decir alguna excusa 

–... Ó nos quedamos aquí hasta que tengas todo pronto – Alexander sonrió sin importarle la interrupción 

– Como dije, ya puedes retirarte, la presentación estará lista antes de que termine el tiempo estimado pero no hay necesidad de quedarse a supervisar

– Nadie me informo que aquí las secretarias daban las órdenes – Samantha se ruborizo y bajó la cabeza con vergüenza – Tengo que leer unos contratos que tiene la empresa actualmente y voy a utilizar tus conocimientos en caso de que me surja alguna duda

– Ese trabajo y el que me obligas a hacer como castigo, es de Victoria, tu nueva secretaria – era imposible controlar su boca, los nervios por tenerlo ahí estaban anulando todos sus filtros

– Ya lo sé cariño, pero ella no está aquí y tú si, además es una inepta – bufó molesto – Se puso tan nerviosa que se equivoco en casi todas las órdenes que le di, es irritante trabajar así, no entiendo como Campbell la soportaba

Asintió con la cabeza y giró la silla lo más que pudo para evitar verlo. Entendía a Victoria, Alexander era un hombre que con su sola presencia imponía mucho, tenía esa aura de poder que sumado a su atractivo y elegante porte eran una combinación peligrosa para cualquier mujer.

Diez minutos pasaron hasta que el hombre no pudo evitar preguntar

– ¿Cuántos años tiene tu hijo?

Samantha se sorprendió de la pregunta y detuvo el movimiento de sus dedos sobre la computadora, cuando estaban juntos solía evitar el tema como si de un virus letal se tratase. 

Al instante recordó una vez cuando estaban pasando por la playa y vio a una niña de ojos y pelo tan negros como la noche, tendría alrededor de tres años y vestía un traje de baño de dos piezas color turquesa. Estaba concentrada construyendo lo que imagino era un castillo de arena, entonces lo llamó para que viera a la pequeña pero cuando lo hizo su reacción fue tan fría que la dejó descolocada, no estaba haciéndole una insinuación, simplemente le mostraba la tierna escena.

– Dentro de unos meses cumple cinco años – una sonrisa melancólica abarcó mi cara al mencionar el cumpleaños del pequeño 

– Al parecer no perdiste tiempo después de abandonarme – no pudo evitar que las palabras salieran con acidez 

– Creo que debemos concentrarnos en el trabajo y evitar los temas personales – se puso a la defensiva rápidamente

– No lo digo para reprocharte, fue una apreciación – tenía que controlarse o las cosas se saldrían de control antes de lo debido, maldijo nuevamente 

– Aunque quisieras no tienes nada para reprochar Alexander, tú sabes por qué me fui – apretó los labios en una fina línea tratando de mantener la boca sellada, no quería insultar a su jefe en voz alta 

– Te fuiste para tener eso que tan desesperadamente deseabas, nunca fue suficiente mi amor – ya no disimulaba ver la pantalla de la computadora sino que la miró fijamente, el dolor todavía lo acompañaba a pesar de los años

– Me fui porque no notabas que estaba allí – tenía la vista fija en los documentos con los que había trabajado durante el día, era el punto más lejos de Alexander, si lo veía a los ojos derramaría las lágrimas que estaban acumuladas en sus ojos

– No tardaste en encontrar a Lennox y según mis cuentas, te embarazó a los pocos meses de abandonarme – se notaba la amargura en su voz

– No fui yo quien salió en las portadas de todas las revistas del país abrazado de otra mujer a la semana de mi marcha

La morena recordó aquellos días, era su segundo aniversario y obviamente Alexander lo olvidó, como todo lo referente a ella. Era una relación en dónde ella siempre recibía migajas de cariño después de andar mendigando por ellas, estaba cansada de todo ello y a pesar del profundo amor que le tenía, después de quedar plantada en la cena de aniversario decidió que era momento de ponerse como prioridad, debía quererse primero y es por eso que decidió irse del apartamento en el que convivían.

Una semana después estaba sufriendo, analizando y replanteándose si la decisión que había tomado era la correcta, quizás había exagerado debido a su sentimentalismo y todavía había una esperanza para ellos. Pero al salir del hotel donde se estaba hospedando, encontró un puesto de revistas en la calle y por casualidad vio una foto de su ex en compañía de una modelo, la prensa aseguraba que eran amantes.

Aquello terminó de romper de débil corazón. 

– ¿Si viste la foto? Igualmente no te afecto mucho y sí lo hizo fue para lanzarte aún más rápido a los brazos de Lennox

Alexander recordaba esa foto, Eva era una modelo famosa que solía ser amante de su hermano en aquel entonces y era una conocida simplemente, en esa ocasión su hermano la dejó plantada y ella le pidió que la acompañe para no llegar sola al evento.

Estaba aturdido por la partida de Samanta después de aquella estúpida discusión y Eva fue un gran apoyo durante los meses siguientes, incluso en esos momentos era una gran amiga aunque la prensa continuaba especulando sobre la relación entre ellos

Después que la foto saliera en la prensa había esperado que Samanta llamara para pedirle una explicación y así convencerla de volver ya que había ignorado sus intentos de comunicación y no tenía idea de donde estaba viviendo pero esa llamada nunca llegó

– No tienes ni idea de lo que hablas Alexander – suspiró pesadamente tratando de ordenar su mente – La presentación la tendrás a primera hora de la mañana en tu mail, pero yo me marcho – tecleo algo en la computadora – No pienso entrar en este juego de ir y venir constantemente al pasado, si quieres suspenderme por irme no tengo ningún problema

Él la observo levantarse y tomar sus cosas. No impidió que llegue a la puerta sino que le hizo una advertencia 

– Mañana trata de llegar en hora porque tenemos muchos asuntos que resolver 

– No pienso hablar contigo del pasado Alexander, ni hoy ni mañana 

– Temas laborales – aclaró y también se levanto de la silla – A partir de éste momento quedan prohibidas las muestras de afecto entre los empleados – se acercó a ella – Te conviene besar a tu novio lo suficiente ésta noche porque a partir de mañana no vas a poder hacerlo mientras estén en mi empresa

Ella lo fulmina con la mirada y sale sin decir nada, no es que no tenga nada para decir, sino que debe controlarse porque después de todo, el maldito es el jefe.

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