Capitulo 3

Charlie

No sabía a qué hora me había quedado dormida, Ryan y yo estuvimos hablando de todo un poco hasta muy muy tarde, mientras sostenía a Kai dormida en mis piernas ya Lizzie dormiría en la cama de mi pequeña cediéndole su habitación a Ryan. No volvimos a hablar de Nathaniel, cosa que agradecí, le conté de la actividad de los volcanes y los sismos que estaban ocurriendo en la isla de Toshima, cómo la falla de San Andrés había presentado alteraciones en la última semana, Ryan me habló de su vida en el bufete de abogados para el que trabajaba, también de Andrés un pasante gay que le encantaba, pero que no se atrevía a decirle nada, en cambio se había follado dos veces a Lenna en el cuarto de las fotocopias.

Todo un cliché.

La bisexualidad de Ryan había sido siempre un secreto a voces para mí, nos conocíamos hace años y fue la primera persona que llamé la mañana siguiente de mi matrimonio con Nate, y es que esas vacaciones habían cambiado mi vida enseñándome lo que era el amor en sus muchas versiones, incluido el amor a mí misma como mujer, el amor a no dejar que mis sueños se escaparan. Lo vi bostezar un par de veces antes de decirle que nos fuéramos a la cama.

Me ayudó a llevar a Kai a mi habitación y dejó un beso en mi frente de buenas noches. Esperaba que Kilauea bajara su intensidad, que los sismos nos dieran una tregua para así dedicarle unas horas a mi mejor amigo.

Me di un baño con agua tibia, apliqué mis cremas y me metí bajo las sábanas atrayendo el cuerpo de Kai a mi lado, dejando que mis dedos acariciaran su cabello rubio como el sol. En mi cabeza las palabras de Ryan rebotaban como pelota de ping pong.

Nate iba a casarse.

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Desperté la mañana siguiente sin Kai a mi lado, pero podía escuchar su voz desde el comedor, tomé mi celular dándome cuenta que eran las seis treinta de la mañana. Me di una ducha rápida y salí de la habitación encontrando a todos en la mesa, sin decir una palabra di un beso a Kai, saludé a Lizzie y besé el tope de la cabeza de Ry, mientras sostenía el teléfono en la oreja escuchando el reporte de West sobre Kilauea.

Un seísmo ocurrió en el trascurso de la noche un 3,0 y a unos 30 metros de profundidad, los volcanes se habían mantenido estables, la nube de vapor persistía en ambos,  pero los índices de dióxido de carbono, habían descendido lo que nos daba un poco de tranquilidad. Seguirían monitoreando el cráter y me mantendrían informada ya que yo no llegaría a la agencia hasta dentro de una hora. Coloqué mi cápsula de café en mi cafetera y saludé a Melé, la mujer que cuidaba a Kai  y además nos ayudaba con el aseo del departamento los lunes, miércoles y viernes.

Con mi café en la mano me senté en la silla que Lizzie había dejado desocupada.

—¿Te parece si te llevo a la escuela, luna de mi vida? —dije mirando a Kai que asintió vigorosamente antes de meterse una cucharada de Cheerios a la boca —¿Qué harás hoy?

—Por la mañana nada, pero estaba pensando en que si me dejas tu auto puedo llevar a mis chicas al zoo o al acuario.

—Lo siento hermanito, pero tengo que terminar un trabajo y entregarlo hoy mismo, vendré tarde aprovechando que Melé está aquí. —Lizzie besó a su hermano y se despidió de nosotras.

—O bien podría investigar si el trabajo de mi hermana tiene pito. —traqueó sus nudillos con fuerza.

—¿Qué es un pito? —Kai ladeó su cabeza mirando a Ryan que casi escupió su café.

—Vamos tío Ry, explícale a la niña por qué debemos pensar antes de hablar.

Mi amigo me observó buscando ayuda.

—Es una corneta mi amor, come tus cereales—acarició la cabeza de mi niña.

—Gracias —murmuró con desdén mirando en mi dirección y luego su mirada se enfocó en Kai —¿Qué dices si tú y yo vamos al acuario de Waikiki después de clases?

—Síííí—Kailani saltó emocionada de su silla.

—Bueno, dame las llaves nena, hoy soy el chofer oficial —Ryan extendió sus manos hacia mí, de mala gana le di las llaves de mi auto, mientras Melé colocaba mi plato de panqueques y miel de maple.

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Entré a la oficina del doctor Cheung con los últimos reportes que el doctor Jagger había enviado a mi correo y comunicado con el profesor You Do de la JMA[1]. La isla de Toshiba había experimentado seísmos durante la última semana, todos inferiores a 3,0 y a una profundidad de 30 kilómetros sobre el nivel del mar, los mismos valores al que habíamos experimentado durante la  noche.

—El doctor Do quedó en enviarme los informes sobre la isla de Toshiba, — el doctor Cheung se quitó las gafas y llevó sus dedos índice y pulgar al puente de su nariz. — El Observatorio Vulcanológico envió el último informe, Mauna tiene alerta amarilla, en fase 2, manifiesta expulsión continua de vapor y gas, inestabilidad, aunque la actividad volcánica ha decrecido significativamente, van a continuar monitoreando en caso de que cambie de estado.

Mauna no me preocupa tanto como Kilauea... —un deje de preocupación cubrió su rostro cansado por los últimos días de trabajo.

Me senté en la silla frente a él y llevé mi mano hasta la suya, no era la primera vez que Kilauea hacía que nos salieran canas y arrugas, era un volcán con actividad permanente.

—Ha pasado a alerta naranja.

—¿Naranja? —sus ojos se abrieron.

—Por precaución, todo saldrá bien Kwon, estoy segura que Kila se portará bien —con su mano libre llevó el informe hasta mí.

—Léelo. —pidió con voz suave.

—Los parámetros de vigilancia muestran una variación significativa, hay inestabilidad sísmica —estaba leyendo muy por encima y cada palabra que decía hacía que el rostro de Cheung decayera —hay incremento en el dióxido de carbono y aumento en la emisión de ceniza. Los flujos piroclásticos están elevados.

—Dios mío... Los representantes del mundo están aquí Charlie, no quiero poner una alerta sobre la isla, pero no puedo evitar preocuparme por todo. El comité, la población y lo mucho que puede afectarnos si Kilauea vuelve a hacer erupción.

Kilauea es inestable Kwon, pero ya otras veces ha cambiado de fase. En cuanto a la cumbre, lo hicimos en el 2016, quizás no con el impacto que pensamos plantear esta vez, pero lo hicimos, las poblaciones alrededor del volcán conocen las alarmas, las autoridades están presentes, el Observatorio Vulcanológico monitoreando y nosotros estamos lejos de ambos cráteres, no sucederá lo del año pasado, estamos preparados, mantenemos comunicación constante con los equipos de rescate informados y el aeropuerto está disponible también.

—Nunca te lo he dicho Charlie, pero has crecido mucho desde que llegaste, nunca te quejaste del trabajo y siempre has estado dispuesta a colaborar incluso cuando estabas muy embarazada. —En sus ojos aparecieron unas arruguitas — Eres un gran miembro para este equipo—palmeó mi mano.

—Solo quiero ser tan buena como mi maestro.

—Ya lo eres, eres incluso mejor que yo, piensas rápido, eres proactiva y sabes dirigir al equipo. Estás cargando tú sola una gran investigación. Cuando me vaya, este departamento tendrá una gran líder.

—No hables de retiro aún, por cierto, ¿revisaste los últimos cambios al discurso de mañana?

—Son perfectos, gracias —Tomó el informe enviado por el doctor Jagger.

—¿Estás listo?

—No, pero lo haré igual.

—Ese es mi jefe. —la puerta se abrió y Milu asomó la cabeza mirándome con ojos amplios.

—Char, tienes una llamada importante—entrecerré mis ojos —Es del acuario Waikiki.

****

Nate

Dormí hasta pasadas las diez de la mañana, no tenía nada en la agenda ya que Mike había pedido este día para conocer un poco Hawái, no es que no me interesara conocer la isla, solo que ya la conocía, había venido hacía ocho años de vacaciones, antes de casarme con Charlotte, por lo que después de desayunar y darme una ducha veloz busqué una de mis camisas más frescas y me dirigí hacia el lugar donde se llevaría a cabo la cumbre ambiental. El Centro de Convenciones de Hawái, se encontraba en el centro de Honolulu, más exactamente en Waikiki, era un recinto moderno con abundante luz natural, parcialmente abierto al exterior, incluía terrazas, patios y cascadas junto a los más modernos sistemas tecnológicos y de servicios. Era sin duda una belleza arquitectónica ubicada en un pequeño paraíso dentro de otro paraíso, quería hacer unas fotos dentro del lugar ya que el camarógrafo llegaría en horas de la noche, al parecer Jordan no había podido viajar el día anterior, pero el lugar no estaba abierto al público, supuse que estaban ultimando detalles para mañana que sería el gran día, a pesar que la mayoría de los presidentes, delegados de la ONU y otros diplomáticos ya estaban en la isla, el lugar aparentaba una calma densa, ese tipo de calma que surge antes de la tormenta, habían varios colegas pululando por el lugar, Jerry Connor del New York Times estaba tomando algunas fotografías fuera del lugar, un periodista japonés trasmitía en vivo desde afuera y otro par entrevistaban a turistas y lugareños, todo eso era b****a para mí, la mayoría de mi informe lo haría con la rueda de prensa y el congreso en sí, ya tenía mi tarjeta de acreditación guardada en el hotel que habían asignado para la prensa, decidí apartarme del lugar y regresar al hotel era poco más de medio día pero estaba acostumbrado a saltarme el almuerzo, al pasar por Kapiolani Park algo en mi interior me obligó a entrar, me sentía un poco estúpido mientras ingresaba al acuario, tenía treinta y cinco años y no tenía hijos, pero de niño antes que mis padres se divorciaran y él olvidara que tenía un hijo amaba cuando me llevaba a ver los peces, las medusas siempre fueron mis favoritas, supongo que  hay cosas que nunca cambian o quizá era que el calor me estaba ahogando en mi propio sudor.

A pesar de ser tan pequeño, el acuario era muy completo había gran diversidad de especies marinas y tenía calidad en cuanto a información. Había una gran cantidad de personas, lo que hacía que unas nos chocáramos con otras, estaba a punto de acercarme al estanque de las medusas cuando una mano pequeña tomó mi mano, bajé la mirada encontrándome con unos familiares ojos azules.

«La niñita del Starbucks»

—No encuentro a mi tío Ry…—sus ojos se veían asustados —Un señor quiere llevarme a casa, pero mami dice que no puedo ir con extraños —  su voz titubeó y casi sonreí por dentro, yo también era un extraño, pero había algo cálido en esta niña, la forma suave en que su mano me sujetaba. Me agaché a su altura colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Haces muy bien, nunca se deben hablar con extraños… ¿Sabes que técnicamente también soy uno?

—Te vi en el airopuerto, cuando tío Ry vino en un avión.

—Eso es verdad, pero aún no sé tu nombre y tú no sabes el mío. Eso nos hace extraños. Yo me llamo Nate.

—Me llamo Kailani… Mi mami me dice Kai y Lizzie  y la señora Melé también me dicen así  ¿Me puedes llevar con mi mami?

—No sé dónde está tu mami pequeña Kai. — ella se rascó la cabeza.

—Está en su trabajo.

—¿Y eso dónde es?

—No lo sé —Movió su cabecita a medio lado…

—¿Con quién viniste al acuario?

—Con mi tío Ry…¿puedes llevarme con mi tío Ry?

—Lo siento ¿Qué tal si te llevo con unos amigos y ellos te ayudan a buscar a tu tío Ry? —asintió con su cabecita regalándome una sonrisa. —bien, vamos. — me levanté, justo en el momento Firefly de Ed Sheeran, se escuchaba desde mi celular, sonreí al escuchar la canción como lo hacía la mayoría de las veces. Una vez Jess me preguntó por qué siempre colocaba ese tono de celular, le decía que era porque me gustaba esa canción cuando realmente no era así, Charlotte la había puesto en mi celular hacía años atrás un par de meses antes de separarnos, yo había colocado la misma canción en su celular.

—¡Es mami! —gritó la niña a mi lado y yo negué con la cabeza mientras miraba el nombre de mi prometida en la pantalla, dejé que el celular sonara y lo guardé en mi pantalón —a mami le gusta esa canción, a veces me la canta para dormir.

[1] Agencia Meteorológica de Japón.

[2] Firefly Ed Sheeran

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