Capitulo 6: ¡Ayuda!

Era un hombre blanco, joven, con ojos color verde y cabello negro, su presencia daba miedo por la sonrisa malévola que tenía y un tatuaje en el cuello, el cual parecía un atrapa sueños muy raro con espinas y cuernos.

-¿Quién es el descendiente?- le pregunte algo extrañado

-¡Eres tú!- me grito señalándome con el dedo – ¿Acaso no conoces tu historia y de dónde vienes?-

-Christian tienes unos sueños muy raros- le dije pensando que era parte de su sueño, pero vi a Christian furioso y temblando de miedo a la vez.

-¿Quién eres?, nunca te había visto antes; ¿Por qué mataste a Garandor?- dijo Christian totalmente enfurecido y soltando una energía color rojo de su cuerpo.

-No agradezcas-le dijo con una sonrisa totalmente malévola –Sé que es el villano de tus sueños y con el que siempre peleas todas las noches junto a tu queridísimo amigo Simón, pero esta vez el sueño termino- estiro lo mano y soltó un rayo verde igual al que uso para matar a Garandor.

-Christian corre- grite mientras saltaba en medio y desviaba el rayo con mi espada -¿Por qué intentas matarlo?- le dije mientras miraba preocupado a Christian

-Christian Despierta-le grite mientras volaba en dirección al personaje que había aparecido –Christian despierta de una vez, esto no es un sueño; aquí vas a morir-

En ese instante Christian desapareció de donde estábamos pero el sueño no había desaparecido, solo se había deformado y empezaba a volverse borroso.

Cuando pensé que yo también desaparecería, recibí un golpe en el estómago y volé lejos.

-Me llamo Bryam y soy uno de los cazadores de sueños que te estamos buscando, el maestro nos envió a llevarte vivo al castillo, pero me dan más ganas de probar tu fuerza si es que de verdad eres el verdadero descendiente-

No sabía de qué estaba hablando -¿Qué son los cazadores de sueños? Y ¿Por qué dices que soy el verdadero descendiente? No entiendo nada de esto- le decía mientras miraba en todas direcciones y buscaba la manera de huir.

-No te preocupes, no necesitas saberlo; tu destino será solo uno y morirás a manos del maestro- apenas terminó de decir esa frase comenzó a reírse a carcajadas como si fuera un villano buscando conquistar el mundo.

Apenas vi que miro hacia otro lado decidí escapar y utilizar una puerta, de esa manera aparecería en otro sueño.

-¡Quiero ir donde Camilo!-Grite mientras corría, entonces apareció una puerta y salte a través de ella, en el túnel de los sueños buscaba desesperado el sueño de Camilo, ya que sentí como Bryam me perseguía.

-¡Ahí está!- grite al ver su nombre, pero justo antes de lograr entrar, me sujeto de la pierna y me hizo entrar en otro sueño

-¿Dónde estoy?- mi cuerpo se sentía diferente, no tenía la misma contextura y sentía un vacío dentro mío; en ese instante me levante para ver donde estaba y todo estaba hecho de felpa como si fuera un peluche enorme; en ese instante logre entenderlo, debíamos estar dentro del sueño de un bebe o un niño pequeño.

-¿Dónde estás descendiente?- Grito Bryam a lo lejos -¡Marco!- grito imitando el juego infantil de Marco Polo, con la diferencia de que él no era un muñeco de felpa y yo sí.

-Quiero ir a otro sueño- pensé con todas mis fuerzas, haciendo que así se abra una puerta al túnel de los sueños, mientras caía mi cuerpo regresaba a la normalidad y con mucho miedo intentaba poder llegar a un lugar donde podría esconderme y estar a salvo.

-¡Polo!- grito mientras aparecía desde un lado y me empujaba a otro sueño.

Esta vez caí en un mundo normal, solo que el color negro y la oscuridad hacían la diferencia de otros lugares, las imágenes tétricas y sin vida de personas caminando como si fueran zombis me hizo pensar que esta persona sufre de mucha depresión.

-Ahora si no podrás escapar descendiente- dijo Bryam atrás mío

Temblaba de terror porque no sabía dónde estaba ni porque había llegado a este lugar, pero según lo que me había dicho el cazador, yo soy el descendiente de alguien, supongo que alguien muy importante o un ser muy malévolo para que quieran matarme con tanto ímpetu, empecé a dudar de quién era yo y de todo lo que me habían dicho mis padres; pero de algo estaba seguro, que si no escapaba hoy mismo iba a morir.

-¿Preparado Simón?- Me dijo mientras esperaba a que recobre la cordura y pueda pelear con el –Listo o no ahí voy-

Esquive un golpe moviendo la cabeza pero recibí un rodillazo en el estómago, me arrodille para recobrar el aire ya que ese golpe me había dejado con la vista nublada.

-¡Ah!- grite al sentir como me jalaba el cabello

-Esperaba más de ti mi querido descendiente- me dijo mientras me miraba a la cara habiéndose agachado para tener mi rostro cerca de él, mientras intentaba recobrar el sentido para poder defenderme me tiro contra una pared, al chocar con ella sentí como se me rompía una costilla ya que el dolor era insoportable, pero intente hacer todo lo posible para mantenerme consiente.

-Ayuda- fue en lo que pensé al ver como se acercaba el cazador -¡Que alguien me ayude!- grite con todas mis fuerzas.

-Nadie te podrá ayudar aquí- en los sueños solo los descendientes de Morfeo, podemos movernos a voluntad, así que no esperes que alguien te ayude y acepta tu muerte.

En ese momento junto las manos e hizo aparecer un arma de la nada, era un mazo con púas en la cabeza, pero no era un mazo normal, el mango era más largo y la parte baja tenía una cuchilla como si fuera una lanza tenía unos huecos en el mango donde entraban los dedos y el cazador lo manejaba con una sola mano como si fuera un experto con ella.

-Ahora si me morí- fue lo único que pensé al ver que esa arma podría matarme de un solo golpe –Mama si me oyes te quiero mucho, Papa si me oyes gracias por todo, Hermanita si me oyes no te dejo nada de mi cuarto-

-Ahora si es hora de dormir- el cazador corrió apuntando la cuchilla a mi pecho con la intención de clavarla y matarme.

-Hasta la vista baby- fue mi última broma pensé al ver que moriría de todas maneras, así que cerré los ojos y me rendí ante la situación que tenía en frente mío.

-¡Corre simón!- escuche una voz que nunca antes había oído –Levántate vamos-

Sentí como alguien me sujetaba del brazo y me ayudaba a levantarme para escapar de ese lugar, cuando abrí los ojos pude ver a un señor gordito con una barba y cabellos negros y de piel oscura, con un traje formal azul y un bastón negro con dorado con una espada que salía de la parte de abajo, el cazador estaba tirado en el suelo con una herida en el lado de la costilla.

-¿Quién eres?- le dije mientras corríamos.

-Primero escapemos de aquí luego te respondo todas las preguntas que quieras-

-Está bien- le respondí más tranquilo, sintiendo como mi alma regresaba a mi cuerpo; aunque no se había ido muy lejos.

-¡No escaparan!- se escuchó el grito de Bryam mientras nosotros nos metíamos por un callejón para lograr alejarnos.

-Es hora- me dijo el señor mientras con su bastón cortaba en el aire haciendo que esa zona se distorsione y cree una entrada directa al túnel de los sueños –Vamos es momento de escapar, no me sorprendería que aparezcan más de ellos- Entonces saltamos.

Mientras caíamos el señor miraba a todos lados como si estuviera buscando algo en especial –Por aquí- me dijo cuando vio una puerta negra que en la parte de arriba decía “NOWHERE”

-¿Esto es un chiste?- le dije mientras entrabamos por la puerta – ¿Cómo vamos a ir a ningún lugar? Y ¿Quién se llamaría así?- entonces el señor sonrió y me jalo por esa puerta.

En el instante en el que entramos aparecieron frente a nosotros un grupo de jóvenes -¡Maestro! ¿Cuáles son nuestras ordenes?- le dijo uno de los jóvenes que parecía el líder del grupo, era alto de tez blanca, con ojos celestes y cabello castaño, tenía el cuerpo robusto se ve que hacía ejercicios; su nombre es Jeisson. Tenía un polo blanco y un pantalón de cuero marrón con unos zapatos al estilo militar y una hombrera de cuero que cubría el hombro derecho y una parte del pecho dejando todo su lado izquierdo descubierto.

-Deben distraer a los cazadores mientras llegamos a la sede central, Simón está herido y debemos curarlo- les dijo firmemente como si él fuera el jefe de todo, en ese instante comprendí que alguien me quería vivo, pero aun no sabía ¿Por qué?

-Maestro ¿Podemos usar nuestros poderes?- le dijo una chica de piel trigueña con unos ojos grandes marrones y el cabello ondeado castaño, se notaba que estaba teñido, era pequeña y gordita, se llama Wendy. Ella tenía unos short negro y una blusa rosada suelta con unas zapatillas blancas.

-Claro que si pequeña, este es su día de prueba; así que vayan con todo lo que tienen y saben- les dijo mirándolos a los ojos –Todos son los mejores guerreros que tenemos y de ustedes depende que el descendiente llegue a salvo al castillo-

-De nuevo la palabra descendiente, ¿Por qué todos me llaman de esa manera?- les dije enojado, al darme cuenta que ellos estaban con la misma historia y yo seguía sin saber ¿Dónde estamos? Ni ¿Quién soy?

-Todo lo sabrás en su debido momento, ahora lo más importante es curarte y escapar de los cazadores- me dijo una mujer blanca y alta, con cabello castaño y unos ojos marrones hermosos; cuando la mire bien era la misma chica que vi en el sueño de Camilo.

Era la misma chica solo que no estaba usando la armadura, sino usaba unos jeans celestes pegados al cuerpo y un blusa roja que le llegaba hasta el ombligo dejando descubierto la parte baja del cuerpo, zapatillas azules con negro y el cabello suelto ondeando con el viento.

-Tú eres la chica de la otra vez- le dije mientras sonreía estúpidamente

-Así es simón, ya nos veremos luego- me sonrió y volvió a mirar hacia donde el grupo.

-Disculpa, ¿Cómo te llamas?- le dije embobado por lo hermosa que se veía.

-Me llamo Lizeth- volvió de nuevo a mirar a los jóvenes que la estaban esperando -¡Preparados!- grito y todos se pusieron en posición de pelea.

Era un grupo de quince chicos de los cuales resaltaban seis que por lo visto eran personas de confianza del señor, Jeisson, Wendy, Lizeth, Anthony, Daniel y Lady; los vi sin miedo y muy seguros de sí mismos al enfrentarse a los cazadores, eso me hizo pensar que aún tengo mucho que aprender.

-Vámonos- me dijo el señor jalándome del brazo.

En ese momento se abrió un portal atrás nuestro y aparecieron veinte cazadores con armas que nunca había visto en mi vida – ¡Fantaso! pensé que no volverías a aparecer en este mundo, tu hermano te manda saludos y pregunta ¿Cuándo piensas ir a visitarlo?- dijo uno de los cazadores que por la vestimenta y su forma de comportarse, parecía el líder de ellos.

-Hola Alex- le respondió el señor sarcásticamente –Dile a mi hermano que muy pronto iré a visitarlo, pero que no espere un abrazo cariñoso-

-¡Ataquen!- grito el chico con el que hablamos primero –No dejen que se acerquen al maestro ni a Simón-

-Vámonos- me dijo el señor mientras nos dirigíamos a un bosque a lo lejos del campo de batalla –ahí podremos abrir el portal que nos llevara a la base, ahí nadie nos encontrara-

-Un momento- le dije mientras me soltaba – ¿Cómo sé que ustedes no me quieren matar?, ya lo han intentado muchos el día de hoy-

-Si quisiéramos matarte, no estaríamos sacrificando nuestras vidas para defenderte de los cazadores; eres el descendiente directo del dios de los sueños y tu destino está escrito, pero prefiero contarte todo eso en un lugar seguro, ya que en cualquier momento nos pueden encontrar los cazadores y eso no podría ser favorable para nosotros- me respondió muy seriamente mirándome a los ojos.

-De acuerdo vámonos- le respondí y empecé a seguirlo cruzando el bosque.

Mientras caminábamos, a lo lejos podía oír como luchaban los guerreros contra los cazadores y oía unos gritos que nunca había oído en mi vida, eso me hizo sentir miedo, algo que no había sentido antes y que ahora me daba cuenta que era muy necesario en la vida; ya que siempre nos advierte que algo está mal y esta vez ese miedo me decía que no debía enfrentarme nunca con los cazadores.

Llegamos a la parte más profunda del bosque, donde había una cascada muy hermosa y un lago celeste muy lindo.

-Ya llegamos, sígueme-me dijo mientras se acercaba al lago – Por aquí- señalo un camino que nos llevaba a la parte de atrás de la cascada.

Atrás de la cascada había una cueva que estaba iluminada por unas antorchas y al fondo había un símbolo medio raro grabado en la piedra, el señor lo toco con su bastón y este empezó a girar a tal velocidad que salían chispas.

El símbolo empezó a brillar y formo un portal, del otro lado podía ver un castillo blanco hermoso muy grande.

-Rápido entra, nadie puede enterarse de este lugar- Me empujo para entrar al portal –Espérame aquí ahora vuelvo, iré a ayudar a los demás- Me dijo mientras cerraba el portal desde el otro lado.

-¿Quién soy?- me pregunte a mí mismo mientras me sentaba en el jardín -¿Por qué pasa esto?- me tape la cara y me puse a llorar mientras pensaba en ¿Por qué me pasa a mí?

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