Capítulo III

Dos meses después  

Violet está limpiando una mesa cuando Rebeca otra de las camareras le pasa por el lado y dándole un pequeño empujón con la cadera le dice: 

—Ahí está tu abogado.  

Ella levanta la vista y ve al hombre insoportable que le derramó el café encima.  

—¿Es abogado?  

—¿No lo sabías? Trabaja en un bufete muy prestigioso. Pensé que estabas al tanto de eso. 

—¿Por qué tengo que saberlo?  

—Todos comentan que desde que empezaste a trabajar aquí vine más seguido, conoce hasta tus horarios.  

Violet ríe y le hace saber que no se llevan nada bien, y si se ha dado cuenta le habla muy poco y siempre para burlarse de ella.  

—Quizás viene cuando puede, no por mí, el ya era cliente de la cafetería antes de yo entrar a trabajar.  

—¿Segura? Porque antes la mayoría de las veces enviaba a su asociado.

Violet mira al abogado sacude la cabeza y sigue trabajando, no cree que sea cierto lo que dicen, piensa que es simple casualidad. 

Cuando termina de limpiar las mesas y llega a la barra, ya el hombre insoportable se había ido. 

«Que viene por mi dicen, ni siquiera me reclamó por su traje.» —Piensa con una sonrisa.  

—Tu enamorado es un imbécil. Necesita que le enseñes  modales —dice Olivia nada más ella poner un brazo en la barra. 

—¡¡Ese no es nada mío!! Prohíban su entrada en la cafetería y ya. —dice molesta al escuchar otra vez que es su enamorado y tomando el paño se va a limpiar las mesas, aunque no lo necesiten. 

                                     ⭐⭐⭐⭐ 

Michael observa a la chica trabajar, estos dos meses que la ve casi a diario le gusta cada día más, las muecas y caras que pone cada vez que le recuerda el café derramado le encantan, enojada se ve muy hermosa, quizás hoy dé el primer paso para invitarla a una cita, ese cuerpo quiere tenerlo debajo de él.  

«O encima, lo importante es tenerlo» —Piensa y se lleva la taza a la boca para disimular la sonrisa que se le formó.

—¿Desea algo más? —pregunta la barista.  

Michael la mira con fastidio y le dice que no rodando los ojos, le molesta que no conozca sus gustos y lo que siempre pide, él es un cliente habitual, por eso le cae mejor la otra chica, la amiga de su próxima conquista, con verlo entrar tiene para servirle y no hacerlo esperar.  

—Nada más —Le dice a la chica al ver que todavía está esperando por su respuesta. 

Michael levanta una ceja restándola a que le diga algo al ver que se enoja por su respuesta, queda tranquilo al ver que solo se aleja.  

Está esperando porque la chica termine de limpiar las mesas y vaya hasta él para jugar un poco con ella, pero una llamada de uno de los socios del bufete hace que abandone el lugar. 

«Lo siento preciosa, pero esta puede ser mi oportunidad de ser socio y no un simple abogado, nos vemos mañana.» —murmura mirando a Violet mientras se pone de pie y sale de la  cafetería.  

Al llegar a la oficina de Brad Marion, Amanda su hija está allí, ella se para de la silla y se acerca a él para saludarlo, se conocieron en la universidad donde pasaban algún que otro rato juntos mientras ella estudiaba medicina y el derecho. Llevaban un tiempo sin verse, lo último que supo de ella es que estaba en Londres.  

Amanda se abraza a él y no le queda de otra que devolverle el abrazo, no le gusta estás muestra de cariño, pero... Brad es quien puede ayudarlo a ser socio, no puede apartarla y que lo confundan con que la está rechazando. 

Cuando ella se aleja el se sienta rápido antes de que le dé por dar otro abrazo, ella es una persona que le gusta tocar mucho, no se da cuenta que hace mucho tiempo ellos dejaron de tener "algo", y cada vez que lo ve se insinúa sin resultados. 

—Bien ya estoy aquí, ¿qué es tan urgente que no podía esperar?, ¿Algún problema con uno de los clientes? —pregunta Michael a Brad.  

—No es nada urgente, Amanda y yo estábamos hablando sobre lo que ella quiere hacer estos primeros días al regresar al país, y entre ellas surgió la idea de que la acompañes a algún restaurante u otro lugar que deseen. —responde Brad y Amanda sonríe.  

—Tengo mucho trabajo estos días, creo que no seré una buena compañía para Amanda. —dice Michael tratando de salir de este compromiso, tiene otros planes que no involucran a la pegajosa de Amanda y agrega para quedar bien—: Pero me  hubiese encantado.  

Cambia de parecer cuando Brad le dice que tiene un compromiso con un importante cliente y quería que Michael fuera con Amanda representándolo, ya que a él le surgió un compromiso que no puede eludir.  

—Sí te ganas a este cliente te puede ayudar mucho en tus  aspiraciones de ser socio. —Siguió tentándolo Brad.  

—Bueno, si es para el beneficio del bufete, creo que puedo hacerlo. ¿Qué día es?

—El sábado a las ocho de la noche. —responde Amanda antes de que su padre lo haga. 

—Bien iremos entonces, ¿algo más que necesiten de mí? 

—Por ahora no, ya te dejaré recado con tu asociado o con tu secretaria. —Le respondió el hombre mayor. 

Michael se despide y va a su oficina maldiciendo su mala suerte. 

Mientras en la oficina que acaba de dejar, Amanda le da las  gracias a su padre por este favor. 

—Tantos hombres buenos y vienes a fijarte en uno que no quiere tener compromisos. —Señala Brad a su hija. 

—Ya verás que conmigo será diferente.  

Brad se queda mirando a su hija, no le lleva la contraria, pero sabe que Michael Blackburn no quiere a nadie más que el  mismo. 

                                        ⭐⭐⭐⭐ 

Violet llega a casa cansada del día agotador que tuvo en el trabajo, necesita un baño de espuma, pero la falta de bañadera en el cuarto de baño que tienen en el apartamento, le hace extrañar la casa de sus padres, suspirando se dirige a su habitación quitándose la ropa.

Luego de una ducha de agua caliente y preparar la cena, se sienta en el sofá con un libro en la mano. Rose le prestó el libro El perfume de Patrick Süskind. Se le va el mundo mientras lee.  

Salta en sofá y pega un grito poniéndose la mano en el pecho cuando la tocan en el hombro.

  

—Lo siento, no pretendía asustarte —Le dice Lysa al ver lo asustada que está su hermana pequeña—. ¿Qué lees? 

Violet se lo muestra y le hace un resumen del libro, y ríe al escuchar todo el argumento que Lysa da para no leerlo. 

—Que va, el terror no es lo mío, déjame con mis novelitas de romance y mucho drama. —bromea Lysa y cambiando de tema le pregunta cómo le fue en el trabajo.  

—Muy bien, aunque agotador, hoy tuvimos muchos clientes. 

—Pero eso es bueno. —Al ver como su hermana se pone pensativa le pregunta—: ¿Pasó algo más? 

Violet le cuenta con lujo de detalles lo que pasó con el abogado el primer día, lo que ha estado sucediendo y lo que pasó este día. Lysa escucha hasta el final sin interrumpirla y al Violet  terminar le pregunta: 

—¿Y tú qué crees? ¿Te gusta? Porque lo poco que escuché me hace pensar que es un cretino. 

Violet se queda pensativa un momento y le responde: 

—Yo también lo creo, y también que se siente superior a los que trabajamos allí.

—¿Y entonces por qué te veo con dudas? ¿Está tan bueno que te hace olvidar sus defectos? —interroga Lysa entre serio y en broma.  

Violet sonríe, pero no responde, y Lysa cree tener su respuesta.

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