Capítulo II

Violet va corriendo, perdió el autobús y al esperar al siguiente le cogió tarde para la entrevista en la cafetería, Lucian el dueño de la compañía de ballet los llamó y citó de última hora para avisarle que encontró trabajo una vez al mes en una organización sin fines de lucro. 

Violet está emocionada, este trabajo no le reportará mucho dinero pero será por una buena causa, además Lucian les dijo que a esas galas van muchas personas influyentes y será muy bueno para la compañía. 

Se detiene en la entrada para tomar un respiro, suspira feliz y empuja la puerta, al hacerlo hace que la puerta golpee a un hombre que va a salir de la cafetería, se pone las manos en la cara al ver que el café que traía en la mano se le vira en la chaqueta del traje.  

Violet observa estática como el hombre mira hacia arriba como pidiendo paciencia, y regresa al mostrador donde habla con la chica que está detrás.  

Ella se mantiene en el mismo lugar sin moverse hasta que se fija en el reloj que está detrás de la chica y al ver que faltan dos minutos se apresura para la entrevista. 

Se detiene frente al mostrador al lado del desconocido y le pide una disculpa por derramar su café, él la ignora y ella se gira tratando de no mirarlo, haciendo mucho esfuerzo porque quiere hacerlo, pero pregunta por Peter e informa para que está allí. La barista le tiende el nuevo café al hombre, y le dice a Violet que espere un momento mientras el dueño pueda atenderla.

Violet no se contiene más y lo mira de reojo, siente que la están observando y al hacerlo ve que estaba en lo correcto, el desconocido agraviado la está mirando con el ceño fruncido. 

—¿Sabe lo caro que es este traje? Ni trabajando un año aquí podrás pagarlo. 

Violet no le responde, creo que es mejor ignorarlo. 

—Le diera la ropa para que la llevara a la tintorería, pero creo que no tenga dinero para llevarla a una de calidad. —habla el hombre con ironía, pero al ver que ella no se inmuta le dice—: Estropeó mi ropa y ¿no piensa decir nada? 

—Pensé que como vivo en la indigencia no podía dirigirme a usted y hablarle. —responde Violet con sarcasmo enfatizando la palabra usted. 

El hombre abre y cierra la boca con sorpresa, no esperaba esa respuesta de ella.  

En ese momento el dueño de la cafetería sale y llama a Violet, y ella da gracias para no tener que seguir esperando al lado del extraño que parece que no se moverá del lugar antes de que ella lo haga. Antes de ir para donde está su posible empleador se gira para el hombre grosero, le hace un gesto con la mano de despedida y le desea un buen día, se va caminando sin mirar  atrás.  

Llega hasta Peter y este se disculpa por demorar, pero tenía mucho trabajo en la cocina, se dan el saludo de cortesía y él le pide sentarse en una de las mesas para la entrevista, no tiene tiempo para ir a la oficina porque están escasos de personal y tiene que ayudar en todo.

—Bueno, Carl me puso al tanto de todo y se que no tienes experiencia —Peter va al grano—. Pero te daré dos semanas para ver como te desempeñas, si te va bien te contrato permanente. 

—¿Carl le dijo que soy bailarina y de vez en cuando tendré que ausentarme? —pregunta Violet estrujándose los dedos con un  poco de nerviosismo. 

—Sí, mientras cumplas los días que vas a estar aquí, no tengo problemas, además que necesitaré que avises con tiempo para buscar una persona que te reemplace mientras no estás. 

—Ningún problema con eso, ¿Cuándo puedo iniciar?  

—Te diría que ahora mismo porque lo necesito, pero mejor dejémoslo para mañana, como se que tienes que practicar tu baile te doy a escoger el horario, Carl me habló muy bien de tu hermana y de ti, así que estaré muy feliz de que estés en nuestro equipo. 

—Ay gracias, trataré de estar a la altura de todo lo que le dijeron —dice Violet con las mejillas sonrojadas—. Si me dice los horarios que tiene puedo decirle cuál escogeré, mientras puedo venir en las mañanas lo que queda de semana. 

Peter le dio unas palmaditas en las manos que tenía apoyadas en la mesa y le dijo que la esperaba al día siguiente, el trabajo lo esperaba y tenía que dejarla, la invitó a un café y se despidió caminando a la cocina.

Violet tomó un café y conversó un poco con la barista mientras esta servía un café y otro, le cayó muy bien desde el primer momento.  

—Nos vemos mañana Rosaline, gracias por todo. 

—Rose por favor que me parece que estás hablando de mi abuela. —respondió arrugando la nariz la barista.  

Violet sonrió al escucharla y salió de la cafetería mirando hacia todos lados, se dio una cachetada mental al darse cuenta de lo que estaba haciendo, buscaba con la mirada al hombre insoportable. 

—Como si fuera estar esperando por mí. —Se respondió con sarcasmo.  

Al llegar a la parada del bus tuvo suerte, tomó el que pasó cinco minutos después de haber llegado. Al llegar a casa llamó a su hermana y le envió las buenas nuevas sobre su nuevo trabajo.  

—Me alegro mucho por ti Vilu, celebraremos cuando llegue a casa. —dijo muy emocionada Lysa antes de despedirse. 

                                       ⭐⭐⭐⭐ 

Violet estaba preparando algunas cosas para llevar al día siguiente a la compañía cuando tocaron el timbre. Caminó hasta la puerta preguntándose quién puede estar llamando ya que no espera a nadie, soltó un grito emocionada al ver por la mirilla quien estaba del otro lado, abrió la puerta y se tiró en sus brazos.  

—Una bienvenida así quiero siempre. —dice Noah abrazándola. 

—Te extrañamos loquito mío.  

Violet no dejaba de abrazar a su hermano, estuvo muchos días preocupada por él. Entre sollozos le reclamó no llamar o enviar un mensaje.  

—Sí me dejas pasar creo podría explicar la situación. — responde entre risas. 

Ella lo dejó pasar pero siguió abrazándolo por la cintura, Noah iba caminando incómodo pero dejó que siguiera abrazándolo porque sintió que de verdad le afecto su ausencia.  

—¿Y bien? ¿Qué pasó en realidad? ¿Fue o no por trabajo? —preguntó nada más sentarse en el sofá.  

Noah le hizo un resumen de lo acontecido dejando a Violet perpleja con cada palabra dicha.  

—Por Dios, razón teníamos para preocuparnos Lysa y yo.  

—Se escucha más grave de lo que fue. No quiero que se preocupen de más, puede ser que me ausente de vez en cuando, trataré de llamarlas más seguido.  

Después de la confesión que hizo el hermano mayor, Violet preparó un refrigerio mientras esperaban por Lysa, esta se vio más afectada cuando le contaron el porqué de la ausencia de su hermano, a Noah le costó un poco más calmarla.  

Después de que Noah le prometiera a Lysa no perder el contacto como en días pasados, siguieron disfrutando una tarde–noche genial entre hermanos. Violet se fue a dormir con una sonrisa, esperando el nuevo día, que esperaba fuera el primero de muchos días geniales. 

                                    ⭐⭐⭐⭐ 

Violet llegó muy temprano a la cafetería y a la primera persona que vio fue a Rose, quien le contó que cambió de horario porque tenía un trato con otra barista de cambiar cada cierto tiempo. 

—¡¡¡Qué bien!!! —exclamó Violet dando unas palmadas—.   Así no estaré sola el primer día. ¿Sabes si me darán el uniforme hoy, o tendré que esperar? 

Peter no le dio tiempo a Rose de contestar, salió con el uniforme en la mano. 

—Quizás no te quede bien, pero es mejor que lo uses así hasta que puedas arreglarlo a tu gusto.  

Y dando las gracias se fue al vestidor que tienen los empleados para cambiarse de ropa siguiendo las indicaciones de Peter.

Llevaba ya seis clientes cuando vio entrar al hombre al cual le tiró el café entrando a la cafetería. Este hizo como si no la hubiera visto a pesar de pasar cerca de ella.  

Al ver lo que hizo, ella siguió su trabajo sin darle importancia. 

«Mejor así, para que me diga groserías, mejor tenerlo a distancia.» 

No había casi terminado de pensar esto cuando él con café en mano se detuvo al lado de ella.  

—Trabaje mucho, para que ahorre y un día pueda pagar mi camisa. 

Violet lo miró con enojo y le dio la espalda sin decirle todo lo que estaba pensando.  

Escuchó como se alejaba riendo.

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