Capítulo 0

—Violet, cuéntenos como se sintió con la acogida del público francés. ¿Cómo fue la experiencia en La Ópera Garnier¹? ¿Qué siente al ser prima ballerina²? 

Los periodistas casi no la dejaban pasar, Violet se sentía abrumada, pero feliz, ya que esto es lo que quería, lo que había esperado casi toda su vida. Y estaban siendo muy amables hasta ahora. 

—El público fue maravilloso, recibí mucho amor de parte de ellos. La ópera es una belleza y es un placer bailar allí. Y qué le puedo decir sobre ser prima ballerina, es lo que toda bailarina quiere ser, un sueño cumplido para mi. Estoy muy agradecida con la compañía por haberme dado esta distinción. 

—¿Qué nos puede decir sobre Michael Blackburn? ¿Son ciertos los rumores? —preguntó otro periodista. 

Y la pregunta que no quería llegó.  

—Sobre eso no tengo nada que decir. Si tienen más preguntas, por favor diríjanse al agente de prensa de la compañía. —Y con estas palabras, entró al edificio donde vive. 

Al fin estaba en casa, amaba bailar, pero no le gustaba estar lejos de su hijo. Lejos no podía protegerlo, se sentía impotente cuando no era así, no pudo llevarlo esta vez, pero sería la última vez que lo dejara en casa, estaba bien cuidado, pero no quería dejarlo fuera de su vista, lucharía para que no vuelva pasar. —Pensó Violet mientras salía del ascensor. 

Cuando abrió la puerta de la casa no le dio tiempo de prepararse para el huracán de su hijo y Spanky, el perro de su hermana Lysa.

—¡Mamá, mamá! mira, perdí un diente. —le dice Liam mientras caían al piso. 

—¡¡Qué bien!! ¿Lo pusiste debajo de la almohada? 

—¡¡¡¡Sííí!!! la tía Lysa me ayudó a guardarlo.  

—Liam por Dios, deja que tu mamá llegue y descanse. Tienes mucho tiempo para decirle lo que quieras. —Interviene Lysa saliendo de la cocina. 

—No importa, si extrañaba mucho estas algarabías. —dice Violet levantándose del piso —. ¿Cómo se portó? 

—¿Cómo crees? Conociendo a tu hijo es algo que no deberías preguntar.  

—Diría que lo siento, pero no sería cierto —dice Violet entre risas, Lysa suspira y se une a ella riendo—. De alguna forma tengo que cobrar lo que me hacías de pequeña. 

—Pues mira, muy bien cobrado que está, solo estos días que estuviste de gira pagué todo lo que te hice. 

Violet se pone seria y le dice a su hermana: 

—Gracias por cuidarlo, no sé que habría hecho si no lo hacías. 

—No tienes que dar las gracias, somos hermanas, estoy segura  que hubieras hecho lo mismo por mí.  

—Y lo haré, cuando tengas los tuyos.

—Si los tengo —dice Lysa arrugando la nariz—. Con la experiencia de cuidar a Liam he tenido suficiente.  

—Mientras te decides si tener hijos o no, gracias por cuidar de Liam, sé que te quitó mucho tiempo de tu trabajo. 

—Naah, que va, si me viene bien, me distrae cuando lo necesito. ¿Por qué no te cambias y te unes a nosotros? hice la comida favorita de Liam.  

—Bien, lo haré, enseguida estoy con ustedes.  

Le da un beso en la mejilla al niño mientras lo abraza muy fuerte. Liam parece que siente que su mamá necesita este abrazo porque no protesta como otras veces. Le da un último beso, recoge la maleta y va a su habitación. 

                                        ☆☆☆☆ 

Luego de una ducha, Violet regresa a la cocina donde la están esperando para cenar. Liam le informa que su tía hizo ravioli de diferentes tipos, y para él son los mejores que a comido.  

Lysa dice en broma que si no es así, cuelga el gorro y el delantal. 

Violet mientras come uno dice que están exquisitos, y si no fuera porque no puede, comería unos cuantos más que estos que escogió.

—Cuando cuelgues las zapatillas te cocinare todos los que quieras. 

—Yo quiero unos con mucho, muchísimo queso tía Lysa. —dice Liam a todo volumen. 

—Claro que sí, para toda la familia. —dice Lysa pellizcándole una mejilla. 

Terminan de cenar y Violet acuesta a dormir a Liam, contándole dos veces un cuento antes de que se duerma. Le da un beso y se queda observándolo un rato, viendo cuanto ha crecido su hijo. Suspira al ver el parecido que tiene con su padre y luego regresa al salón, Lysa la está esperando sentada en el sofá, cuando la ve le da unos golpecitos para que su hermana se siente a su lado. 

—¿Cómo te fue en París? ¿Encontraste alguien especial en la  ciudad del amor? 

—Me fue genial. ¡Ay Lysa! La Ópera Garnier es espectacular. No quería dejar de bailar. 

—¿Síí? La próxima vez iremos todos. 

—Sííí, me hubiera encantado que pudieran verme allí.  

—Lo haremos, oportunidades no faltarán. Pero ahora, cuenta ¿Alguien especial? 

Ella responde que no tuvo tiempo de nada. Además de estar muy preocupada, no estaba con el ánimo de salir y conocer a  nadie.

Lysa insiste que en un mes podía haber hecho muchas cosas. 

—Ese hp no merece que te preocupes o pienses en él. 

—No es que quiera, estuvo llamando para concertar una cita. Ahora no tendré como negarme, me ha dicho que si no lo veo, vendrá él... eso no quiero que pase.  

—¿Y te ha dicho que quiere? 

—No, solo que quiere verme. Hablar sobre Liam. 

—¿Hablar de Liam? ¿Y qué pueden hablar? si necesita donación de órganos, sangre o algo parecido, te niegas. Que busque en otro lado. 

Violet informa que el lunes sabrán que quiere, que espera sea algo rápido, se verán en la oficina de él. 

—¿Allí? ¿Por qué no en otra parte más neutral? 

—Lo propuso él, y yo solo quería que no me molestara más, así que le dije que sí. 

—¿Quieres qué te acompañe? ¿Podemos llamar a la niñera para que cuide a Liam mientras vamos? 

Violet le dice que no hace falta que vayas, pero que le agradece por ofrecerse. Que él no la intimida, y puede con él. Además, ya llamó a la niñera, y que Lysa ya les dio mucho tiempo y no quiero abusar. 

—Ustedes nunca molestan, cuando lo necesites, te volveré ayudar.

—Y te lo agradezco. Si necesitas un riñón solo dilo. —bromea Violet.  

Y así volvieron a reír. 

—Espero no necesitarlo, pero estás encabezando la lista de donantes. Ahora, ¿No sería bueno que fueras a dormir?  

—Sí, no dormí muy bien en el avión.  

Y con un beso, se despiden, pensando en la semana que les espera. 

                                            ☆☆☆☆ 

Michael está sentado frente a la televisión sin ver nada. Pensando en todo lo que pasó y está por pasar. No sabe como, pero arreglará y recuperará el tiempo perdido. 

—¿No piensas dormir? —cuestiona Amanda a Michael. 

—No tengo sueño. Duerme tú. 

—¿Dormirás hoy en nuestra cama? 

—No creo Amanda.  

—¿Por qué? llevamos mucho tiempo sin hacer el amor o tan siquiera sentirte a mi lado.

—Hoy no estoy de humor. 

—¿Por qué... 

—Amanda, ve a dormir, quiero estar solo. —La interrumpe Michael.  

—Ya no me cuentas nada. ¿No vas a decirme que te pasa estos días? Has cambiado mucho. 

—No me pasa nada, solo quiero estar solo, por favor, ve a dormir. 

—Bien, pero te estaré esperando si decides dormir en nuestra habitación. 

Michael siente alivio al quedarse solo. Quiere hacerle muchas cosas a Amanda, ninguna de ellas lo que espera su esposa. Este  mes pasado, su vida a sido una montaña rusa de emociones.  

Muchas mentiras y verdades se han descubierto. Solo espera que tenga solución, no se perdona todo lo que le hizo y dijo a Violet. ¿Podrá ella perdonarlo?

                                            

                                           ☆☆☆☆

¹ La Ópera Garnier, también conocida como Palacio Garnier u Ópera de París, es uno de los edificios más característicos del IX Distrito de París y del paisaje urbano de la capital francesa. Napoleón III ordenó su construcción al arquitecto Charles Garnier, quien lo diseñó en Estilo Segundo Imperio o Napoleón III.

² Es un título, más concretamente con aquel que hace referencia a una bailarina que por su combinación de talento, disciplina, excelencia, pasión, técnica puede desempeñar los principales roles dentro de una compañía de ballet.

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