Capítulo 2.

Fueron unos largos días, pero Izzy había salido de ese hospital en las mejores condiciones. Debía de hacer reposo por unas semanas para recuperar al cien por ciento la fuerza de sus cuerdas vocales. Tenía a tres super intensos amigos que la cuidábamos como si fuera una frágil cajita de cristal, cosa que no le gustaba para nada a mi mejor amiga. Ella sabía que no íbamos a dejar sola y es porque me tome el atrevimiento de contactarme con Jayden, su hermano mayor. Hace unos meses atrás de pura casualidad nos encontramos en Barcelona, ambos por trabajo nos hizo cruzar en un bar, años que no lo veía y como intuía no estaba al tanto de nada relacionado con su hermana, él pensaba que Isabel estaba enojada, que era eso el motivo de su no contacto, pero la verdadera razón era que ella no tenía idea de la vida de Jay, debido a que al huir de Los Ángeles perdió todo tipo de relación con su madre que era la que en esos tiempos le contaba lo que hacía su hermano en España. Volviendo al tema, lo llame para decir todo lo sucedido en estas semanas, que Izzy se encontraba pasando un duro momento y necesitaba sentir el apoyo de alguien más que sus amigos. No dudo en asegurar que se vendría instalar a Chicago, como su matrimonio estaba destruido por completo, lo cual no existía motivos para quedarse en un país donde no tenía nada y quería volver a ver a su hermana.

Tener a Jayden con nosotros es lo mejor, solo que nunca imagine que traería a mi hermano de vuelta a mi vida y peor de lo que ya lo recordaba. Paul nunca fue una buena persona y al pasar los años había empeorado, sus sentimientos hacia mi seguían siendo lo mismo y sobre todo seguía culpando de haberle robado la herencia de mis padres.

No todas las familias son bonitas, más si hay dinero y avaricia de por medio.

                                                                 ***

Este último mes fue demasiado largo, lleno de muchas emociones encontradas, donde sentía que todo era un caos y sobre todo saber que mi mejor amiga ya no confiaba en mí. Acepté que ocultara su romance con su jefe, sé que Izzy se preocupa mucho por el qué dirán, pero esto no se lo perdonaría tan fácil, por el idiota de mi hermano me enteré de que se estaba por casar y este secreto dolía más porque no tengo su completa confianza para ser ella la que me cuente esto.                                                                                            

Estoy sumamente enojada, soy su mejor amiga

¿Por qué no confía en mí?

Esto es demasiado estresante, encima para completarla no dejaba de pensar en Julián De Luca, todo de él ocasionaba una convulsión en mi cuerpo, solo basto un beso para ocupa todos mis pensamientos.

El sonido del celular me sacó de mi nube de pensamientos, hace dos días volví de nuevo a Chicago y ya quería tomarme el primer avión a Milán para nunca más volver.

— ¿Diga? —  consulto al no reconocer el número.

Señorita Duran habla Nicholas Salvatore — contestan del otro lado tomándome por sorpresa.

— ¿Sucedió algo con Isabel? — pregunto preocupada, aunque estaba enojada con la traicionera de mi amiga, no podía dejar de preocuparme por su bienestar y más con el tema de Antonio.

— Ella está bien, hace una semana retorno a la oficina — suspire aliviada — quiero aclararle un pequeño malentendido que tuve con su hermano, soy el único responsable, le dije que nos vamos a casar, pero por ahora es mentira. Soy muy celoso y posesivo cuando se trata de Isabel — se queda en silencio haciendo que frunza el ceño. — Ella no tiene la culpa en esto — reconoce.

De todo lo que me había dicho solo me quedo una sola palabra. — ¿Ese por ahora significa que … —

Otro silencio se apodera de la línea. — Será la primera de su entorno en saber de esto, este finde semana es la fiesta de aniversario de mis padres pienso pedirme matrimonio — me cuenta.

Chillo de felicidad. — ¡Ohh es una gran noticia! — digo con felicidad.

Pensé que mi amiga me escondía este gran secreto, pero ella no tenía idea de nada. Isabel se merece lo mejor de esta vida y eso incluía un hombre como lo es Nicholas Salvatore, que no solo la cuida, sino que la trata como si fuera lo más importante en su vida.

— Me acaba de dejar sordo — se queja.

— Lo siento — me disculpo avergonzada, pero no podía ocultar mi felicidad por primera vez en su vida tenía un buen hombre a su lado y se notaba de lejos que son perfectos el uno para el otro.

Volviendo al tema — aclara su garganta. — el sábado rindió su último examen y hoy recibió la noticia que aprobó, así que es abogada por eso tengo planeado hacer algo sorpresa donde estén todos para festejar a su lado este nuevo logro — agrega provocando una gran sonrisa en mi rosto.

Reprimo mi grito para no dejarlo sordo definitivamente, no podía creer como pasa el tiempo. Hace unos años se anotaba en la Universidad y ahora ella terminaba sus estudios con la mejor nota, estoy sumamente orgullosa de mi mejor amiga.

— Te entendí Nicholas déjalo en mis manos, solo trata de que Izzy no llegue temprano a su departamento — le pido sabiendo que en cuanto corte con él debía llamar con urgencia a nuestros amigos.

— La distracción ya está con ella ahora le queda a usted llevar a sus amigos al departamento — pongo los ojos en blanco al escucharlo, este hombre no puede tutearme.

— Nos vemos luego Nicholas — finalizo la llamada eufórica debía organizar todo empezando a llamar a nuestros amigos.

Juliana y Jackson no podían creer cuando los llame contando la noticias, todos estábamos extremadamente felices por este nuevo logro en su vida. Jayden se sentía mal con el mismo por no estar enterado de esto, pero lo que le dije que lo más importante en este momento es que este a su lado festejando que pronto será una de las mejores abogadas de todo Chicago y quien sabe tal vez del distrito completo.

— ¿Qué piensas de Salvatore? — inquiere Jayden. Todos nos encontrábamos en el departamento esperando su llegada con mucha ansiedad.

— Es un buen hombre, el tiempo que compartí con él se nota lo mucho que le importa y quiere cuidar a Isabel. Siento que es el hombre perfecto para ella — contesto encogiendo mis hombros.

Gruñe molesto ante mis palabras. Jay siempre fue el hermano mayor sobre protector de su hermanita, además no nos olvidemos que se sentía muy culpable por no estar a su lado estos años y enterarse todo lo que vivió suma a la hora de desconfiar en Nicholas.

— En algo tienes razón le importa mi hermana, pero algo sigue sin cerrarme — acota. 

Pongo los ojos en blanco, abogado tenía que ser que desconfía de todo —Quiero que te tomes el tiempo de observarlos y veras que son la pareja perfecta — comento.

Ambos nos quedamos callados al escuchar la llave, la cara de mi mejor amiga fue épica al vernos. Ella paso por todos los estados hasta terminar llorando de la emoción, la abracé fuertemente compartiendo mi felicidad y orgullo con ella, fui testigo de sus largas noches en velas estudiando o preparando algún trabajo que debía presentar al otro día, lo más importante es que puede tardar, pero no olvidemos que todo esfuerzo tiene su recompensa e Izzy estaba teniendo la suya.

La robamos de los brazos de su novio para dejarla esplendida para esta gran noche, en menos de lo esperado ya estábamos en el VIP del Soul listos para la mejor noche. Estábamos hablando anímicamente cuando los ojos de mi mejor amiga se iluminaron y como una loca corrió a los brazos de Nicholas. No podíamos negar que son la pareja perfecta y se nota a miles de kilómetros que se aman locamente.

Pensé que sería una noche tranquila, pero mi idea se esfumo al verlo ahí vestido de manera informa, no podía dejar de observarlo se veía jodidamente sexy, nuestras miradas se encontraron y verlo sonreír todo mi mundo tembló.

¡Maldito hombre!

— Un placer verte de nuevo, Catalina — susurra en mi oído y deposita un beso en la comisura de mis labios.

Para mi mala suerte se sentó enfrente mío y no dejaba de mirarme, solo hacía que lo ignoraba hasta que cansada le mostré mi dedo del miedo, sé que fue muy maleducado de mi parte, pero quería que deje de observarme de esa forma, solo que en vez de enojarse o entender mi indirecta fue todo lo contario porque una gran sonrisa se formó en su rostro.

— Te doy un consejo — miro a la castaña que estaba a mi lado, hermana de Nicholas, Francesca. — Es la primera vez que observo a mi amigo de esa forma y no va a rendirse rápido — acota levantando su copa de champaña.

— Me da igual, no estoy interesada en ser parte de su juego — declaro tomando rápido mi trago.

No debía perder el control.

Francesca sonríe divertida. — Si el destino tiene marcado juntarlos no hay nada que pueda hacer para impedirlo. Creo que ya estás un poco rendida en sus brazos — la miro de la peor forma, ella comienza a reírse. — ¡Vamos a bailar! — exclama tirando de mi mano para levantarme y seguirla.

Juli, Izzy y nuestra nueva incorporación, Francesca, terminamos moviendo nuestras caderas al ritmo de la música en el medio de la pista principal del Soul, solo que en un momento quede sola. Isabel se fue con Nicholas a no sé dónde, Francesca y Jayden bailaban muy animosamente y en un sector observaba como Juliana pelaba con el hermano del novio de mi amiga, Giovanni; por eso decidí subir al VIP para tomar otro trago, pero fue la peor idea que tuve porque la persona que menos quería tener cerca mío estaba ahí bebiendo tranquilamente.

Ignorando su presencia, me siento enfrente suyo y de reojo lo veo levantarse de su lugar para tomar asiento muy cerca mío.

— ¿Cuánto tiempo vas a seguir ignorándome? —  inquiere invadiendo mi espacio personal.

Lo miro con indiferencia. — No te estoy ignorando ni siquiera se quién eres — respondo tajante.

— ¿Estas segura? No tengo ningún problema de recordarte quien soy — declara en mi oído.

— Púdrete — siseo cabreada, sino deja de molestar terminará con un buen golpe de mi parte.

Quiero salir del lugar para volver a la pista de baile, solo que los planetas no estaban alineados a mi favor porque sin darme tiempo me gira provocando que choque con su cuerpo, lo miro a los ojos para perderme en esa intensa mirada que causa muchos y raros efectos en mi cuerpo.

— ¿Estás segura de que no me recuerdas? — repite esa pregunta rozando peligrosamente mis labios.

— No — contraataco con firmeza, no pensaba dejar que gane esta partida.

— Entonces déjame recordarlo — sentencia y sin más junta sus labios sobre los míos en un beso tan posesivo y apasionado, dando a entender que sus beso son muy difíciles de olvidar.

Me siento completamente embriaga entre sus brazos.

— ¿Dónde has estado toda mi vida? — susurra sobre mis labios luego de separarnos.

Acaricio sus facciones ¿qué está haciendo este hombre conmigo? — No tengo corazón para darte — murmuro.

— Permite ser la persona que una de a poco cada pieza de tu frágil corazón —dice con seguridad.

¿De dónde salió este hombre?

Ni siquiera en estos tres años que estuve con Jacob mi cuerpo reaccionaba como lo hace con él.

— No puedo dejar que entres en mi vida — digo ahogando un sollozo. No podía permitir que vuelvan a lastimar, no quiero ser otra en su larga lista de conquistas.

No dejo que conteste y salgo corriendo, lo quiero lejos, no puede interferir en mi vida porque no necesito a ningún hombre para ser feliz y sin más en un solitario rincón me derrumbo a llorar desconsolada. Siento unos brazos que envuelven mi cuerpo no quería mirarlo a la cara, porque sabía de quien se trataba el que buscaba consolarme en este momento que me sentía muy vulnerable.

No debía seguirme.

¿Por qué lo hizo?

— Creo que ya te dije que eres mucho más linda cuando sonríes, no me gusta verte llorar, Catalina — dice sin soltarme de entre sus brazos.

Me odiaba a mí misma por sentirme de esa forma.

No quería nada, solo que a la vez no quería que me suelte de entre sus brazos porque primera vez en años que me sentía demasiado protegida de esa forma.

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