3. Viernes por la noche

Viernes, 11, Noviembre, 2022.

— Max Moreno —

Me levante a las 6 de la mañana cuando a esa hora era que me acostaba.

Un milagro por cierto.

Yo jamás me había levantaba tan temprano en estos últimos 7 años, me dirigí al baño y me tome una relajante ducha, salí sintiéndome bien conmigo misma y entre a mi cuarto mientras que sonaba afortunadamente no eres tú

de Paty Cantú en la radio, una canción súper vieja para este siglo pero que nunca pasa de moda como las canciones de los 90’s.

Por Dios, por qué escucho canciones tan... románticas, y pensar que hace 5 meses atrás termine con mi novio de ese entonces, otro que tuve como era su nombre... ah Jessi O’Brien, que bueno que termine con él.

¿Razón por la que le termine?, Pues me engañó con su secretaria, ¿no hay ningún hombre en este mundo que no me engañe? O acaso, ¿es una nueva maldición?

Me puse mi braga y busque una venda, me enrollo el pecho porque odio los sujetadores, si no me pica, son incómodo, y si no es así son ambas cosas, me pongo una sudadera negra y un pantalón al estilo militar un poco más grande, salgo de mi cuarto a la cocina, y agarro la caja de cereal de unos de los estantes, abro la nevera, saco la leche y ese es mi desayuno.

Entro a un pequeño cuarto, y busco con la mirada mi skate y mi casco verde, me alegro de que hoy no tenga que trabajar, agarro mis cosas y salgo del apartamento pero al cerrar la puerta me olvido de algo, pienso en que era. Miro mis pies y no tenía zapatos.

— Dios, ¿y mis zapatos? — yo no soy así de olvidadiza, esto me pasa por estar pensando en otra cosa, entro a mi apartamento y busco mis converse negras, salgo sin antes hacerme un moño, ponerme el casco, tomo las llaves y me voy.

09:44 a.m.

 Llegue al parque, un parque para skater's, todos me miran y me saludan, todos me conocen como "Max, el inmortal", claro que nadie sabe que soy una chica, la primera vez me confundieron con un chico, primero por mi nombre y segundo por cómo estaba vestida esa vez, desde entonces no hice nada para aclarar el malentendido.

— Por fin llegas, mira al rubio de allá. Es tu nuevo rival — dice Thomas, el único que sabe que soy una chica, todos piensan que soy un chico por mi nombre.

— ¿Quién es el nuevo?— pregunto, nadie es rival para "Max el inmortal".

— Richard Owen's.

— ¡¿Quién?! ... ése muchacho no es rival para mí — digo mirando como hace acrobacias con la skate.

— Hey, Thomas, ¿viste? nadie me puede ganar — Richard, el hermano de mi ex, claro que no me reconoce o eso espero.

— Nada mal... para un novato de quinta — él me mira con desagrado.

Querido, nadie es rival para esta mujerzuela.

— Oh y ¿Tú eres capaz de hacer lo que hice hace un momento? — me empiezo a reír por su pregunta, Thomas traga saliva, sabe cómo me pongo cuando me retan.

— Mucho más de lo que hiciste, si no fuera poco, no me llamarían “Max, el inmortal” — patino hacia la pista y que comience mi acto de magia.

Iba hacer la vuelta de la muerte, que consistía en varias volteretas en el aire y caer de pies o una normal con unas cuantas acrobacias pero me decidí con la primera.

Todos me aplaudían, Richard se fue furioso y yo victoriosa.

Como debe de ser.

— ¡Maxi! — voltee a ver quién me llama  eran mis dos amigos del alma, hasta que me di cuenta que Louis tenía consigo el equipo de maquillaje y todo indicaba que esto es malo muy malo.

— Chicos, ¿Que hacen aquí...? — pregunte con mi mejor sonrisa, algo tenía entre manos Louis.

— Te llame 2 mil veces y no me contaste el maldito teléfono — me regaña Louis como siempre de exagerado, es como mi segunda mamá.

— Sabes muy bien que no le gusta los teléfonos — dice Jack apoyándome como se debe como si fuera mi propio papá.

— Bien, como sea, muñeca, será mejor que nos vayamos a comprar un maldito regalo a la fruta de Vanesa.

— Un momento... no me digas que vamos a la fiesta — él asiente— No puedo creerlo, ¡¿Quieres que me secuestre otra vez?!

— Tranquila Maxi, si te secuestran me encargaré de que me lleven contigo — prometió Jack, como si fuera solo un juego, Sarah me odia no es un secreto, yo también la odio.

— Enserio, ¿Quieres que sufra? — dice Louis a Jack.

— No quise decir eso...— ya empezaron con su escenita de amor.

— Como sea, yo no voy y punto...

05:51 p.m.

No puedo creer que me convencieran, enserio ¿Son mis amigos?

— Te ves divina — halaga Louis vestido con una camisa azul marino, un chaleco de cuero negro, uno vaquero negro algo desgastado, uno vans azul oscuro y el cabello despeinado rubio.

Yo tenía un vestido negro suelto al cuerpo de mangas hasta los codos con un escote recto y unos tacones terracota, mi cabello con rizos suelto, un maquillaje natural y como accesorio una gargantilla del color del vestido.

Y sé que en cualquier momento me echo la matada del año con esos tacones.

Jack estaba vestido con unos vaqueros más desgastados azul azabache, una camisa de cuadros rojos y unos converse rojas y su cabello negro alborotado.

Los vaqueros desgastados pasaron de moda en el 2019 pero en este año se han vuelto de moda, otra vez.

— Raúl Owen's —

Me encontraba en casa cenado, a esta hora nadie cena, cuando termine de comer y lavar el único plato que ensucie, me dirigí a buscar la comida de Tipititi.

— Fresca carne fresca — dije con un gran trozo de carne para Tipititi.

Debería ponerle otro nombre suena muy infantil, de un momento a otro llego Ryan.

— No, no, no, ¡NO! ... Tipititi no come carne.

— ¿Es vegetariana?, ¿hablas en serio?

— No — pero si lo tiburones come carne ósea de todo.

— Entonces ¿que come? — pregunte.

— Comida de perro — él, es el único que le daría a un tiburón comida de perro, el único pendejo que se le ocurre hacer eso.

— Como sea, ¿a qué viniste?

— A salvarte del aburrimiento, vamos al bar Habana.

— ¿Es nuevo? Porque no lo he escuchado jamás — dije.

— Si es nuevo, mi padre habló con unos cuantos cubanos para tener sus típicas bebidas, y hoy mi hermana está festejando una fiesta de cumple años para su amiga Vanesa y como no quiero ir solo, tú vendrás conmigo — dice tocado mi hombro, pienso dos veces si darle una cachetada con el filete de carne que tengo en manos o ir.

— Mmmmm —ambas cosa ya que necesito relajar me un poco porque en cualquier momento puede que llegue Violetta, y bueno es mejor prevenir que lamentar.

— ¡Ay, estás loco eso duele! — se queja agarrado su mejilla roja y tiro el filete a la pecera enorme de Tipititi.

— Bueno, deja me cambiarme y vamos — pone una cara de felicidad y a la vez de dolor.

Bar; Habana.

08:57 p.m.

  Y fue así como yo me encuentro en el bar, hay muchas chicas y chicos universitarios, yo me encontraba tomando una bebida sin alcohol de momento aparece Sarah, la hermana menor de Ryan.

— Hey Raulín, no pensaba que vendrías — no se veía nada mal con ese vestido rojo y con escote pero no es de mi total gusto y menos con esa voz chillona.

— Odio que me llamen así, Sarah — pero a ella no le interesa, se va a recibir a unos tres chicos que acababan de llegar. La chica es muy bonita y entonces Ryan (como siempre) se le acerca para  invitarla a bailar y ella lo rechaza.

Lo acaba de rechazar.

— Por Dios, ninguna chica lo ha rechazado, como siempre Max es así — dice Hugo, un cubano que conocí hace tiempo, es un gran amigo, pero cuando escuche decir «Max», mi mundo dio un giro.

No puedo creer, ¿será ella? Ha pasado mucho tiempo, ¿seguirá igual o habrá cambiado en algo?

— Acabas de mencionar... ¿Max? — pregunte algo sorprendido pero con dudas.

— Si, Max Moreno — sonríe, si, es ella pero ¿Qué hace aquí en España? ¿Y por qué se cambió de apellido?

— Y ¿cómo la conoces?   — la curiosidad de saber.

— Trabajo con ella en la empresa de diseño gráfico e igual con mi hermana, es mi amiga también.

— Oh y ella tiene... tú sabes, ¿novio?

— No, termino con un desgraciado hace 5 meses, ¿Por qué tantas preguntas, Raúl?   — dice mirándome, sonrío y miro para otro lado, la música suena a un ritmo lento.

— Hugo, dame una piña colada sin alcohol — dice una castaña, la miro y la analizo, un vestido negro algo suelto que la hace ver hermosa a la chica y al instante, la reconozco.

— Max...—  susurro, ella voltea y me sonríe, pero lo más extraño es que no me reconoció.

— Aquí tienes, preciosa.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo