Hasta que me pidas que me vaya
Hasta que me pidas que me vaya
Por: Arely Hdz
Capítulo 1

Quiero un amor como el de la luna con el sol que a pesar de la distancia saben que se tienen el uno con el otro que a pesar de sus diferencias se aceptan tal y como son y que juntos forman un eclipse perfecto.

Suena lindo, encontrar a tu otra mitad, a la persona que llega a perfeccionar tu mundo. Cerré el libro de frases que me regaló mi mejor amigo; mi hermano. Alonso, nos conocimos desde que tengo memoria aun recuerdo el día en que lo vi por primera vez. Tenía 5 años. Estaba en el parque sentada en la silla del columpio viendo como las hojas de los árboles caían, cuando un niño de ojos azules y cabello rojizo, se sentó en el otro columpio.

—Hola ¿qué miras? —dijo el niño.

-Nada, bueno más bien las hojas, creo que lloran al desprenderse de su mamá —dije viendo la copa del árbol.

—No creo que les duela, ellas no sienten nada —dijo mientras recogía una hoja.—Bueno, eso no lo sabemos. —¿Quieres ser mi amiga? No tengo muchos amigos, y tú me caes muy bien —dijo viéndome con una gran sonrisa que no pude negarme.

—Claro, seamos los mejores amigos —se puso atrás de mí y comenzó a balancearme.

—Sí, seremos los mejores amigos. -Colúmpiame hasta el cielo, quiero tocar esa nube —dije riendo.

—Hasta el infinito y más allá —comenzamos a reír. No pude evitar sonreír al recordar ese momento.

—¿De qué te ríes? Pareces una demente haciendo eso —ese agradable chico es mi mejor amigo ha cambiado mucho desde entonces, ahora es rubio, pero sigue siendo mi mejor amigo.

—De nada, solo recordé el día que nos conocimos —me tire en el pasto y mire hacia el pequeño columpio que colgaba de la rama de un gran árbol. Después que conocí a Alonso encontramos un hermoso prado detrás de mi casa y decidimos que sería nuestro lugar secreto. Aunque después nuestros padres lo descubrieron, mi padre nos construyó ese pequeño columpio. Me trae mucha nostálgica aunque aún lo seguimos usando.

Salimos del lugar y nos dirigimos hacía nuestros vehículos, nuestras flamantes bicicletas.

—Sabía que pasaríamos —dijo Alonso, mientras montaba su bicicleta.

—Tú como siempre lo adivinas, a veces pienso que eres brujo - habíamos pasado los exámenes para entrar al curso de astronomía, desde que tengo memoria me ha fascinado la astronomía, esa es una de las ventajas de estar con Alonso, ya que él se adaptaba a mi mundo y yo al suyo. El cielo comenzaba a nublarse, con Alonso pedaleamos más rápido para evitar mojarnos. Al llegar a casa corrí hacia dónde estaba mi padre para darle la noticia.

—¿Y pasaron?

—¿Tú qué crees? —dije con una gran sonrisa que dejaba ver mis dientes.

—Imaginó que sí, si no no estuvieras aquí, sino con el presidente alegando por no haber pasado - él y Alonso comenzaron a reír.

—Sí, porque no tendría ningún sentido que no hayamos aprobado - saqué tres copas de la alacena y serví un poco de vino.

— Supongo que es un buen motivo para brindar— los tres topamos las copas.

🌠💫💫

Como era costumbre tome mi bicicleta y salí a dar una vuelta me encantaba sentir la brisa fresca de la mañana, ver los enormes árboles y disfrutar de los cantos de los pájaros. Al llegar al pueblo me coloqué los audífonos no me gustaba el ruido de los carros y de las personas. Comenzó a sonar venus de sleeping at last. Me encanta esa canción Comenzaba a cantar la canción de Venus cuándo un tipo se me atravesó haciendo que frenara con brusquedad, quedando frente a su rostro.

Retrocedí rápidamente. 

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