Capítulo IV

Pasó una semana y todos los días aproveché de turistear en los tiempos libres, desde aquel día Mattew se había vuelto más cercano y se unía a mis planes cuando tenía ratos libres de su trabajo.

Estaba tomando un café en mi habitación, eran las 6:30 de la mañana, el día estaba soleado, las cortinas del balcón se movían ligeramente con el viento. Por poco lo olvido, hace unos días me anoté para una excursión que ofrecía el hotel así que me arregle y baje al lobby para encontrarme con un montón de personas que tenían el mismo plan. Entre ellos Logan, lo saludé desde lo lejos y el respondió con un saludo militar lo cual me hizo sonreír. Esperé unos minutos hasta que un hombre alto nos indico que ya podíamos subir al autobús. Fui una de las últimas en subir, así que no habían muchos puestos disponibles, note un asiento vacío junto a un señor y me senté. Era bastante robusto, olía a cigarrillo y libros viejos, su barba espesa y desarreglada y unos anteojos bastante peculiares.

Huele como el abuelo

Si, es cierto

El viaje fue un poco largo así que sostuve pequeñas conversaciones con este señor, era un profesor de literatura inglés, su nombre era Garrett Stone, había viajado para estudiar la lengua y su cultura más de cerca. Se sorprendió cuando le dije mi edad y a lo que me dedicaba, ya estaba acostumbrada a esas reacciones.

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La excursión estuvo bastante entretenida, por suerte lleve mi cámara y pude guardar cada momento para mostrarselas después a Matt.

Ya piensas en mostrarselas a Matt

Oh, cállate

Estuve fuera todo el día, ya entrada la tarde volvimos al hotel y antes de subir a mi cuarto recorde que necesitaba un par de almohadas extras, frente a mi en la fila, estaba una mujer de edad avanzada, alta, delgada, su cara estaba maltratada por los años, tenía un traje muy elegante de color vino y estaba hablando por teléfono en francés, tenía una conversación bastante acalorada.

Al llegar al mostrador le indicó a la recepcionista que quería una habitación lo más pronto posible, la más cara que tuviese. Estaba realmente agitada y en modo de desahogo empezó una plática con la chica y le explicó que estaba en un dilema con los abogados, porque su esposo había muerto y no había dejado testamento--Nunca he entendido la facilidad de los demás para hablar sobre sus asuntos con completos desconocidos-- La chica solo asentía por cordialidad, hasta que le entrego sus llaves y la señora se marchó.

Después de escuchar todo el drama, logré pedir mis almohadas y subí a mi habitación.

Con cada vez que veía a Mattew nuestra relación se fortalecía, solo amistad claro, Mattew cree que no puedo notarlo, pero sus ojos son como un par de ventanas abiertas, como sus pupilas se dilatan cuando me ve. Y no niego que es muy lindo, que he pensado varias veces en...

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Eran las 3:30 de la tarde, Mattew me invitó al cine, comencé a alistarme, me dí una larga ducha, arregle mi cabello, mi maquillaje, escogí un lindo vestido y tome mi cartera antes de salir de la habitación, no voy a cometer el mismo error otra vez. En el ascensor me encontré con Logan, tuvimos una pequeña plática, el era bastante entusiasta. El ascensor abrió sus puertas y lo ví, estaba sentado frente al ventanal que daba a la calle, realmente guapo como siempre, se notaba un poco nervioso, con la mano izquierda ajustaba el puño de su camisa y se mordío el labio inferior. Camine hasta él, levantó la mirada y sus ojos chocaron con los míos, mi piel se erizo por un momento, se puso de pie frente a mi, beso mi mejilla, sus labios son tan suaves, por un momento me imaginé sus labios contra los míos.

Señorita cuente hasta cien

Me tomo de la mano sacándome de mi trance y salimos para pedir un taxi.

Llegamos al cine, Mattew me preguntó que película deseaba ver, pero mi mente se fue por un momento, recordé a Peter, a todas las películas que vimos juntos, todos los cines que visitamos, mi corazón se apretó un poco pero retome y me encontré con la mirada perpleja de Mattew.

- Ah-h si, claro. Sorprendeme- me encogí de hombros

-Mmm, pues veamos- dijo acercándose a mi, mis piernas se debilitaron un poco- Creo que está te encantará- se alejo y camino hasta la taquilla, compro un par de boletos y palomitas. Nos sentamos en los asientos del medio, en los cortos previos, Mattew se acercó a mi oído y susurro- Espero que te guste- un hilo eléctrico bajo a mi espalda, luego a mis piernas, mi cuerpo se estremeció.

Al salir de la sala de cine, estaba muy confundida, este chico realmente era la descripción de multifacético, podía ser tan lindo y ponerse nervioso al verme, y al mismo tiempo proponer 'Esa' película. Debo admitir que siempre he tenido una debilidad por ese tipo de chicos. Él tomó mi mano y me enfrentó -¿Y, que tal?- dijo mostrándome esa sonrisa que me ha estado matando desde que lo conocí.

 -Tengo que ir al baño, ya vuelvo- dije tratando de ocultar todo. Y ahí estaba frente al espejo acomodando mi cabello

Es realmente lindo, esa sonrisa te hace perder el control. Creí que lo besarías

Bueno, no ayudes tanto ¿No?

Yo no he dicho nada

Si claro

Ya en el taxi ví como cruzo en una calle distinta -¿A dónde vamos?- le pregunté un poco ansiosa

- Es una sorpresa, ya verás-dijo acariciando mi mejilla, trate de evitarlo pero mis mejillas habían perdido su autocontrol. Sentí como se calentaron, trate de girarme, pero sentí su mano sostener mi barbilla girándome hacia el, - ¿Porque haces eso?- me preguntó 

-¿Hacer que?- mi voz sonó más fría de lo que hubiese querido. Soltó su agarre y sonrió meneando su cabeza de manera burlona.

Antes de bajar del auto, observé por la ventanilla y un gran edificio me deslumbró, tenía un gran ventanal de cristal que dejaba ver las mesas dentro, las lámparas colgantes, la gente disfrutando su comida, era fascinante.

La cena fue excelente, la comida, la compañía, las miradas de Mattew. Con cada salida lograba mostrar un poquito más de el, de su mente brillante, de sus capacidades, de sus chistes. Nada comparado a ese primer almuerzo dónde casi ni hablaba.

La noche estaba a punto de terminar, me acompaño al ascensor y antes de subir en el, tomo mi mano, me jalo hacia él y susurró a un lado de mi rostro.

- Vera, quiero que sepas que todo en este viaje me ha gustado, pero conocerte ha sido lo más importante. Tu amistad es increíble pero te mentiría si te dijera que solo una amistad es suficiente, cada vez me está costando más controlarme- dejé de respirar por unos segundos, tratando de recuperar la cordura.

- Mattew.. crees que no me he dado cuenta como me miras- le susurré a su oído. Sentí como su mandíbula se tenso y su mano soltó la mía, claramente no esperaba esa respuesta. Retrocedió un poco quedando a tan solo unos milímetros de mi cara, pude ver la lujuria en sus ojos, puse mis manos en su cuello -Buenas noches Mattew- le guiñe un ojo y me aleje para subir al ascensor. Y antes de que se cerrarán las puertas, pude ver su expresión confundida y me sonrió mordiendo su labio inferior.

Já, no puedo creer lo que hice.

No sé cómo pudiste resistir

Pero no puedo aceptarlo tan fácil.

Bueno, en eso estoy contigo

Gracias!, por fin estamos de acuerdo en algo

Esa última mirada me generó escalofríos, pude ver la determinación en sus ojos y como mis piernas temblaron al verlo. Las puertas se abrieron ligeramente y camine para llegar a mi habitación, cerré la puerta a mi espalda y solté un gran suspiro que ni siquiera sabía que guardaba.

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Ya era viernes y el hotel ofrecía cada viernes un desayuno especial y el buffet estaría abierto hasta las 9 de la mañana. Me desperté más temprano de lo usual, tenía que revisar unas cosas que me había mandado el laboratorio, aproveché de llamar a mamá y a Amy, por un momento pensé en llamar a Peter, pero para que. Al parecer el había entendido que no quería hablar con el, nunca volvió a escribir, y las cosas con Mattew van digamos que bien. Ví el reloj eran las 8:15 tome mis cosas y baje en el ascensor en compañía de Bianca y su esposo. Ya no tenían ese aire alegre, algo había cambiado. Me sorprendí pero lo ignore cuando recibí un mensaje

Mattew

Te espero en la entrada del buffet

Yo

Ok, voy bajando.

Salí del ascensor, salude cordialmente a la recepcionista que se veía realmente alegre y continúe, llegué al portal del salón, ahí estaba Mattew, era tan extraño, con una ropa tan simple y que en otros podía pasar desapercibida, él se veía demasiado bien.

- Buenos días, linda- se acercó para darme un beso en la mejilla

- Buenos días- me alegre porque nuestra conversación de hace unos dias no parecía haberle afectado

Entramos al salón, el gerente dió unas palabras como de costumbre, Mattew busco la comida, ya sabía lo que me gustaba, desayunamos, y en medio del postre.

- Y a ver, Matt, ¿A dónde me vas a llevar?- le dije en un tono un tanto pícaro

- Linda, es una sorpresa. Pero debo decirte que escogiste un look ideal, sólo te voy a pedir que vayas por algo a tu habitación.

Mi cerebro se bloqueó, al escuchar la palabra linda, ya van dos veces que me llama así, pero no niego que me gustó -Ohh, enserio.. y ¿Que tengo que buscar?- le dije poniendo mis codos sobre la mesa, sosteniendo mi cara con mi mano.

- ¿Trajiste traje de baño verdad?- su comisura derecha se elevó un poco

- Sí.. okay me gusta a dónde va esto, ¿Te parece si salimos de aquí?- le dije, ir a la playa era uno de mis pasatiempos favoritos, sentir la arena bajo mi pies, el sol candente, el agua dejando su huella en la arena tras cada ola.

- Claro, hay un auto esperándonos afuera- dijo Mattew muy emocionado, tomó mi mano y salimos de ahí. En nuestra emoción por llegar a la puerta, Mattew chocó con un hombre, era alto y su aspecto era contradictorio, corpulento pero al mismo tiempo tenía apariencia de nerd, tenía grandes gafas y un peinado bastante peculiar. El hombre se disculpó con Matthew mediante señas, al parecer era sordomudo. Le entendí y le respondí que no había problema. Mattew me miró sorprendido

-Uno de mis compañeros de escuela era sordomudo, así que aprendí el idioma para entenderme con el- le dije sonriendo.

Dejado este momento atrás, subimos al vehículo y partimos a nuestro destino. En el camino no paramos de hablar, ver los árboles, las palmeras, cuando llegamos era una playa hermosa, arena blanca, el agua muy cristalina, tenía grandes palmeras y asientos muy cómodos para tomar el sol. Me distraje un poco admirando todo y Mattew se dispuso a bajar las cosas de la maleta. Realmente parecía una mudanza, trajo dos canastas, mantas, una cava..Me sorprendí - ¿Para que todo eso?- le pregunté divertida

- Porque vamos a tener un picnic especial...- no pude ocultar mi emoción

- Genial, cada vez me sorprendes más- dije antes de darme cuenta que me había escuchado.

Caminamos unos metros por la orilla del mar hasta encontrar unos asientos vacíos dónde Mattew se encargo de sacar todo de las canastas y acomodar todo, mientras fui al baño de uno de los locales para cambiarme de ropa.

Al volver Matthew estaba jugando con el cachorro de la familia junto a nuestros asientos. Caminé hasta quedar frente a el y su expresión...

Mattew

Vera se había ido al baño cuando vi al cachorro de la familia junto a mi, era muy peludo y juguetón. Lo llame para jugar con el, se giró sobre su espalda para que lo acariciara, era realmente dulce. Me desconcentré cuando sentí una sombra frente a mi, me gire y mi boca se abrió dejándome como estúpido, es la primera vez que la veía sin tanta ropa.

Es hermosa, sus piernas, y su cabello..

Si, es wow

Llevaba un traje de baño negro, sencillo, pero en ella lucía tan bien, mostrando cada curva de su cuerpo. Mis ojos dieron un pequeño viaje admirando su belleza cuando su pregunta me saco del trance...

- ¿Que tengo, no te gusta?- dijo en un tono sarcástico

- No, no es eso. Ese modelo te queda realmente bien, Linda- la vi sonrojarse y eso me enloqueció

Contrólate amigo

- ¡Vamos tonto!- sonrió jalandome del brazo para llevarme a la orilla. Nadamos un rato, ella sabía moverse muy bien bajo el agua, bueh.. que me sorprendía, si todo lo hacía bien. En un momento, en uno de sus juegos, quedamos lo suficientemente cerca, me incline hacia ella, mordió su labio ligeramente, puse una mano en su mejilla y la otra en su cuello, sus mejillas se calentaron.

 -Ya es medio día, deberíamos comer algo- pronunció cortando la tensión

Maldición

Se soltó de mi agarre, tomo mi mano y salimos del agua, al principio fue un poco.. como decirlo, incómodo, la tensión entre nosotros se notaba, realmente no entiendo porque le cuesta tanto aceptar que siente cosas por mi, pero después de unos minutos todo volvió a la normalidad. Había empacado para el almuerzo todo lo que le gusta a Vera, incluso el postre. Después de comer, nos recostamos en la arena para ver las nubes. El cielo estaba cálido y radiante, estuvimos ahí por horas, junto a ella no había espacio para el aburrimiento, sacaba mi lado más espontáneo, sus chistes cortaban la tensión de algunos momentos afortunadamente, porque en varias ocasiones dude de mi autocontrol.

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