CAPITULO 3 NOCHE DE BODAS

Al llegar a la mansión de Rahamm, fueron recibidas por la servidumbre y las doncellas de inmediato la llevaron a su habitación para prepararla para su noche nupcial, y el corazón de Hana se le acelero a punto de infarto.

"Piensa Hana, que hacer para evitar esto".- pero por más que le daba vuelta al asunto no se le ocurría nada.

Le soltaron el cabello, la vistieron con su ropa de dormir, y una vez lista iban a retirarse cuando ella pregunto por su esposo, que terrible y doloroso sonaba eso, le informaron que había llegado el padre de Ashraf, su esposa y la tía de su esposo, además de los padres de Hana para un asunto delicado.

La costumbre que aun con prevalecía contradiciendo la modernidad y avances que había logrado las grandes urbes con el paso del tiempo

Esta creencia consistía en que después de tener relaciones debía ser mostrado la prueba de la virginidad de la joven que consistía en mostrar la sabana manchada de sangre que daba fe que ciertamente la joven esa noche había perdido su virginidad, así que a eso se debía la presencia de los familiares de el novio y de la novia, en su casa.

Hana siempre pensó que esta costumbre era tan denigrante y humillante

Se le exigía a la mujer ser virgen pero al hombre se le permitía tener todas las mujeres que quisiera.

Una vez más se rebeló contra sus creencias, su cultura y este matrimonio obligado.

Hana estuvo un buen rato dando vueltas en la habitación, revisando las ventanas y el baño para ver si podía huir por alguna ventana pero esta tenia barrotes.

Finalmente cuando ya empezaba a hiperventilar se le ocurrió una idea.

¿Y si se hacia la dormida?, si eso haría, se fue a la cama y se arropo toda y cuando la puerta se abrió aguanto la respiración

Unos pasos llegaron hasta su cama, se mantuvo allí

Ashraf Rahamm permaneció unos segundos de pie observando a su esposa vuelta un bulto, debajo de esos cobertores, luego con una sonrisa burlona que Hana no pudo ver, se dirigió al baño, para darse un baño.

Salió a los pocos minutos con una bata de baño, solo puesta y el cabello escurriendo agua y nuevamente miro a su esposa, aun "fingiendo dormir", y lejos de molestarlo le divirtió.

         - Despierta mujer, sé que solo finges dormir- le dijo el

Ella se tensó aún más y no le hizo caso, debía seguir fingiendo.

De pronto sintió que los cobertores le eran arrebatados y quedo expuesta totalmente a él, y entonces se le enfrento

        -  Eres un salvaje- le grito fulminándolo con sus ojos verdes

        - Y tu una mentirosa, crees que puedes engañarme a mi- inquirió el burlón

Camino unos pasos a su cama y ella de un brinco salió de ella ubicándose al otro lado de la habitación, sus miradas lanzaron el reto silencioso del juego del gato y el ratón

Pero el más que un gato parecía un tigre muy peligroso y que para nada tendría misericordia de su presa

       - Porque huyes de mí, acaso tu madre no te explico bien cómo comportarte como una esposa sumisa y obediente, - hizo una pausa y añadió- claro, olvide el detalle que tu madre es Norteamérica y tienen otras ideas más abiertas, así que no tendré que explicarte lo que esta noche va a suceder

       - No, no tienes que explicármelo, pero tampoco vas a hacerlo, acepte ser tu esposa obligada pero jamás seré tu mujer.- le advirtió aparentando valentía, lo cierto, es que por dentro llena de temor, angustia e impotencia

     - Crees que me conformare que solo seas mi esposa en el papel, ni lo sueñes- espeto con burla y prepotencia.

Volvió acercarse a ella y ella retrocedió, sin embargo él fue más rápido y pronto la tuvo aprisionada en sus brazos, obligándola a mirarla a los ojos de le que lanzaban destellos de lujuria y declaro:

       - Cuando me dijeron que la mujer con la que me desposaría la primera vez "tu hermana Sura" tenía ascendencia norteamericana, mi primera impresión fue negarme pero al final iba a casarme solo por compromiso adquirido, pero al verte a ti supe que debía tenerte al precio que fuera, sin importar nada mas – confeso

Con su mano delineo su rostro en una caricia que a ella le dio náuseas y continúo diciendo:

      - ¿Qué edad tenías cuando te vi por primera vez, ¿15?,  eras una niña, pero Dios sabe cómo me impactaste, tus ojos. Son los ojos más hermosos que he visto, y esa inocencia que proyectas me subyuga-ella contiene la respiración ante la intensidad de sus palabras y la profundidad de su mirada- Espere 3 años por este momento, pero ya no pienso esperar un segundo más.- declaro con determinación.

Cuando los labios de él se apoderaron de los suyos, ella trato de resistirse, de apartarlo, pero él era más fuerte

Su boca experimentada y ávida de deseo poseyó la suya, un beso que fue adquiriendo dimensiones desconocidas para ella porque a pesar de sentir un rechazo, se vio de pronto dejando que el hiciera lo que quería, pero tan pronto su lengua demando penetrar fue su llamado de alerta y opto por morderle el labio y el de inmediato se apartó y ahora estaba hecho una furia-

      - Maldición-grito tocándose el labio por donde manaba sangre.

Dios una vuelta en su eje, se pasó la mano por el cabello en un intento de calmarse y luego esos ojos azules profundos, pero fríos, llenos de ira se conectaron a los suyos y declaro:

      - Que pretendes al resistirte, eres mi esposa y cuando más rápido entiendas eso, mejor te ira.

La impotencia y la rabia se apoderaron de todo su ser

       -Jamás aceptare vivir esta vida que yo no elegí.- le grito con rabia, dolor e impotencia.

Las lágrimas se agolparon en sus ojos y ella noto que su expresión de furia se disipo de los ojos de Ashraf y condescendiente inquirió.

      - Este matrimonio no será tan malo como imaginas- se acercó más a ella y tomando uno de sus cabellos lo llevo tras sus orejas y luego con su mano acaricio su mejilla pero ella sintió repulsión y retrocedió, y el dándose cuenta se molestó mucho y prosiguió en tono y actitud peligrosamente calmado- tu tendrás un matrimonio ventajoso, mucho dinero, lujos y me tendrás a mi cada noche haciéndote el amor

Esa idea le revolvió el estómago pero a la vez le hizo que se erizara su piel con una sensación extraña.

El prosiguió

       -Tendremos una familia y todos los hijos que Allah envié.

Jamás con el podría cumplir sus sueños, jamás seria libre, y eso era algo inaceptable.

Ashraf veía su expresión de repudio y eso término encendiendo más el fuego interno de la ira al sentir el rechazo de esa mujer que se había convertido en su obsesión.

       -No me mires con repulsión, pudieron haberte comprometido con un viejo feo y desagradable, en cambio, me tendrás a mí y tendremos sin duda hijos hermosos.- le cuestiono

           - Tú eres para mí desagradable y con un alma oscura- bufo con odio.

           - No lo soy créeme

Porque de pronto se le notaba afectado.

Lo estaba, el rechazo de Hana era algo que no soportaba.

Pero tendría esa mujer al precio que fuera.

Avanzo a ella y a pocos centímetros de ella puntualizo:

    - En fin, ya basta de tanta cháchara, y cumple con tu deber marital, porque esta noche no habrá escapatoria para ti y para nada será un suplicio, juro que cada centímetro de tu cuerpo, responderá a cada una de mis caricias.

Era este su fin, ya que mas podía hacer, se tendría que entregar a este hombre sin amor, sin poder ya contener las lagrimas que fluyeron a borbotones cuando había querido detenerlas porque no quería que el la viera derrotada, humillada.

Nuevamente vio un cambio de expresión en el rostro de Rahamm pero fue quizás producto de su imaginación, porque muy pronto solo vio ese rostro y esos ojos azules como el fuego mas intenso llenos de frialdad y crueldad,

       - Dame tiempo por favor, para que me acostumbre a la idea de ser tu....mujer.- suplico, no tenía otra opción. ¿Y serás la mujer dócil y sumisa que yo necesito?- pregunto con autosuficiencia.

         -Lo que sea,- acepto tragándose su orgullo- pero no me obligues a ser tuya esta noche. te lo ruego- cayo de rodillas suplicando, no tenia otra opción si debía humillarse lo haría.

Creyó ver en aquellos ojos azules y fríos duros un vestigio de calidez, incluso de compasión

        - Levántate- le dijo ahora en tono suave

Pero ella siguió llorando arrodillada y con sus manos cubriendo su rostro. No podía creer que en aquel hombre hubiera un rastro de bondad y nobleza.

El se acuclilló a su lado, la obligo a levantar su rostro, con sus dedos limpio sus lágrimas y cuando ella vio venir otro beso se aparto y mirándolo con odio infinito,  le escupió a la cara su desprecio

        -Te odio y te desprecio, te odiare toda mi vida.

Nuevamente el rostro de el cambio y su actitud volvió a ser fría y sus intenciones oscuras afloraron que constato con las palabras que fueron la sentencia de la joven. La obligo a levantarse con brusquedad, rasgo su vestido dejándola en ropa interior y sentencio.

        - Esta bien quieres hacer las cosas más difíciles, lo siento por ti, porque yo si disfrutare de ti, al precio que sea, porque si el amor o la felicidad me fue negada entonces lo sustituiré con placer, y me daré por satisfecho.- Era su ultima palabra y ahora  ella si sabía que ya no habría escapatoria posible.

Ashraf Rahamm la llevo hasta la cama con brusquedad, le molestaba sobremanera la idea que ella la única mujer que deseaba más que a ninguna otra no compartiera sus mismos deseos y sentimientos.

Nunca ninguna mujer lo había rechazado de esa manera, le había hablado con tanto desprecio, lo había mirado con ese odio y le mostraba su abierta aversión. Eso lo llenaba de furia, de impotencia pero sobre todo le dolía en su orgullo propio y en algo mas profundo.

Ella lo vio quitarse la bata y quedar solo con su chándal negro.

Su pecho fuerte expuesto ante ella

Su musculatura lograda debido al ejercicio diario lo convertían en alguien físicamente no desagradable.

Pero su alma oscura es lo que la intimidaba y le causa asco

Las amigas que había tenido en el internado siempre le hablaban de las grandes historias de amor, el caballero y la damisela, el príncipe y la doncella,

Pero el para nada era un príncipe mucho menos un caballero. Era un monstruo que la usaría a su gusto y luego la desecharía.

Hecho que corroboro cuando lo tuvo sobre ella, buscando solo su placer.

Sus manos recorrían cada centímetro de su piel, su boca sobre la de ella obligándola a recibir ese beso que le producía repulsión.

Nunca antes la habían besado, este era su primer beso real, y su concepto de lo que imagino sentiría, de unos labios que la besarían con dulzura chocaron con esta dura realidad.

La boca de el solo demandaba y exigía una respuesta que ella no estaba dispuesta a darle y él lo sabía, no le importaba porque solo buscaba su propio placer.

Su respiración se aceleró cuando sus manos recorrían cada centímetro de su pie, su lengua húmeda se introducía en su boca robándole el alma.

Y todo tenía un precio

Fue vendida como un objeto y esa idea se instauro en su cerebro y hacia que todo su ser experimentara un abierto rechazo que iba en aumento al convirtiéndose en repulsión, al pensar que iba a ser violada y nadie haría nada

Se sentía sucia, vendida al mejor postor, completamente humillada

      - Si te relajas será más fácil- le dijo el mirándola fijamente antes de que bajara su cabeza y apropiarse de nuevo de sus labios.

Fue un beso avasallador, totalmente dominante y exigente, pero ella sintió ganas de vomitar y la hizo cuestionarse ¡Quien era ella en estos momentos un objeto de placer, que no tenía sentimientos y valor¡.

       - Hare que respondas a mí. Le dijo el con convicción al notar su frialdad

       - Nunca, tendrás que violarme, porque eso será una violación- le respondió entre sollozos

Al escuchar esto como si un viento enorme lo impulsara hacia atrás él se apartó con brusquedad

Hana sollozaba ahora experimentado un temor más grande porque aquellas palabras sabia él se las haría pagar aún más caro.

Ashraf se sentó en la cama dándole la espalda y pasando sus manos por su cabello queriendo recomponer su compostura.

Pasaron segundo que a ella le parecieron eternos él se puso de pie  y se volvió a ella y con mirada afectada espeto

      -Crees que te obligare, nunca-reitero con rabia- escúchame bien, usare la fuerza para acostarme con una mujer, sé que terminaras haciéndolo por voluntad propia, tal vez no esta noche, pero pronto serás tú quien me suplique

Acto seguido fue al cajón de la mesita de noche y extrajo una daga para luego tomar una de las sabanas y se cortó la palma de la mano dejando caer pequeñas gotas de líquido rojo y espeso sobre la tela colorida, ante la incomprensión de ella

Él se volvió y respondió su pregunta silenciosa

      - Es la prueba de tu virginidad- le dijo autosuficiente.

Luego paro la sangre apretando con una venda, fue hacia la puerta y la abrió para entregarle la sabana las mujeres que aguardaban.

Al cerrar la puerta ella no supo que decir pero no hizo falta, Ashraf Rahamm salió por la puerta que colindaba con otra habitación y desapareció.

Ella se acurruco en posición fetal y dejo que las lágrimas fluyeran sin control y así encontrar el desahogo a todas sus emociones.

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