El buen ambiente que Shi MinZhe había logrado crear, pareció disiparse momentáneamente. Debido a esto, se mantuvo en silencio y volvió la vista al frente. 

¿Qué hacia ella aquí?

Ming Hui tampoco dijo nada, su figura simplemente acercándose hasta acabar a su lado. Ella lo observó desde arriba con el ceño fruncido. 

"Es inútil que intentes cultivar, las pruebas son mañana. Deberías reconsiderar tu decisión de quedarte aquí" 

Aunque lo dijo en un tono calmado, las palabras pronunciadas por Ming Hui fueron como un un veneno invisible, calando con lentitud hasta su corazón para hacerle daño. 

Shi MinZhe también lo sabía, pero aún así quería intentarlo. Después de todo, no tenía nada que perder aparte de su cara. 

Aunque fue provocado, contestó con la misma calma: "Quien sabe si la suerte decida aparecer delante mía"

Fingiendo que no