Primera escalada

   Medité en la noche ya que en la mañana no podría, y más si debíamos levantarnos y estar más que listos antes de las 7:00 am, luego de eso decidí bromear un rato con Elías, pero apenas dijo

   Elías: no hice ejercicio porque ambos tuvimos ejercicio de cardio -pícaro-.

   Mi cara se tornó rosada y solo pude reír y dejar por ahora la plática, vale admito que con el sentía muchas mezclas, entre ellas ella seducción y deseo, nada más con algunos besos y roces ya mi cuerpo lo quería sentir mejor y bueno claramente de un paso a otro se llega a cardio.

   Sonreí mientras apagaba la luz del cuarto, no pude alarma porque igual estaría atenta, sabía cómo organizar mi cuerpo con las horas de sueño, así que luego de quitarme un leve sudor me fui a la cama; la mañana fue tranquila y con el sonar de la alarma de Elías me desperté y hice mis estiramientos aún en la cama y luego fuera de la cama.

   Me asee un poco y luego busque una ropa fresca, ni muy fría mi muy caliente, aunque igual nos llevaríamos unos bolsos, Damián estaría abajo y estaría atento a todo, claramente como principiante iríamos a un lugar de entrenamiento y luego iríamos al verdadero reto.

   Cuando Elías tocó la pared con cuidado le dije: voy saliendo, te veo afuera.

   Lo oí reír con picardía y salí, la primera rutina era ir en trote suave hasta el establecimiento y de allí sería los primeros pasos, al salir tenía todo listo, Lili tendría las cuerdas y las llaves para un amarre seguro, de todos Lili era la única experta en escalar, imagino que supo administrar su niñez con varias actividades, cuando salí y le sonreía a Elías ya mi Sensei había salido y le dimos los buenos días y de allí despertar a Kindi y a Lili.

   Tocamos al mismo tiempo y cuando vi a Kindi salir me iba a asombrar, pero al ver a Lili me asombre, Kindi sabía las reglas así que lo mire fijo, claramente Kindi conocía mis miradas y solo alzo las manos, decidí relajarme y esperar, Lili había ido a despertarlo y ya estaba vestida con todo, verificaba que la pierna de Kindi estuviera bien, de igual manera iríamos en ritmo lento en caso de que el necesitará un respiro; Luego de ello Damián nos esperaba y lo saludamos mientras llegaba la entrenadora y el grupo, le puse al tanto e incluida mis dudas, se que los chicos nos vigilaban y eso en parte me tenía tranquila, pero aún así no podía jugar con fuego.

   Nos unimos al grupo y oímos como sería el recorrido, habían muchos que se recuperaban de lesiones así que el grupo iba a esperar por todos, claramente Kindi odiaba ser tratado con delicadeza, pero entendía el porque. Aún así al trotar lo dejamos ir al frente con Lili para ir vigilando su pisada y su ritmo.

   Era un trote suave por una hora hasta el establecimiento, descanso de unos minutos y agua y de allí empezar, el trote fue productivo ya que pudimos detallar mejores cosas que la última vez, varios pinos y árboles fruteros, luego varios tipos de aves, al llegar al punto final era grande, parecía una mansión.

   La entrenadora explicó que era grande por qué estaba por niveles, desde el principiante al experto, pero la prueba de fuego siempre sería la gran roca, era muy popular en esta área ya que a pesar de todos los desastres naturales que ha sufrido el terreno ella sigue en pie.

   Efectivamente tuvimos 20 minutos de descanso y luego a subir, iríamos por grupos de 3, de allí nos clasificaría aunque todos fuéramos novatos, me todo al lado de Elías y una pareja de recién casados, solo sonreímos y de allí nos explicaron los pasos a seguir.

   Elías y yo subimos en pasos firmes pero con calma, la chica no podía subir por miedo, así que pedí bajar y darle una mano, subí con ella poco a poco y le indique cómo calmar los nervios, aunque le gustó la experiencia decidió no tentar la suerte.

   Elías y yo sonreímos y nos felicitaron por buena sincronización, cuando le tocó a Lili con otro grupo, esa mujer parecía la esposa del hombre araña, no usaba tanto el polvo y escalaba muy bien, mire a Kindi todo embobado y le dije

   Andrea: -voz calmada- Kindi, no hagas nada loco, tu reina dijo que te esperaría, así que no debes apúrarte.

   Kindi: -me mira fijo y sonríe- lo se A tranquila, pero esto es un reto para mí mismo, Lili también me lo dijo hace rato -leve pausa- dijo “no quiero que te apures a mi ritmo, yo puedo ir al tuyo”.

   Andrea: -sonríe- así es Lili, y si son sus palabras.

   Cuando le tocó a Kindi fue más de observar todo con calma, tocaba bien las piedras para confiar en su firmeza y luego subir, la entrenadora lo felicito por qué tiene la visión de un escalador experto, pero poco a poco tomara el ritmo.

   Luego los mostraron las demás y claramente Elías y yo nos retamos por subir las que pudiéramos, no era un reto contra reloj pero si de quién a pesar de sus ansias iba con pasos firmes.

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