“Capítulo 4”Luna

—*No, no por favor, no me muerdas* — Celine despierta gritando y llamando la atención de su madre y padrastro quienes van hacia ella a ver qué sucede — *No lo hagan, déjenme* — continua gritando.

—Hija ¿Qué pasa? Nadie te está haciendo nada — su madre se aterra al verla llorar y temblar.

—Están aquí madre, me mordieron — señala su cuello.

—Céline, nadie te ha mordido — se levanta a verse en el espejo, pasa sus manos repetidas veces con desesperación al no ver nada, más sin embargo siente como si estuviese allí. Sale de la habitación y baja las escaleras corriendo para llegar al lugar exacto de ayer donde la tenían, no hay desastre, no hay sangre ni evidencia de que algo pasó.

—Yo…yo lo siento, pase la noche viendo película de terror y creo que me excedí — su madre la observa preocupada porque sabe que no es así, ellos llegaron una hora luego y ya Celine estaba en su cama dormida — Iré arriba — sube rápido, cierra la puerta de su habitación y vuelve a verse en el espejo, su recuerdo le es real, aunque no esté la marca sabe que algo extraño ocurrió en la casa y con ella, incluyendo la presencia de Loan, a parte no lleva la misma ropa de anoche.

Toma asiento en su cama y cierra los ojos por un instante reviviendo las escenas de anoche, los vampiros y a Loan transformándose en una bestia, un gran animal que acabó con ambos en un segundo. Abre los ojos y va directo al baño para humedecer su rostro, se niega a si misma que lo de anoche fue real, aunque lo siente así ella se rehúsa a que pueda ser cierto.

—¿Vampiros y lobos? Imposible Céline, todo fue una terrible pesadilla — se dice mientras se mira a través del espejo — ¿Quién sueña con esas cosas? — se ríe de ella misma.

Sale del baño y mira su laptop, en eso recuerda la foto que había tomado de una figura detrás de un árbol, la enciende y va en busca de aquella foto, pero no la encuentra, va por su cámara y allí sucede lo mismo, se da cuenta de que algo no está nada bien, las fotos, lo de anoche todo le resulta muy extraño.

—¿Y si no fue un sueño? — se vuelve a preguntar y toca su cuello por sexta vez — No puedo estar loca, fue tan real, el dolor, las palabras de aquellos… sujetos, mis gritos, mamá salió anoche y yo baje por postre, luego… pasó eso, no recuerdo haberme quedado dormida, no puedo estar tan loca así, lo de anoche tuvo que ser real, la única persona que puede sacarme de dudas es ese hombre del bosque, él también estuvo en mi casa cuando uno de ellos me estaba… ¿Chupando la sangre? ¡Ay que estoy diciendo! Nada pudo ser cierto, es imposible que existan cosas de esas — continua hablando sola — ¿Y si es posible? ¡Claro que no! — Expresa al final — Volveré al bosque, necesito ver a ese hombre de nuevo.

Celine se va a darse una ducha, se siente confusa, pero eso no quita la idea de que anoche nada fue un sueño. Aun su piel siente el dolor causado por el vampiro.

Dentro del bosque Loan se encuentra de frente a dos vampiros más que fueron capturados anoche rondando la ciudad, los mira con asco, desdén, repudio por como toman la sangre directa de los humanos y los matan sin importancia. Lo de anoche lo ha llenado de ira, han entrado a su ciudad en busca de alimentos, lo que más le sorprenden es que fueran directamente por ella, considera que Celine ha llamado mucho la atención de algunos vampiros, algo que no suele suceder con los visitantes.

—¿Qué harán ahora que los tengo en mi poder? — Sostiene la cabeza de un vampiro y le obligan a abrir la boca — ¿Qué eres sin tus colmillos? — Se los arranca uno por uno — Nada, no eres nada — el vampiro se queja. Los lobos tienen una sala de tortura donde usan herramientas y cadenas que mantienen a los vampiros inmóviles, a parte los muerden para debilitarlos e ir matándolos poco a pocos.

—Pronto acabaran contigo Loan, no tienes idea de cómo piden tu cabeza, se avecina una gran guerra y estamos preparados para enfrentarnos a ustedes, atacaremos cuando menos lo esperes… —Loan atraviesa su pecho, con su mano saca el corazón del vampiro y luego lo hace trizas en cuanto la cierra fuerte, el que está a su lado le arrancan un brazo, la paciencia de Loan es limitada.

—¿Quién los envía a mi territorio? — torturan al vampiro, lo muerden como si fuese un filete.

—Tus días pronto acabaran Loan, solo están esperando encontrar un punto débil — Loan se acerca a él, mete ambas manos en su boca y abre tanto que le desprende parte de la cara.

—Comenzabas aburrirme — se limpia la sangre — No quiero volver a ver ningún vampiro cerca de mi territorio, anoche atacaron a una humana — recuerda a Celine.

—¿Muerta? — Les miente a sus hombres, no quiere que nadie tenga idea de que salvo a la mujer que había fotografíado a su amigo Román en plena transformación — Señor ¿Y la mujer del bosque?

—Igual — vuelve a mentir, a Loan le ha parecido tan difícil matarla que ha ocultado la verdad sobre ella, por más que no quiera siente la necesidad de seguir conociéndola, es algo que no puede evitar, pasó toda la noche mirándola dormir después de que fue atacada, tuvo que borrar su marca. La saliva de los lobos suelen hacer que las heridas cicatricen sin dejar marcas, eso mismo hizo él con ella para así cuando despertará creyera que todo fue un sueño, cosa que Céline no cree, para ella todo fue real.

—Excelente señor, por cierto, su amigo Bresco lo espera en su casa, no le había dicho antes porque sabía que atendía primero el asunto con los vampiros — el saber que su mejor amigo de gran confianza está aquí le parece excelente, y más porque necesita hablar con él sobre la mujer que ha aparecido a revolver su mundo.

Sale de la habitación donde se encontraba y camina a su casa apresurado para ver a su viejo amigo, en cuanto entra a la casa abre sus brazos a recibirlo, ambos se abrazan y sonríen contentos de verse. Loan lo invita a su despacho y le sirve como de costumbre una copa de vino tinto.

—Veo que te da gusto mirarme por aquí — junta sus manos.

—Como no tienes idea amigo, y más porque tengo algo que contarte, sabes que eres al único que le fio mis mayores secretos.

—Te escucho — Loan se acomoda en su asiento.

—Creo que he encontrado a mi… compañera — su amigo borra la sonrisa, sabe que Loan jamás ha deseado conocer a su compañera de vida por miedo a que lo quieran amenazar con ella y así puedan acabarlo, o peor aún, asesinar a la persona que llegue a amar.

—¿Cómo sabes? ¿La has visto? — asiente.

—Es nueva en el pueblo, tengo semanas soñando con una mujer que ni su rostro veía, hasta ayer cuando me trajeron el cuerpo de Román que aspire su aroma, me pareció curioso que fuera tan perfecto y complacedor, tanto que no me resistí y fui a verla, con dos intenciones, de descubrir quién era y matarla, obvio no pude hacerlo, es como si algo dentro de mí me lo impidiera, incluso la salve de que unos vampiros la mataran anoche, me llene de tanta ira que los acabe en un segundo — su amigo achica sus ojos.

—¿Qué harás? Ya sabes, no quieres una compañera — Loan entre junta sus dedos.

—Tengo que hace que regrese de donde vino, no puede seguir aquí, Bresco soy una bestia despreciable y lo único que puedo hacer es causarle una muerte a esa mujer, además, mi vida va perfecta como para arruinarla por una simple humana, en parte agradezco que sea una humana y no pueda presenciar lo mismo que yo — Bresco abre sus brazos.

—Exacto, ella no tiene idea de que está destinada a ser tu compañera, tu solo ignórala ¿Puedes hacerlo? — ambos saben que no será posible, la atracción es natural cuando los lobos están destinados.

—Hare que vuelta amigo, así deba hacerla pasar por el peor susto de su vida, ella será una distracción para mí y en este momento lo que menos necesito es eso. No tienes idea de lo que me distrajo ayer — dice molesto.

—Es normal, me pasó con Alicia — rueda la mirada.

—Tu eres más sentimental, me conoces, soy una bestia, un animal salvaje que nadie puede controlar, y esa mujer podría hacerlo — golpea la mesa.

—¿Y entonces? ¿Cómo te desharás de ella? — mira su amigo.

—Pretendo llevarla al bosque y darle un susto, en cuanto me vea no soportará la idea de lo que somos y se ira — Bresco hace gestos no de acuerdo.

—¿Y si nos delata?

—No lo hará, me encargare que mantenga la boca cerrada, si llega a decir una sola palabra la matare yo mismo, ¡Ya debí haberlo hecho, anoche mismo! — se exaspera.

—Apenas la viste ayer y ya andas estresado — Loan alza sus manos.

—¿Cómo no estarlo cuando sé que ella puede hacer que me maten? Entiéndelo, no puedo morir aun, no sin hacer que esos vampiros y la manada que asesinó a mi madre se inclinen ante mí, jure que me iba a vengar de cada uno de ellos, empecé por mi padre, ahora me faltan los demás — Bresco toma aire, jamás le ha parecido la idea que tiene Loan de querer enfrentarse.

—Loan llevas años intentando acabar con ellos y nos has podido — suelta una risilla.

—Estoy tan cerca amigo, tan cerca de lograrlo — Bresco niega.

—¿Dejaras ir a la mujer que puede darle paz a tu corazón por una guerra o venganza? El vengarte no la devolverá Loan, tienes que entenderlo, revelarte ante el consejo traerá problemas a todos, abrir una guerra en contra de los vampiros será el final para nosotros, ellos nos llevan una gran ventaja, el que matarás a un anciano no quiere decir que lo puedas volver a hacer, están más preparados que nosotros — Loan junta sus manos.

—Mi venganza la tomare hermano, luego hare que lleguemos a un acuerdo con los vampiros, ni ellos pueden tocarnos ni nosotros a ellos, intento protegernos, intento hacer algo que ningún otro se atreve — Bresco se levanta molesto.

—Lo que intentas es que todos te vean como un ídolo ¿Eso intentas Loan?

—¿Y no me lo merezco? Soy el único de la especie y un grupo más que lucha por mantenerlos con vidas a ustedes, soy el único que hasta el momento piensa más con cabeza fría, mientras que los demás dejan que nos maten como si nuestras vidas no valieran nada, y te diré algo, comienzo  a pensar que dentro del consejo tenemos traídos, Larisa ha estado renuente a la idea de un trato con ellos, todos dentro del consejo aceptan la idea de no hacer nada en contra de un vampiro aun cuando ellos entran en nuestro territorio a matarnos ¿Crees que es justo? ¿No te parece extraño que siempre se nieguen?

—Terminaras enloqueciéndome con tus ideas ¿Crees enserio eso? Porque yo no — se levanta de su asiento.

—Quiero que vayas la semana que viene al consejo y te des cuenta por ti mismo, no podemos mencionar a los vampiros porque se exasperan, deberían de defendernos a nosotros, no a ellos — se queda en silencio analizando lo que Loan dice.

—Investigare a Larisa, si lo que dices es cierto haremos una convocatoria para desmentirlos a ellos.

—¿Cómo harás? Larisa es muy cuidadosa — su amigo ríe.

—Soy Gerard Bresco hermano, siempre obtengo lo que quiero.

—Cuento contigo, si Larisa junto a los demás del consejo nos están vendiendo a los vampiros para salvar sus pellejos yo mismo me encargare de darle su castigo, en especial a ella — Bresco se levanta del asiento.

—Volveré en una semana con la información, por ahora no sigas acabando con los vampiros que entren al territorio, ni a los de nuestras especies, sé que llevas unos cuantos.

—Me conoces, ellos están metiéndose en donde no deben, estoy en mi derecho de defender a mi manada — se dan las manos.

—Es cierto. Cuídate, y Loan… No hagas que se marche aun, espera un poco más a ver qué sucede con ella — le abre la puerta a su amigo.

—Lo que sucederá es que ella ocasionará mi propia muerte — Bresco sale.

—Solo piénsalo.

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