Capitulo 04

↝↜GEU↝↜

La investigación sobre la muerte de Sebastián estaba lejos de cerrarse. Había muchos, pero muchos implicados y demasiados sospechosos importantes. 

La lista de sospechosos la encabezaba la hija del senador, Valentina Lorens D'laurentis. Quien había amenazado públicamente a su exnovio después de haber terminado con él. Había indicios de que ambos actores se habían reunido poco antes de la muerte de Sebastián, pero no había pruebas concretas, porque el testigo cambió su versión poco antes de la declaración ante el juez y se suicidó en su celda «sospechoso, pero nadie le dio importancia porque se trataba de la vida de un escolta». 

En la lista seguía Jimena O'Pherer quien presuntamente tenía nexos con el narcotráfico, específicamente la mafia brasileña. Sebastián y ella habían realizado consignaciones por grandes sumas de dinero a la mafia. El día en que Sebastián murió ella desapareció sin dejar rastro. Los documentos, comprobantes de pago, todo lo que los inculpaba desapareció con ella. Nadie había vuelto a saber de ella, pero había sido vista en varios países. 

Santiago McCartney el mejor amigo de Sebastián, también era uno de los principales sospechosos, quién se comunicó con él una hora antes de que apareciera muerto. En la llamada Sebastián decía que pasaría por su casa antes de hablar con Valentina. Sin embargo, en las declaraciones dadas por Santiago y sus padres «los dueños de los puertos de las principales vías marítimas a nivel mundial y además ministro de defensa y ministra de interior del país» Sebastián nunca llegó, y aunque algunas investigaciones indicaban que Santiago mintió, nadie hizo nada al respecto porque así era el mundo de la política y el poder. La prueba de que Sebastián se había reunido con Santiago eran los papeles «documentos del banco» que habían terminado en poder de Santiago y que Sebastián llevaba consigo el día que murió y que en la actualidad Santiago le había entregado a Alan Caicedo su nuevo mejor amigo. 

A pesar de que la relación entre Alan y Sebastián nunca fue buena no había nada que indicará que él tenía participación en lo sucedido «al menos directamente». 

Los demás sospechosos eran personas que fueron descartadas en un proceso minucioso y al final la lista de sospechosos se redujo a cinco personas y una organización: Valentina Lorens, Santiago McCartney, Jimena O’Pherer, el doctor Edward Harris, el Senador Oliver Andrew Lorens y la mafia brasileña. Todos tenían motivos para encontrarse en esa lista, pero la ventaja la llevaba por mucho Valentina Lorens, quien no solo había terminado con él en público sino que lo había amenazado ante las cámaras diciendo que le haría pagar con sangre el haberla engañado, y sumaban puntos en su contra las recientes muertes de los agentes que llevaban su caso y la desaparición de otros muchos. 

↝↜Alan↝↜ 

Había pasado uno de los momentos más aterradores de mi vida la noche anterior, había estado a punto de morir de tres maneras distintas, asesinado, haber salido volando por el precipicio y estrellado por un camión. Por fortuna no había muerto, aunque había perdido los papeles.  

— Lo siento viejo, de verdad, no pensé que sería tan peligroso — Se disculpó Santiago mortificado.

— Pierde cuidado, me preocupa es saber ¿Cómo sabían que yo sacaría los documentos de mi casa? — Santiago me ayudó a sentarme en la cama mientras hablábamos. Me había hecho una fisura en la tercera costilla por eso me dolía moverme.  

— No sé cómo se enteraron, me asegure de no estar cerca de nadie cuando te llame — Explicó — En el sobre estaba el traspaso que le hizo Sebastián a Valentina 

— Ahora no tenemos cómo probar que todo es legal — Santiago miró hacia la puerta y volvió su mirada a mi derrotado. 

— Además había otros documentos, cheques que Sebastián y Jimena firmaron... andaban en cosas raras con el narcotráfico, si lo que hay en ese sobre llega a las autoridades, será el final de todo, Valentina podría resultar involucrada — Negué preocupado al comprender la gravedad de la situación.  

— ¿Valentina lo sabe? 

— No — Santiago suspiro con tristeza y se sentó en la orilla de la cama — Ella ni siquiera sabía que yo tenía esos papeles... — La puerta se abrió de imprevisto y por ella apareció Valentina quien me dio una mirada llena de molestia. 

— ¡¿Eres tonto o que te pasa?! — Me regaño sin darme tiempo de decir nada — ¿Cómo se te ocurre salir sin escoltas? — Valentina camino hasta mi lado furiosa, Santiago me miró culpable sin decir ninguna palabra — ¿Qué hacías por allá? 

— Estaba haciendo cosas — Respondí sin querer dar explicaciones.

— ¡Si, y esas cosas casi te matan! 

— ¿Estás preocupada por mí? — Valentina se inclinó hacia mí con una mirada asesina en su rostro 

— ¿Tú qué crees? 

— Cálmate Valen, fue mi culpa — Intervino Santiago cauteloso — Yo le pedí que me llevara algo, en el camino empezaron a seguirlo, le dispararon y un auto lo estrelló  

— ¿Y qué te llevaba? — Su tono era peligroso y temí que volvieran a tener problemas por mi culpa 

— Unos papeles de mis papás... solo buscaban eso 

— ¡Pues deja de ser tan irresponsable Santiago, porque un día de estos por tu culpa va a morir alguien! — Santiago la miró alarmado, pero ella lo ignoró 

— Nos tienen vigilados ¿Comprendes? — Dije, tratando de que se calmara — Todas las personas que nos rodean, están siendo vigiladas 

—Y sabiendo eso, eres tan idiota de salir sin escolta

— Ya bájale, hoy no estoy de humor para soportarte — Le pedí con dolor de cabeza — Por si no lo recuerdas anoche tuve un accidente — ¿Es mi culpa? — Respondió insufrible 

— ¿Para qué tienes un arma si no eres capaz de usarla? — dijo Valentina tomando su bolso — Pusiste en riesgo todo lo que hemos hecho los últimos meses...

— Estás hablando de la vida de una persona — Le reprochó Santiago molesto — Y no de cualquiera, Alan es mi amigo — Valentina se giró hacia él con mirada severa 

— Por tu culpa casi lo matan — Le recordó con antipatía — definitivamente tú sí has demostrado ser un pésimo amigo 

— Oye el que hayas peleado con tu padre no es mi culpa, no te desquites conmigo — Le pidió él 

— No es por mi papá, solo déjame recordarte que Sebastián también era tu mejor amigo y ahora está muerto — Santiago y Valentina se sostuvieron la mirada diciéndose algo en silencio que sabrá Dios que fue. 

↝↜Edward↝↜ 

Acababa de volver a mi casa del colegio. El teléfono de mi habitación sonó de imprevisto, normalmente no recibía llamadas de nadie, excepto de mi mamá y esporádicamente de Valeria, pero desde que mi padre había obtenido mi custodia mi mamá no había vuelto a llamar. 

— Buenas noches ¿Quién habla? — Conteste mientras me quitaba los zapatos y me colocaba el pijama. 

— Hola Edward — Respondió una voz robotizada que me produjo un terrible escalofrío.

— ¿Quién habla? — Pregunté nuevamente 

— Alguien que quiere ayudarte a cumplir tus sueños, sé que necesitas patrocinadores influyentes y quiero hacer un trato contigo — E… es… eso es con el productor — Conteste un poco nervioso mientras me disponía a ir hasta la habitación de mi papá. 

— Yo te recomiendo que me escuches antes de hacer cualquier cosa, estando en tu cuarto solo los empleados suelen desentenderse de sus obligaciones — Me detuve sosteniendo la perilla en la mano con miedo. 

— ¿Qué quiere? Mi papá es el que tiene dinero, yo no tengo nada, de verdad — Me empecé a sentir aterrado. 

— Calma muchacho, no soy ningún estafador ni nada por el estilo. Solo necesito tu colaboración 

— ¿Con qué? 

— Hace dos años ocurrió un asesinato, los principales sospechosos eran Valentina Lorens, Santiago McCartney y Jimena O’Pherer. Pero el caso se cerró y la muerte fue hecha pasar por un accidente de auto. Todas las pruebas del caso desaparecieron misteriosamente. Jimena desapareció y todo el que intenta investigar a Santiago o a Valentina, termina muerto, loco o desaparecido — Pase saliva aterrado.

— Yo no sé nada de eso, se lo juro, ni siquiera vivía aquí hace dos años 

— Lo sé, pero tú tienes la facilidad de entrar en la casa de los Lorens sin llamar la atención 

— No puedo ayudarle, a… Además, está cometiendo un delito, soy menor de edad y debe ponerse en contacto con mi padre si desea hablar conmigo — Colgué la llamada con miedo y me dispuse a salir. Una luz roja de láser pasó por mi puerta, haciéndome retroceder asustado, me giré hacia el espejo y vi que tenía el punto en la frente, las manos me empezaron a temblar y los ojos se me llenaron de lágrimas. El teléfono sonó de nuevo así que conteste. 

— Hay un franco tirador apuntando a tu cabeza, un disparo silencioso y certero acabaría con tu vida — Hablo la voz robótica — Seguro el senador Lorens haría hasta lo imposible por descubrir al culpable de tu asesinato, pero pasarían años antes de que logrará saber el motivo de tu muerte — Sentí los ojos llenárseme de lágrimas por la angustia, estaba aterrado. 

— ¿Qué quiere? — Estaba al borde del colapso por el miedo que sentía.

— Que nos colabores, las pruebas contras Valentina Lorens desaparecen — Mi labio inferior temblaba y mis manos también, seguí mirando la luz roja sobre mi cabeza y mi respiración era cada vez más agitada — si nos colaboras tendrás los patrocinadores, fama y a tu padre fuera de todo esto — Se hizo un silencio prolongado que fue interrumpido por la voz robótica de nuevo — Si no lo haces, comprenderás que no podemos dejar que nadie sepa de nuestra existencia, así que tendré que dar la orden de que disparen — Alce la mirada hacia la ventana asustado, no podía ver nada más allá de oscuridad. 

— ¿Por qué yo? — Pregunte sin entender la razón.

— Podría darte muchas razones, pero te daré una — Respondió con la frialdad de una máquina — Porque tu padre está muy involucrado en todo esto por proteger a alguien que posiblemente cometió un asesinato — Respondió.

— ¿Y si Valentina es inocente? — pregunte por inercia, aunque de ella esperaba cualquier cosa. 

— Seis de mis mejores agentes han sido asesinados en el último mes por investigarla, si es inocente ¿Qué oculta entonces? 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo