New York , Estados Unidos.

04 de enero de 2020.

Me encuentro totalmente a oscuras y estoy realmente cansada, pero aun así me las arreglo para levantarme a duras penas de la cama y darme una ducha.

Cuando salgo de ducha paso la mano por el espejo para así poder ver mi rostro, me siento totalmente demacrada, he tenido muchas misiones últimamente y apenas pude descansar estas ultimas semanas.

Salgo del baño y me dirijo al vestidor para ver que ponerme.

Me decido por unos jeans negros tiro alto, unas botas del mismo color y un suéter beige que se ajusta a mi figura. En mas o menos unos 40 minutos tendría que estar en la agencia, voy bien, me tomo algo por ahí y me dirijo para allá.

Tomo mi bolso y voy directo a mi cafetería favorita, siempre huele a vainilla allí y ademas hacen unos cafés exquisitos.

Entro y hago la fila para que me atiendan, hoy hace mas frío de lo normal, creo que esta por nevar, siempre me encanto el invierno, es mi estación favorita, todavía recuerdo cuando con mi madre siempre íbamos a un parque hermoso, donde nos comprábamos las dos un café en esta misma cafetería y nos sentábamos en plena nevada, mi padre nos decía que estábamos locas por estar afuera con un clima tan frío y encima nevando, pero a nosotras nos encantaba, nos podíamos quedar horas charlando y bebiendo café.

Me pido un café y una medialuna para llevar y salgo directo para la agencia.

Al bajar del auto me encuentro a Sofia intentando sacar un montón de carpetas de su Audi blanco.

-Hola Chofi- le digo con una sonrisa, Sofi es mi mejor amiga desde que tengo memoria, desde chicas siempre quisimos ser agentes secretas, así que nos propusimos a seguir nuestro gran sueño, y lo logramos juntas, es prácticamente una hermana para mi.

-hola Romita- me saluda con una sonrisa radiante, sofia es rubia y de ojos castaños, es de estatura mediana y tiene un cuerpo para morirse, es una de las agentes que más llama la atención, por su físico y también porque tiene un aura amistoso y dulce- ¿me das una mano?

-si, claro- la ayudo a bajar algunas carpetas y cierro la puerta del coche- ¿como te levantaste hoy?- le pregunto.

-cansada, tuvimos mucha misiones últimamente, ¿y tu?- me pregunta abriendo la puerta de la agencia, saludamos a algunos agentes y le respondo.

-igual, a sido una pesadilla, casi no he podido pegar un ojo en la noche.

Entramos por la sala principal en donde esta la zona de los hackers y pasamos de largo yendo para la sala de investigación donde tenemos nuestros escritorios.

-hola Jacko, ¿tienen noticias sobre cual va a ser nuestra próxima misión?- le pregunto al asistente de John, el que esta al mando.

-buen día Roma, sofia- le hace un asentimiento con la cabeza- si, pero primero tienen que venir a la sala de planeación, John tiene que informarles algo- hacemos un asentimiento y nos guía hacia la sala.

Al entrar nos encontramos con John, que esta sentado a la cabeza de la mesa y con un hombre de traje con un maletín negro.

-buenos días agentes- nos saluda John- tomen asiento.

-buenos días- respondemos Sofi y yo al unísono, tomamos asiento y esperamos a que nos digan que es lo que hacemos aquí.

-bueno, antes que nada les presento a Eliott Clippard- nos da un asentimiento y John prosigue- el es el segundo al mando de la agencia mas importante, esta aquí por ustedes, como ya saben ustedes dos son las mejores agentes que tenemos aquí- asentimos atentas a lo que dice, mira a Elliot y le da un asentimiento de cabeza, supongo para que hable.

-un gusto agentes- dice mirándonos y abriendo su maletín para sacar unos papeles- prosiguiendo con lo que hablaba Launker, cuando nos avisan qué hay potenciales a grandes agentes, primero revisamos su número de misiones cumplidas y averiguamos un poco más de su vida y después les damos la oportunidad de unirse a la ASPI de Vancouver Canadá, como ustedes pueden imaginarse, por eso es que estoy acá- hace un minuto de silencio y prosigue- se que mudarse a otro país seria un cambio muy grande, ya que trabajan en esta agencia desde hace más de 4 años, por eso les dejamos la decisión a ustedes de si se quieren unir o no, tengan en cuenta antes de tomar la decisión definitiva que este seria un gran paso en su oficio y les beneficiaria mucho.

Guau, eso si que nos tomo por sorpresa, sabemos que somos las mejores agentes aquí, pero no habíamos llegado a pensar en la posibilidad de transferirnos, hemos soñado con ir a esa agencia desde que llegamos aca, miro a sofia y ella esta igual de sorprendida que yo.

-¿Nos podrían dar un día para pensarlo?- pregunto al cabo de unos minutos de silencio.

-claro, tienen hasta mañana a las 10:00 para dar su respuesta, si dicen que si, mañana mismo volarían para allá y sus cosas después serian trasladadas- dice John.

Nos despedimos y salimos de la agencia.

-eso fue....

-como una bomba, nunca pensé que nos propondrían ir a esa agencia, ¡es la mejor oportunidad que podríamos tener!- dice Sofi dando pequeños saltitos y mostrando una gran sonrisa.

-es lo mejor que nos podría pasar en la vida, aunque tenemos que pensar bien si eso es lo que queremos- le digo acompañándola a su coche- pero yo ya te digo que no hay un no como respuesta de mi parte.

-de mi parte tampoco, eso es seguro, ¡es una locura!- dice guardando sus cosas en el asiento copiloto y mirándome-¿quieres que vayamos a Witis y lo hablemos bien?

-claro, te sigo-le digo dirigiéndome a mi auto, es un mercedes negro, le he agarrado un profundo amor al color negro.

Sigo a Sof hacia Witis, cuando llegamos nos estacionamos y bajamos.

Entramos y elegimos una mesa, es una hermosa cafetería, es muy luminosa y tiene ventanales gigantes que dejan a la vista las transitadas calles de New York.

-buenos días, ¿que desean pedir?-nos pregunta una mujer castaña con una sonrisa y su anotador para tomar nuestros pedidos.

-buen día, por mi parte quiero una porción de torta de chocolate, con un café solo-le digo mientras va anotando lo que le dije.

-yo quiero un tostado de jamón y queso y un café, pero con leche- le dice Sofi sonriéndole y haciéndole ojitos a la mesera.

Esta se sonroja y le corresponde la sonrisa a sofi- bueno, en un rato les traigo su pedido-dice yéndose de nuestra mesa hacia otra.

-¿que ha sido eso?¿estabas coqueteando con la mesera?-le pregunto aguantándome la risa y me fulmina con la mirada.

-ya no se puede tener una conversación normal sin que me digas que estoy flirteando- dice colocándose una mano en el pecho y fingiendo indignación, me rio a carcajadas en su cara y ella se une.

-¿sigues con un odio intenso hacia los hombres?- le pregunto recuperándome.

-no es un odio intenso, pero cada vez voy perdiendo mas la fe en los hombres, ¡son increíbles!, el otro día estaba paseando por el centro comercial y un hombre me toco el trasero, ¡me lo toco el asqueroso!- dice haciendo gestos con las manos- obvio que le di un buen golpe en la cara, pero ya me ha pasado varias veces, es difícil ser mujer, hay que aguantarnos las miradas lujuriosas que nos echan en la calle o los piropos que nos asustan, ya no se puede estar en paz, los hombres cada vez se ponen peor.

-te comprendo, a mi igual me paso bastante seguido, es horrible que tengamos que pasar por esas cosas- le digo mientras la mesera deja nuestros pedidos en la mesa y me como un trozo de la torta, esta riquísima.

-bueno, cambiemos de tema, estas cosas me ponen mal, hablemos de la propuesta.

-hay muchos aspectos positivos en transferirnos, según lo que han dicho no a muchos les dan una oportunidad como esta, por mi parte no tengo nada que perder, excepto los recuerdos que tengo aca, creo que seria una buena idea empezar desde cero, pueden haber pasado cosas emocionantes aca, pero también han pasado cosas que nos han marcado a las dos y estar aquí nos lo recuerda cada día, desde que pasó no he podido sacármelo de la mente y estar aca me lo recuerda constantemente- le digo mirándola y aguantándome las lagrimas que se que están por salir.

-ay corazón, te entiendo, las dos pasamos por eso juntas, yo igual lo perdí todo, pero nos tenemos a nosotras y eso es lo que mas importa, no estas sola, estoy contigo en esto y lo vamos a superar juntas- dice limpiándome una lagrima traicionera- ¿sabes que te quiero como a una hermana no?

-obvio que lo se, yo igual lo hago- digo limpiándome otra lagrima y recomponiéndome- ok dejemos la depresión de lado y continuemos con la lista de ventajas y desventajas.

-¿segura?- me pregunta con preocupación, asiento y continua- ok, yo también quiero empezar de cero, aparte según me contaron habría un aumento, esa es una ventaja, aunque tengamos dinero para tres vidas un poquito más no nos hace daño, el dinero nunca esta demás.

-eso es cierto- le respondo riéndome.

Mientras ella toma de su café y muerde su tostado.

-¿cuales serian las desventajas?-le pregunto terminándome mi café.

-las únicas personas que les tenemos mucho cariño son a Annie y a Jackie, pero nos podrían ir a visitar y nosotras también podríamos venir aquí de vez en cuando, después no se me ocurre otra desventaja- dice intentando robarme un trozo de torta, le doy un manotazo y se frota la mano -auch ¿porque hiciste eso?

-sabes que la comida es lo único que no te puedo compartir- me hace un puchero y me le rio en la cara- sabes que conmigo no funciona eso, sorry not sorry- le digo acabando con mi trozo.

-eres mala- dice fingiendo enojo y haciendo puchero.

-pareces una niña- me saca la lengua y yo le devuelvo el gesto.

No se que haría si no la tuviera en mi vida, es lo mejor que me pudo pasar, siempre nos hemos apoyado en todo y si algo no funcionaba  buscábamos la forma de arreglarlo y seguir a delante, estuvo a mi lado en mis peores y mejores momentos, como yo lo estuve en los suyos, una mejor persona no podría haber pedido, puede que hayamos tenido nuestras peleas, como en todas las amistades, pero eso no nos separo.

Nunca nos van a separar.