Capítulo 6

Y así fue creciendo Eleonor, caprichosa. Todo cuanto quería, sino se lo daban, el llanto era tan grande hasta que se lo dieran. 

Uff, que llanto, hasta los vecinos se despertaban. una noche, pensando que la niña tenia algún dolor, apareció la vecina con varios medicamentos en la mano. Marie muy apenada por el escándalo de Eleonor le mintió diciéndole que si tenía dolor de barriga y que ya le había dado el antiespasmódico.

-Ya voto los gases, gracias señora Brunilde y disculpe la molestia. -le dice Marie apenada. 

-No se preocupe Marie, para eso estamos los vecinos. -le responde muy cariñosa. 

Eleonor se antojaba de cada cosa y casi todo el tiempo era de noche. El problema estaba en que Jacob la consentía mucho, por ser la más pequeña de la casa. Pero el amor a sus hijos era por igual a todos los amaba y consentía de vez en cuando. Lorelain era muy tranquila, una catira de ojos claros, con una cabellera resplandeciente, Marie la veía como una muñequita, la consentía tanto que pasó la mayoría del tiempo ayudándola en todas las actividades que realizaba desde el preescolar hasta la secundaria.

A Marie cada vez que la llamaban de la escuela para la programación de alguna actividad  se emocionaba mucho. Un día en Carnaval la seleccionaron para ser la candidata como Reina del salón, a Marie casi le da un soponcio de lo alegre que estaba, no escatimo en comprarle un hermoso vestido, zapatos y una tiara que resaltaba tanto que la hacia ver como la reina de la escuela.

Para Marie ayudar a Lorelain en las tareas escolares era divertido y no había un día en que nadie más que ella lo hiciera. Julia que era la mayor un día que se encontraba sin actividades, se sentó con Lorelain para ayudarla cuando Marie se dio cuenta, le llamo la atención diciéndole que tenia que preparar la cena y lavar los platos. Julia toda extrañada le contesta a Marie:

-No te preocupes mamá, de eso se encarga Nancy hoy le toca. Está en el horario ¿te acuerdas? -y sin discutir más, continuó ayudando a Lorelain. Ese día Marie con mucho disimulo se sentó a su lado y al ver que Lorelain no le prestaba atención decidió decirle con enojo.

-De ahora en adelante que te ayude Julia. -Su hija toda extrañada por el comportamiento de su madre le dice:

-Pero mami, te vi descansando tan tranquila que la niña no te quiso molestar y me pidió que la ayudara,¿por que te enojas con ella?

Marie al ver que tenia razón, ella se había quedado dormida y la niña necesitaba hacer sus actividades, solo le quedó por darles un beso en la frente a las dos e irse a la cocina ayudar a Nancy. Y se dio cuenta que le dedicaba mucho tiempo a las actividades de Lorelain y actuaba de una manera egoísta.

Una vez toda agobiada con las actividades de Lorelain se olvidó de preparar la cena, cuando llegó Jacob, todo cansado y hambriento del trabajo para salir del paso le llamo la atención a Julia y a Nancy por no haberla ayudado a preparar la cena. Las muchachas que estaban en pruebas finales no habían caído tampoco en la hora y fue hay donde Marie decidió hacer un horario de actividades para las tres.

A cada una por día le correspondía hacer algo diferente para no caer en altercados con ninguna. Mayormente a Julia y Nancy les tocaba preparar la cena y limpiar la casa mientras que Anais se encargaba de lavar los utensilios. Ellas nunca rechazaban los horarios, tan solo una vez Anais ya estando mas grandecita le dijo a Marie que no quería lavar los platos entonces su madre para castigarle le dijo:

-Tienes que preparar la cena. -Anais quedó inmóvil ante el mandato de la mamá, que solo pudo responder:

-Mami, yo no se cocinar.

-Eso es fácil de solucionar, así que presta mucha cuidado a lo que te voy a decir. -le responde y le empieza a explicar-:  Vas a preparar una pizca andina. Pon a calentar una olla con agua, la mitad de la olla, luego vas a buscar estos ingredientes: Pan, cebolla, ajo, mantequilla, cilantro, 10 huevos, leche, papa  y la onotera con un poquito de aceite. Al ver que su hija le prestaba atención, siguió explicancole-: Luego picas las cebollas en trozos pequeños y el ajo eso lo sofríes con mantequilla sin quemarlos, solo deja que cristalice la cebolla. Deja a un lado eso y al empezar a hervir el agua le vas a colocar las papas también bien picadas, le añades el pan, los huevos uno a uno y por ultimo la cebolla cristalizada. Cuando veas que ya vaya a estar, le añades un sorbo de aceite con onoto, otra cucharada de mantequilla y el cilantro bien picado, lo tapas y lo apagas y todo queda riquísimo. 

-Ok, mami voy a intentarlo. -había prestado mucha atención pero estaba nerviosa. Era la primera vez que cocinaba. 

Julia al ver que Anais iba a cocinar estaba al pendiente de que no se fuese a quemar y pasaba cada momento por la cocina. Anais toda emocionada estaba muy concentrada en los ingredientes y no se daba cuenta que Julia la estaba supervisando. Cuando ya tenía todo listo, miró de reojo hacia la puerta y vio a Julia parada como una estatua.

-¿Sera que no me falta nada? -le pregunta a su hermana. Julia miro a los lados y vio que era a ella a quien le hacia la pregunta.

-Se ve que le prestaste bastante cuidado a las sugerencias de mamá, esto se ve delicioso, por cierto no vi que le hayas colocado un gramo de sal, y tampoco lo haz probado. -le responde. 

_Ay Dios, la sal jaja, imagínate una comida sin sal, pues no la he probado como esta crudo. -dice encogiéndose de hombros. 

-Sí hermanita, puede estar crudo pero necesitas ir probando el gusto, puede que le falte algo, ¿no crees? -le pregunta

-Y... -la miró y continuó-. ¿Si lo pruebas tú?

-Ok, déjame ver que tal cocinas puede que me ayudes de ahora en adelante. -dice Julia mirándola divertida. 

Anais toda nerviosa, pensando en que la comida no supiera a nada, solo miró el gesto de Julia. Julia solo levanto las cejas, y miro a Anais:

-Hermanita esto te quedo... -En eso entro Marie a la cocina y dice: 

-¿Ya esta listo? Ya todos están en el comedor, así que sirvan ya la comida.

Anais se quedó paralizada, no sabia que hacer. En eso Julia empezó a servir, y le pega un silbido a Anais.

-Muévete, ya todos están en el comedor, yo sirvo y tú vas llevando. -Anais reaccionó y fue llevando los platos al comedor. 

Al terminar de servir el último plato Julia le sugiere a Anais:

-Trae un pedazo de queso picado en trozos pequeños.

-Ok, ya lo busco. -fue corriendo y picó el queso en trozos pequeños. 

Ya estando todos sentados, en el comedor, Julia como toda hermana consentidora, les informa a todos:

-Esta cena no la prepare yo, ¿entendieron? -dice a todos-. Toda la responsabilidad recae en Anais.

Dicho esto Anais palideció, pensando que estaba horrorosa la comida. Y se preguntaba en que se había equivocado. El primero en probar la comida fue Jacob.

-Papá, si quieres le puedes colocar unos trocitos de queso -sugirió Julia.

Nadie dijo, palabra alguna en la cena. Anais solo veía un silencio que nunca se había sentido en la hora de la cena, ese es el momento en que todos charlaban de lo habían pasado en el día. Pero nadie dijo nada.

Jacob y los muchachos fueron los primeros en terminar, cuando se escuchó una ola de peticiones y fue donde Anais reaccionó: 

-Hija, ¿me regalas otro poquito mas de sopa? ¡Esto esta delicioso!

Adán, Jonas y los demás empezaron a pedir repetición.Anais que estaba atónita por lo que su padre le dijo que no reaccionÓ al pedido de su padre.Julia que estaba a su lado, le dio un codazo y la hizo levantarse de sopetón. 

-te ayudo con la olla, no te vayas a quemar, -le recalco Julia

-Si, está bien. Gracis -dice mientras se levanta tras su hermana. 

En eso entro Julia con la olla para complacer a Jacob y a los muchachos en eso le pregunta a las chicas:

-¿Ustedes van a querer mas, o les sirvo el resto a estos hombres? 

Marie que estaba muy complacida con la dedicación de Anais, también le pidió un poco mas. Ya culminada la cena y todos muy conformes, sin esperar a que se levantaran. Jacob, felicito a Anais.

-Mi princesa hermosa, no sabía que tenías esta cualidad, tienes un sazón muy especial, esta sopa la he comido mil y una vez pero hoy le he sentido un sabor tan rico ¿que le colocaste? -culmina preguntando. 

-Nada papá, solo lo que mamá me dijo. -responde Anais. 

Julia mirando de reojo a Anais, se reía.

-Bueno te felicito y espero seguir probando cosas ricas. Sin ofender a mis otras princesas, todas tienen un sazón particular.

-Señorita Nancy, hoy le toca lavar los platos, vamos yo te ayudo.

Anais satisfecha por el logro que había tenido que sin dudarlo le sugirió a Marie de inmediato: 

-Mami, si tu quieres puedo hacer la cena cuando tú quieras. 

-Por supuesto hija, ya hablaremos de eso luego. Tan solo dile a tu hermana Julia que te enseñe algunas cosas, así verás que es mas fácil.

-Esta bien mami, ya Julia me prometió enseñarme. -dice mientras a su hermana. 

-Me alegra mucho, eso sí, en la cocina una no se puede descuidar, tenemos que estar alerta siempre. -le sugiera su madre. 

-Si mamá, no te preocupes. -le responde. Había comprendido todo. 

-Si me preocupo porque te conozco, tienes unos arranques de loca que a veces me haces pensar que no eres normal.

-Mami, no te preocupes, Julia me controlara. -responde divertida. 

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