Capítulo #3

Josué

Estábamos caminando todos juntos al salón cuando de repente miramos a un muchacho como de nuestra edad, más o menos de mi estatura, cabello negro, piel blanca, complexión delgada, ojos cafés y es raro que yo lo diga, pero era hasta atractivo. El chico se acercó a nosotros y nos saludó.

—Hi. —saludó aquel chico mientras sonreía, a lo que todos saludamos, todos menos Diego que por alguna razón lo veía de manera muy extraña, al igual que Leslie, solo que ella sí saludó.

—Ustedes están en el mismo grupo qué yo, ¿verdad? —preguntó aquel chico de cabello negro.

—Ni idea de quien seas. —negó Fernando.

—Yo tampoco sé. —dije.

—Soy Alexis González. Es que lo sé porque los vi ahí en el salón.

—¡Ah! Sí, —asintió Armando. —te miré cuando te presentaste ante la clase.

—¿Si? —le pregunté con algo de extraño.

¿A caso les prestaba atención a todos los chicos atractivos que miraba? –me pregunté a mí mismo

—No me mal interpretes, Alexis, — dijo Fernando. —pero, ¿qué pasó? Porque ya íbamos al salón.

—Es que, o sea, a eso vengo. —explicó Alexis. —Nos acaban de avisar que tipo así pues no vino hoy el profesor de historia que o sea, es la clase que sigue, que porque tuvo una híper, mega emergencia así tipo bien grandísima, así que tenemos hora libre. —sonrió.

—¡Genial! —Exclamó Leslie con sarcasmo. —Mi primer día de preparatoria y no entré a ninguna clase. Voy empezando bien. —irónica.

—¿Y quién te dijo que tenemos libre? —le pregunté a Alexis.

—Porque o sea, me lo dijo la prefecta a mí y bueno o sea, también a otros compañeros más y así. —respondió él.

La manera de hablar y de expresarse de este chico era un tanto fresa, por así decirlo.

—Pues gracias por decirnos, Alexis. —agradeció Leslie.

—De nada. —contestó Alexis con amabilidad.

—Eres muy lindo. —mencionó Leslie de manera coqueta.

—Gracias. —respondió Alexis.

Leslie le sonrió al chico mientras jugaba con su cabello, pero este parecía algo incómodo por ello.

—Bueno, ¿y tienes amigos o con quien juntarte? —pregunté yo.

—No, o sea, no conozco a nadie, me la pasé todo el receso en el salón. —respondió.

—¿Solo? —preguntó Leslie.

—Sí, porque o sea, no conozco a nadie. —volvió a decir.

—Ah, pues...—habló Diego mientras se acercaba a él. —no te preocupes, ya no estás solo, puedes estar conmigo. —Diego le sonreía y se le quedaba mirando, lo cual era muy extraño, ya que literalmente lo acababa de conocer.

—Mil gracias. —respondió Alexis mientras le sonreía igual.

—Por cierto, —Diego extendió su mano. —yo soy Diego, Diego Ferrer Gallardo.

Alexis solo le sonrió y correspondió al saludo de Diego.

—¿No nos dijo hace unas horas que él no saluda así a otro hombre? —me dijo Armando en el oído para que nadie escuchara.

—Sí, lo dijo, —asentí. —pero ya no entiendo. —le dije en oído.

Armando se encogió de hombros en señal de "yo tampoco"

—¿Quieres ir conmigo a las bancas para hablar? —le preguntó Diego a Alexis.

—Diego, —habló Fernando. —¿te refieres a que vayamos todes nosotres? ¿No?

Diego volteó a verlo y asintió.

—S-s-sí eso quise decir. —dijo Diego mientras se rascaba la cabeza.

—¿De verdad puedo estar con ustedes? —preguntó Alexis con entusiasmo.

—¡Por supuesto! —respondió Diego con mucho entusiasmo, a lo que todos miramos con rareza a Diego, pero cuando se dio cuenta de ello, quitó su sonrisa y miró a otro lado.

—Digo.... —nervioso. —sí, m-m... NOS —nos miró. —nos encantaría que estuvieras conmi... nosotros —lo miró y sonrió.

—¡Gracias, Diego! —agradeció Alexis con una amplia sonrisa. —Me caes así tipo súper, híper, mega genial, o sea. —feliz.

—Y tú a mí. —seguía Diego con una gran sonrisa. Tanto Alexis como Diego se sonreía y veían mutuamente, lo que seguía siendo extraño porque no se conocían.

—Mejor vamos a las bancas porque no me gusta estar aquí parada. —dijo Leslie. —Ahí nos cuentas más sobre ti, Alexis.


Narrador

Leslie se adelantó para ir a las bancas, detrás de ella fue Fernando, Josué y Armando, dejando a Diego y a Alexis un poco atrás.

—Después de ti. —le indicó Diego a Alexis mientras movía las manos para que él pasara primero.

—¡Ay, Diego! —sonrió. —Eres así tipo súper, híper, mega amable, ¡Mil gracias! —Alexis caminó y Diego también pero atrás suyo.

Armando, Josué y todos sus nuevos compañeros estaban juntos sentados en las bancas de la cafetería hablando cosas sobre ellos para conocerse mejor.

—O sea, que ustedes, —dijo Alexis mientras señalaba a Fernando y a Diego. —¿son primos?

—Exacto. —dijeron al mismo tiempo mientras asentían con la cabeza.

—Y ustedes, —señaló a Armando y a Josué. —¿son amigos desde la secundaria?

—¡Mejores amigos! —aclaró Armando, de nuevo.

—¡Ay, enano! —dijo Josué mientras reía.

—Tenemos que aclararlo, para que la gente lo sepa.

—La gente se da cuenta sin necesidad de que lo digan. —dijo Fernando.

—Eso es cierto. —asintió Leslie.

—Entonces, —habló Diego mientras miraba a Alexis —¿tú vienes del estado de Nayarit, bro?

—¡Obvio! —Respondió Alexis —O sea, te lo dije hace unos minutos, Diego.

Diego rio.

—¿Y cómo ha sido para ti? —preguntó Josué. —Porque me imagino que cambiarte de casa, de ciudad y dejar todo no es fácil.

—No, —respondió Alexis. —no fue, no es, ni ha sido fácil, pero equis o sea, ahí vamos.

—Tranquilo, —dijo Diego. —te acostumbrarás y te adaptarás a esta nueva ciudad, solo es cuestión de tiempo. —Diego le sonrió.

—Sí, supongo que sí. —sonrió. —Mil gracias, Diego.

—Y cualquier cosa, ya tienes a un amigo en esta ciudad, para lo que necesites aquí estaré. —sonrió.

—¡Ay, Diego! —también sonrió ampliamente. —Mil gracias.

—También cuentas conmigo para cualquier cosa, Alexis. —dijo Leslie, a lo que Diego rodó los ojos.

Alexis solo le sonrió a Leslie.

—Y oye, Alexis —le habló Fernando. —¿qué edad tienes?

—Yo me imagino que 15 como todos nosotros. —respondió Josué.

—No. —Negó con la cabeza.

—¿No? —preguntaron Armando y Josué al mismo tiempo.

—¿Qué edad tienes entonces? — preguntó Josué muy curioso.

—¿Tienes 16? —preguntó Diego con una sonrisa.

—Diego, no se ve de 16. —le dijo Fernando.

—Primo, solo piensa, si no tiene 15, entonces tiene 16.

—Mejor piensa tú, —dijo Fernando. — ¿qué número está antes del 15?

Diego se quedó pensando por unos segundos y después miró con una cara de sorpresa a Alexis.

—¿Tienes 14? —preguntó Diego muy sorprendido mientras lo miraba con atención.

Alexis solo asintió.

—¿Es en serio? —preguntó Leslie muy sorprendida.

Alexis volvió a asentir.

—Pero me imagino que vas a cumpliendo 15 en estos días, ¿no? —preguntó Diego, a lo que Alexis negó con la cabeza.

—¿Entonces? —volvió a preguntar Diego muy confundido.

—El próximo año, porque o sea, acabo de cumplir años hace como una semana. —dijo Alexis.

—¡Oh, por Dios! —dijeron Armando y Josué muy sorprendidos.

—¡Eres un bebé, Alexis! —dijo Fernando.

—O sea, cálmate anciano. —Alexis rodó los ojos y Fernando solo se rio.

—Oye, Alexis, —habló Josué. —¿cómo es qué tienes 14 y estás en preparatoria? ¿No deberías seguir en secundaria? —preguntó confundido.

—Es que o sea, deja te explico; cuando yo estaba en primaria, me dijeron que o sea, yo ya sabía así tipo todo lo que hay que saber de tercero, así que obviamente me pasaron a cuarto, aunque también sabía todo de cuarto, la verdad. —rio.

—¡Ándale! —dijo Fernando. —Así que eres muy inteligente.

—Pues no sé, pero tengo beca. —dijo sonriente.

—¿Eres becado? —preguntó Leslie algo extrañada.

—Sí. O sea, de otra manera mi familia no podría pagar un lugar así. —miró a su alrededor.

—Para tener beca y que te subieran de grado, debes ser bastante inteligente. —mencionó Diego mientras sonreía.

—A diferencia de ti, primo. —dijo Fernando en tono burlón.

—¿Cómo? —preguntó Alexis un poco confundido.

—Diego reprobó tercero de secundaria, —respondió Fernando. —por eso es que tiene 16 años.

—Es la tercera vez en este día que cuentas mis cosas. —dijo Diego en tono ofendido y molesto.

—Ni modo. —Fernando se encogió de hombros.

—O sea, que... ¿tienes 16 años? —le preguntó Alexis a Diego mientras lo miraba.

—Sí, —asintió Diego. —pero ese no es problema...—hizo una pausa. —para ser amigos, digo. —rio un poco.

—O sea...—Alexis lo miró. —la edad no es problema ni para ser amigos, ni para nada más. —le sonrió y Diego solo rio.

—Bueno, —habló Fernando. —nuestras edades es lo de menos, aquí lo único que importa es que todos seremos buenos amigos, ¿o no? —los mire.

—Claro. —Diego asintió.

—¡Exactamente! —dijeron Armando y Josué mientras sonreían.

—¿Ustedes siempre hablan al mismo tiempo o qué? —nos preguntó Alexis.

—A veces. —volvieron a decir al mismo tiempo.

—Da miedo, ¿no? —le dijo Fernando a Alexis y todos se rieron.

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SEMANAS DESPUÉS...

Armando

Han pasado semanas desde que todos nos hicimos amigos y la verdad es que todos hemos tenido una buena convivencia y nos llevamos muy bien. No habíamos podido salir todos juntos ya que siempre que íbamos a salir, alguien por alguna razón no podía, pero ya era viernes y teníamos planeado salir los 6 juntos a la hora de la salida de la prepa.

—Bueno, jóvenes, los veo el Lunes. —Se despidió el profesor, para luego marcharse del aula.

—Diego, —le habló Fernando. —pregúntale a Alexis si sí va a poder ir con nosotros y pudo resolver eso de su hermanita que nos contó. —dijo Fer mientras guardaba sus cosas.

—¿Por qué no le preguntas tú? —le preguntó Diego a su primo.

—Porque tú y él se han hecho muy amigos. —respondió Fernando.

—Es neta, —asintió Josué. —siempre están juntos.

—Okay. —dijo Diego. —Ahorita le pregunto pues.

Josué, Diego, Fernando y yo salimos del salón y esperamos a Leslie y a Alexis quienes venían platicando mientras salían.

—¿Qué pasa, bro? —dijo Diego. —¿si vas a poder ir con nosotros? — le preguntó.

—Me acaba de contar que tiene un problema respecto a eso. —comentó Leslie.

—¿Es por lo de tu hermanita? —le preguntó Diego.

—Sí. —respondió Alexis. —O sea, mi mamá me llamó ahorita y dice que ella ya se fue a trabajar y según eso la iba a dejar con la vecina toda la tarde, pero o sea, la vecina tiene que salir y no puede quedarse con la niña porque o sea, se va en una hora y ahora yo tengo que ir por mi hermanita. En verdad lo siento, pero no podré salir.

—Hoy era el día de salir todos juntos. —dije.

—Sí, Armando —Alexis me miró. —pero o sea, no puedo.

—¿Y no hay algo más que se pueda hacer? —pregunté.

—¿Que quieres? —Me miró mal —O sea, ni modo que deje a mi hermanita sola, ¡TIENE 2 AÑOS! —gritó. —Así que ni modo, pero yo no voy.

—Yo lo digo para que salgas, porque desde que viniste aquí no sales a ningún lado.

—¿Y eso a ti que te importa? — Alexis volvió a alzarme la voz y esto hizo enojar a Josué.

—Wey, —lo tomó del brazo. —que sea la última vez que me le gritas a Armando. —enojado. —o te juro que te parto la cara.

—Pues o sea, dile que deje de preguntar y de decir idioteces. —se soltó con brusquedad mientras miraba fijamente a Josué. Sí, Alexis es como Josué, no se deja de nadie.

—Las idioteces las estas diciendo tú, —dijo Josué muy enojado. —él te está preguntando de buena manera. Yo no sé qué chingados traigas, wey, pero a mi enano no me le gritas. — mirada amenazante.

Alexis lo miraba de la misma manera que Josué, ninguno de los dos bajaba la mirada. Sí, son muy parecidos.

—¡Hey! ¡Ya! —se metió Fernando. — ¡Cálmense! Aquí todos somos amigos, ¿o no?

—Sí, wey, —dijo Josué y miró a Fernando. —pero yo no dejaré que nadie le grite a mi Armando.

No me gusta que Josué se pelee y muchos menos que sea por mi culpa, pero en ese momento sentí de lo más bonito que Josué me defendiera y dijera "mi Armando" nunca me había dicho así y me encantó.

—Te entiendo, Josué —le dijo Fernando. —pero ya, wey, tú también haces este problema más grande.

—Alexis no quiso hablarle así a Armando —mencionó Leslie. —pero también entiéndelo, Josué, él también está enojado por esto, él también quería salir con nosotros.

—Eso es neta —dijo Diego. —Alexis jamás contestaría de esa manera nomás porque sí, él es muy lindo. —decía mientras le sonreía a Alexis.

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