Nikolay

He tenido un día de m****a. Estoy que echo humo por la boca, he venido personalmente a Milán para arreglar el desastre que me ha ocasionado el cabrón del "Dragón" robándome un cargamento de armas. La semana pasada fue el de drogas, no sé cómo lo hace. Debo tener un infiltrado entre mis hombres de Italia porque sino es imposible que sepa tanto de las entregas. Juro que cuando dé con él morirá lentamente bajo mis torturas, el dolor será tanto que deseará que acabe de una vez por todas. ¡Nadie se burla de Nikolay Dmitriev y sigue con vida!

-¡Viktor! - grito con mucha rabia.

-Dime Nikolay.

-Necesito que investigues todos los pasos, cuentas bancarias, familiares y demás de nuestros hombres en Italia. Como me entere que alguno me está jugando sucio y filtrando información al Dragón, lo desollaré y destriparé vivo y cuando esté a punto de morir lo haré ver cómo mato a sus familiares delante de él y les saco sus intestinos mientras aún viven para dárselos de comer a los perros.

-Ahora mismo comienzo con la investigación, mañana tendré la información de todos los hombres en lista.

-Bien, ahora déjame solo que tengo que hacer unas llamadas. - por lo visto no solamente he sido yo el perjudicado, este hombre se mueve rápido y ha robado cargamentos de varios de mis aliados no solo de aquí, sino también de Inglaterra, España y Bélgica. ¡¿Cómo puede ser?! Es muy hábil, pero alguien debe estarlo ayudando y daré con él, tarde o temprano será mío.

-Lucio amigo mío, me acabo de enterar que también te han robado.

-Si Nikolay, quel figlio di puttana sta diventando costoso (ese hijo de puta me está saliendo caro).

-Tenemos que preparar una estrategia para atraparlo. ¿Nos vemos en algún club esta noche y lo hablamos?

-Me parece bien, esta vez iremos al Club Addio al Celibato, las chicas son bellísimas y los bailes que hacen parecen sacados del infierno, te ponen duro al momento y sin tocarte.

-Jajajajaja…no cambias Lucio.

-Y tú tampoco, sé que te encanta follar y más con carne nueva.

-En eso tienes razón, nos vemos a la noche.

Después de ponernos al día y planear una estrategia para coger a ese cabrón del Dragón y de haber follado a una hermosa rubia, estoy en la barra junto con Viktor y Aleksei. Son mis más fieles guardaespaldas y amigos. Los dos son mi mano derecha y no tenemos secretos. Luego de tomar una última copa de vodka me giro para salir de este club que ha sido de mi agrado y el de los chicos. Las bailarinas son unas bellezas y las que trabajan para los clientes en los privados son excelentes. Sin duda será el lugar al que vendremos de ahora en más.

Salgo de mi asiento de espaldas y algo choca conmigo, me giro de golpe enfadado y me quedo paralizado. Es una mujer bellísima, cuerpo de infarto, parece ejecutiva. Lleva un vestido ceñido al cuerpo en color verde botella que le llega por debajo de la rodilla, el escote en V deja ver su canalillo pero sin ser vulgar. Madre mía tiene unos pechos grandes, creo que una talla 100C..no soy experto pero he tenido muchos en mis manos; sin duda éstos no me cabrían en ellas. No es muy alta, tal vez 1,60 de estatura, con mi 1,98 parece pequeñita a mi lado. Su piel es blanca como la leche y sus pecas sobresalen delicadamente en su cuerpo, su pelo es de color castaño caoba y sus ojos son de un marrón claro pero muy expresivos.

-Disculpe no la vi, espero no haberle hecho daño. - le digo. Sin poder evitarlo la tomo del brazo; siento una descarga eléctrica al momento, mi boca se seca y no puedo hablar. Estoy confundido por las sensaciones que me ha provocado su toque.

-No se preocupe y no me ha hecho daño. Si me permite, he tenido un día duro y deseo irme a descansar. Que pase una buena noche. - por dios santo esa voz, dulce pero imperiosa me ha puesto duro en un momento. ¿Qué me pasa? Nunca me he sentido así por ninguna mujer. Coloca su mano libre encima de la mía, la retira para que la suelte y sale a toda prisa del local. Cuando puso su mano sobre la mía la electricidad y calor que comenzó a fluir por mis venas fue adictivo. Mi corazón bombeó más rápido de lo normal, me quedé ensimismado y sin poder moverme.