TRES

Ahora mismo más que nunca me he dado cuenta de que mi vida a estado cambiando muchísimo, y en si no podía decir si era algo positivo o negativo.

En este fin de semana, donde me lo pase haciendo tareas y yendo a algunas clases, había “algo” que no podía salir de mi mente. James. Por alguna extraña razón él no salía de mi cabeza, lo que me hacía sentir tan diferente. Antes, había estado tan centrada en mí y solo en mí, que creo que se me había olvidado conocerme, tal vez con eso sabría qué estaba pasando con mis sentimientos.

Ahora que me encontraba en la biblioteca de la universidad “leyendo un libro”, aunque estaba más metida en mis pensamientos que leyendo el libro, ahora mismo me encontraba sola ya que Fin Mi estaba con su novio, y según ella ahora que me estaba acercando “al bombón de James, era momento de tirarme al vacío para desplegar mis alas” palabras de ella, no mías. Yo no estaba molesta por que ahora ella se la pasara con su novio más que conmigo, de echo eso debió haber sucedido hace mucho tiempo.

Es allí cuando siento a alguien a mi lado, al cual decido ignorar, —Hola Musa.

Mis piernas comenzaron a temblar sin casi darme cuenta, mi corazón comenzó a latir a mil. Sus ojos grises tan penetrantes sobre los míos, sus labios rosados y nariz respingada.

—Hola Ángel, hoy te ves muy hermoso. —Las palabras salieron despavoridas de mi boca sin darme cuenta.

M****a, m****a.

¡Por favor tierra trágame y escúpeme en las Bahamas! ¡y que muchas gracias!

—Así que ahora somos la Musa y el Ángel… —James alzo sus cejas una y otra vez mientras se sentaba frente a mi—, ¿Qué harás mañana? —Indagó.

—¿Mañana es…? —Ante esa pregunta, no sabía ni siquiera que día era en el que estábamos.

—Sábado.

—Creo que nada. —Respondí a su pregunta.

—Pues…, ¿Qué te parece ir a la casa de mi amiga Jun Mi

—¿La chica de Literatura?, y también la chica que llevo tu vaso a la estación de policía.

—Mejor no, a duras penas, me le es el nombre. Aunque, debería agradecerle por lo que hizo por mí.

—Ella me pido invitarte, además de igual manera te iba a invitar. —Él apoya su brazo en la mesa para después apoyar su cabeza sobre su mano—, ¿Quieres almorzar con nosotros?

—Está bien…

Me levanté de la silla y seguí a James hasta la cafetería, al llegar junto con James pedí una hamburguesa con Coca Cola.

Vi la mano de FenMi moviéndose de lado a lado saludándome, a lo que le devolví también el saludo. Y a su lado estaba su novio… Pero algo que note era como Fen Mi, al ver que estaba con James me dijo entre dientes: Suerte.

A lo cual yo asentí.

Cuando por fin en la mesa donde normalmente se sentaba James junto con sus amigos, aquellos con los que estaba hablando aquel día que nuestras miradas se cruzaron por primera vez.

—Chicas, chicos. Les presento a Shun Pei…, Qio Shun Pei. —Me presento. —, Musa ellos son Wei Lihan —Señalo al pelinegro pálido, con ojos color negro y un arete en el lóbulo de su oreja —, Y él es Bod Foster. —Señalo al pelirrojo canadiense con pómulos gordos igual a su contextura troza, el cual era otro becado extranjero —, Y la más importante Kim Ji Nin James señalo a mi salvadora, una chica con pelo rosado teñido, de contextura delgada y un piercing en la nariz y maquillaje algo exceptivo.

—¡Uau! —Exclamó Lihan. —, ¿Así que ella es tu Musa?

—James nos ha hablado mucho de ti…, Musa. —Hablo la chica, ¿ahora a todos se les dio por decirme “Musa”?

—Mucho gusto. —Hice una reverencia algo nerviosa, esto de hacer amigos me sentaba muy mal—, Muchas gracias Kim Ji Nin por tu ayuda ese día, estaré eternamente agradecida contigo. — ¿Y que decía James sobre mí?

—Bueno, lo que nos dijo fue lo tierna que eres.

Vi como James lo fulminaba con la mirada.

—¡Por fin otra chica en el grupo! —La voz chillona de Ji Ni intento interrumpir el intercambio de miradas entre Lihan y James. —, Pequeña Pei, quieres ir de compras en la tarde.

—Sí, ¿Por qué no?

Comenzaron a hablar sobre temas triviales hasta que a James se le ocurrió hablar sobre historias paranormales, para las cuales no eran mi tema de conversación favorito.

—Y cuando despertó tenía su mano alrededor de su cuello. —Conto James.

Creo que no poder dormir hoy.

A pesar de que intente ignorar las historias paranormales de los chicos, se me había hecho imposible. Mi mente no cedía en eso de ignorar.

—Creo que tu Musa es toda una asustadiza. —Comento Bod.

Mire mis manos que estaban posadas sobre mi regazo, mis mejillas estaban teñidas de rojo vivo.

—Me temo que sí. —Dije algo intimidad.

—Ya déjala Bod — Espeto James.

—Me iré primero. —Me despedí levantándome de la mesa.

Espero que so de haberme ido no se lo hayan tomado a mal eso de que me allá ido, pero después de todo me sentía fuera de lugar a su lado, todos llenos de huecos, siendo libres de mostrar su forma de ser.

A diferencia de mí.

Y eso me hace enojar, no tener la autonomía de tomar mis propias decisiones…, Y ese fue mi error al juntarme con Sorah.

La conocía desde hace tanto tiempo, tanto que ya me estaba empezando a acostumbrar a mi soledad, lo malo vino después, cuando comenzó a cambiarme con la excusa de que era por mí bien, y yo inconscientemente lo hacía sin rechinar, comenzó a tomar decisiones por mí. Hasta que un día, como era evidente me cansé de ser una marioneta, y quería tomar mis propias decisiones, vestirme de la forma que quisiera (aunque lo más obvio fuera que me vistiera como una “Bebe”, como ella decía).

Una vez en el baño, me mire al espejo y termine de echarme mi sombra blanca en la cuenca de mi ojo, se veían grandes por mis inmensas pupilas…, El delineador negro, sobre la sombra

Blanca, y mis pestañas encrespadas por la pestañita negra y mis labios de color rosado clarito.

—Qio Shun Pei…, ¿Qué es lo que te pasa? —Una voz chillona grito detrás de mí.

—¿Disculpa? —La observe a través del espejo a una chica que jamás había visto. Era una chica alta, con un vestido de marca, maquillaje marcado, y tez pálida.

—¡No eres más que una zorra! —Gritó — ¿En serio crees que James quiere algo contigo?

—Primero que todo, no sabía que él te gustaba. —Di media vuelta hasta quedar frente a ella. — Segundo que todo, soy libre de relacionarme con quien a mí me dé la gana, ¿okey? —Le dije en un tono burlón.

—Se te olvida que no eres nadie, te la das de famosa pero no eres más que un Don nadie—Se señala con su dedo índice. — Eres una zorra.

—Pues… ¿gracias? —Le agradecí desinteresadamente—, Gracias nena.

Guarde el resto de mi maquillaje, cuando salí golpee su hombro y salí del baño hacía la salida de la universidad.

La mañana siguiente me levanté un poco cansada y muy temprano, gracias a la estúpida alarma, aunque todavía no entendía porque biológicamente mi cuerpo no está acostumbrado a este horario.

Ya que siempre me levantaba de lunes a viernes a la misma hora, pero creo que jamás me acostumbrare. Hoy tenía la invitación en la casa de la amiga de James.

Desayuné un cereal que no estuvo del todo magnífico, había amanecido con ganas de comer esos cereales, supongo que será algo a lo que también me tendré que acostumbrar por el momento basta con sobrevivir.

Con particular cuidado me bañé, con agua caliente, amaba el agua súper caliente.

Después del baño me dispuse a arreglar mis cosas, con un poco de imaginación logré cambiar un poco lo que era mi habitación, mis peluches cambiaron de lugar y la ubicación de mi computador de escritorio… mi buen amigo. Sentí el sonido típico de cuando me mandaban un mensaje.

Ángel: Ya llegue Musa, te espero con ansias.

Yo: Okis, esperame. xoxo.

Cuando baje mi mirada del móvil, ya estaba comenzando a ponerme nerviosa.

Me dirigí a mi estante de productos higiénicos. Me unte el aceite de almendras por todo mi abdomen y el resto en mis piernas y brazos, mi ropa interior era de sostén negro y las bragas eran de color verde con puntos negros.

Casi me da algo cuando no encontraba ropa que ponerme, decidí ponerme una blusa negra de Gucci con un pantalones y botines negros.

—¿Me veo bien? —Del nerviosismo que sentía en ese momento, estaba hablando sola. —No… me falta un collar y las gafas de sol.

—¡Mamiiii! —Grite a todo pulmón es espere unos segundos a que me respondiera.

—¿¡Que!? —Respondió mi madre.

—¿Me ayudarías a elegir un collar?

Pasaron unos segundos hasta que mi madre abrió la puerta y me miró fijamente.

—¿Mi bebita tiene una cita? —Me sonroje a pesar de que sabía que no era una cita, lo sentía así inconscientemente.

—Mami.

—Espera ya te traigo el collar.

Me coloque mis gafas de sol en la cabeza cuando termine de rizar mi cabello.

—Mira es este. —Mi madre me dio un elegante collar de gargantilla y bajo este un collar con un dije de mariposa.

—Es hermoso.

Me madre, me ayudo a ponérmelo y cuando termine de maquillarme baje las escaleras junto a mi pequeño bolso de color ¿galaxia? (morado, azul y rosado).

—Shun Pei, un chico guapo te busca.

Corrí por las escaleras, y casi me mato en el intento.

—Hola James. —Lo salude al verlo con su hermosa camisa de manga larga con estampado a un lado, de hilo verde con forma de planta.

—Hola Musa… ¿nos vamos?

—Adiós mami. —Besé su mejilla y salí de casa.

Al salir de casa me encuentro a James, quien vestía una camisa con botones, aunque los dos primeros estaban desabotonados, unos pantalones negros y unas converse.

—Hola Musa.

—Hola Ángel.

—Sube, estamos llegando un poco tarde. —Indico dándome uno de los casos y el subiéndose a su moto, ¡gracias Dios por haberme puesto pantalones.

Cuando me subí a la moto, y con mucho cuidado de no dañarme mi peinado…, aunque ¿desde cuándo me había vuelto tan vanidosa?

El fuerte sonido del motor de la moto me despertó de mis pensamientos.

—¿No me abrazaras Musa?

Creo que hasta mi corazón dejo de sonar de la misma manera. James ¡deja de hacer que mi corazón sufra un micro infartó!

—Si… —Baje mi mirada a el asiento, donde mi cuerpo estaba súper tenso y mi s mejillas al rojo vivo. — Pues claro, si no es un problema. —Eso Shun Pei, arruínalo todo.

—Claro que no hay problema Musa.

Mis manos sin previo aviso se aferraron a su cintura, su gran y fuerte cintura.

Cerré mis ojos para sentir el aire golpear en mi cara por la velocidad en la que iba la moto, por lo que me había dicho James, la casa de su amiga quedaba muy cerca de la mía.

—Ya llegamos…

—Oh…—Creo que ya debería acostumbrarme a eso de perderme en otra dimensión, mejor dicho, ¡en Narnia! James extendió su mano para ayudarme a bajar, y yo sin dudarlo la tome. —Gracias James.

—No hay de que, Musa.

La casa era muy hermosa, con un hermoso jardín de flores y nomos, la casa no era muy grande —Por lo poco que se podía ver—, una casa café clarito con muchas ventanas y decoraciones del Imperio Romano. James se acercó a la hermosa puerta de madera y toco el timbre,

—Hola James, hola Shun Pei…, ¡Bienvenidos! —Unos segundos después, la amiga de James nos abrió la puerta con un vestido muy arriba de los muslos, rojo.

—Hola Ji Nin —La salude, a la cual ella me respondió con una gran sonrisa.

A pesar de que no podía ver muy bien, ya que todo estaba a oscuras y un camino hacia la sala de estar estaba iluminado con velas.

—¡Bienvenidos a mi fiesta! —Grito Ji Nin al sentarse entre una chica y Liam.

Me senté en el suelo, bueno, sobre un cojín.

—¿Qué les parece si jugamos jugar a verdad o reto?

—¡Si! —Exclamé. —Me parece genial.

—Bueno Zunim, ¿verdad o reto? —Ji Nin, fue la que comenzó preguntándole a la chica morena de pelo negro.

—¿Verdad?

—Quien de los que estamos aquí te gusta.

La chica se sonrojo…

—Ella… —Y me estaba mirando a mí.

—¡Guau!, fuertes declaraciones… —Se comenzó a reír Jun Mi.— Shun Pei, sigues tú,

—Ji Nin, ¿Verdad o reto?

—Comencemos suave. —Afirmo. — Verdad.

—¿Qué es lo más loco que has hecho?

—Hum, creo que andar con el socio de mi padre —Confeso mientras tenía la mirada perdida en un punto de la mesa—, Bueno James, ya sabes la pregunta.

—Reto. —Dijo James muy seguro de su respuesta.

—Hazle un chupetón en el cuello a Shun Pei.

Mierdaaaa.

Él se dio media vuelta para mirarme a los ojos… mi cuerpo se tensó como respuesta.

—¿Puedo?

No me quedo de otra que asentir.

Sentí su nariz rozar mi cuelo, y se acercar su boca a algún punto de mi cuello para comenzar a succionar.

Unos segundos después se separó de mi cuello y volvió a su posición… algo me dice que estoy muy sonrojada.

Un par de preguntas algo incomodas al igual que retos, además de eso me toco tomar muchísima cerveza y hasta Vodka.

—Bueno Shun Pei, te reto a besar a James.

No lo del chupetón lo acepte…pero beso donde.

Me di media vuelta e iba a besar a James en la mejilla cuando, obviamente, a propósito, voltio a verme y me beso.

En los labios… En la mitad de mis labios.

—Que tiernos se ven chicos.

Mi corazón se paró, sus labios seguían sobre los míos.

De un momento a otro se comenzó a mover sobre los míos de una manera muy suave y dulce.

«Mi primer beso fue por un estúpido juego…»

Su mano rodeando mi cintura, y mis mejillas al rojo vivo, sus labios intentaban dar una danza lenta sobre los míos, y yo simplemente intentaba corresponderle a su beso.

En este caso no había falta de aire, sino, una extraña sensación de mariposas y aves v en volando en mi estomago; cuando ello el momento en el que las aves encontraron su nido, y las mariposas se posaron en una hermosa flor.

Abrí los ojos, y vi cómo se separaba de mis labios, dejando un hilito de saliva, lo que antes me habría parecido asqueroso. Pero ahora mismo me daba igual.

—Okey chicos, calma chicos. —El pelirrojo comenzó a reírse ante esta escena que para mí debía ser la mejor.

— Bueno, sigamos.

Me obligaron a encerrarme en la habitación de Jun Mi, por cinco minutos.

Lo cual fue muy incómodo por la parte en la que James me beso ¿debería acostumbrarme a todo esto de sus hermosos y carnosos labios?

Cuando baje de su moto, lo que significaba que esta “aventura”, había terminado.

—Adiós Musa, espero verte pronto. —Se despido James, cuando le entregue su casco.

—No seas tonto Ángel, nos veremos este lunes…, solo dos días.

—Ángel... —Me acerco de un momento a otro me acerco, por la cintura a su fuerte y fornido cuerpo. —, Me encanta mi nuevo apodo. —Se mordió su labio inferior y me dio un casto beso dejándome anonadada—, Adiós, Musa. —Continúo diciendo.

Y yo simplemente decidí adentrarme a mi casa, a regañadientes.

Cuando cerré la puerta me acosté en la puerta de entrada, y suspiré…, lo único que falta es que esto sea un sueño y tenga que despertar.

—Mi bebe, llegaste. —Por alguna extraña razón mi mamá estaba sonriendo de oreja a oreja. —, ¿Cómo la pásate con tu novio?

—¿Qué novio, mamá? —Le pregunte a mi madre quien ya vestía su vestido de pijama más debajo de las rodillas.

—Quién más que el muchacho de esta tarde. —Me miro a los ojos y sonrió. —, ¿Qué hicieron?

—Nada, además no somos novios. —Intente convencer a mi madre.

—¿Qué no viste como te miraba?

—¡¿Ahg?! —Exclamé confundida.

—Así mismo, como tu padre me mira a mí.

¡Guau! Eso sí que no me lo esperaba.

—Mamá, creo que tienes una idea muy loca.

—Mira. —Se acercó a mí, y toco mi mejilla. —Tienes los labios un poco hinchados.

—¿Qué?

—Eso pasa cuando besas a alguien, si no fue él, ¿quién te beso?

—¡Mamá!

—Oh, esta bien, esta bien… solo espero que no descuides tus estudios, y mas siendo este tu último año. Bueno, a dormir que ya esta tarde.

Y así lo hice, pero aquella frase «… Así mismo, como tu padre me mira a mí.» Quedo resonado en mi cabeza, creo que esta noche no seré capaz de dormir pensando en eso.

No por la parte de cómo se supone que me mira, o no James, sino por lo que no quiero ver.

Eso era algo de lo que me carcomía internamente, eso de ser tan “Ciega”, como para no ver las verdaderas intenciones de James…, Oh, lo que yo podría llegar a sentir por él, admito que el solo recuerdo de sus labios sobre los míos hace que las mariposas vuelvan a revolotear, pero ¿me debería crear falsas esperanzas? O ¿intentar algo con James?

No, no y no Shun Pei.

Cuando estemos cien por ciento segura de que es algo mutuo, esto podría tomar otra dirección, pero por ahora creo que no.

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