Capítulo 3

Narra Alexa

La verdad esque el señor Brown me sorprendió el otro día cuando me pregunto si podía llamarme Alexa, la verdad esque el simplemente podría decirme así y yo no me molestaría es mi jefe y no quiero perder mi empleo que buena falta me hace, pero aprecio el hecho que haya preguntado.

Ya es tarde, la fría noche a caido en la ciudad la luna llena y su luz iluminan todo al rededor, el trabajo de hoy estuvo pesado, demasiados ejecutivos exponiendo los resultados de las estadísticas de marketing del último trimestre.

El señor Brown me pidió que me quedara un par de horas extras para terminar de organizar el archivo de pedidos para el próximo trimestre que se abrira en dos semanas, la semana que viene ea balance general asi que debo quedarme hasta tarde en la oficina junto a él señor Brown.

Mientras las horas avanzan mi espalda empieza a doler la silla de plastico en la que me encuentro no es para nada cómoda, pero que opción tengo es mi rutina diaria, parece que me he quedado dormida asi que decido irme a casa son las doce y media de la noche.

- Alexa debes descansar - me decía Jazmín mientras yo me levantaba de la silla.

- Sí lo sé - agarre mi bolso y mi abrigo

- Alexa sabes que te mantendré informada si algo ocurre, así que ve a descansar sabes que el hecho que estés aquí sentada en esa silla no cambiará nada, esperemos que todo salga bien al final de la semana - me decía ella, yo sabía que era cierto pero no podría estar tranquila estando en otro lugar

Salí a la calle tratando de encontrar un taxi para llegar al edificio, a esta hora no encontraría un metro, llegue a casa inmediatamente me acoste en la cama y me quedé profundamente dormida.

Los golpes en la puerta me despertaron por la mañana, vi la hora eran las seis treinta de la mañana, me levante rápidamente y fui a la puerta era la señora Evans, no quiero tener un enfrentamiento tan temprano, así que dejaré que se canse de estar allí.

- Alexa te recuerdo que ya me debes dos meses de renta y estas por cumplir el tercer mes o me pagas o te largas - me gritaba desde afuera la señora Evans, no había tenido este problema pero mi economía esta en picada estos últimos meses.

Asi que todavía me da tiempo de un baño tranquilo, así que me metí a la regadera el agua fría corriendo por mi, ueepo termino de despertarme, tome la falda negra la blusa blanca mis tacones negros, ahora que los veo ya están desgastados tal vez el próximo mea pueda comprar un par nuevos si sobra algo de dinero.

Peine mi largo cabello castaño, aplique un poco de maquillaje a mi rostro, tome mi blazer negro y me lo coloque.

Fui a la cocina a buscar algo de comer y de nuevo no hay más que café, así que no me queda de otra que tomar una buena taza de café, pasare a alguna panadería por algo de pan y con eso seguro pasaré el día.

Salí con cuidado de no toparme a la señora Evans y fracase en el intento de misión ninja.

- Sabes que me debes ya te dije o pagas o te largas, no quiero verme obligada a sacar tus cosas a la calle - me advirtió fuertemente y se que tiene razón

- Le pagaré señora Evans, lo prometo solo deme unos días por favor - le supliqué, que otra opción tenia no quería irme a la calle en este preciso momento

Salí de allí y entre al concurrido metro de la ciudad mientras avanza veo los grandes edificios, esas hermosas casas llenas de flores y una familia feliz, personas de la mano con sus hijos camino a la escuela o por el parque, que no daría yo por estar así en este momento pero mi realidad ea distinta es cruel y dolorosa.

Llegué al enorme edificio, al llegar al último piso, Isa ya estaba en el escritorio.

- Buenos días Isa - la saludé - Llegaste temprano-

- Acabo de llegar y ¿tu como estas? ¿resolviste algo anoche? - Isa se ha vuelto un gran apoyo para mí, siempre puedo desahogarme con ella decirle como me siento

- Bien, aunque todo sigue igual -

-Buenos días - el señor Brown estaba entrando con su portafolio en mano, con uno de sus característicos trajes oscuros, el de hoy en específico ea negro.

- Buenos días señor Brown - le dijimos ambas

- Alexa necesito de su ayuda para terminar de verificar unas transacciones, la espero en quince minutos en mi oficina - me dijo

- Esta bien - le dije mientras el entraba a su oficina y yo dejaba las carpetas en mi escritorio

- ¿Es guapo verdad? - me pregunto a mi, ella sabe perfectamente que yo no me fijo en nadie.

Aunque al observarlo detenidamente él tiene el cabello negro azabache en un corte formal, que con su piel blanca le queda muy bien, sus ojos color café son preciosos, ahora que lo miro con más atención sus músculos se notan atravez del traje que lleva puesto.

- Tu sabes que no me fijo en las personas en general - le dije completamente despreocupada

- Lo sé cariño, pero algún día eso tendrá que cambiar - me dijo mientras me observaba desde su silla

- Sabes que no puedo pensar en mí en este momento, tal vez algún día, pero en un futuro lejano - le dije con tristeza

Me encamine a la oficina del jefe antes que se molestara.

Pero antes debía ir al baño, así que fuí al baño de mujeres, pero antes de entrar escuche murmullos así que decidí escuchar un poco, sí yo se que no es correcto pero escuche mi nombre así que porque no saber de una conversación que me involucra.

- ¿la vistes? Es horrenda y esas fachas en las que se presenta a trabajar - decía una

- Lo sé, tiene que ser la amante del jefe y por eso esta en ese puesto yo llevo cinco años aquí y a ella la ascendieron primero - decía la otra

- Seguro le muestra sus grandes senos al jefe para conseguir lo que quiere - dijo otra

Porque dicen todas esas cosas despreciables de mí, yo no les había hecho nada a esas chicas pero aun así ellas me odiaban, de seguro ellas querían ese puesto pero no lo consiguieron ya que me lo dieron a mí.

No puedo negar, que eso me hizo sentir mal, aunque yo no hize nada, mi puesto de trabajo lo conseguí limpiamente sin hacer ninguna cosa inapropiada.

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