6.

 Momentos intensos e inesperados.

Esta semana había sido muy agotadora, después de la universidad fui a tomarme las fotos que me dijo Angelica, así se llama la rubia que me inscribió en el casting. Eso fue bastante estresante, tenía una maquilladora propia que me untó unas cremas pegajosas en todo el rostro. Se demoró una hora maquillándome, tanto que me dio calor. Entonces saqué mi super termo que es en forma de una muñeca gorda, estaba lleno de leche chocolatada que mi tía me preparó. Cuando esa mujer terminó de maquillarme, no podía reconocerme, me veía completamente diferente a como soy en realidad. Me pintó los ojos muy oscuros, parecía que me hubiera golpeado un mormón. Peor fue cuando me peinaron, el señor que hablaba bastante afeminado me hizo rulos que estaban enredados, pero según él era la moda, ¿Cuál moda? Que tontada, pero, en fin. Soporté esto las dos semanas, las fotos fueron algo más relajado y al final me pagaron muy bien, más de lo que me imaginaba y me dijeron que me volverían a llamar en unos días.

Con el dinero compré otra bicicleta y la llamé Rosario, les di un poco más de la mitad del dinero a mis tíos ya que ellos me lo han dado todo y con lo que quedó, le compré un regalo a Aaron porque lo quería muchísimo, les compré unas tazas de superhéroes a los chicos y el resto lo guardé en un cochinito. También compré unos caramelos y cosas muy grasosas.

Le pedí a los chicos que no le dijeran a nadie sobre esto así que nadie en la universidad lo supo, no quería que se enteraran, eso me avergonzaba, sería horrible que la gente supiera, me tocaría usar una bolsa de papel todo el verano sobre la cara para esquivar miradas.

Fue muy malo empezaron los parciales, Aaron me hizo estudiarlos a la fuerza y creo que hasta llegué a retener algo de lo que él me explicó. Espero no terminar reprobando como todos los años. Llegué, saludé a los chicos y me senté en la oscuridad del fondo, la oscuridad me hacía sentir más segura no sé por qué.

El profesor haría el examen en pareja y sorteó los nombres. Le salí a Derek. Eso no resultaría bien, ya podía sentir el olor de mi desgracia. Durante todo el primer semestre lo miraba en silencio, en verdad era muy lindo… ojalá pudiera violarlo un par de veces. Soy tan virgen que el sexo huye de mí, ojalá pudiera matarlo. No a Derek, al sexo.

Se acercó a mi pupitre y se sentó a mi lado, sonrió al verme, era precioso, de eso no cabía duda alguna. Todo fue muy bien al comienzo, le hablaba normal y hasta sin nervios, podía verlo a los ojos. Todo se dañó cuando Courtney entró en el salón de clases… ella siempre me golpea muy fuerte. Se quedó de pie al lado del profesor. Que no se acerque, que no se acerque, ¿Por qué aparece justo cuando estoy con

Derek?

-Eres una idiota. – Me dijo ella y traté de ignorarla. Luego me miró fijamente y sonrió, ya iba a empezar a golpearme.

-Derek… - Le dije con voz temblorosa.

-Dime Agatha.

- Courtney me va a golpear de nuevo…

- ¿Quién es ella y por qué te va a golpear?

- Ella es la rubia que está al lado del profesor, siempre me pega, no sé por qué.

- Pero no hay nadie con él. – Me dijo alterado.

- Sí, ella está ahí. Mi tía dice que no existe, pero no es así, no sé por qué nadie la puede ver sino yo solamente pero sí existe, si es verdad. Debes creerme.

- Ya entiendo… tranquila, no dejaré que te haga daño. – Me dijo y me abrazó para calmarme, era tan dulce.

De repente Courtney me empujó y caí en el suelo, empezó a estrangularme. Todos en el aula se alteraron. Derek me levantó del piso y le dijo que se alejara de mí. Las personas nos miraron raro, el me salvó y yo estaba feliz, muy feliz. Enseguida Aaron que había salido a sacar unas copias, llegó y me sacó de ahí.

- ¿Qué es lo que te sucede? – Me dijo Aaron, estábamos en el baño de hombres, el me hizo entrar ahí a la fuerza.

- Courtney llegó y me empujó… -Me interrumpió.

- Me refiero a Derek, vi como lo mirabas. ¿Acaso él te gusta gata?

- Claro que sí. – Le dije y cambió su expresión al escucharme decir eso, estaba molesto antes pero ahora no sé qué tenía. Bajó la mirada, se mordió los labios y soltó un suspiro profundo. Me miró triste.

- Pues tienes que olvidarte de eso de una vez.

- ¿Por qué? ¿por qué te molesta? – pregunté alterada.

-No te das cuenta de nada Agatha.

- Me es imposible prestar atención a cosas que… - Me interrumpió dándome un profundo beso, con sus manos rodeó mi rostro y me aferró a él. Yo temblaba, mi rostro quemaba y quedé paralizada, sentía algo muy fuerte en el estómago que no puedo explicar, nunca me había sentido de esa manera. Después de unos segundos se detuvo, él estaba completamente ruborizado y nervioso.

- Estoy enamorado de ti, desde siempre. -Me dijo y sentí un nudo en la garganta, no podía articular palabra alguna, seguía paralizada. Él se pasó las manos por cabeza y enseguida se fue. Se me dificultó respirar, mi rostro hervía aún más y quería llorar. No tardé en hacerlo. Me metí en uno de los baños y lloré ahí por un rato hasta que me sacó un aseador.

¿Cómo es que estaba enamorado de mí? ¿cómo no lo noté? ¿qué me vio si soy desesperante? Esa idea jamás pasó por mi mente, nunca había pensado en él de esa manera. Era muy difícil de digerir eso que había sucedido. ¿Cómo es que soy tan tonta que nunca me di cuenta de sus sentimientos? Por eso siempre me ha cuidado y salvado literalmente de todo, por eso me miraba de esa manera, por eso siempre me abrazaba y dejaba coloradas mis mejillas de tantos besos, por eso le molestaba que mirara a otros y por eso me decía cosas bonitas. Tonto Aaron…

Ese fin de semana me fui de viaje con mi tía, ella me acompañó a una sesión de fotos en la playa de Cartagena, era de un nuevo traje de baño de un diseñador principiante que tenía un nombre italiano que no sé pronunciar. Aún seguía pensando, ¿Cómo es que él me quiere? Le conté a mi tía de esto mientras almorzábamos en un restaurante.

- ¿Qué? – Preguntó sorprendida.

- Sí, no lo puedo creer.

- Pero, ¿ustedes no son novios?

- Nunca lo hemos sido tía, ¿por qué piensas eso?

- Eres muy inocente hija. – Me dijo sonriendo.

- Quedo igual, sin entender.

- Él toda una vida ha estado contigo, tú te quedas en su apartamento a veces o el en nuestra casa, he visto que abrazan todo el tiempo y se toman de la mano. Era obvio para mí que ustedes eran algo, pero ya veo que pensé mal. Si vieras como te mira hija.

- Yo no sé, pero…

- Le brillan los ojos cuando te ve.

- Sí tía, pero no sé si el me gusta, nunca lo he visto de esa manera, me gusta otro chico o al menos eso creía, ya no estoy segura de nada. Me preocupa que Aaron ya no me hable igual que antes.

- Pero él es muy lindo, se verían bien juntos. - Me dijo y me hizo pensar, Aaron sí era lindo, muy lindo, pero no podía verlo con otros ojos, es que es Aaron, mi mejor amigo, nada más eso. Además, si empezábamos a andar en ese plan y no resultaba, creo que no podría soportar perderlo.

Aaron’s pov (point of view). Punto de vista.

Soy un idiota, me dan ganas de golpearme. ¿Cómo me atrevía a hacer eso y más en esas circunstancias? No era el momento adecuado y menos por el lugar, además, me acababa de decir que le gustaba otra persona. Lo arruiné todo por mi imprudencia. Es que en ese momento sentí tantos celos y más impotencia al escucharla decir eso, pero no sé por qué la besé, no sé cómo saqué valentía para decirle lo que siento. En parte, estoy asombrado porque me atreví a hacer las dos cosas que más quería hacer. Al besarla juro que perdí la razón o de alguna forma el tiempo fue más lento y sí, sé que suena ilógico, pero, ¿cómo podría explicar que estuve en el cielo durante esos instantes?

Ya ahora lo único que puedo hacer es alejarme para evitar hacer otra estupidez y, además, no puedo mirarla a los ojos después de eso, me da muchísima pena, no puedo ni imaginar cómo me va a ver de ahora en adelante.

Fui a ver a mi psicóloga, se llama Sandra, tiene alrededor de cuarenta años calculo y es una mujer estupenda, siempre me ha ayudado mucho. Por ella me enteré de mi bipolaridad. Antes esto era muy fuerte, cualquier cosa pequeña me hacía sentir terrible, como si el mundo se fuera a acabar para mí, pero logré controlar esto. Lo que sí tengo aún es un mal carácter, sé que me irrito fácilmente y no sé aún como controlar o evitar esto. Hace unos años me proponía numerosas cosas, empezaba a dibujar, a estudiar algo o lo que sea y todo lo dejaba a medias, perdía el interés en lo que empezaba. Sandra me dijo que era por lo mismo, las personas como yo les sucedía básicamente lo mismo. Ahora me siento mejor, mucho más que antes. A pesar de mi mal humor me siento como una persona normal.

Le conté sobre lo que pasó con Agatha, ella ya me había escuchado hablar sobre ella en numerosas ocasiones. Me dijo que hablara con ella y le preguntara sobre lo que sintió en ese momento, pero no lo iba a hacer de ningún modo, me muero de la pena.

En la noche empecé a pensar en cosas, mi vida y los que ya no están como mis papás. Físicamente están, pero no tolero hablar con ellos. Mi papá es un hombre terco y detestable, le lleva veinte años a mamá y nunca tuve una buena relación con él. Siempre decía que tuve culpa en que se divorciaran, pero no fue así, que él le haya sido infiel a ella, yo me enterara y le dijera a mamá, no justifica sus acciones. Mamá por otro lado se mudó a Toronto y muy poco me comunico con ella. A veces hablo con mis primos, pero con todos soy muy lejano, no fui muy conversador de niño y por eso, no establecí una amistad con ellos.

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