No pienses en voz alta

Capítulo Uno.

Rosse Smith.

Es extraño como alguien te cambia la vida y tu forma de pensar  drásticamente, jamás pensé que él lograra eso luego de unas cuantas ruptura, pero eso es algo que te contaré más adelante, por ahora comencemos desde el inicio.

Después de un largo día tomo una ducha para luego dormir un largo rato, desde pequeña mis padres crearon ese hábito en mí de dormir en las tardes, ya que ambos se la mantenían muy ocupados, muchas veces siento que soy muy mimada al haber sido criada así, a pesar de las muchas ocupaciones de mis padres tengo una buena relación con ellos, en especial con mi madre.

Ella y yo hemos sido muy unidas, creo que hemos creado ese lazo de madre e hija que tienen una hermosa amistad. 

Mi madre es una mujer trabajadora, es la persona que más admiro, y una de ellas; es su paciencia con los niños, ya que trabaja en un jardín de infantes y sinceramente no sé como puede soportar a tantos pequeños llorando al mismo tiempo, la verdad, creo que no heredé eso de ella, mucho menos su figura y su personalidad; mi madre tiene una personalidad muy extrovertida, creo que en cada lugar a donde va, hace un amigo, siempre sobresaliente. En cuanto a su figura... Dios no le negó trasero cuando la creó, (literalmente). Se podría decir que mi madre tiene la figura prototipo que todo hombre desea; con sus ojos color avellana, y su piel blanca como la nieve. En mi caso mi figura no es la mejor que digamos, soy una chica promedio,de ojos color café; mi cabello es algo como un lisondulado. Sí, sí, acabo de inventar esa palabra, mi cabello color castaño oscuro, es una combinación de liso y ondulado al mismo tiempo. Lo único que heredé de mi madre; fue su tono de piel y su cabello. Yo suelo ser variada, puedo ser aveces un poco extrovertida, pero la mayoría de las veces soy muy introvertida, si me pudieran describir en una palabra sería "Tímida".

 En el primer día de primaria, mi mamá tuvo que decirle a una niña que si podía ser mi amiga, ya que yo era muy callada, y demasiado tímida como para tener el valor de hablarle a una niña, y desde ese día, esa niña llamada Emily, ha sido mi mejor amiga, y con el tiempo mi personalidad hizo un cambio rotundo, Emily me ayudó totalmente a salir de mi caparazón.

***

Siento como la cama vibra, pero lo ignoro y sigo en el país de los sueños. Estuve toda la noche en vela terminando todas las tareas, que por vaguedad las dejaba hasta último momento, yo no era la nerd de la clase, pero tampoco era la chica de bajas calificaciones, siempre he tenido buenas calificaciones, pero tengo ese pequeñito defecto de tantos que tengo o que todos tenemos. No hay un ser humano que sea perfecto, ya que perfecto sólo es Dios. 

Me quedé despierta toda la noche y me había quedado dormida en clases, el Señor Chapman me mandó a detención, por haberme dormido en su clase de matemáticas.

Odio matemáticas. 

Tuve un pésimo día en mi penúltimo día de clases, así que me di el lujo de tomar una larga siesta, pero no sabía que me había tomado tan en serio lo de "larga siesta", mi teléfono zumba debajo de mi suave almohada, y ya fastidiada del zumbido deslizo mi mano debajo de la almohada, entre cierro los ojos para ver mi teléfono, ya que la luz me afecta un poco. 

Cinco mensajes nuevos de Emily<3

Emily<3: Hey Ross, te tengo una propuesta.

Emily<3: Y no acepto un NO por respuesta.

Emily<3: ¿ Estás?

Emily<3: Llamé a tu mamá para preguntar por ti, y me dijo que estas dormida.

Emily<3: ¡¡YA DESPIERTA PINCHE DORMILONAAAA!! ¿ACASO NO HAS VISTO LA HORA? Y TÚ AÚN DURMIENDO

No había visto la hora hasta que veo el mensaje de Emily.

9:30pm. 

¡SANTO DIOS!

Dormí casi toda la tarde y mitad de la noche, bajo hasta la sala de estar muerta de hambre, mi madre siempre trae postres que hace en sus clases, así que me quiero calmar el hambre deleitando mi paladar con sus deliciosos postres, pero mi mayor sorpresa es que estoy sola en casa. Al parecer mi madre no ha llegado, y mi estómago ruge como un feroz león, me dirijo hasta la cocina para prepararme algo de comer, cuando el teléfono comienza a sonar.

—¿Hola?— Pregunto incrédula ya que casi nadie llama al número de la casa.

—¡Rosse! Pinche pendeja, ¿no me piensas contestar?—Pregunta Emily enojada.

Pongo los ojos en blanco, porque ya se a que viene Emily con sus propuestas, la última vez que acepté una de sus propuestas, terminé saliendo con un chico que sufría de alergias y cada vez que estornudaba su saliva caía en mi rostro, y lo apodamos el salivoso Harry... Lo sé, no somos tan buenas para inventar apodos.

—No hagas drama Mily, sabes que me desvele haciendo la tarea de matemáticas. 

—Sí, sí, ya lo sé, pero anda acepta mi propuesta porfis ¿sí? ¿sí? ¿sí?—dice en un tono tan suplicante, que me imagino que teine que ver con un chico.

—¿De quién se trata?—pregunto aburrida.

—Se trata del chico más hermoso que he visto.

Volteo los ojos ante su respuesta tan exagerada—Mily, sabes que la última vez que acepté tu propuesta de ser tu chaperona, terminé con la cara empapada de tantas veces que el salivoso Harry estornudó sobre mi, sin taparse la boca.

—Oh vamos, Rosse. Te prometo que ésta vez será diferente, mi chico no tiene hermanos, así que ésta vez no serás dama de compañía de alguien más, además de mi.

—Mily sabes que no me gustan las fiestas—me quejo, pero al parecer no funciona, yo sólo me quiero quedar en casa disfrutando de un maratón de "The big bang theory", además que no quiero desvelarme más, ya que mañana es el último día de clases , y no quiero estar de mal humor por no haber dormido lo suficiente.

—Tomaré eso como un Sí, así que no se diga más, estaré dentro de cinco minutos en la puerta de tu casa para alistarnos e irnos.

—Yo no he dicho que Sí.

—Pero no dijiste un NO, así que no se diga más señorita—dice en un tono autoritario.

—Pero yo —no me deja terminar y cuelga la llamada.

Soy de las chicas que no les gustan las fiestas, que prefieren leer y tomar una taza de chocolate caliente, a estar en fiestas donde hay alcohol y ruido, me gusta la tranquilidad, olvidé decirles también que soy de las chicas que no se saben maquillar, Sí... Ríanse lo que quieran, pero no sé maquillarme, traté de ver un tutorial de maquillaje para lucir como toda una diva del Makeup y terminé luciendo con la gemela de el Wasón, así que doy gracias a Dios que tengo una amiga con ese talento de saber maquillar.

Mily ya ha llegado a mi casa y nos estamos alistando para ir a esa "pequeña reunión". Habían anunciado una tormenta para este día, y yo sólo ruego que sea así, no quiero ir a la fiesta, sólo queiero seguir en el país de los sueños, soñando que me casaba con Shawn Mendez.

Mily ha terminado de maquillarme, yo luzco un vestido de verano color amarillo, una coleta de caballo con algunos mechones ondulados saliendo de la coleta, mi maquillaje son tonos claros no muy cargados, no quiero sentir el kilo de maquillaje que ella suele aplicarse en la cara, estamos ya listas para salir, cuando escuchamos un relámpago y la lluvia caer.

—¡Ooh sí! ¡Gracias Dios!—digo victoriosa.

Oh no, pensé en voz alta.

Mily me lanza una mirada tan asesina, que si la mirada matara, estuviera a diez metros bajo tierra, pero siento una sensación de culpa, ella estaba muy emocionada de ir a esa reunión, luce tan hermosa con su cabello suelto y vestido ajustado a su cuerpo, todo lo ajustado le queda bien, su cuerpo es muy voluminoso, sus ojos color avellana hacen juego con su cabello castaño claro y su piel blanca.

—Oh, Mily, lo siento mucho, sé que tenías muchas ganas de ir a esa fiesta—digo siendo sincera.

Ella sonríe con tristeza— La verdad tenía muchas ganas de ir, ese chico me gusta mucho.

—Ya lo decía, a ver... ¿Cómo se llama? 

Ella sonríe ante mi respuesta— ¿Cómo que ya lo decías?

—No me evadas la pregunta con otra pregunta, señorita—digo autoritaria.

Voltea los ojos—okay okay... te lo diré— responde derrotada, mientras suspira—Se llama Jackson, es tan dulce y es tan tierno  con sus hermosos ojos color verde y su cabello rizado y su hermoso hermoso cuerpo—babea mientras lo describe.

—Okay, Pucca, ya limpia la baba que salió de tu boca mientras lo Describías.

Ella sonríe —Es que es tan... tan... Él.

Pregunto algo molesta— ¿Por qué no me habías contado de él?

—Porque cuando te estaba llamando para contarte de mi cita, no me contestaste—refuta.

—Sí, pero... pero igual.

Sin saber que decir a su respuesta, por que tiene razón, y no quiero perder, le cambio el tema y pregunto por mi teléfono.

—¿Has visto mi teléfono?

—No, ¿tú no lo tenías?—responde Emily.

—¡NO!

Como locas comenzamos a buscar por toda la casa, hasta buscar en mi habitación, tardamos en encontrarlo ante el desastre de ropa y maquillaje que hay en toda la habitación, al fin lo encontramos debajo de mi cama y decido llamar a mi madre, me tiene preocupada porque no sé donde rayos está.

Después de estar al teléfono un rato hablando con mi madre, ella me dió  instrucciones de lo que tendría que hacer por si la electricidad fallara. Mii madre es muy unida a su madre, y luego de sus clases fue a visitarla, y la tormenta la atrapó en casa de mi abuela, ya era tarde así que me imagino que mi madre se quedará en casa de mi abuela y Emily se quedará conmigo esta noche, por suerte trajo algo de ropa extra.

***

Hasta que por fin, el último día de clases, no más tareas, no más noches de desvelos por dejar todo a última hora, no más levantarme temprano hasta dentro de tres meses. Ya listas para nuestro último día de clases, Mily me levantó más temprano de lo normal para arreglarme.

—Mily... me estoy durmiendo aquí—digo somnolienta.

 

Pone los ojos blanco—No seas así, tienes que arreglarte un poco.

—Ya llevas más de media hora aquí, no quiero parecerme a un payaso

—Listo, ahora ve a terminar de arreglarte.

—¡Al fin!— digo victoriosa—El poco trasero que heredé de mi madre casi lo pierdo sentada, esperando a que termines con mi cabello y el maquillaje.

Se ríe ante mi comentario—Que exagerada eres.

Mily me ha hecho un maquillaje muy sencillo y alisó mi cabello. Está vez luzco un vestido suelto color menta y unas zapatillas, mientras Mily tiene un maquillaje un poco más cargado que el mio y usa unos vaqueros ajustados con una blusa de encaje suelta, su cabello alisado y unas sandalias bajas.

Último día de clases en la preparatoria Blake South y los chicos no han estado tan emocionados como hoy, en especial los de último año, cuando llegamos hay muchos chicos hablando de la gran fiesta que tuvieron ayer, y no me quiero imaginar los pensamientos asesinos que debe tener Emily contra mí por haber sido tan "aguafiestas" según ella por haber invocado la tormenta con mi mala actitud. Cuando ya casi vamos llegando a la entrada siento como si estoy caminando sola, cuando me detengo y volteo estaba mi amiga Pucca la traicionera dejándome sola el último día de clases.

¿Adivinen por qué?

Mejor yo les digo... Porque se quedó hablando con unos de los chicos más populares del Blake, y me lo tuve que suponer, la chica más guapa de la preparatoria con el mas popular, Jackson Scott, un chico de ojos color verde, su cabello rizado color negro que cae sobre su frente algo desordenado, con una figura atletica muy definida se podría decir que...él tipo está bueno.

Que mala amiga soy, acabo de observar morbosamente al chico de mi mejor amiga, pero es el típico cliché.

Me sorprendió lo rápido que avanzó el día, cuando ya sonó la campana que anuncia que las clases se terminaron, se pueden escuchar todos los estudiantes celebrando por el último día de clases, sale el profesor y sólo quedamos Emily y yo en el salón, y llega su chico Garu.

Emily salta sobre él mientras le estampa un corto beso en los labios, y lo felicita por graduarse de preparatoria.

—¡Rosse! Ven aquí, te quiero presentar a alguien.

Jackson estrecha su mano saludando—¿Qué hay? Soy...

Interrumpo pensando en voz alta como siempre—El chico Garu.

Me mira confundido—¿Perdón?

Dios mio, ¿Qué dije?.

Nota para mi misma: dejar de pensar en voz alta.

Mis ojos como se agradan más de lo normal, abro la boca sin saber qué decir, mientras Emily por otro lado me lanza una mirada asesina—Disculpa, es que a veces pienso en voz alta sin darme cuenta.

Fríamente responde —Sí, ya veo — su tono de voz cambia a uno juguetón— ¿Así que soy el chico Garu?

Con ganas de que la tierra se abra y me trague—Disculpame, en serio... Soy Rosse.

Se ríe —Tranquila, me dio risa tu apodo, soy Jackson, el chico que está loco por tu amiga.

Emily se sonroja mientras él toma su mano y la besa, creo que iba a estallar de tanto sonrojamiento.

 ¿Eso puede pasar?

Estaba terminado de guardar todo, cuando llegan los amigos de Jackson, comienzan con sus bromas y uno de ellos me quita las llaves de mi casa.

—¡Dame mis llaves!—espeto.

—¿Y si no te las doy?—dice sonando mis llaves.

—¡Que me des mis llaves ahora!—exclamo enojada.

—Uy, la nenita se enojó —dice mofandose de mí.

—Mily, dile a tu amigo que le diga a su amigo que me de mis llaves.

Mily al parecer está muy ocupada intercambiando fluidos con el chico garu, mientra yo lucho por no quedarme fuera de mi casa, en un mal movimiento la llave cae fuera de la ventana, sobre un borde que está por debajo de la ventana.

¡Mierda! Ahora sí me enojé.

Le doy un golpe en la entrepierna de aquel chico, no sé su nombre, ni lo queiro saber, ya que me ha hecho enojar mucho como para saber su nombre, en un grito desgarrador que sale de él, Jackson y Emily se separan.

—¿Qué carajos?,¿Qué haces tirado en el suelo?—Le pregunta Jack a su amigo mientras lo trata de levantar.

—¡Rosse! ¿Qué carajos hiciste?—pregunta Emily sorprendida por mi agresividad.

Mi pecho sube y baja de tanto enojo —¡Él comenzó!—lo señalio—Tiró mi llave fuera de la ventana y ahora me tocará dormir con el perro del vecino por su culpa.

Nunca me he sentido tan enojada en mi vida, tengo que ingeniar un plan para rescatar mi llave, mi madre no iba a llegar a mi casa hasta quien sabe cuantos días, ya que tiene más de un mes que no ve a mi abuela por su trabajo, mi abuela vive en la ciudad, a dos horas del pueblo donde vivimos, así que como sea tengo que rescatar mi llave.

—¿Sabes hacer la pata de gallina?

Emily me mira confundida—No, ¿qué tratas de hacer Rosse?, no te atrevas a cometer una locura.

—Sólo ayúdame ¿quieres?, y tú también Jackson, ya que es tu culpa.

—¿Mi culpa?

—Sí, tu culpa, ahora ayúdame a saltar fuera de la ventana y rescatar mi llave.

Mientras Jackson me ayuda a saltarme por la ventana y rescatar mi llave, Mily me mira con ojos suplicantes de que no lo haga, pero tengo que hacerlo si no quería dormir con el perro del vecino.

—Tú sí que estás loca chica, un movimiento en falso y no vives para contarla.

Miro lo alto que está, Jackson tiene razón, pero tengo que hacerlo.

Emily me mira con preocupación —Rosse, no lo hagas, ¿Estás loca? ¿No puedes esperar a que llegue tu madre y sacarle una copia a la llave?.

— Mily, no quiero soportar los sermones de mi madre por falta de responsabilidad, con los que me da con la tarea me basta.

Trago grueso, y comienzo a caminar muy pegada a la pared por el borde sobresaliente que está debajo de la ventana, mientras me repito "No mires abajo"

—Ten cuidado Rosse—Su preocupación se puede notar en su voz.

—Lo tendré—digo nerviosa.

Hay mucho viento y no me favorece en nada, ya que estoy usando un vestido y no traigo short. Esto definitivamente no estaba en mis planes de hoy, ese amigo de Jack, aparte de que es un idiota, es un cobarde, Jack le ordenó que consiguiera mis llaves o haría que estuviera en la banca en el pantido este fin de semana, pero prefirió quedarse sentado en las bancas que conseguir mis llaves. Llego a donde estan mis llaves y vuelvo de regreso, sin querer hago un pequeño movimiento en falso que casi me hace caer.

—¡ROSSE CUIDADO!—grita Emily, ella esta en pánico, se le puede notar en su voz.

Pude sostener el equilibrio y regresar. Jackson me ayuda a subir y una profesora entra al salón.

—¿Qué se supone que están haciendo ustedes aquí?

Nerviosos  por lo que acaba de pasar, nos miramos y a un unísono decimos— Nada

—¿Cómo qute nada? Acabo de ver a la señorita Smith encima del señor Scott.

Nerviosa comienzo a balbucear—No, no es lo que parece... es que yo... bueno... Él.

—No quiero ningún "pero", los quiero fuera de aquí.

Tomamos nuestras cosas y nos fuimos de allí para irnos a casa.

Emily me abraza fuertemente y me toma de los hombros—¿Estás bien? No hagas más esa locura, me asustaste.

Sonrío—Estoy bien, tranquila.

—Chicas, si quieren las llevo a su casa, es lo menos que puedo hacer al disculparme por lo que ese idiota hizo.

Con ojos brillantes Emily acepta y mientras caminamos al estacionamiento, noto como todos me miran pero no hago caso a sus miradas, quizás me miran porque nunca me han visto maquillada. 

Nos encontramos con Justin, nuestro mejor amigo, lo conozco desde el jardín de niños, es un chico de ojos color café, su cabello siempre ordenado, su piel blanca y cremosa, con un buen cuerpo atlético, Emily y Justin siempre han estado para mi, no se que haría sin ellos.

—¡Hey, linduras!— Coquetamente nos saluda Justin— Me contaron que Casi mueres Ross.

Emily y yo lo miramos confundidas —¿Qué quieres decir?— le pregunto.

—Está en todo el Blake, dicen que casi mueres cuando saltaste por una ventana.

Okay, ahora ya entendí porqué todos me miraban.

—¡¿Qué?! ¡Yo no salté por una ventana!

Justin se encoge de hombros—Bueno... como sea ¿Que harán hoy?

Emily en su mundo de amor y besos—Hoy tendré mi primera cita con Jack.

Justin pone los ojos en blanco— ¿Y tú Ross? 

—Descansar, quiero dormir, hoy tuve un mal día.

Justin hace puchero—Owww, la bebé está cansadita.

Le sigo la corriente a Justin—Sí tan sólo tuviera un mejor amigo, que me quisiera tanto Y me comprara oreos...

Justin me da una mirada de desaprobación —No vengas a chantajearme con que si te quisiera, estoy sin fondos monetarios, creo que se aprovecharon de mi algunas chicas, ya no recuerdo lo que sucedió en la fiesta de ayer luego de tanto alcohol en mi sistema.

Emily interrumpe—Sí, sí, sí, Rosse, Jack nos está llamando para llevarnos a casa— Le lanza varios besos  a Justin y luego me toma de la mano para ir a donde estaba Jack esperando.

—Te pilla Jack que le lanzas besos a Justin y despídete de tu cita.

Emily pone los ojos en blanco— No exageres doble de riesgo.

Sonrío a su apodo y subimos al auto de Jack, el camino es algo silencioso, ya que aún estamos nerviosos por ese momento en el que casi muero.

Jack me deja justo en frente de mi casa y me bajo del auto lujoso para despedirme de ellos.

Jack y Emiy se despiden a unisono— Adiós doble de riesgo.

—¡Superenlo!—Les saco el dedo.

Al fin llego a casa, necesito comer algo, hoy salimos temprano, así que hora de prepararme algo, para tomar una ducha y dormir por un buen rato.

Espero que el día de mañana sea mejor que el de hoy...

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