Capitulo 3

                                                           "La reunion" 

Iris

Debo admitir que se ve muy sexy, puedo observar su torso desnudo, está con una toalla a la cintura.

Su abdomen está húmedo, bajan gotas de agua por el, su cabello negro mojado revuelto, y esos ojos azulados de pestañas largas posados en mi.

El sexy Tinieblo se ducho y ni siquiera nos invitó.

Es como si los dioses lo hubiesen tirado como si nada. Me quedo embobada viéndolo, pero no puedo evitar como lo detesto a la vez.

Céntrate en el juego Iris, contrólate.

- ¿estás queriendo decir que mi cuerpo refleja que te tengo miedo? - alzó una ceja- no me hagas reír.

- tu cuerpo me desea, tú me deseas, Y eso te da miedo por eso te alejas..... no te culpo nadie se resiste a mí. - sonríe de forma seductora mostrando la perfecta dentadura. - ruedo los ojos.

Vaya ego y arrogancia que se carga...

Este se cree el más guapo del mundo, quizás lo sea.....pero no es el único, de eso estoy segura.

Le bajaré los humos, este chico si necesita urgentemente que lo bajen de la nube.

- ¡JA! te crees que eres el más guapo del mundo......sabes si eres guapo, pero no el más guapo del mundo. - me observa divertido. - estoy segura que hay más guapos o igual de guapos que tú, así que te pido por favor que te bajes de la nube o aterriza, no seas un arrogante de m****a. - le doy un mordisco a la dona que saque de la cocina.

Esta riquísima, tiene crema pastelera con chocolate y un glaseado.

- dilo que quieras mocosa, pero sabes que te mueres por mí. - sigue sonriendo.

Odio su arrogancia.....

¿Acaso es normal que un ser humano tenga tanta arrogancia y su ego tan alto?

¿O debo llevarlo al hospital?

En él....creo que es normal.

- si, como digas, pitufo insufrible arrogante. - digo con sarcasmo.

- ¿ahora soy pitufo insufrible arrogante? - alza una ceja - asiento

- ¿algún problema con eso? Debes admitir que eres muy arrogante.....sabes te aconsejo aterrizar a la tierra. - le sonrió

Se acerca con pasos firmes, se nota que está molesto lo puedo ver en sus ojos y en sus manos, ya que  las trae cerradas, su vena en el cuello se le marca.

Definitivamente se enojó...

No lo culpo, Si me hubiesen tratado así también me hubiese molestado. Pero debo admitir que ya le prendí fuego a la casa,  ya no puedo escapar... Y la verdad ya me da igual, así que me quedo al frente del sin demostrar miedo o alguna debilidad.

Me mantengo sería, alzó mi mirada centrándola en esos ojos que me observan fijamente, sus ojos hacen que me desconcentre pero me resisto a toda costa, haciendo contacto visual.

- ¿acaso el pitufo insufrible se enojo? - le sonrió divertida.

Por dios Iris, siempre poniéndole más leña al fuego, va acabar en una explosión.

Colega yo te dije que te lo follaras, no que lo hicieras enojar.

- no me provoques. - me observa serio

Se acerca más a mí, puedo sentir su respiración en mi rostro.

- ay porque, ¿acaso me tienes miedo? - lo molesto.

Me toma por el cuello, y me empuja hacia la pared, quedando muy, muy cerca diría yo.

¿Este chico que tiene con agarra del cuello?

Debo admitir que me pone cachonda cuando hace eso.

Aprieta su cuerpo al mío, acercando sus labios, nos separan unos 3cm más o menos.

- ¡cállate! y escucha mocosa que siempre se sale con la suya. Te crees inteligente y astuta ¿Verdad? Pues te informo que no querrás jugar a este juego conmigo, porque te aseguro que saldrás muy quemada. - sus ojos no dejan los míos.

- primero que todo, tú no me das órdenes, imagínate que me cuesta seguir las órdenes de mis padres y piensas que seguiré las tuyas, no seas idiota. - me suelto de su agarre.

- dos, no me creo inteligente y astuta, lo soy. - lo observó sería - vuelve a tomarme del cuello.

- y tres, suéltame antes de que tede en los huevos. - miro hacia abajo. - obviamente si los tienes. - sonrió volviendo a centrar mis ojos en los suyos.

Nos quedamos mirando fijamente, hasta que sentimos como la puerta de entrada se abre.

- Adrián, ¡baja ahora! se que estás aquí, debemos hablar. - dice una voz sería, autoritaria y fría de un hombre.

- m****a. - maldice entre dientes.

- vaya, parece que te buscan pitufo insufrible. - sonrió - Vuelve a centrar sus ojos en mi serio.

Creo que en verdad le preocupa la voz misteriosa de quien sea que haya llegado.

- cállate, ahora no estoy para tus putos juegos. 

Me toma del brazo arrastrándome hacia el baño, intento protestar pero parece percibir lo que intento hacer, pone inmediatamente su mano en mi boca cubriéndola. Me mira por unos segundos, y quita su mano asegurándose de que no diré nada.

- quédate aquí, y esta vez hablo enserio. Si sales por esa puerta armarás un problema. - me observa serio.

- respóndeme una cosa, ¿que te hace pensar que seguiré tus órdenes? - pregunto divertida.

- hablo enserio iris, por favor te lo pido. - me mira con ojos tiernos.

¿Acaso me está rogando?

- ¿Adrián Brown rogando? Nunca pensé verte así. - digo entre risas. - rueda lo ojos.

- velo de la manera que quieras, solo quédate aquí y no hagas ruido. - ordena. - asiento.

Sale del baño, cierro la puerta con seguro.

Yo aquí sola en el baño, en total silencio, escondida como si fuese una de sus putas con las que se revuelca aveces y no quiere que vean.

- Adrián ya estás mayor, debes preocuparte por tus responsabilidades. Pronto dirigirás la empresa familiar. - escucho la voz misteriosa de antes.

¿Acaso dijo empresa familiar?

Mmh hablo de sus responsabilidades....ya se de quién se podría tratar la voz misteriosa, debe ser su padre, estoy segura.

Escucho como se levantan la voz, y alguien sale azotando la puerta.

Solo espero que el imbécil de Adrián no me haya dejado sola con su padre. Mientras yo estoy aquí encerrada en el baño, solo vestida con su camiseta.

Dios si su padre me viera así, sin siquiera darle una explicación, me imagino que ya me vería como el juguete sexual de su hijo y sin duda no aceptaría ninguna explicación, mucho menos de mi parte.

Siento como alguien sube las escaleras y entra a la habitación, tocan la puerta del baño, me quedo quieta.

Dios solo espero que sea el, porque si no juro que lo mato.

Dudo unos segundos antes de abrir la puerta.

- soy yo, puedes abrir. - dice del otro lado.

Su voz suena sería y cansada, su padre debe ser difícil de llevar, imagino que debe ser una relación como la que tengo con mi madre.

Saco el seguro y abro la puerta. Observó su rostro por unos segundos, está molesto, y serio.

Recorro mis ojos por su cuerpo, está vestido, viste con jeans y una camiseta blanca, su cabello húmedo revuelto y esos deliciosos labios carnosos.

¡Dios Iris concéntrate!

- te llevaré al instituto para que pases a tu habitación a cambiarte. - asiento.

Me pongo la ropa de ayer, peinándome un poco el cabello.

Caminamos a su carro, es un Audi R8 de color rojo, este carro es una belleza. Subo al coche, observó al conductor que va serio con gafas de sol, se ve muy sexy.

Me mira de reojo sonriéndome con esa sonrisa sexy, siento como comienzo a sonrojarme.

- ¿te gusta lo que ves mocosa? - dice con esa estúpida sonrisa torcida, que le queda tan bien.

Obvio que si sexy Tinieblo, pero nunca lo admitiremos frente a ti.

- observó el coche, es muy bonito. Debo admitir que tienes buenos gustos en coches. - Adrián tiene su mirada fija en el camino, pero puedo sentir que aveces me mira.

- así que solo observas el carro....

- si, admiraba los detalles del coche. - me muevo inquieta en el asiento.

No mentía al decir que admiraba el carro, solo omití la parte en donde lo observó.

Dios Iris contrólate, ningún imbécil te pone nerviosa, mucho menos esté.

- entonces te sonrojaste por el carro ¿verdad Iris? - dice con esa estúpida sonrisa de chico mimado y arrogante.

- no, solo hace un poco de calor. - miento. - si claro, calor...

- como digas....

- ¿oye puedo preguntarte algo? - cambio de tema.

- si claro. - proceso mucho mi pregunta antes de hacerla.

- ¿la persona que vino hoy es tu padre?

Guarda silencio por unos segundos pero asiente.

Vaya la comunicación, solo asiente a mis preguntas....igual no lo juzgo, soy igual con las personas que se meten en mi vida personal.

- ¿escuchaste algo? - pregunta - niego

Si escuché algo, pero no quiero entrometerme en sus cosas, además conociéndolo seguro se molesta o me dice que no le diga a nadie.

Así que prefiero quedarme callada.

El resto del camino fue absoluto silencio hasta llegar a la escuela.

Me bajo del coche sin decir una palabra solo le doy las gracias, camino con pasos firmes dirigiéndome a mi habitación para recoger mis cosas, ya que, los fines de semana me voy a mi casa a pasarla con mi familia.

Hago una mochila con algunas de mis cosas, tomo mi laptop, escojo unos shorts, una camiseta negra y unas convers.

Entró en la ducha, siento como el agua tibia cae por mi cuerpo relajando mis músculos tensos, aleja todos mis pensamientos.

Si fuese por mí pasaría horas en la ducha, es la sensación más exquisita que eh puede podido experimentar me refresca y me saca del mundo de m****a Alejando todas mis pensamientos y problemas alrededor.

Al salir de la ducha ya seca me visto con la ropa que escogí y me hago una cola alta, salgo de mi habitación cerrando con llave,  lista para ir a mi casa.

Caminó por los pasillos hasta que veo a Jade con sus cosas, ella apenas me ve sale corriendo en mi dirección.

- Iris estaba tan preocupada,  perdón por alejarme así en la fiesta. - la tristeza en su rostro es notable.

- no te preocupes, estoy bien. Digamos que la pase bien, qué tal tu ¿Te divertiste? - le sonrío

- si recuerdas al chico con el que baile, me dio su número y me dijo que cuando volvamos a clases me invita un helado. - sus ojos brillan.

Señoras y señores la perdimos.

Conozco esa mirada, está se enamoró perdidamente.

- eres toda una caza hombres, ves que era buena idea ir. ¡Ahora tienes una cita! - se sonroja.

- oye me tengo que ir, pero hablamos el martes. - me despido con una sonrisa

- claro te veo el martes, Blanca nieves. - me guiña un ojo.

- ¿Blanca nieves? ¿Es enserio? - digo entre risas.

- el apodo te queda, además te pareces a Blanca nieves. - dice divertida.

Puedo ser todo, mucho menos una princesa.

- si, como digas. Nos vemos el martes...

Me dirijo rápidamente a la salida donde se supone que me esperaría Ronald. Al salir lo veo ahí con sus lentes oscuros, muy formal, con su apariencia seria e intimidante.

Debo admitir que se ve bien y no creo ser la única que lo piensa, muchas profesoras dirigen su mirada hacia él y hablan como colegialas entre ellas, obviamente Ronald no debe darse cuenta y me hace mucha gracia todo esto. Apenas me acercó me abre la puerta del asiento de atrás mientras toma mi mochila.

- buenas tardes, señorita Iris. - me saluda serio pero con una leve sonrisa.

- hola Ronald, sabes que puedes llamarme solo Iris, no me molesta. - le sonrió.

Subimos al coche, el camino me la pasó escuchando música mientras observo el paisaje de la carretera.

Cada vez que pasó por un bosque me lo quedó mirando alucinada. Siempre he querido vivir en una cabaña sencilla con un lago en medio del bosque poder leer un libro mientras tomo mi capuchino.

Al llegar a casa lo primero que hago es sacar mis audífonos y sonreír, extrañaba mucho mi hogar poder leer en mi patio junto a los pajaritos, mientras como fresas.

Mi casa era muy grande,  literalmente una mansión con un gran patio y una piscina yo crecí en aquel lugar junto a mi hermano mayor quien no está en el país, ya que, tiene mucho trabajo muy pocas veces viene a visitarnos y a pesar de que cuando niños peleábamos lo quiero mucho y lo extraño un montón. Mi querido hermano es 5 años mayor que yo y es el regalón de mi madre.

Ronald me devuelve a la realidad dejando al lado los recuerdos.

- hemos llegado señorita Iris. - Baja del coche ayudándome a bajar.

- le pasaré sus pertenencias a la mucama para que las lleve a su habitación. - me da una sonrisa de boca cerrada.

- muchas gracias Ronald, espero que te encuentres bien. - le sonrió

Al entrar siento todo diferente, es como otro energía, otro ambiente.

A la primera persona que veo es a Lili una de nuestras mucamas más cercanas, para mí era muy cercana me cuidaba de pequeña,  es como mi hermana mayor.

Viste con su uniforme y llevó una trenza al lado sujetando su hermoso cabello castaño claro. Lily por fin posa sus ojos pardos en inmediatamente sonríe y deja de hacer lo que está haciendo, me dirijo rápidamente a ella y la abrazo fuerte.

- Lili no sabes cuánto te extrañé. - me aparto para observarla.

- Mi pitufa no sabes cuánto te extrañé también, la casa ya no es lo mismo sin ti, sin tus risas y chistes. - me sonríe

- me imagino que todo debes estar aburrido por aquí. - observó el lugar.

- ni te imaginas, por cierto tus padres te esperan, están en la sala.

- gracias, hablamos luego. - le sonrió

Me sonríe mientras desaparece por la cocina.

Camino a la sala y veo mi padre sentado muy cómodo en su sofá sólo para él con un whisky en la mano, mientras mi madre Lee un libro en el sofá de ella. Al entrar a la sala inmediatamente alzan sus miradas hacia mí sonriendo de oreja a oreja, mi padre inmediatamente se levanta acercándose para abrazarme.

- bienvenida a casa hija. - me abraza mi padre.

- gracias padre, los extrañe. - les sonrió.

- hola mamá. - camino hasta ella para abrazarla.

- también te extrañamos Iris. - me sonríe.

- querida como ya sabes el día lunes es feriado y mañana tenemos una pequeña reunión con algunos colegas de algunas empresas. - me informa mi padre.

- ¿A qué se debe este avisó? - pregunto

- te informo sobre la reunión porque quiero que estés presente. - alzó las cejas.

- y vestida formal, ya que no es cualquier reunión. - agrega mi madre.

Lo que me faltaba, llegó a mi casa y ya tienen planes, genial.

Me hubiese quedado en el instituto.

- está bien, ¿se les ofrece algo más? estoy cansada y debo ir a ordenar algunas cosas. - tengo mucho sueño, y me duele un poco la cabeza.

- Ve tranquila ya hemos terminado, por cierto la reunión mañana empieza a las 19:00 pm. - informa - asiento.

- oigan antes de que se me olvide la directora me comentó que hay áreas separadas en el instituto, donde te preparan para diferentes profesiones aparte de asistir a las clases obligatorias y me comentó que está el área del ejército ¿será que puedo entrar ahí? - comparten miradas

- lo pensaré pero por ahora asiste a tus clases obligatorias, y ya sabes que tienes mucho conocimiento por el ejército. - me mira serio

- me vendría bien practicar. - sugiero.

- ya veremos. - asiento y me dirijo a mi habitación.

Al entrar veo todo impecable, y ordenado. Extrañaba mucho mi habitación recuerdo cuando me sentaba a pintar en la ventana, leer o escuchar música, mientras miraba el paisaje de mi enorme patio, extrañaba mucho estar aquí.

No aguanto más y me quedo dormida al instante en que me recuesto en mi cama. Sin notarlo despierto y ya eran las 3:30 a.m,vaya si  que dormí. Veo que en mi escritorio hay un pocillo con fruta y cereales, al lado había una nota.

Sé que estabas cansada y quizás duermas mucho, por eso te prepare algo de comer antes de irme a dormir. Come un poco y vuelvo a dormir para que mañana tengas un nuevo día y enfrente lo que se te viene, sabes muy bien a lo que me refiero.

Atte: Lili

No puedo evitar sonreír por su gesto, definitivamente la adoro, eres mi salvación Lili.

Tenía razón debía tener mucha energía para enfrentarme a la gran reunión de mañana.

Luego de terminar de comer, que por cierto estaba riquísimo vuelvo a dormirme por toda la noche.

Me despierto por la intensidad del sol que entra por mis cortinas, pero me levanto inmediatamente, ya que debía estar todo listo para la reunión de esta noche,  camino hacia la ducha, siento como el agua tibia saca la tensión de mi cuerpo ayudándome a relajarme. Al salir me visto con un shorts y una camiseta dejando a mi cabello negro en un moño alto, salgo de mi habitación dirigiéndome al comedor para desayunar, al entrar me encuentro con mis padres esperándome, una de las mucamas se acerca a servirme mi cereal con leche, le agradezco con una sonrisa, mi madre se dirige a mí.

- Iris recuerda que hoy será la reunión importante que planificó tu padre, por favor vístete para la ocasión. - me recuerda.

Debo admitir que me gusta más usar ropa cómoda, pero de vez en cuando igual uso vestidos o faldas. Lo único que odiaba usar eran  los tacones,  no entendía por qué había que usarlos son tan incómodos, uno camina raro.

Recuerdo que la última vez que los usé fue en una fiesta familiar y casi me tropiezo en la escalera, por esa razón prefiero las zapatillas o mis sandalias,  pero supongo que usar tacones a veces no están malo, tendré que acostumbrarme.

- no te preocupes madre, Me vestiré para la ocasión. - le sonrió

- Iris sé que dejarás a todos mis colegas impresionados ya que eres muy inteligente. - agrega mi padre. - le sonrió.

- por cierto vendrán algunos hijos de mis colegas, algunos son mayores y otros tienen tu edad espero que se lleven bien y compartan ideas. - asiento.

- de seguro son amables, haré todo mi esfuerzo para comportarme y ser buena anfitriona. - fuerzo una sonrisa.

Lo que me faltaba tener que compartir con los hijos de los colegas de mi padre, sólo espero que no sean arrogantes y engreídos porque si fuese así me costaría mucho mantener mi boca cerrada y guardar mi opinión.

Deja de ser tan amargada, quizás termines follando con alguno.

Tú solo piensas en eso.

- gracias querida, me alegra mucho que puedas entenderme. - le sonrió.

Al terminar de desayunar las horas pasan casi volando al mirar el reloj me doy cuenta que ya son las 18:00 pm, faltaban unas horas para la fiesta será mejor comienzo arreglarme si no quiere que mi madre me regañe.

Escoge un vestido azul rey de seda corto pero decente, con un poco de escote adelante y en mi espalda en  forma de v. Escogí unos tacones plateados y un collar muy fino que me regala mi padre con un diamante al centro tamaño mediano de color negro, escoge unos aretes muy finos del mismo color. Mi cabello lo dejó suelto tomado un poco al lado con una fina trenza que me hizo Lili, me maquillo con un maquillaje sencillo.

- te ves hermosa. - Lili me sonríe.

- gracias debo admitir que estoy un poquito nerviosa. - admito. - alza las cejas.

- Iris Grey la chica que enfrenta todo ¿nerviosa? - se burla - ruedo los ojos.

- Estoy segura que cuando bajes por esa escalera los dejarás a todos con la boca abierta. - me guiña un ojo.

- Gracias por ayudarme, te quiero. - le sonrió.

- es raro verte cuando te pones tierna - ladeó la cabeza- pero yo a ti también te quiero traviesa, ahora ve antes de que tu madre venga por ti. - asiento

Bajo lentamente las escaleras muy segura de mí misma demostrando quién era.

Mientras bajo las escaleras logró notar algunos invitados, mi madre viste con un vestido rojo muy elegante con su cabello negro tomado y mi padre nada que decir de lo elegante que está, todos los invitados estaban elegantes, algunos chicos que creo que son los hijos de los colegas de mi padre debo admitir que son muy interesantes y guapos al igual que sus hijas aunque creo que son más varones que chicas.

Al estar casi llegando abajo todos dirigen sus miradas hacia mí, por un momento me puse nerviosa pero seguí caminando muy segura de mí misma.

Mi padre Me sonríe ofreciéndome su mano ayudándome a bajar, le devuelvo la sonrisa.

Trata de no tropezar con los tacones

- te ves hermosa querida. - me dice mi padre.

- gracias, tú también te ves bien. - le sonrió. - me guiña un ojo haciéndome reír.

Todos los ojos estaban sobre nosotros al parecer, Ahora somos el centro de atención.

- les presento mi hija Iris. - me presenta mi padre.

Me paró junto a él, al otro lado está mi madre sujetando su brazo izquierdo.

Todos me sonríen y vuelen hacer lo que sea que estaban haciendo.

- Iris Te quiero presentar a uno de mis grandes colegas y amigos. - asiento. - me guía hasta su amigo.

- Iris, te presento Adriano y su hijo Adrián. - los presenta mi padre.

Levantó la mirada dirigiéndola al padre he hijo.

M****a....

Oh esto se pone cada vez mejor...

Apenas escuché el nombre Adrián abrí los ojos sorprendida, ¿qué m****a hacia aquí? nuestros padres por lo visto se conocen son colegas y para variar amigos. Adrián parece igual de sorprendido que yo, recorre sus ojos azulados por todo mi cuerpo poniéndome nerviosa.

Me fijo en cómo viste Adrián se ve guapísimo, viste con un esmoquin negro con una camisa blanca y los primeros botones desabrochados, su cabello negro lo trae revuelto, se ve muy bien.

Iris concéntrate debes saludar.

- es un gusto conocerlos señor Brown y Adrián. - les sonrió.

- un gusto señorita Iris su padre me ha hablado mucho sobre usted. - dice el señor Brown.

- espero que cosas buenas. - miro a mi padre.

- tranquila hija, le hablé muy bien de ti. - me sonríe.

Se nota que está feliz.

- sí me disculpan iré por un bocadillo.

Les sonrió, camino hacia la mesa donde se encontraba la comida y específicamente el alcohol.

Por lo menos Hay alcohol, tendré que beber un trago para sobrevivir a esto, pero estando sobria, no puedo embriagarme en una reunión de mis padres mucho menos con sus invitados.

Coja una copa de champagne y la llevo a mis labios, casi escupo el espumante al sentir a alguien atrás mío, su respiración hace que se me ericen los vellos de mi cuello.

- ¿tan temprano y bebiendo? - me susurran en el oído

Se muy bien de quién se trata...

Me volteo para enfrentarlo con una sonrisa.

- ¿tan temprano y ya te preocupas por lo que hago? - sonríe.

- no esperaba verte aquí, mucho menos pensar que eras el hijo de uno de los colegas y amigos de mi padre. - le doy un sorbo al espumante.

- yo nunca pensé que serías la hija del señor Grey. - alzó una ceja. - se acerca más a mí.

- al parecer ninguno de los dos sabía, así que estamos igual de sorprendidos. - asiente con una sonrisa.

- por cierto te ves horrible. - dice divertido.

- vaya, gracias...deberías mirarte tú, parece como si hubiese salido de una película donde no saben vestir. - suelto una risa.

- no sabía el cuerpo que escondías mocosa debo admitir que te ves muy bien y ese vestido es hecho para ti. - me sorprende con su respuesta.

- vaya, acaso Adrián acaba de decirme que me veo bien, ay por Dios aire me voy a desmayar. - digo con sarcasmo. - rueda los ojos

- tú nunca te tomas las cosas en serio ¿Verdad, mocosa? - me mira serio.

- tú también te vez bien, pitufo insufrible. - digo entre risas.

Noté que mi copa se terminó así que tomó otra, Adrián me observa.

- ¿no crees que estás bebiendo mucho?

- esta es la segunda copa y preocúpate por ti, sé cuidarme sola. - aclaró.

- como digas.... después si me toca cuidarte y dormir contigo no te quejes, preciosa. - sonríe de forma sexy.

No me molestaría..

Tú te Callas.

- ya quisieras, sigue soñando idiota. - ruedo los ojos.

Observa que Adrián estaba a punto de hablar pero me alejó rápidamente.

- si me disculpas iré sociabilizar con los demás invitados. - me acerco al grupo donde estaban los hijos de los colegas de mi padre.

Al acercarme todos alzan su mirada hacia mí mirándome de pies a cabeza. Hay 2 chicas y 4 chicos que junto Adrián eran 5.

Al acercarme el primero que se me acerca es un chico mucho más alto que yo de cabello negro ojos color miel, debo admitir que es muy guapo.

- hola, eres iris ¿Verdad? - pregunta el chico.

- si, ¿y tú Eres?

- Dante. - me sonríe.

- un gusto Dante. - le devuelvo la sonrisa.

- El gusto es mío, ven te presentaré al grupo. - asiento, los sigo hasta el grupo.

- oigan les presento a Iris, vengan a conocerla es muy amable y gentil. - todos se acercan curiosos.

- hola soy Antonella.

Es una chica muy linda tiene el cabello rubio, sus ojos azules, es un poco más alta que yo, viste con un vestido corto de color dorado que le queda muy bien.

- hola soy Mariella, es un gusto conocerte.

Es una chica de cabello café ojos marrones y usó un vestido negro corto, es muy linda.

- Ey, me llamo massimo. - Dirijo mis ojos a un chico alto cabello rubio y ojos verdes debe ser un italiano por su acento.

Es bastante guapo también.

Joder, debemos follarnos a ese italiano.

¡¿Como mi padre nunca me invitó a ninguna de sus reuniones?!

- hola guapa, Me llamo Flavio.

Me volteo y dirijo mis ojos a un chico un poco más alto que yo su cabello es café y ojos verdes.

Por último se levanta un chico cabello castaño y ojos color miel, me observa con curiosidad pero sonríe.

- soy Francisco.

- es un gusto conocerlos a todos. - les sonrió.

- y creo que ya conoces a Adrián. - agrega massimo invitando Adrián al círculo.

Dirijo mi mirada a esos ojos azulados por unos segundos.

Yo que tú me los follo a todos, incluyendo a  las chicas.

- si, vamos en la misma escuela. - todos comparten miradas.

- qué interesante. - agrega Dante curioso.

- sabes Eres bastante guapa, nunca pensé que la hija del señor Grey fuese guapa - alzo una ceja -  el decía en las reuniones que su hija pasaba leyendo y estudiando. creímos que serías un ratón de biblioteca como una nerd que apenas sale a ver el sol y nunca ha ido a una fiesta. - dice massimo sin dejar de observarme

- pues es verdad, Me gusta mucho leer pero no por eso significa que sea aburrida y fea. - lo miro sería.

- no quisimos decir eso,  nos referíamos a que creímos que eras más introvertida y apenas sales de fiesta. - agrega Dante

- guapo,  yo soy el alma de la fiesta y si quieren probarme invítame a una, o pregúntale a Adrián qué tal son las fiestas conmigo. - les guiño un ojo.

El Tinieblo diría que eres una loca...

Todos dirigen su mirada a Adrián que permanece serio.

- vaya quién lo diría tu padre se refirió a ti como una chica inocente y buena pero veo que eres muy segura y astuta. - dice Flavio.

- quizás mi padre no dijo mi personalidad por completo pero si tienen dudas con respecto a mí, encárguense de conocerme ustedes mismos. - todos comparten miradas.

Tomo asiento en el sofá mirándolos a todos divertida.

- Vaya, vaya, debo admitir que me das mucha curiosidad. - dirijo mis ojos a massimo

- ya lo creo. - le guiño un ojo. - ladea la cabeza con una sonrisa.

- oigan qué les parece si luego de la gran cena vamos a un club. - propone Dante.

- ¿crees que nuestros padres nos dejen? - pregunta Mariella

- claro, además así nos conoceremos más entre todos. - dice Antonella.

- Me parece buena idea. - sonrió

- perfecto entonces luego de la cena nos vamos al club. - todos asentimos.

- la cena está lista, todos pueden pasar a sentarse. - dice mi padre desde el otro lado de la sala.

Todo nos dirigimos a la mesa me toca sentarme junto a Adrián y mi padre, al lado de Adrián están sus padres y al lado de mí padre mi madre.

Genial los mejores amigos y sus dos hijos que se odian se sientan juntos, esto si que será incómodo y divertido a la vez.

Las mucamas acercan y sirven la comida junto con el vino, es un rico filete asado con arroz árabe, se ve delicioso. Todos empezamos a comer mientras mi padre empieza una conversación de negocios algo me dice que esto será muy aburrido.

- cómo saben han habido muchos despidos últimamente de los empleados de las empresas, hemos recibido muchas demandas y reclamos. - comienza a decir mi padre.

Es obvio que recibirán reclamos y demandas, muchas personas quedaron cesantes y necesitan trabajo para vivir y mantener a sus familias. Deberían encontrar una solución con respecto a las personas, no tirarlas a la calle como si nada, ayudarlas a encontrar otros trabajos o simplemente darles un buen pago por los años que trabajaron en la empresa.

- la supervisora de mi apartamento me comunico que la mayoría fue despedida por la edad, según ella debemos contratar a personas más jóvenes, ya que  son más rápidas y ágiles. - agrega el señor Brown.

- opino lo mismo que la supervisora pero ¿como paramos las demandas? esto está afectando las empresas y nuestros negocios. - dice uno de los colegas

Por un momento pensé en decirme opinión pero ¿será que la consideran? quizás sólo me vean como en la chica entrometida.

A la m****a, la daré igual.

- disculpen pero me gustaría dar mi opinión sobre el tema que están hablando. - digo con seguridad.

Todos alzan su mirada hacia mi ,vaya esto sí que será incómodo, pero no pienso despreciar mi opinión, los colegas de mi padre se miran entre ellos confundidos.

- Iris, es una conversación de adultos, respeta. - me regaña mi madre.

- no, déjala que hable, quiero escuchar lo que piensa. - mi padre me sonríe permitiendo que continúe.

- bueno....no me sorprende que estén recibiendo reclamos y demandas por los empleados que fueron despedidos, ya que, por años de experiencia y esfuerzo los despiden como si nada para contratar personas más jóvenes que seguramente tiene menos experiencia. - nadie habla así que continuó.

- ¿no pensaron que quizás necesitan trabajar para sus necesidades o tienen una familia que mantener? yo creo que todos saben lo que cuesta conseguir trabajo sobretodo cuando ya eres mayor, ya que, todos piensan que por ser mayor son más lentos y es verdad, pero debemos reconocer que tiene mucha más experiencia. - comparten miradas.

- ¿que solución propones, para detener los reclamos y demandas? - pregunta el señor Brown.

- pensé en dos opciones, la primera es que le den trabajo en sus empresas pero en un área donde se desempeñen bien con la experiencia que tengan y donde no requiera tanta rapidez. - continuó- y dos darles un buen pago por los años que trabajaron y recomendarlos a otras empresas, estoy segura que sí lo conversan en una reunión y lo prueban los reclamos se detendrán y sus empleados quedarán felices. - bebo un trago de mi vino.

Todos comparten miradas los colegas de mi padre conversan entre ellos, sus hijos me miran y sonríen, todos dirigen su mirada hacia mí sorprendidos por la declaración que acabo de dar.

la verdad en este momento no sé si la he cargado o dije todo bien.

- además como dice el dicho si eres buen jefe y tomas buenas decisiones tus empleados te adorarán. - sonrió

- tu opinión la verdad es muy buena, ten por seguro que la vamos a considerar. - dice el señor Brown.

- estoy seguro que serías una gran gerente, dirigirás a la perfección una empresa. - agrega uno de los colegas. - sonrió.

- sí vieran Como es con los empleados de la casa literalmente es amiga de todos aquí. - murmulla mi madre - dirijo mis ojos hacia ella.

- es porque son personas, no son inferiores a nosotros, el dinero no defina las personas. - la miro seria

- Iris, compórtate. - me dice en voz baja sería. 

- sólo di mi opinión, que yo sepa no tiene nada de malo. - sonrió - todos guardan silencio.

Mi padre se aclara la garganta interrumpiendo la batalla de miradas.

- bueno Iris me ha gustado mucho tu forma de pensar, ten por seguro que consideremos tu opinión. - mi padre me sonríe

- Andrew nos tenías bien escondida tu hija...... sobre todo en su personalidad.- agrega uno de los colegas con una sonrisa.

- quería que la conocieran ustedes mismos. - mi padre comparte miradas conmigo.

- bueno ya me conocen, y en persona - les guiño un ojo a todos, comparten miradas entre risas.

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