IX. Noche de Fiesta.

Narrador Omnisciente.

Ana llega a la villa flowers y mientras camina a su apartamento, distingue a lo lejos a Jean, también recuerdan haber visto su carro en la playa muy parecido al de su vecino que aún no conoce, ¿será posible que sea su vecino?, piensa mientras camina ¿existirá tanta coincidencia?, bueno de igual manera pronto lo descubrirá.

- Buenas noches- saluda Ana a Jean quién se separa de la baranda y la mira con sonrisa en el rostro.

- Así que tú eres mi nueva vecina.

 - Sí, así parece.

- Es increíble que no nos hayamos visto en casi dos meses.

- Eso es una muestra de lo mal que nos pone la temporada de exámenes.

- Sí eso es cierto, casi ni he visto a mi familia, no he parado estudiar en este tiempo.

- Aunque casi nos hemos visto en algunas ocasiones cuando sales a recibir tu comida por pedido, me parece que gastas mucho dinero en eso y no es bueno para tu salud.

- Tienes razón solo que aún no me animo cocinar espero aprender pronto.

- Si no te molesta te puedo enseñar algunas técnicas.

- No, no me molesta para nada, al contrario- dice Jean mientras la mira fijamente a los ojos y sonríe, expresión que Ana entiende muy bien, es evidente que Jean se siente atraído hacia ella.

El teléfono de Ana suena, son sus amigas avisando que pronto se alistaran y se encontrarán directamente en la entrada de la discoteca, Ana llega a algunos acuerdos con sus amigas y luego termina la llamada.

-Jean ha sido un placer hablar contigo pero debo arreglarme porque voy a salir con las chicas.

- Cierto se me olvidaba, es que me siento un poco cansado.

- ¿Qué dices?, ¿no pienses ir?,  ¿te perderías la noche de baile?.

- Pues sí lo dices así tienes mucha razón no podría perderme la por nada.

- Sólo es necesario un buen baño con agua fría que sea reparador y listo, ropa cómoda, un buen perfume y los ánimos se suben para salir a bailar.

- Tienes razón, nos vemos en un rato, te gustaría irte conmigo digo para que ahorres gasolina.

- Ah qué considerado – dice Ana con sarcasmo - pero ¿por qué no?, ¿en una hora te parece bien?.

- Si en una hora está bien.

Una hora después Jean y Ana están listos para salir, Jean sale de su apartamento y lo cierra con llave. Luce un pantalón negro entallado, una camisa azul celeste arremangada sobre los codos, con los primeros tres botones de la camisa abiertos mostrando un poco de su trabajado pecho,  dos cadenas de diferentes tamaños en su cuello de oro blanco, su cabello con luce brillante como mojado está perfectamente peinado hacia atrás, sus ojos avellanados resaltan en su hermoso y varonil rostro, de él brota una gran fragancia de Paco Rabanne que es seductora y muy varonil, sus zapatos negros muy bien lustrados, en su mano izquierda su reloj favorito de la marca de lionnel Messi y en su mano izquierda una cadena gruesa de oro blanco.

Jean se acerca a el barandal y se recuesta mientras espera que Ana salga de su habitación, unos minutos después Ana sale, Jean escucha el sonido de las llaves mientras Ana cierra su casa, se voltea a verla y se queda casi sin aliento al ver a esa mujer morena enfundada en un vestido amarillo intenso ceñido al cuerpo, el vestido es Strapless en la parte superior y cubre sus piernas hasta medio muslo. Ana lleva un pequeño bolso de tiras de cadena y el bolso es color negro al igual que sus zapatos de tacón alto, su collar y zarcillos.

Su maquillaje resalta perfectamente sus facciones, sus labios tienen un Rosa suave con brillo labial, sus pómulos están perfectamente marcados, su frente, su nariz se ven hermosas, su rostros se muestra estilizado, sus párpados con un tono plateado y algunos brillos perfectos para la noche pero lo que más llamó su atención es el aroma tan dulce, femenino, sensual que si su imagen no le alterara las hormonas, su aroma lo haría.

Ana sonríe al ver la evidente expresión en el rostro de Jean y para Ana es realmente halagador que un chico tan apuesto, educado y caballero se vea así de nervioso e interesado por ella.

- Estoy lista podemos irnos - dice Ana rompiendo el silencio y la tensión en el rostro de Jean.

- Sí así veo, te ves hermosa - contesta con una sonrisa, mientras le ofrece su brazo para que Ana lo tome, ella sonríe se engancha de su brazo y caminan juntos hacia el auto.

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