Narrador Omnisciente.

Después de caminar por la orilla de la playa e intentar ordenar sus pensamientos Jean se dirige al hotel donde se hospedaría en su última semana de vacaciones antes de iniciar la universidad.

Al llegar a la habitación se consigue con María Victoria Bracamonte, su recién ex novia, hija única del socio de su padre en una importante empresa de marketing.

María es mayor que Jean por un año, es una chica obstinada, dominante y mimada. Físicamente es hermosa, de figura delgada y estilizada, alta de tez blanca, rostro refinado con hermosos ojos de color azul claro. Pero es muy egocéntrica y ya Jean no se presta a sus juegos como al inicio de la relación.

Desde niños sus padres fantaseaban con la idea de que María se enamorara y se casara con algunos de los herederos de León, Luis Daniel nunca mostró interés así que María desde siempre buscó a Jean hasta que lo consiguió después de una noche de copas.

Jean nunca se ha sentido realmente enamorado de María y ella lo sabe y siente lo mismo, solo que él es hermoso, adinerado y conveniente y eso es lo que a ella le importa, además es un hombre decente, no como su padre que con cualquiera se acostaría por un rato de pasión.

- ¿Por qué llegas a esta hora Jean?.

- No tengo porque darte explicaciones, por si no te acuerdas hemos roto.

- Las cosas no se acaban hasta que yo lo diga.

- Si María y ya lo dijiste, te tomé la palabra y estoy totalmente de acuerdo, así que sí terminamos.

- Sólo lo dije para que pidieras perdón por tu falta y vinieras por mí.

- Pues yo no estoy jugando y no cometí ninguna falta, quisiste tardarte y yo me adelanté al restaurant y te avisé.

- No puedes dejarme sola si yo no quiero.

- Ya basta María, perdóname pero tengo que decirtelo, eres una mujer insufrible, no te soporto estoy harto de tus tonterías, haber terminado es lo mejor. Es más nunca hemos iniciado nada entre nosotros no hay amor, no hay respeto, ni tolerancia- dice jean mientras recoge su maleta.

- ¿A dónde vas?, aún no he terminado.

- Pero yo sí- Jean sale rumbo a su casa en un taxi ya que le ha dejado el carro a María para que pueda regresar, sabe que María va a complicar las cosas y eso va a traer problemas en casa pero eso no importa ya pronto se irá a la universidad.

…

Jean llega a su casa consiguiéndose con la no grata sorpresa de que su madre está enterada de la ruptura y lo está esperando para pedirle explicaciones.

La discusión no es nada grata, la madre de Jean, Charlotte de León le exige a su hijo que se devuelva busque a María le pida perdón y restabezca la relación.

- Madre sabes que te quiero y no quisiera faltarte al respeto pero esto es algo que no te incumbe-

- ¿Cómo eres capaz de hablarme de esta forma?, claro que es mi problema si la pobre María ha llamado llorando.

- Madre ella terminó conmigo y no es la primera vez, estoy cansado de su egocentrismo, de sus berrinches y sus manipulaciones, ahora te usa para convencerme… esto no lo puedo permitir.

- Pero hijo piénsalo bien ella es la mujer que te conviene a ti y a la familia.

- Mamá a mi no me conviene ya ni siquiera la soporto.

- Jean dices eso ahorita porque estas molesto pero luego se pasará y te arrepentirás.

- Mamá déjame tomar mis decisiones por favor no te metas y discúlpame pero estoy cansado.

Jean se dirige a su habitación exhausto de las discusiones que acaba de tener, entra a su habitación tira la maleta al lado del armario, se quita toda la ropa y se mete a la ducha, deja que el agua fría golpee su cabeza y recorra su cuerpo por largo rato mientras intenta deshacerse un poco del dolor de cabeza que ha iniciado.

Sale de la ducha y se envuelve en una toalla de la cintura para abajo, dejando su cuerpo húmedo y su marcado torso al descubierto, jean toma una pastilla para el dolor que guarda en la mesa que tiene a un lado de su cama y toma una botella de agua del pequeño refrigerador que tiene en su habitación, se toma la pastilla y luego se acuesta en su cama mirando el techo de la habitación, recordando lo único bueno que le pasó en toda la tarde, su encuentro con Ana.