Estábamos exasperadas, los chicos quedaron atónitos. Y no comprendía el motivo de su perplejidad, si ellos nos trajeron hasta este lugar, ellos tenían que saber quiénes correrían... que él correría.

No entendía absolutamente nada.

-¿PARA ESO ME TRAJISTE AQUÍ?-. Le pregunta Dakota a Patrick con lágrimas en sus ojos.

Lo que sucedió fue que Dakota salió del auto y tuvimos que seguirle rápidamente. Ella se dirigía al auto azul, exponiéndose y exponiéndonos ante esa locura de ambiente.

Si, tipos raros... Con vibras raras.  Definitivamente esto era otro nivel, no eran las típicas fiestas que hacían luego de los partidos en la prepa, ésto era aún mayor.

-DYLAN, ¿QUÉ HACES AQUÍ? ¿QUÉ HACES AHÍ DENTRO DE ESTE AUTO?-. Le pregunta llorando.

Mi mejor amiga estaba quebrada, y yo igual... No escuchamos cosas lindas de este lugar, y el ver a su hermano participar en este desastre de atracción para los demás, fue decepcionante y horrible de ver. Es decir, él no es esto.

Dylan estaba asombrado, pensé que diría algo, que no sé, saldría del auto y volvería a casa.

-Dakota, vete, ahora.-. Le dice, estaba tan tenso que no pensé que era el mismo gemelo loco y amoroso que conocía desde niña.

-No, vámonos a casa Dylan, tú no eres ésto- lo jála por la ventana del auto, pero él se suelta sin esfuerzo alguno.

-VETE, AHORA-. Le grita y pone en marcha el auto hacía lo que creo que es la línea de carrera.

Dakota lloraba desconsoladamente, Patrick intentó abrazarla pero ella se alejó de golpe hacia una esquina del lugar. Y era comprensible, pero con todo y eso, él pareció dolido ante ese acto.

-Lucas, por qué nos trajiste aquí?-. Le pregunto ya calmada.

-Avani, no... nosotros las llevaríamos hacía allá- señaló un bosque que se veía a lo lejos. - Sé que no ves nada más que árboles, en fin, era una sorpresa, pues es literalmente nuestro lugar misterioso, cómo le quieras llamar. Pero no lo sé, nunca antes habíamos visto estas carreras justo aquí, no teníamos idea- admitió pasando ambas manos por su rostro.

-Todo se arruinó, todo. Dakota piensa que soy de lo peor, y ese no era mi plan-. Patrick estaba triste y molesto a la vez.

Yo los dejé sólos, porque tenía que hablar con Dakota, quién no dejaba de temblar.

-Darki, escúchame. Todo saldrá bien. ¿Viste cómo estaba de cómodo en ese auto? Dylan llegará hacia la meta bien. No te preocupes, ya luego hablarás con él calmadamente, en casa-. Al decirle eso, ella cierra los ojos y baja los hombros en señal de rendición.

-Patrick me engañó, Dylan me engañó, ¿Qué sigue?.- noto lágrimas caer sobre su mejilla.

-Habla con Patrick, él te explicará, ¿si?- la abrazo, mientras que le hago una señal con la mano al chico alto para que hable con ella.

La suelto y la dejo sóla con él, dándoles espacio.

La carrera ya había dado inicio, según el tipo con gafas negras y chaleco de cuero sin camisa debajo de ella (bastante patético a mi parecer) anunció que luego de tres vueltas, la carrera terminaba y el que llegará de primero, evidentemente ganaría dinero.

Me acerco a Lucía y Lucas, quienes estaban sobre el capó del auto mirando el cielo, supongo que relajándose de todo ese golpe de emociones.

-Hey, ya logré calmar a Darki, está hablando con Patrick, espero y el malentendido sea solucionado-.

-Espero lo mismo-. Dice Lucía. -¿Sabes? Patrick hoy le confesaría sus sentimientos a Dakota, en ese precioso lugar del que tanto me han hablado los chicos-. Sonríe triste.

-Nathaniel era parte del plan también, estábamos feliz de que ésta noche Patrick por fin se animaría a decirle a Dakota todo lo que siente por ella... Pero ya sabes, muchas veces tenemos expectativas sobre algo, y resulta siendo lo contrario a lo que se esperaba- Lucas sonríe irónicamente.

-Menuda locura, no?-

-De hecho, no. Es bueno que las cosas a veces no salgan cómo esperábamos, porque de alguna u otra forma, es algo que te intenta cuidar, algo que te quiere decir que eso no te convenía. Las cosas malas también suceden por un bien, sólo que no muchos lo comprenden porque al instante no sé ve-. Me explica Lucas, mientras saca su móvil para textear algo en el mismo.

Es cierto aquello... anoté ese consejo o lección en mi corazón. Sabía que me ayudaría tarde o temprano...

-Hey, todo bien ya- Aparece Dakota con un intento de sonrisa. Sabía que estaba triste, a pesar que comprendió que fue un malentendido con los chicos, había algo mayor dentro de todo eso; Dylan.

-Me alegro por ello, ehm, ya está por culminar la carrera, esperemos a ver qué sucede-. Le dice Lucía con una media sonrisa.

Luego de dos vueltas, ya era la última, y vimos que venían ambos autos juntos, intentando superar al otro.

El auto que conducía Dylan, logró repasarlo solo un poco mas cuándo cruzó la meta. Él había ganado, y fue imposible no alegrarse por dentro pese a todo.

Él salió del auto y en medio de su celebración por parte de un grupo de gente, Dakota tuvo intenciones de acercarse, pero él con sus manos a lo lejos, le hizo saber que no quería que ella se acercara.

Por lo cuál notamos en su rostro dolor.

Presenciar el dolor de una desilución es algo horrible. Esa noche, fue la primera vez que me encontraba en medio de aquello, y no me refería a unas carreras clandestinas. Sino a poder sentir a través de alguien a quién amo la desilución, el dolor que emanaba a su alrededor... Dakota estaba decepcionada.

-Dark, comprendo el porqué tu hermano no quiere que te acerques. Tenemos que irnos ya, este lugar no es para ustedes ni para nosotros-. Patrick la toma de la mano y entramos todos, Lucas no esperó y puso en marcha el auto, pasando de largo a toda esa gente y los demás autos.

Todos nos encontrábamos idos, cómo si estuviéramos ahí, pero la mente aún en aquél momento.

Patrick le hizo una señal a Lucas con la cabeza, lo noté y supe que sí iríamos a nuestro destino ésta vez.

Lucía estaba texteando en su móvil mientras que el resto estábamos sumidos en la ligera canción que reprodujo Lucas.

Nos adentramos a un camino que realmente pensé que habría solo árboles que nos impedirían el paso. Pero no.

Atravesamos unas hojas que eran cómo una especie de cortina hecha por la naturaleza, no lo sé cómo explicarlo. Todo estaba tan callado, que me provocó una sensación de miedo.