Hope
Hope
Por: JackGhost118
Prólogo

Corría sin saber adonde ir, ¿Cómo había pasado todo ésto?, ¿Cómo es que nunca sospecho de el?, ¿Cómo fue posible que les traicionará?, ¿Porque nunca le creyó a ella?, ¿Porque ella siendo recién llegada, fue que se percató más rápido que el?. Su mente estaba llena de preguntas; no podía dejar de pensar en lo que paso minutos antes, «Maten siempre esa sonrisa», «Gracias Ethan, eres el mejor», «si le dices a alguien sobre esto te mato», «No te desanimes Ethan, siempre estaremos juntos en ésto», «No te preocupes, yo sé que no fue tu intención», «Oh vamos!, ¿Acaso eres un maldito robot o algo así?, ¿Cómo es posible que no tengas frío», «Maldita sea Ethan!, Pon atención en ésto!». Ahora lo único que podía hacer era correr sin parar, mientras recordaba todo lo que sus compañeros le decían cuando estában a su lado, su agarré se aferró más a la muñeca de la chica que había sobrevivido a aquella horda de muertos vivientes, su cabeza no paraba de pensar en otra cosa mas que las preguntas y los recuerdos de sus compañeros siendo devorados uno por uno.

«Ehtan —la miro con atención a lo que  iba a decirle—¿Si pudieras volver en el tiempo, que harías?»

Sus ojos se llenaron de lágrimas al saber la respuesta de aquel recuerdo; pero ahora no podia hacer nada, sus amigos y él fueron víctimas de un plan. ¿La razón?.... Quizás sea mejor no saberla.

(....)

—Adiós mamá —jaló la puerta de la entrada mientras acomodaba su mochila para salir.

—¡Ethan espera! —Los pasos apresurados de su madre se dirigieron a el mientras seguía ahí parado sin ninguna expresión en su rostro—Hijo, se que es molesto que te lo  diga una y otra vez, pero por favor; sólo por  está vez te pido que pongas la mayor atención a tus clases.

—mamá—Dijo Ethan.

—Escuchame por favor hijo, quedarte dormido en la clase de matemáticas no ayudará a tus notas.

— Lo se mamá... Pero tú bien sabes que...

— Lo se, lo se, entiendo tus problemas con la burda y aburrida explicación  de tu profesor, pero solo por una vez hijo mio, te pido que te mantengas despierto en la clase. No quiero abandonar mi trabajo en la oficina como todos los días  para ir a tu escuela.

—Está bien mamá entiendo, lo haré—Ethan sonrió y la abrazo mientras le daba un beso en la mejilla, al acercarse el perfume que emanaba de su madre inundo sus fosas nasales provocando que Ethan se apartara a causa del penetrate olor.

Al subir al autobús, miraba por la ventana lleno de aburrimiento cuando su mejor amigo se sentó al lado de él.

—Hey! Ethan.

—Hola Zion.

—¿Ah?... ¿Qué pasa otro regaño de tu madre?—La sonrísa socarrona de Zion bastó para que Ethan le propinar un  codazo en el brazo mientras se echaban a reír.

Todo iba bien como cualquier día del año, los chicos llegaban a la escuela y hacían sus actividades diarias como en cualquier otro instituto, aunque ambos no fueran los chicos "populares" eran conocidos por los partidos que solian ganar, ambos jugaban futbol americano, aunque Zion era el que siempre anotaba los puntos, Ethan por su parte se encargaba de defenderlo sin ningún problema.

Sus pensamientos fueron interrumpidos de manera abrupta por los gritos de las demás aulas. Instintivamente su vista fue atraída a las puertas de su salón, su mirada se enfocaba en la puerta trasera de la aula, por lo que él y otros compañeros comenzaron a dirigirse a esta sin pesar. El pasillo estaba completamente vacío, lo que provocó que levantará una ceja en ademán de estar extrañado, sin embargo la puerta de uno de los salones que se encontraban al fondo de su pasillo se abrió de golpe.

—¡Ayúdenme...por favor! —Su mirada se posó en aquel chico que se arrastraba hacia afuera gritando estrepitosamente, pero justo antes de que pudiera hacer o decir algo uno de su pies fue arrastrado al interior de su aula.

—¿Pero qué diablos? —dijo Zion confundido mientras arrugaba su nariz

—Esperen aquí, yo veré qué sucede, ¿está claro? —comento su profesor, Los chicos miraron como su profesor caminaba hacia el aula situada en el fondo, sin embargo al abrir la puerta dio un grito y alertó a sus alumnos echando a correr en seguida. —¡Corran!, ¡Váyanse de aquí! —Corria hacia ellos nuevamente solo para segundos  después ser perseguido por una gran horda de muertos vivientes, sin embargo no tuvo tanta suerte al escapar ya que tropezó en su torpe pero valiente intento de huida y cayo al suelo solo para acto seguido, ser mordido por varios de estos seres.

Ethan estaba sorprendido, todo lo que había visto en películas de terror, estaba pasando ahora ¡Frente a sus ojos! varios de sus compañeros comenzaron a correr mientras otros gritaban y eran atacados por grupos de muertos vivientes. Una mano en su pecho tirando de la agarradera de su mochila lo distrajo, bajó su mirada para encontrarse con el rostro de su mejor amigo.

—¿Qué estás esperando? ¡Hay que salir de aquí! —Grito Zion

Al igual que sus compañeros comenzaron a correr hacia la salida, pasar por los pasillos y ver de reojo los demás pasillos y aulas, lo llenaba de miedo al saber que su madre podría estar en la misma situacion que él, quizá, siendo asesinada por un muerto viviente; ambos se detuvieron de golpe al ver un bat cerca de sus rostros.

—¿Thomas?—pregunto Ethan

—Tomen esto y salgamos de aquí, ya no hay nada que podamos hacer en este lugar. —comento el chico

—¿Y los chicos?—Dijo Ethan preocupado.

El silencio fue suficiente para comprender lo que Thomas quiso decir y eso le daba la seguridad para saber que todo su equipo estaba muerto excepto ellos tres, por lo que no dudaron en tomar los bats que su capitán les había entregado, nuevamente comenzaron a correr. Aunque al salir se detuvieron un momento, las personas corrían despavoridas  y otras simplemente no tenían tanta suerte, sin mencionar que fuera era mil veces peor que dentro.

—¡Thomas!... ¡Por aquí!

—¡Papá!—Una sonrísa del chico bastó para que los tres corrieran hacia él—papá ... ¿Que está pasando?

—No lo se, pero suban, de prisa—Su padre disparaba a cualquier zombie que se acercara a ellos para darles tiempo a subir a la patrulla, una vez adentro comenzaron a recorrer la ciudad que ahora estaba echa un completo caos

—¿Adónde vamos? —pregunto Thomas

—¿Ahora?.... Sólo iremos a buscar a sus familias, luego iremos a un lugar seguro. —dijo el adulto mientras señalaba a los chicos que estaban en el asiento de atrás

—Genial! entonces pasemos primero por la mamá de Ethan y luego iremos por la familia de Zion. —comento Thomas

—No!—Dijo Ethan sorprendiendo a todos por su tono de voz.

—¿Que?—ambos miraron al chico, que estaba en el asiento trasero.

—Yo iré por mi madre, ustedes vayan por la familia de Zion, nos veremos en él centro comercial.—dijo el

—¿Qué?...¿Estás loco?, ¿Acaso estás intentando ser el héroe? —comento Zion en un ademán de molestía

—No Zion, pero el piso en el que trabaja mi madre es uno de los más altos, y  será peligroso si vamos todos juntos; además tienes que ir por tu hermana y tu madre, ambas deben  estar aterradas. —dijo el

—Ethan —comento Thomas en un susurro

—no se preocupen, estaré bien, lo prometo.... «eso espero» — pensó mientras sonreía para calmarlos

(.....)

La sonrisa del chico se borró al ver que la oficina estaba completamente vacía, miraba a todos lados con desesperación; el miedo se  apoderaba de él, los gritos y los sonidos que producían los zombies eran aterradores, comenzó a correr hacia las escaleras, tenía que llegar a casa lo más rápido posible. Al bajar las escaleras, se encontró con  personas que querían a toda costa impedír ser mordidos por uno de los zombies, otros pedían ayuda; pero aunque hubiera querido quedarse a ayudar, lo primero y más importante era su madre, una vez que llegó al vestíbulo salió por la puerta de cristal para seguir corriendo hacía su casa. Unos cuantos kilómetros bastaron para dejarlo completamente agotado, al llegar y entrar a su casa se hallaba con la respiración completamente agitada.

—¿Mamá?... ¿¡Mamá estás en casa!? —dijo con desesperación

Revisó todo el lugar pero no había rastro de ella, los peores pensamientos pasaron por su cabeza, las lágrimas no se hicieron esperar sabía que ella ya no estaba ahí, y ahora tenía que ser fuerte por sus amigos y por ella, subió corriendo hasta su habitación, se quitó el uniforme para ponerse su ropa informal; una vez que salió de su habitación vació la mochila donde llevaba sus cuadernillos para llenarla de comida, agua embotellada y un botiquín de primeros auxilios. Al dirigirse hacia la puerta para salir de su casa se detuvo al ver un retrato de él y su madre, no dejaría que algo tan único y preciado se perdiera, sacó la foto del porta retratos y la guardo en su mochila, tomo su chaqueta y se la coloco, junto con la mochila para después tomar el bat, su mano giro la perilla la cual abrió la puerta para salir de su casa, no sin antes darle una última mirada a su casa. ¿Cómo es posible que su vida haya cambiado tan rápido en un abrir y cerrar de ojos?, Tal vez, si lo hubiera sabido, le hubiera dicho.......

«Te amó mamá»

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