Apenas abrieron la puerta se pudo ver muchas inscripciones en el piso y las paredes, diversos símbolos y huesos de humanos aun en descomposición en el suelo, este sitio era una gran caverna gigante con celdas en los extremos del lugar, pero lo más aterrador sin duda eran tres figuras de pie frente a unas gigantes puertas de piedra.

—¿Qué demonios es este lugar? — Pregunto Alan agachándose y mirando los símbolos del piso.

—Acércate y mira esas tres siluetas.

Las dos de los costados eran claras y fácil de reconocer la que estaba en medio era imposible de saber que era o quien era. Cuando Alan miro dichas estatuas realmente se aterro, Anís camino a su lado y le pregunto.

—¿qué dices de esto?

—Yo diría que el pueblo entero no tiene ni idea lo que hay bajo sus pies.

—¿Tú crees que sea él?

—No hay duda el de la derecha es Leo, el de la izquierda es Dominik, y lo más seguro es que el del medio sea nuestro padre, están cubiertos de fostovita.

—¿Qué es eso? — Pregunto Anís tocando la estatua de la derecha.

—¿Como te lo podría explicar?, lo leí hace mucho en unos libros que nuestro padre tenía en su casa, es un tipo de mineral inexistente en este mundo o al menos de forma natural. Se dice que solo brujos muy poderosos lo pueden crear a base de otros minerales, es utilizado para atrapar a criaturas muy poderosas, a aquellas que no se las puede matar se las atrapa en este mineral extraño, cuando el brujo crea este mineral tiene un estado viscoso, pero inmediatamente esta toca algo vivo se endurece atrapando a su presa.

—¿Utilizado para atrapar? Ósea que no están muertos.

—No, ellos siguen vivos, no pueden ver ni escuchar nada, pero siguen consientes del tiempo que transcurre, algunos afirman que mientras estas atrapado en la fostovita eres atormentado por pesadillas interminables y repetitivas, pero no eh conocido a nadie que lo haya experimentado personalmente, solo son rumores.

—así que atrapados por un brujo. 

—Si, pero no creo que eso haya pasado acá, este mineral también aparece en el suelo cuando es a causa de un brujo, esto fue por una fuerza que no es de este mundo, ellos están frente a esa puerta como si hubieran querido entrar.

—No entiendo.

—Escuche hace mucho que los cazadores inmortales tenían una puerta que conecta este mundo con el más allá, si esta es la puerta seguro se convirtieron en piedra al intentar cruzarla.

—Nuestro padre no habría caído en algo como eso, él hubiera sabido que eso pasaría.

—Si, pero tal vez no fueron ellos quienes la abrieron, tal vez fue abierta del otro lado, la verdad no lo sé, pero algunas puertas sobrenaturales no pueden ser cruzadas, al menos no por personas de corazón impuro o personas que no tienen la llave, tal vez creyó que esa puerta era de otro tipo.

— ¿Existe alguna manera en la que puedan escapar?

—Existe una daga de oro capaz de romper la fostovita, pero solo puede liberar a uno de ellos después queda inservible por cincuenta años.

—¿Y dónde está esa daga?

—Lleva perdida más de cuatrocientos años. Muchos la buscaron, pero nadie la encontró nunca, si mal no recuerdo Thesseos la busco para tenerla en el clan pero no tuvo suerte.

—Entonces no tenemos de que preocuparnos, ósea no hay forma en que nuestro padre quede libre.

—Espero que tengas razón, también un brujo o bruja de gran poder y conocimiento puede liberarlos sin la daga, pero ninguno capaz de hacerlo liberaría a nuestro padre, lo lamento por Leo y por Dominik ellos no merecían esto.

—Mejor volvamos a casa todavía tienes que descansar y este lugar me incomoda— Dijo Anís mientras miraba los huesos humanos en el piso.