CAPITULO 1

Anís se despidió de Ben y se marchó a su casa eso de la una de la madrugada, cuando llego se acostó a dormir de inmediato. Poco después de haberse acostado alguien toco el timbre de la casa. Ella se levantó un poco molesta ya que recién se había acostado, cuando abrió la puerta se encontró con su hermano Alan quien sonreía al verla abrir la puerta.

—¡Alan eres tú! Como me alegra vert… ¿Estas herido? —Dijo después de oler sangre.

—Hola hermanita, a mí también me alegra verte—Dijo Alan en vos baja y con gran cansancio en sus ojos mientras se sostenía del marco de la puerta— vine a saludarte y pensaba si podría quedarme aquí esta noche—Luego de terminar esa frase sus ojos se voltearon y se desplomo en el suelo inconsciente.

Al otro día Alan despertó en una cama sin su ropa y en lugar de ella muchas vendas cubrían sus profundas heridas. Él se levantó cuidadosamente de la cama y bajo las escaleras, cuando llego a la cocina encontró a su hermana haciendo un desayuno.

—Por favor dime que no me desmaye— Dijo Alan mientras se sentaba en una silla haciendo una leve mueca de dolor.

—Si, lo hiciste en la entrada de la casa, te entre y cure tus heridas lo mejor que pude porque eran muy profundas, no pude curarte con mi habilidad, fue otro sobrenatural el que te las hizo ¿Qué fue lo que te paso?

—Fui atacado por un licántropo, sus ojos eran dorados así que creo que era miembro del uno de los consejos antiguos de lobos, un pura sangre.

— ¿Por qué te ataco? — Pregunto ella sentándose a su lado mientras le alcanzaba un vaso de sangre.

—No lo sé, pero no podrá volver a atacar a nadie más. —Respondió sonriendo.

—¿Lo mataste?

—No tenía opción, era muy fuerte, tuve suerte de llegar hasta acá cuando todo termino.

—ahh Alan… —dijo Anís llevándose su mano a su frente— el licántropo que mataste se dirigía a este pueblo tenía una reunión con el Alfa que conozco, pronto se darán cuenta de lo que paso, venía a ofrecer ayuda con un caso aquí.

—Una vez mis heridas sanen me marchare, nadie sabrá que fui yo, ni siquiera sabrán que estuve acá.

—No te preocupes quédate el tiempo que quieras, de igual forma debes saber que esas heridas tardaran semanas en sanar, no era un lobo común, era del consejo Worguen, los pura sangre de ese consejo fueron convertidos por Grendel, ellos son respetados por haber matado a muchos vampiros, no son licántropos comunes.

—¿Entonces tuve más suerte de la que pensaba? No digas tonterías, uno de ellos no podría acabar con un vampiro de nuestra clase.

—Me alegra que hayas venido, hace algunos meses descubrí algo que creo que debes ver.

—¿Qué es? ¿tiene que ver con ese caso al que venía a ayudar el lobo? —Pregunto Alan dándole toda su atención.

—No, para nada, ese caso es otra cosa, sucede que hace un mes mataron a una joven en la biblioteca durante la noche, parecía algo así como un sacrificio, aún recuerdo la escena, nunca había visto nada igual, este lobo venía a hacer un trato para llegar al fondo de esto y reconocer a la manada de Ben como digna de la protección de Worguen ante cualquier conflicto.

—No me digas…—Respondió Alan con ironía. —¿Entonces que quieres que vea?

—No estoy completamente segura, tal vez no sea nada, pero mejor estar seguros, lo sabrás cuando te lo muestre.

—Muy bien y ¿Dónde está? — Dijo Alan mientras se ponía de pie.

—Bajo tierra, desayunemos algo y luego te llevare, así que siéntate y desayuna. —Respondió seria.

—Está bien muero de hambre. — Menciono Alan llevándose las manos al estómago.

Ese mismo día en la tarde Anís llevo a su hermano a una vieja red de túneles subterráneos, el camino era retorcido y largo, encima de eso a Alan le costaba caminar con normalidad debido a sus heridas, por eso tenían que caminar lentamente por los estrechos túneles.

— ¿Como has estado todos estos años? ¿Has hecho algo interesante? — Pregunto Alan para pasar el rato.

—Cuando nos separamos me hice amiga del alfa del que te hablé hoy. En estos dos años empezamos a ser más que amigos.

—Si, recuerdo a ese licántropo, nunca lo vi, pero me hablaste de el cuándo nos separamos, te extrañe mucho… ¿Qué quieres decir con que son algo más?

—Estamos saliendo se puede decir.

—Hermana yo te amo, te apoyare en lo que tú quieras y te protegeré con mi vida si es necesario, pero… ¿Estás seguro que quieres hacerlo otra vez?

—No te entiendo, ¿estas celoso? Jaja.

—Claro que no, ¿pero te has puesto a pensar en esto?, nuestro padre asesino a tu novio anterior, lo decapito, solo porque salía contigo, te pusiste a pensar en lo que le hará a este que es un lobo, en ninguno de los casos permitirá que estén juntos.

—Lo sé muy bien Alan, por eso me fui del clan y lo dejé todo atrás, solo estando lejos podremos vivir libremente.

—Y porque tú te fuiste también lo hice yo, no te iba a dejar sola vagando por cualquier lado, pero piensa muy bien en esto, porque estas poniendo en peligro al lobo, solo por unos años de diversión con alguien.

—Es más que eso, él sabe que soy una vampiro aun así confió en mí y me permitió entrar en su manada, yo ayudo en la manada a proteger este pueblo y a todos los que viven aquí, cuando entramos en el clan de nuestro padre nos manipularon diciendo que hacíamos lo correcto y que estábamos salvando a todo el mundo, gracias a nosotros se desato la tercera guerra mundial,  ahora en realidad me siento como alguien que está haciendo algo bueno por los demás y me ayuda a limpiar mi conciencia.

—No tienes que sentirte culpable por nuestro pasado, nos engañaron y manipularon. Él se aprovechó de la última voluntad de nuestra madre… antes de unirnos al clan yo hice muchas cosas malas, cosas que tu desconoces, ya no soy esa persona, tu único error fue creer en nuestro padre, yo hice cosas peores así que no te sientas culpable por pequeñeces, con suerte seguro nos olvidó, como sea, debe saber que ya no nos puede usar, no tiene motivos para interesarse en nosotros, no nos necesita para nada, él tiene mucho poder— menciono Alan para hacerla sentir mejor.

—Pero nunca retribuimos lo malo que hicimos haciendo algo bueno, todas las personas que murieron y el sufrimiento que causamos, recién ahora siento que estoy haciendo lo correcto, y no lo dejare por nada.

—Está bien Anís si eso quieres me parece bien solo quiero que seas feliz.

 Ambos siguieron caminando por unos quince minutos más hasta que al fin llegaron a unas altas puertas de madera con el dibujo de una estaca y un mazo en forma de cruz.

—Yo conozco este símbolo, pertenece a los cazadores inmortales. — Dijo Alan sorprendido y preocupado.

—Si tienes razón, seguro este lugar fue algo así como un centro de reuniones entre ellos en la antigüedad, la gente del pueblo no baja a estos túneles, es fácil perderse acá abajo y a veces se inunda, entremos lo que tienes que ver esta adentro.

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