Capitulo 2 •Mejor amiga•

Ayer fue un día tan maravilloso como trágico, mi amiga está enfadada y yo, aunque me duela admitirlo me he sentido culpable por empezar a sentir afecto por el chico lindo de la prepa. Espero arreglar las cosas con Tania y empezar a olvidarme de Charlie, por otro lado ¡debo recuperar mis canciones! 25-08-18

Apenas comenzaba el fin de semana, Laura había pasado toda la mañana limpiando y acomodando su cuarto. Encontró unos viejos cuadernos llenos de bocetos de dibujos, eran abstractos y cubistas, pero entre todos se destacaba el dibujo de su cachorro. Tenía más de 9 dibujos del mismo perro a lápiz y en uno de ellos se resalta el nombre de “Ares” no puede evitar recordarlo y sentirse mal por su ausencia.

Se estaba acercando la hora de encuentro con su amiga, abre su armario sacando un vestido medio corto color magenta y unas sandalias doradas de su zapatera, el cuarto era solo de ella además de ser bastante amplio, Sus padres solo la tuvieron a ella por lo que la consintieron comprándole cuanto podía para su comodidad. Dejo la ropa tirada en la cama mientras se desnudó para así entrar al baño que estaba en su habitación.

Tardo bastante bañándose debido ya que estaba muy sucia debido a su labor de limpieza, mientras se restregaba en la ducha su teléfono reproducía las canciones de Imagine Dragons a todo volumen.

Se hicieron las tres de la tarde, solo faltaba media hora para llegar y ella estaba lista lo que faltaba era pedirle a su madre que la llevara. Baja las escaleras dirigiéndose a la sala de Star donde estaba su madre acompañada de Roberto

— ¿Mamá podrías llevarme al centro? ¡Me veré con Tanía!

— Lo siento cariño, ¡Estoy ocupada! – respondía la madre mirando de reojo a su acompañante

— Si tuviera un auto podría ir yo sola – exclamo Laura frunciendo el ceño

— Esa es una buena idea cariño ¡Toma mi auto! Las llaves están en esa mesa – señala con su mano el lugar

— ¿Estás segura? – dudo la chica recordando todas las veces que le pidió prestado el auto y se negó

— Me lo traes a las ocho y sin un rayón o te lo cobro de la mesada – advierte su madre haciéndose la dura mientras Roberto hacia una mueca alegre.

— Está bien… se me hace tarde, hasta luego – despide poniéndose en marcha.

Hacía mucho que no conducía un auto tanto que tardo en ponerlo en marcha, pero una vez andando se le vinieron a la cabeza las tácticas de manejo. En el camino vio a Sebastián un compañero de su clase con una chica de pelo ondulado, el chico se dio cuenta de que ella lo había visto y puso una cara de tragedia rápidamente disimulada.

El lugar estaba lleno, había demasiadas personas y música por todos lados sin mencionar los animadores que anunciaban las ofertas de los almacenes, pero eso no era problema para ella pues se veía con su amiga en el mismo lugar por muchos años, efectivamente su amiga estaba allí sentada tan puntual como siempre pues aún faltaban 5 minutos para las cuatro de la tarde.

— ¿Has esperado por mucho tiempo? – pregunto Laura un poco nerviosa

Tania la observa detenidamente sin responderle

— Oye enserio, no tenía idea de que él era tu pareja para el baile – exclamo Laura un poco impaciente – él fue quien se acercó a mí en primer lugar

La mirada de su amiga la intimidaba tanto que no podía mirarla por mucho tiempo cuando le explicaba, Tania baja un poco la cabeza mirando al suelo

— Amiga enserio lo siento… — expreso Laura sentándose en la banca sin más que decir.

— ¡Yo soy quien lo siente! – replico Tanía un poco melancólica – Yo soy muy diferente a ti, tengo novios cada cuatro meses y digo estar enamorada del siguiente haciéndome creer y haciéndote creer que es verdad.

Laura alzo la cabeza escuchando cada palabra de su amiga.

—Cuando te vi con Charlie supe que ustedes… ustedes eran algo especial – balbuceo — Eso que tuviste tu no lo he tenido nunca, no pude soportarlo así que Salí corriendo

— Tania…

—No Laura, déjame terminar. — sus manos se encuentran en la banca – Rechazare la invitación de Charlie para el baile, tú debes ir con él.

Los ojos de Laura se pusieron como platos mientras de su boca por más que quisiera no podía pronunciar palabras

— Somos mejores amigas y estamos para apoyarnos.

Las dos chicas se abrazan emotivamente mientras eran observadas por todo el centro comercial.

— Te quiero mucho mejor amiga – confeso Laura en medio del emotivo abrazo.

— Ya que estamos aquí, ¿por qué no damos un paseo y me ayudas con mi vestido?

— Me encantaría ayudarte, pero… entonces ¿con quién iras tú al baile?

— Por favor amiga, ¡soy Tanía! Obvio tendré con quien ir al baile, por otro lado, debes ponerte pilas he invitar a Charlie

— ¡Rayos… Charlie! – grito Laura poniéndose las manos en la cabeza asustando a su amiga

— ¿Qué paso con Charlie? – pregunto muy ansiosa su amiga

—Él me dijo que me estaría esperando en el parque botánico a las 4 pm, pero decidí por venir a verte a ti y ahora no sé que hacer porque no le dije que no iría

— Pero aun estas a tiempo…

— Como se te ocurre, el parque botánico está casi a la otra mitad de la ciudad ¡No llegare a tiempo!

— ¿No me dijiste que tu madre te presto el coche?

A Laura se le iluminaron los ojos y salió corriendo hacia el parqueadero a buscar el auto, su amiga le grito que se compraría el vestido y que la llamara en la noche para saber cómo le había ido a lo que ella también contesto con voz ya fatigada – ¡Serás la primera!

Las personas del centro comercial “el gran bosque” la quedaban mirando extrañandos de su comportamiento e imaginándose miles de cosas por la cabeza. Laura saco su celular y busco en W******p el número que no había guardado de Charlie y comenzó a llamarlo una y otra vez hasta llegar a su auto sin tener éxito, se iba de inmediato a buzón, encendió el vehículo y acelero como nunca lo había hecho. Las calles como nunca le parecían más transitadas por los autos y los semáforos parecían conspirar en su contra.

Atravesó calles y dio vueltas como en tres rombos para al fin llegar a su destino, creía que fue el viaje donde había conducido más rápido en su vida.

El lugar estaba con pocas personas, la mayoría eran parejas y caminaban abrazadas por todos los senderos del parque y los niños se mecían en los columpios que colgaban de los árboles. Eran aproximadamente las 4:00 pm y por mucho que buscaba con sus ojos por todo el lugar no podía ver rastro de Charlie

— ¿Se habrá ido? — pensó un poco melancólica bajando la cabeza para segundos después sentarse en un tronco de árbol cortado en forma de banca. 

Miro nuevamente su celular activando los datos, los mensajes comenzaron a llegar un tras otro consecutivamente, alrededor de unos 18 y todos de la misma persona; Su madre le había estado escribiendo para pedirle que el auto lo necesita una hora antes de lo acordado

— Era muy bueno para ser verdad – pensó Laura viendo que su reloj seguía avanzando y su tarde la había arruinado por venir por un chico que no pudo esperarla así que decidió disfrutar del resto de la tarde comprando una malteada de mango en un local cercano para luego ir a ver a unos chicos saltar en bicicleta en una pista de BMX súper genial al lado del parque, Después de todo la tarde no fue tan mala, tuvo tiempo para pasar con ella misma como todos los días en su casa.

Su teléfono suena con el sonido de llamada de un número desconocido.

— Hola Laura, soy Charlie.

La chica se quedó helada y luego se derritió por la furia de haberla dejado plantada

— ¿Qué quieres? – respondió cortante

—Disculpame primero que todo, pero quería decirte que te ves hermosa con ese vestido, aunque no es usual para el sitio donde estas.

No sabía que responder ¿Cómo sabia el que ropa estaba usando? – estas en el parque – pregunto ella un poco escéptica

—No exactamente y es mejor que no sepas más… por ahora

Laura no puede evitar caer en la intriga poniéndose un poco nerviosa — ¿Entonces dónde estás?

— ¡Te observo desde la distancia!

— ¿Sabes dónde estoy ahora?

— Sí, en la pista de BMX

— Entonces sabes que estoy al lado de un chico muy apuesto y ya debo colgar.

— No estas con ningún chico cariño, ¡Estás sola en las gradas de la pista!

— Por qué no estas ahora aquí?

— No te diré, pero nos veremos la próxima semana, el cuaderno te lo dejare con Juan y te recomiendo que no me veas hasta el lunes de la próxima semana.

— No entiendo nada…

— Debo colgar, hasta luego Ternura.

Por mucho que buscara una explicación a tan incomprensible llamada no podía. Era tan extraño este chico y viniendo de alguien como yo debe significar mucho, debo enfrentarlo el lunes y que me devuelva mi cuaderno.

El tiempo paso tan silencioso y fugas como el pestañar de un ninja, Laura estaba camino a su casa y de regreso vio Sebastián en el mismo sitio con la misma chica, pero esta vez estaban discutiendo por alguna extraña razón, el chico la queda mirando detenidamente con ojos salvajes mientras ella se alejaba en su auto – tal vez alguien le dijo a la novia del chico que andaba paseando con otra y eso hizo que discutieran – pensó Laura riéndose en el auto.

No tarda mucho en llegar a su casa, su madre estaba muy acaramelada con Roberto. Roberto era alto y acuerpado con piel un poco morena con una sonrisa espectacular y ojos cafés, siempre vestía a la moda además de siempre estar cuando mi madre lo llama, su edad oscilaba entre los 27 y 32 años, un poco menos para mi madre de 42 años.

—Ya llegué mamá – exclamo la chica mientras ponía las llaves en el llavero y subía las escaleras

Su madre apenas le prestó atención. Unos minutos más tarde luego de cambiarse la ropa poniéndose algo mas cómodo prendió su portátil haciendo una video llamada con Tanía.

— Cuéntame ¿Cómo te fue?

— Mal, el imbécil no se apareció por allá

— ¿Entonces todo fue por nada?

Ella un poco triste asienta mientras queda en silencio por unos segundos, su amiga tratando de animarla le comenta del concurso de chicos lindos que hará Cristina como campaña para ser la presidenta estudiantil, ¿Crees que Charlie entre? Pregunta Laura un poco escéptica haciendo círculos con los dedos en la sabana de la cama

— Charlie es muy hermoso – responde su amiga muy entusiasta

— No es la octava maravilla del mundo, pero tiene lo suyo – replica Laura un poco rojiza

— Cristopher es bellísimo – declara Tanía casi expulsando corazones por los ojos de solo imaginarlo

Un auto parece parquearse frente a la casa de Laura, ella lo advirtió por el ruido del motor y el sonido tan particular en que estaciono derrapando las llantas, pero no presta mucha atención y contesta a su amiga

— Según escuche él está metido en problemas

— Sí, eso está regado por toda la escuela, los chicos se están empezando a alejar de ese chico mientras él se reúne con… – hace una pausa verificando que nadie la escuche – tu sabes de quien te hablo

— No entiendo a las chicas que les atrae los chicos malos, ¿Viste a Erika como se le insinúa? – la cara de asombro se reflejó al comentarle su observación a Tanía

— ¿Qué esperabas de una porrista? – pregunta sarcásticamente su amiga

Ambas se ríen de los eventos que suceden en el instituto, por un momento pudo olvidar lo mal que la paso en la tarde, la señal de la batería del portátil alerto a Laura quien se paró de la cama a buscar el cargador hasta encontrarlo dentro de una gaveta del closet, seguro su madre lo movió se sitio, lo toma rápidamente para ver las payasadas que está haciendo Tanía, supuestamente está imitando a Erika.

De camino a su cama escucha las boses de dos perdonas en aparente discusión procedente del frente de su casa, así que decide ir a asomarse por la ventana, pero la detiene el fuerte ruido de su ventana rompiéndose en pedazos tras ser atravesada por una gran roca envuelta en papel de cuaderno, las llantas del vehículo rechinaron al acelerar de fondo alejándose rápidamente del lugar, Laura queda inmóvil mientras su amiga gritaba histérica por el portátil preguntando si estaba bien y que había pasado.

Su madre había salido con Roberto, solo estaba ella en su casa, Laura decide asomarse por la ventana, todo está oscuro solo iluminado por las lámparas de la calle, como nunca el lugar estaba vacío y los vecinos se habían ido a dormir. El miedo que sentía era indescriptible, sus manos temblaban tanto que al afirmarse en el marco de la ventana un pedazo de vidrio la corto la palma de la mano.

—Maldición – grito la chica tapándose la mano con la otra – se dirigió hacia su cama a tomar una toalla pequeña para la cara y enrollarla en su mano

— ¿Estas bien Laura? – pregunto su amiga con los nervios de punta que la observaba desde la cámara del portátil

— Si… solo me corte con los vidrios

— ¿Qué fue lo que paso?

— Alguien me rompió la ventana con una roca

— Y... ¿Dónde está la roca? – pregunta su amiga frunciendo el entrecejo

Laura le advierte que ira al baño a curarse y Tanía acepta, su herida se extendía por toda la palma de su mano, la sangre para luego de unos minutos de aplicarle vendas. Su rostro había cambiado, estaba entre una mezcla de seriedad y miedo, la herida le ardía, pero no le impedía tomar la pala de recoger b****a y barrer todos los vidrios rotos del suelo echándolos en los desechos de la cocina, su amiga seguía esperando ver el objeto de agresión pues no entendía lo sucedido ya que Laura no se mete con nadie, el reloj marcaba las 10:14 de la noche y su madre no había llegado. Laura encontró la roca envuelta en papel debajo del nochero e inmediatamente la desenvolvió leyendo frente el portátil en voz baja lo que el papel tenia impreso, Tanía ya desesperada le pide por favor que le muestre el contenido además la cara de desconcierto de su amiga le provocaba más curiosidad.

Ella al fin se decide mostrar el contenido poniéndolo frente a la cámara.

¡No escaparas de mí!

— ¿Qué piensas hacer?

—No lo sé – responde Laura con la mirada ida en el espacio vacío de los confines de su inocencia.

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