Capítulo 3

 ***

—Gracias por la cena y la compañía —me despido de los Carrington y me dirijo hacia mi Ford Mustang 2020 color rojo.

La cena estuvo deliciosa y también la compañía de los Carrington, no puedo negar que no son malas personas, pero eso no lo puedo decir de sus hijos. Tres horas pasé en compañía de los padres de mi exnovio, ¡sí!, exnovio porque el maldito no se apareció

Los señores Carrington no dejaron de preguntarme sobre mi vida personal y es obvio que quieren saber quién es la persona con la que su hijo sale, aunque la verdad soy yo la que quiere saber quién es el patán de su hijo.

Sin duda lo mataré con veneno para ratas, lo seduciré y le prepararé una comida romántica, luego de un solo bocado el maldito morirá.

Mientras conversaba con los señores Carrington, el chico que no rompe las reglas estuvo mucho tiempo con su móvil y sinceramente es un maleducado, pero más de una vez me susurraba cosas para fastidiarme, aunque para mí fue todo lo contrario.

Al fin y al cabo, no asesiné a Elliott, me pareció buena compañía, ah, creo que tome mucho vino.

(...) 

—Despierta… —siento como una voz chillona interrumpe mi dulce sueño.

—Aaahh, quiero dormir mamá —me quejo.

Mi madre siempre aparece en el lugar menos indicado, me quejo. Estaba soñando que asesinaba a Hunter y que me follaba al hermano.

—No soy tu mamá y será mejor que despiertes.

—Que fastidiosa eres —sin abrir los ojos tomo una almohada y la tiro donde sea que venga esa voz chillona.

—El estúpido de tu novio está en la sala y no se irá si tú no lo recibes.

Abro mis ojos al escuchar novio, y mi sorpresa es que Sol esta que revienta del enojo y eso me dice que acaba de discutir con Hunter. Ellos jamás se han llevado bien y por ende me tengo que interponer cada vez que ellos estén juntos.

—Llama a seguridad y diles que lo saque porque no lo quiero ver ¡nunca jamás! —me dejo caer hacia atrás—, ¿dónde está mi madre?

—Tu madre dejo dicho que tiene un desfile en España porque su nueva colección será inaugurada ahí —ah, como lo pude olvidar.

Mi madre me matará porque le prometí acompañarla, pero decidí ir a una cita con Hunter, lo malo de todo es que la bendita cita se arruinó, aunque por otro lado disfrute la compañía del hermano.

—Aaah… —llevo mi mano hacia mi cara, froto mis ojos y sin pensarlo dos veces me levanto—. La cena fue un desastre por completo, y eso porque Hunter me dejó sola con sus padres y su hermano—recalco.

—¿Qué hizo qué? —me pongo las pantuflas y me encamino hacia donde se encuentra ese patán—. No te vayas porque primero me dirás lo que ese puto desgraciado te hizo—corre tras de mí y se posa en mi camino e impidiéndome el paso.

—Todo iba bien hasta que el imbécil me dejó ahí como una estúpida y eso no es todo —bajo la mirada y comienzo alizar mi short corto de seda y mi camisa de tirantes.

—No me gustan los acertijos y menos la información a medias —gruñe.

Ja, ja, ja… Ella está desesperada, y es claro que se come las uñas por saber lo que tengo que decirle.

—Besé al hermano de Hunter —cierro los ojos y de golpe le suelto todo, y ahora que recuerdo, realmente hacer eso fue estúpido.

—¡Oh, mi madre! —abre la boca en forma de “o”.

—No te emociones, ya que me rechazó y creo que es gay —resoplo con mucho desánimo—, eso es un desperdicio total.

—Eres una maldita ¿por qué no me llevaste contigo? —chilla.

Es que si la hubiese llevado estoy segura de que las cosas hubiesen terminado peor.

—Te prometo que te contaré detalle a detalle, pero lo primordial es matar a Hunter Carrington —tomo de su mano y la jalo hacia la salida.

No pierdo el tiempo e iniciando el año y el mes, y ya pienso en asesinar a un hombre, pero es que vale la pena exterminar a una rata como Hunter Carrington.

¿Cómo conocí al patán de Hunter?

Un día que fui de fiesta a celebrar el cumpleaños de mi amiga Sol, me llegué a topar al chico más sensual y guapo que había en la discoteca. Ese día coqueteamos, bebimos, conversamos y más de una vez intercambiamos saliva. Mi relación con Hunter comenzó ahí, pero puedo testificar que todo comienzo es de color de rosa, puesto que ahora estoy viviendo mi cruda realidad. 

Sol es mi amiga y al parecer a ella le llegaba información de que mi novio estaba picando a unas pollitas mientras yo viajaba con mi madre, y una de las razones de los viajes es que trabajo con mi mamá y no soy una mantenida como todo el mundo piensa, aunque me vale m****a lo que piensen, ya que lo que tiene mi madre es mío y los que me conocen saben que mi madre y yo hemos salido adelante solas.

—Oh, nena, que sexi que estas —no dejó que ni llegara hasta él cuando ya lo tengo encima de mí—, me excita que me recibas así muñeca—ronronea para luego posar su mano en mi trasero y sin delicadeza lo estruje como si fuera una suave esponja.

Esbozo una sonrisa fingida, llevo mi brazo derecho a su cuello y con mucha sutileza llevo la otra en sus testículos, hasta que los tengo en mi poder, los estrujo, pero no de la misma manera de lo que él lo hizo con mi trasero. ¡Es el doble!

—No, me vuelvas a tocar —hablo entre dientes—, quien te crees hijo de puta, es demasiado Hunter Carrington, suficiente de tantas humillaciones, hemos terminado algo que jamás debió iniciar.

—Nena —su voz salió en un tono fino como de una niña de un año, el muy maricón me suplica con la mirada, pero como soy una perra de perra, lo estrujo más hasta hacerlo gemir de dolor.

—Te puedo traer las tijeras —dice Sol con tono divertido.

La muy perra se está divirtiendo del mal de otro, pero no puedo negar que todo este show es divertido.

—Lárgate Hunter o si no tendré que llamar a los hombres de seguridad o a la misma policía—le doy un último apretón para luego soltarlo.

Por un momento siento que me propase, pero luego recuerdo lo que me hizo y solo pienso en cómo matarlo. Hunter se inclina hacia delante y apoya una de sus manos en la rodilla y la otra la posa en sus testículos.

—Por favor, nena, escúchame —apenas puede hablar, pero al parecer está recuperando poco a poco el aire—. Ya sé que parece otra cosa, pero te juro que todo tiene una justificación—se arrodilló y suplica una y otra vez.

Esto parece un déjà vu o una costumbre continua de la que ya estoy acostumbrada a perdonar y dejarlo pasar por alto.

—Se ha acabado Hunter, no te quiero ver en mi vida —mis palabras salieron firmes y concisas.

—Amor… —su voz se entrecorta.

El estómago se me contrae al ver que el estúpido está tratando de manipularme y por lo que veo la actuación es lo suyo.

—¡Vete! —grito.

Esta decisión es definitiva, no hay vuelta atrás, no negaré que me duele, pero me tengo que querer primero.

—Nena, ¡no!...

—Lárgate Hunter —lo veo con desprecio total.

—No me iré porque sin ti no podría vivir —baja la cabeza y yo trato de no matarlo.

—Esas palabras la sacó de una música o de algún libro de su mamá —susurra Sol cerca de mi oído.

Concuerdo con Sol y solo por eso lo mataré ahora mismo, aunque sería un desperdicio matarlo con veneno de rata, mejor lo descuartizo todo para que sienta todas las humillaciones y engaño que me ha hecho.

—Esas palabras ya no funcionan conmigo —doy un paso hacia delante, me inclino hacia él y poso mi mano en su quijada y la levantó exigiéndole que me vea—, no… me… interesa… lo… que… me… quieras… decir...—hablo lentamente, para que las palabras le lleguen al cerebro de m****a que tiene.

—Te amo —lleva su mano a su pecho.

No sé como es ese amor, si él considera amor todo lo que me hace, entonces prefiero quedarme sola para toda la vida.

—Ja, ja, ja… Canción con canción —sonrió alejándome de él.—. Eres amor de papel, del que se moja y se destruye. Eres amor de papel—al inicio comienzo a tararear la música, para luego darme las inmensas ganas de cantarla en compañía de mi amiga Sol.

—La mamá de Alexander está enferma —dice furioso y yo me quedo observando como una estúpida. 

No caigas, no caigas, no caigas porque te mato.

—Hunter… Hunter… Hunter —con mi mirada de preocupación logro llamar su atención—. No me interesa tu estúpida justificación, ya que I*******m y F******k me la dieron—bramo de la furia—. Deberías demandarlos por exponerte— hablé con ironía.

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