Capítulo 6.

Antes de terminar de perder el conocimiento siento como dos brazos me sujetan fuerte y me arrastran hasta el borde la alberca donde me colocan y comienzan a darme respiración de boca a boca y primeros auxilios.

Cuando comienzo a toser y tratar de incorporarme, unas manos me toman de los hombros y una voz ronca me grita. Al principio no entiendo lo que dice, hasta que lo repite.

-Que diablos estabas pensando, crees que todo puede terminar así de fácil.

Me le quedo viendo muy confundida, no se porque me dice eso, no lo entiendo. Es el, el de las fotos y en persona es mucha más apuesto, las fotos no le hacen justicia si tuviese que utilizar una sola palabra para describirlo seria PERFECTO si en mayúsculas y siento que me quedaría corta.

-Contestame, qué diablos estabas tratando de hacer?

Interrumpe mis pensamientos gritándome aún más fuerte y apretando su agarre en mis hombros donde comienzo que sentir mucho dolor y bajo mi mirada a ese lugar en el momento que le pregunto.

-Qué?

Pero sale en un susurro.

-A caso tratabas de matarte o que pretendías con esto?

Sigue preguntando con un tono de voz muy fuerte y molesto. Mientras sigue haciendo demasiada presión en mis hombros.

-Duele.

Logro decir cuando ya no soporto el dolor.

Inmediatamente disminuye la presión pero no quita las manos de ahí, lo que me hace sentir una pequeña corriente eléctrica por su toque.

-Qué pretendías hacer, si no llego a tiempo que esperabas que ocurriera?

Lanza todas las preguntas con el mismo tono de voz frío.

-Nada solo estaba nadando pero comencé a sentirme débil, no pretendía hacer nada.

Conteste en un tono más elevado pero seguía escuchándose como un susurro.

Suelta su agarre y se pone de pie, por lo cual también inició a ponerme de pie pero me siento un poco mareada y siento que me caeré, cuando siento que ya no me podré estabilizar, siento su mano en mi codo estabilizandome, en agradecimiento solo puedo hacer una sonrisa que al final sale como una mueca, cuando fijo mi vista en sus ojos me es imposible apartarla, siento que atrapan y no puedo apartar la vista hasta que el rompe el contacto, solo para pasar su vista por todo mi cuerpo, siento su mirada recorrerme y un calor me recorre por cada parte donde sus ojos van pasando, sigo parada observando como me recorre hast hacerme sentir completamente desnuda, cuando por fin aparta la vista de mi cuerpo fija su mirada en mis ojos y siento mis mejillas arder lo que me hace saber que estoy sonrojada, aparta su mirada y puedo ver como aprieta su mandíbula, da la vuelta y comienza a caminar hacia la casa y entonces reaccionó, no puedo dejar que se vaya sin que me aclare todas las dudas que tengo.

Agarro la bata que traje y me la pongo rápidamente mientras comienzo a seguirlo mientras comienzo con mis preguntas.

-Tu eres Dylan?

En cuanto escucha mis palabras se gira a verme pero sin detener sus pasos y no responde a mi pregunta.

-Quién eres? Y por qué estoy aquí?

Sigue caminando como si no escuchara ninguna de mis preguntas.

-Por favor, necesito respuestas me estoy volviendo loca.

Termino diciendo y sin darme cuenta sale un sollozo que hasta a mi me sorprende porque no me di cuenta en que momento comencé a llorar. El también lo noto por lo que se giró a verme con algo de preocupación en el rostro, pero cuando nuestros ojos se cruzaron pude notar como cambiaba su expresión por una de disgusto y una sonrisa malvada sale entre sus labios. Se da la vuelta y sigue su camino, lo sigo y cuando veo que se dirige al estudio decido que es momento de hacer otra pregunta.

-De donde me conoces?

Se detiene y responde sin voltear a verme.

-Eres mi esposa.

Abro la boca sorprendida.

-Qué? Desde cuándo?

Preguntó aún muy sorprendida.

-En un rato vendrá mi asistente y te responderá todas las dudas que tengas, yo no tengo tiempo para esto.

Dice entrando y dejándome con más dudas que antes y atónita por sus respuestas.

-Niña que tienes? Te sientes bien, estás muy pálida.

Escucho a Mary decir y como puedo volteó a verla.

-Es mi esposo.

Es lo único que puedo decir. Ella asiente como si ya lo hubiese sabido.

-Lo... lo sabías.

Logro articular y ella me toma del brazo para ayudarme a subir las escaleras y entrar al cuarto, donde tiene que ayudarme a ponerme ropa y acostarme, sin darme cuenta me quedo dormida sin poder decir nada más solo las lágrimas fluían por mi rostro sin que pueda evitarlo.

Unos golpes en la puerta me despiertan y cuando abro los ojos puedo ver que es bastante entrada la tarde, vuelven a tocar la puerta.

-Pase.

Logro decir.

-Niña, vine a buscarte para ver si no tienes hambre, por la mañana no desayunaste y ya es bastante tarde y aún no pruebas bocado.

Es Mary y hasta que lo menciona me doy cuenta del hambre que tengo.

-Si, vamos tengo bastante hambre.

Vamos bajando las escaleras y puedo escuchar murmullos que salen del despacho, supongo que Dylan debe tener visita.

Y entonces recuerdo sus palabras, debe ser su asistente y tengo que hablar con el antes de que se valla.

-Necesito hablar con su asistente.

Digo como si Mary pudiera leer mi mente, ella voltea a verme con confusión.

-El me dijo que su asistente podría responderme todas las preguntas que yo tuviera.

Le explico, ella asiente pero sigue caminando para la cocina.

-Si, pero antes debes comer algo. Dylan me mando a buscarte para que comas y después puedas hablar con Martí.

-Ooh, esta bien.

Es lo único que puedo responder, en realidad me sorprende mucho que el se haya preocupado porque no he comido nada, no se si fue porque estaba molesto con lo que creyó que trate de hacer en la alberca o realmente esta disgustado por algo más conmigo, la verdad fue muy rara su reacción. Espero Martí tenga las respuestas que necesito.

Después de cenar me dirijo a la sala dispuesta a esperar a Martí para poder hablar con el.

Después de media hora aún se escuchan voces en el despacho, creo que esto será algo tardado, decido encender la televisión encuentro una película que se ve algo interesante, después de un rato estoy tan entretenida con la película que no me di cuenta que dos pares de ojos me observan, hasta que uno de ellos tose para llamar mi atención, me giro y puedo ver al que supongo es Martí y me sonríe, se acerca con la mano extendida.

-Señora Jade, mi nombre es Martí.

Me levanto del sillón y estrechó su mano.

-Hola.

Es lo único que se me ocurre decir, no se si ya lo conocía o como era mi relación con el. Dylan no me aparta la mirada de encima y noto algo de molestia en su mirada.

-Dylan me comentó que necesita hacerme algunas preguntas, le parece bien aquí o gusta que pasemos al despacho?

Pregunta el sin dejar de verme con curiosidad esperando mi respuesta.

-Amm, si gusta aquí esta bien por mi.

Digo con algo de duda. Dylan hace un chasquido de lengua y comienza a subir las escaleras.

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