3, 2, 1. Empieza la carrera por el grial.

Lucy apretó la espada con fuerza y Adelis cargó con más fuerza y dejaron ver toda su fuerza elevando su aura a topes, mientras que él aura de Samara hacía presencia también esta solo miraba y reía descontroladamente a ambas chicas.

—¿Lista?.

—Siempre.—Su mirada estaba fija en ella.—¿Tienes un plan?.

—¿Alguna vez fallas cuando disparas?.

—Jamás.

—Perfecto, ese es el plan.

De un impulso saltó Lucy hacia ella y chocaron las espadas y Adelis corrió por un costado, lanzó la primera flecha y Samara volteó la mirada tomó a Lucy de un brazo y la usó para repeler la flecha que terminó por agrietar un poco la armadura pero esta no penetro en ella.

—¡Carajo!.

Samara miró a Adelis, la maldad en ella se notaba, una furia asesina que pedía más y más se dejaban ver en su rostro, mientras que Adelis permanecía seria y sin titubeos.

—¿Que acaso no tienes miedo de morir?.

—Bruja o lo que sea, ¿Crees que me detendrá?.

La cazadora hace acto de presencia.

¿Conocen el mito de Artemisa?, como todos los dioses griegos, Artemisa era inmortal y muy poderosa. Sus poderes especiales incluían la puntería perfecta con el arco y la flecha, también era una gran combatiente cuerpo a cuerpo sin miedo a la muerte con tal de proteger los suyos e indefensos, pero al pasar el tiempo el espíritu de esta gran Diosa solo pasaba a ciertas chicas que ella consideraba dignas guerreras y puras de corazón, es por esto que cuando la gracia era pasada de generación en generación a distinta portadora esta fue cambiando debido a que cada una despertaba cierta habilidad, pero las últimas tres portadoras fueron las que contaban con la capacidad de convertir a sí misma ciertas partes de su cuerpo en partes animales, dos de ellas consisten en aquellas cosas en su cabeza que parecen orejas de animales y esa cosa en su espalda baja que parece una cola. Sus orejas y cola de animal parecen ser los símbolos y los efectos secundarios de una maldición por el precio de recibir la gracia de esta, pero a pesar de ser así ciertas portadoras (únicamente Adelis y dos más en épocas antiguas) pudieron adaptarse a esa maldición y sacar provecho de esta agudizando sus sentidos con estas y el control de la naturaleza.

—¿Porque no intentas venir por mi?.—Adelis reto a Samara.

Samara se lanzó en picada, y aterrizo de golpe haciendo un pequeño crater en el suelo. Lanzó un puñetazo que Adelis esquivó, mientras que venia el otro por debajo está lo detuvo, Samara trataba de conectar golpes contra ella pero ella solo esquivaba y detenía cada uno hasta que tomó impulso, brincó un poco y asestó una patada en esta en el rostro de Adelis y la mandó lejos, cuando se reincorporó Lucy se movió rápidamente, llegó por un costado y la golpeó y ambas comenzaron a conectar golpes entre ambas, ambas se golpeaban y recibían golpes entre sí. Adelis se levantó y se sacudió el polvo y corrió de nuevo, mientras que ha cierta distancia Allison solo observaba.

—¿Así que está es una guerra por el grial?.—Allison seguía sorprendida al ver el nivel de poder que tenían las tres chicas frente a ella, dos brujas y prácticamente una Diosa.

Adelis se acercó y ahora ella también arremetió contra Samara, ambas conectaron un golpe al mismo tiempo y la arrojaron fuera de su rango.

—¿Alguna vez has visto Mulán?.-Pregunto Lucy a Adelis en el momento que tenían antes que Samara se reincorporara.

—¿Que tiene que ver eso con esta situación?.-Estaba extrañada con esa pregunta.

—¿Recuerdas la parte donde están practicando el tiro de arco con las manzanas?.

—A que te... -Su expresión cambio, comenzaba a entender a que se refería Lucy.—Entonces así será.

—¿Estas lista?.

—Hagasmolo.

—Adelis antes de continuar hay algo que debo contarte, te mentí en el avión. No soy un relámpago como Killian.—Choco su puño contra la palma de su mano mientras sonreía de nuevo.—La verdad es que… el relámpago solo puedes verlo ir y venir y yo… realmente… ¡SOY EL MALDITO TRUENO!.

Samara se levantó y enfureció, un aura oscura se hacía presente en ella, Lucy se preparó y haciendo honor a lo que ella misma se había convertido y el renombre que se labró así misma con su reputación atacó cual trueno carmesí hacia Samara.

Ambas brujas empezaron a chocar espadas, ver ese nivel de poder incluso estando de frente era difícil de creer, choque y choque y pequeños truenos se dejaban ver en cada golpe de Lucy hacia Samara, hasta que en un último choque de estas, mientras ambas mantenían la guardia Lucy puso más fuerza.

—¡REIGAN!.—Gritó Lucy al momento de asestar un golpe, una pequeña explosión se hizo presente y alejó a Samara quemándola del rostro un poco. Lucy dio un paso hacia atrás y tomó con más fuerza la empuñadura de la espada. Samara se llevó la mano al ojo derecho y gritó, chocó las palmas como si aplaudiese y diez pentagramas de color púrpura aparecieron en el cielo detrás de ella iluminándose.

—Aquí viene Adelis, ¿estás lista?.—Lucy guardó la espada y adoptó una pose de carrera poniendo las manos en el suelo y encorvando el cuerpo un poco para tomar impulso, los ojos de esta empezaron a resaltar el plateado y la energía eléctrica empezaba a recorrer su cuerpo entero.

—¡Ya me tienes harta!.—Rugió Samara. Y miles de lanzas y dagas empezaron a salir de cada pentagrama.

Lucy vio lo que se avecinaba rápidamente hacia su posición y aceleró a toda velocidad esquivando cada lanza y daga, rompiendo las que podía a su paso y cuando halló una abertura en una fracción de segundo salto, primero usó las dagas y las lanzas como apoyo corriendo encima de estas, para luego usarlos como si fuesen un escalón y cada vez escalaba más rápido, Samara hacia uso por fin de el poder de una bruja haciendo uso de conjuros, pero no servirían de nada, puede que Lucy sea más fuerza que inteligencia en cuanto a cómo pelea una Sablair, pero aveces puede más la fuerza que la inteligencia y la magia, así que estando de frente a frente ahora está la golpeó fuertemente en la quijada y alzándola y conforme más golpes asestaba iba subiéndola con cada golpe más y más arriba, pero antes de asestar uno más la tomó de su vestido a esta y la acercó a ella.

—Ahora ¿Quien es la débil?. —Lucy puso un pie sobre el muslo izquierdo de Samara y comenzó a girar con esta aprovechando que estaban muy alto.

—¡AHORA!—Grito Lucy mientras ahora en una vuelta está la lanzo con una fuerte patada a una gran velocidad hacia el suelo.

Adelis sonrió y repitió lo que Lucy le dijo al principio de todo este encuentro.

—Apunta, carga y...—Por más que Samara quisiera reincorporarse no podría por la velocidad a la que fue mandada. La sonrisa de Adelis era de una gran seguridad, <<¿Querías ver a una cazadora? Aquí la tienes>>.—¡DISPARA!.

La flecha era de un verde incandescente, la velocidad y la fuerza que llevaban sin duda sería catastrófico para Samara. Una gran explosión resonó en aquel castillo y la explosión pudo dislumbrarse a lo lejos, Lucy cayó y se levantó rápidamente y corrió en dirección a Adelis, mientras que ella bajaba un poco el arco y una vez estando Lucy ahora con ella, ambas empezaron a ver como el humo empezaba a irse y dejar ver a aquella chica problemática que yacía ahí.

—Sabes, no creí que sería tan sencillo.

—¿Sencillo?, ¿En serio?, y si era tan sencillo ¿porque te golpeó?.

—Ah eso es fácil de contestar, fue porque me dejé llevar por un momento por mis emociones, y eso fue lo mismo que cometí esa vez frente a ella.—Su mirada ahora era seria de nuevo mientras admiraban aquel cuerpo.—Bueno... tenemos que irnos.—Dijo mientras se daba la vuelta y seguidamente Adelis hizo lo mismo y ambas empezaron a caminar juntas. Allison solo comenzó a caminar en dirección a ellas pero en ese momento Lucy se paró de golpe.

—Mierda.

El cráter donde yacía el cuerpo de Samara se hizo más profundo mientras su cuerpo comenzaba a desaparecer al momento que vainas brotaban del suelo agrietado, extrañas vainas y guías de una enredadera  de plantas pero de color oscuras comenzaron a cubrirla por completo hasta formar como si fuese un capullo, este empezó a romperse por partes, una mano hacia su acto de presencia, otra, ambas empezaron a romper el capullo abriéndolo de par en par hasta que esta empezó a salir de ahí, alzó el rostro mientras volvía a empezar a reír, su cuerpo se volvió obscuro, las vainas comenzaban a cubrir su cuerpo volviendo este como si fuese echo de enredaderas formando como un vestido en ella y dejando ver a esa bruja totalmente completa.

—Des...perto...—Ese sentimiento de nuevo la acorralaba en su mente, era tal y como ese mismo día.

—¿Empezamos de nuevo?.—Ahora había una seguridad de victoria en su rostro.

—¡CORRAN!—Grito al momento que brincó hacia el otro lado para empujar a Adelis y evitar que una vaina la atrapara y golpeara, Allison apretó los dientes y su rostro denotaba el miedo en su máxima expresión, esa chica que vio apenas de rostro angelical ahora tenía los ojos completamente plateados como si fuesen los ojos de un ciego, tenía marcas muy talladas en su rostro como si fuesen de estrés y esa sonrisa en su rostro la ponía más nerviosa, pero pese a todo esto levantó las cadenas una vez más y trató de atrapar la vaina que iba hacia ellas dos, pero no sirvió de nada ya que en vez de enrollarse en ella, más vainas tomaron a Allison y la acercaron a Samara y está la golpeó fuertemente en el rostro. Lucy miró con rabia a Samara mientras que Adelis estaba preocupada por Allison y corrió en dirección a ella.

—Ya sabes cómo irá esto niña... sabes cómo terminará.—Empezó a decirlo burlonamente y retándola a qué viniera por ella, pero Lucy no podía dejarse llevar por sus emociones, sabe que si lo hace el resultado no será nada agradable, se quedó parada con la mirada baja y callada. Adelis estaba a punto de llegar pero cuando una vaina iba a arremeter contra ella, esta fue cortada y la vaina salió volando.

—No voy a perder a mis amigas.—Apretó la empuñadura y respiro dejando salir el aire entre dientes, preparándose para atacar de nuevo y Samara estaba lista pero...

—¿Quien te dijo que era hora de adelantar esto?, no recuerdo haberte dicho que podías meterte todavía o más bien no recuerdo haberte dicho que ya los atacaríamos ¿o si?.

Unos pasos se escucharon proviniendo de atrás de ellas, y empezaba a dilucidarse una silueta alta.

—Al suelo.—La voz no lo decía, lo ordenaba.

La mirada de Samara pasó a un terror extenuante y puro, todo su cuerpo temblaba. Una mirada seria, unos ojos muertos, y el cabello hacia atrás bailando por detrás de su espalda apenas visible se acercaba. Las tres chicas que yacían frente a Samara solo miraban, esto era malo, Lucy aún siendo fuerte y teniendo de su lado a Adelis con el poder de una Diosa sabía que no podrían hacer nada ante su nuevo acompañante. Samara se dio la vuelta hacia él y se arrodilló, estaba temblando.

—Odio cuando las cosas no se hacen como digo y lo sabes, sabes lo que viene ahora por desobedecer.—El ambiente cambio,esos ojos muertos parecían fosas sin fondo, ahora solo con una mirada fulminante que lanzó hacia ella todo el ambiente se sintió tan pesado que todas ellas cayeron al suelo de golpe y no podían levantarse ni moverse, el se agachó y alzó el rostro de Samara tiernamente y le sonrió y la empezó a estampar salvajemente contra el suelo repetidamente el rostro.

—¡ODIO CUANDO LAS PUTAS COSAS NO SE HACEN COMO DIGO CARAJO!.—Acto seguido  se levantó para ahora patearla, con unos pasos rápidos y sin hacer ruido alguno se acercó hasta ella, su mano tomó su cuello apretándola mientras la levantaba y empezó a golpearla dándole de puñetazos en el rostro, después la azoto contra el suelo, ella yacía boca abajo y se acercó hacia ella, la tomó de los brazos, postró un pie encima de su espalda y empezó a tirar hacia atrás estos, se escuchaba como la carne y los huesos se desprendían.

—¡ASÍ QUE NO VAS A HACER NADA HASTA QUE PUTAS LO ORDENE, HASTA QUE YO LO DIGA!—Gritaba mientras soltaba un brazo pero el izquierdo lo comenzaba a  arrancar y fue cuando aquellas chicas escucharon ese enorme grito de dolor y veían el llanto y las lágrimas brotar de esta, Lucel solo corto y arrojó el brazo hacia otra parte y la tomó del cabello y la levantó y la miró de frente a frente.

—Así que entonces.... ¿como se dice?.

—Hasta que tú digas.—La chica apenas pudo soltar palabras después de lo que le habia echo.

—Perfecto.—Contestó feliz y sonriente y la soltó, suspiro y volteó hacia la tres que yacían al otro lado.—Perdonen chicas, pero aveces hay que poner correctivos a las perras o pueden hacer cosas malas, ¿no creen?.—Una mirada fría y turbia que podían sentir las tres observaban atónitas, no tenía caso si quiera tratar de luchar contra el, luego tal cual como si nada hubiera sucedido sonrió como si fuesen amigos de toda una vida.—Díganle a Killian que falta poco para vernos.—Se empezó a retirar llevando a Samara consigo y esta lo seguía como un cachorro con la cabeza gacha a su dueño detrás de él. Desapareciendo en la fría y oscura noche.


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